Final Alternativo
—Ya tórtolos dejen de presumir-. Habló Taehyun mientras rodaba los ojos. -Tanta azúcar me da diabetes-. Se quejó; haciendo reír a Soobin quien bajó la mirada con aquella singular sonrisa de conejo; aún sin soltar la cintura de Kai, quien bajó sus manos del cuello de Soobin y las situó en el pecho de éste. Sintiendo sus mejillas calientes debido a la pena que provocaban las palabras de Taehyun. -Ya decía yo que no podías fijarte en el grandote de Yeonjun -. Dijo sincero. Provocando que Soobin encarara a Kai con una ceja alzada, apretando un lado de su cintura con cierta inquietud y confusión. Más Huening tragó fuerte. Sabiendo cual era el segundo paso para resolver otro de los malentendidos.
-Bien sé que aún no se ha resuelto lo que pasó con Yeonjun; pero les mostraré a que se debe-. Aseguró alejándose de Soobin para encarar a ambos; observando como Beomgyu se acercaba junto con Jake, después de haberle puesto gasolina al auto.
-Eso esperamos niño; así que hay que ponernos en marcha-. Sugirió Taehyun.
-Yo opino lo mismo, no sé quien es ese tal Yeonjun, pero sea lo que haya pasado, quiero que se resuelva-. Expresó Soobin con los brazos cruzados. Recibiendo un asentimiento por parte del castaño.
-¿De qué hablan chicos?-. Inquirió Jake con intriga.
-Sobre el beso de Yeonjun y Huening Kai -. Contestó directamente el rubío los presentes.
Dejando a Soobin y Jake paralizados y con notorias muecas acusatorias en sus rostros hacia el castaño.
Kai se golpeó el rostro con la palma de su mano; para seguido voltear y mirar fulminante a Taehyun, quien alzó sus hombros confuso.
-¿Qué acaso dije algo malo?-. Preguntó inocentemente. Provocando que Kai rodara sus ojos y con un suspiro les viera a todos.
-Mejor vayamos a donde Yeonjun para resolver esto-. Demandó mientras todos asentían y caminaban rumbo a la camioneta de Jake. Quien miró burlón a Soobin.
-Y nosotros peleando por él, cuando Yeonjun ya se nos apresuró-. Dijo con un suspiro cansado y a la vez divertido.
-Y no es el único-. Se apresuró a decir Soobin con una sonrisa triunfante e intrigante a los ojos de Jake quien frunció el ceño confuso, siendole imposible decir algo más, ya que Soobin caminó hasta la parte trasera para subirse a la camioneta junto a los otros chicos.
-Esperen antes de que entremos debo aclararles algo-. Les detuvo Huening a todos los presentes que estaban afuera de la casa de Yeonjun. -Ésto cada vez se va saliendo más de control, así que les pido ayuda por si se pone pesado-. Explicó con un suspiro.
-No entiendo ni un carajo ¿De qué rayos hablan?-. Expresó Jake confuso ante todo lo que hablaban y no sabía a que se referían con tanto esmero.
-Yo de hecho he tenido otra duda sobre el hechizo Kai-. Levantó la mano Taehyun, interfiriendo en la plática. -¿Por qué nosostros?, a excepción de Jake y Soobin, ¿no estamos idiotizados por ti?-. Dijo cruzándose de brazos.
-Disculpame pelos de pollo-.Interrumpió Soobin a Taehyun. -Pero yo estoy muy consciente de todo lo que hago, y si estoy con Kai no es por el hechizo, me tomaron días para conocerlo y darme cuenta de la joya que es-. Admitió sincero. Provocando que Huening bajara la mirada y rascara su cabeza debido a la vergüenza.
Taehyun le miró dudativo junto a Beomgyu, quienes inspeccionaban a Soobin.
Sin embargo al final asintieron y relajaron sus facciones.
-Bien si es así, pero seguimos sin comprender el por qué de ello-. Declaró Beomgyu mientras la intriga mataba a los presentes, a excepción del propio Kai quien intentó calmarlos.
-¿De qué más me perdí?-. Hablaba Jake a nadie en particular. -¿A qué se refiere Soobin?, acaso ¿él y Kai están saliendo?-. Levantó su tono con total confusión y sorpresa a la vez.
Huening y Soobin se miraron, no sabiendo como explicar su situación, ya que claramente todo había quedado inconcluso ante ellos mismos. Sin embargo Kai al ver aquella mirada por parte de Soobin, supo que no necesitaban palabras o etiquetas para su amor que apenas comenzaba a florecer tan hermosamente.
Kai cogió la mano de Soobin y entrelazó sus dedos con los contrarios.
-Soobin es mi destino-. Sonrió a los presentes. Para después subir su mirada a Soobin, quien le miró intensamente, totalmente de acuerdo a lo que mencionaba.
Jake bufó con total sorpresa ante lo que declaraba Kai, frente a todos y con tanta seguridad en su tono de voz, su forma de mirar al pelinegro. Dándose cuenta de que no podía hacer nada en contra de ello. No pudo hacer más que suspirar, observando esas manos entrelazadas, aceptando su derrota contra aquel que creyó novato.
Por parte de Taehyun miró tal escena con cierta sorpresa ante el menor y su modo de actuar, siendo tan decidida y firme.
Beomgyu les observaba sintiendo un poco de alivio, dándose cuenta de que Huening tenía toda su atención en Soobin, ya que su mirada no podía mentir. Sin embargo necesitaba quitar esa incógnita de su mente respecto a lo sucedido con Yeonjun, ya que faltaba comprobar el que todo era producto del hechizo. Solo así podría sentirse libre de perdonar.
-Bien ya nos quedó claro tu amor de colegiala hacia Soobin, así que mejor entremos con Yeonjun-. Interrumpió Taehyun, y con un asentimiento por parte de los demás Kai caminó hasta quedar frente a la puerta, y ser él quien tocara el timbre de la casa.
Todos esperaron a que abriera la puerta, pero fue demasiada la espera que comenzaron a resignarse de buscarlo en otro lado; justo cuando giraron para irse rumbo a la camioneta, se escuchó la puerta abrirse.
Todos voltearon, y cuando Kai lo hizo, no fue capaz de pronunciar alguna palabra ya que sintió como le tomaban fuertemente de los hombros y lo adentraban a la casa.
-¡Huening!-. Escuchó el exclamo lleno de euforia por parte de aquella voz bien reconocida de aquel tipo que siempre lo sacaba de sus casillas.
Sin embargo la voz de Yeonjun parecía opinar lo contrario, ya que le abrazó fuertemente.
-¡Idiota!, aléjate-. Gritó lleno de sofocación al sentir como le abrazaba con fuerza.
Volteó como pudo, aún sin poder quitarse al chico que se abrazaba a él con efusividad, y miró a los presentes mirarle neutros.
Comenzó a batallar contra quitarse a aquel que no le soltaba. -¡No se queden ahí y mejor ayu...-. No pudo terminar su frase ya que prontamente sintió que aquel peso le era quitado. Se paró correctamente y pudo respirar con normalidad, encontrando a Soobin alejando a Yeonjun de él.
-¡Suéltame!-. Gritó Yeonjun con cierto desespero y ansiedad. Mirando fijamente a Kai, quien en su primera vez temió a aquella mirada que le dedicaba el mayor; pareciendo un maniático sexual
Eso solo provocó que Jake fuera a donde ellos y sostuviera de un brazo a Soobin, para ayudarlo a detenerlo.
Le tronaba los dedos frente a su cara y sin embargo parecía no importarle.
-¡Yeon! ¡hey viejo!-. Le llamaba una y otra vez Jake en vano. Y en cambio Yeonjun se relajó dejando de luchar y su mirada se tornó en una llena de alegría y embelesamiento hacia el castaño. Cambiando su aura llena de un badboy a uno completamente de chico tonto enamorado.
-¿Por qué está así?-. Preguntó Beomgyu con cierta confusión. Acercándose a Yeonjun, quien aún era sostenido por Soobin y Jake. Colocándose frente a él intentó llamar su atención.
-¿Yeonjun? -. Le habló, pero notó que éste no lo miraba y en cambio a quien miraba era a su amigo Kai. Con firmeza le tomó el rostro. -¡Hey Yeonjunnie!, ¿me recuerdas?-. Le habló esperanzado, logrando que por fin el mencionado bajara su mirada hasta encontrarse con él.
-Si, eres el amigo de Ningning-. Suspiró al decir la última palabra. Y volvió a mirar al mencionado, quien solo se golpeó el rostro con la palma de su mano. Cansado de aquella situación, ya que parecían estar batallando contra un grandulón con la mente de un niño. O al menos por el momento.
-¡Qué!-. Beomgyu dijo confuso ante lo dicho por su novio. Después se giró para ver a Kai con una mueca llena de disgusto. -¡Huening Kai!, ¡haz algo!, lo que sea necesario para volverlo como era antes-. Dijo con cierta insistencia.
-Bien les diré todo pero necesito que saquen a Yeonjun y a Jake de aquí-. Demandó.
-¡Qué!, ¿por qué yo?-. Se quejó Jake ante lo pedido. Soltando a Yeonjun y dejandolo a la vigilancia de Soobin. No comprendiendo lo que sucedía y sin embargo querían excluírlo de lo que planeaban hacer. -¡Primero explíqueme lo que que sucede!-. Exigió saber con tono exaltado.
-Oye hermano tranquilo-. Taehyun le tendió un vaso con agua. -Bebe un poco de agua para calmarte-. Le entregó el vaso, y Jake lo cogió sin ganas, para beber de un solo trago todo el contenido.
-Ésto no ha quedado aquí, ustedes deberán explicar...-. Fueron las últimas palabras que pudo pronunciar, antes de rodar los ojos y caer abruptamente al suelo inconsciente.
Todos se abrieron paso y observaron expectantes el cuerpo de Jake en el suelo.
-¿Qué le has dado Taehyun?-. Preguntó con un suspiro Kai quien movió con su pie ligeramente el cuerpo inerte.
-Oye tú querías que no escuchara ¿cierto?, no importa la forma en que lo hice dormir, no altera el producto-. Explicó con indiferencia, mientras arrastraba el cuerpo de Jake hasta el sillón y con cierto esfuerzo logró subirlo con ayuda de Kai y Beomgyu.
-Así no era esa frase tonto-. Dijo Huening. Recibiendo un bufido por parte del rubio.
-¿Qué mas da?; ya lo tienen quieto, además es solo melatonina.-. Evidenció despreocupadamente -Auque aún nos falta el grandote-. Señaló a Yeonjun.
Todos le miraron cómplices, y siendo Soobin el que se hallaba junto a él, comprendió la señal, le cogió de los brazos.
-¡hey suéltame!-. Le gritó removiéndose.
- Taehyun, las llaves que están en la repisa-. Susurró Beomgyu a su lado.
Huening caminó hacia el cuarto de lavado y se adentró.
Llamando a Yeonjun, el cual fue empujado por Soobin en el interior, y Kai fue rápido para salir y cerrar la puerta.
Escuchando como Yeonjun les gritaba que lo dejaran salir.
-¡Las llaves Taehyun!-. Habló Kai mientras sostenía la perilla junto a Soobin. Prontamente le fueron dadas las llaves y se apresuró a cerrar la puerta con llave.
Al lograrlo todos soltaron un suspiro cansado y caminaron de nuevo a la sala. Todos con cierta impaciencia en sus ojos. -Bien ya que al menos sé que todos están conscientes del hechizo, me ahorraré toda la historia-. Dijo con cierto alivio. -Busqué a la gitana, creyendo que ella sabe de todas estas cosas. Y sé que al principio yo no creía en estas cosas; inclusive ustedes llegaron a dudar de éste hechizo-. Miró a todos, notando como asentían nostálgicos. -Pero ante sus ojos observaron cuanta razón y poder conserva la magia. Y ella me dió las razónes por las cuales ustedes prácticamente son inmunes al hechizo-. Hizo una pausa mirando a sus hyungs. -En el caso de ustedes es porque tienen una conexión de hermandad muy fuerte hacia mí, y de la misma forma yo hacia ustedes. Por ello la magia no puede interferir en ello-. Explicó breve, para después dirigirse a Soobin. -Y contigo yo no lograba entender el por qué; si tenemos tan poco tiempo de conocernos. Sin embargo nuestra conexión va más allá de la fraternidad; es mutuó-. Le miró directamente a los ojos. -Es el destino. Tú eres el indicado, y por ello la magia es irrelevante para ti-. Dijo muy serio y con cierta alegría. Pero después su pose volvió a llenarse de seriedad. -Es por eso que todos están bajo los efectos del hechizo, inclusive Yeonjun; en esa ocasión él intentó besarme, yo nunca quise que eso pasara, y realmente lo siento-. Dirigió su mirada a Beomgyu, quien le miró con atención neutral.
-Pero no hay algo que pueda hacer para revertirlo; solamente nos queda esperar.
-¿Qué?, entonces ¿debo esperar a que Yeonjun deje de pensar en ti? O que tal vez ¿intente hacer algo de nuevo?-. Preguntó Beomgyu horrorizado.
-Lamento decir que sí debemos esperar; solo queda un día para que ésto termine-. Aseguró mirando a los presentes con alivio. -Sin embargo les aconsejo que mantengan encerrado a Yeonjun, ya que cada día que pasa, el hechizo parece hecerlos perder más el autocontrol-. Le entregó las llaves a Beomgyu. Para después colocarse frente a sus amigos y encararlos con cierta pena. -Les pido perdón; se que me comporté como un verdadero estúpido modelo de revista; no escuché sus consejos y además les herí e hice menos. Realmente lo siento, ustedes solo deseaban lo mejor para mí y sin embargo me salí de control. El poder y ego me hicieron actuar así. Pero he comprendido que esas cosas vanas realmente no me hacen feliz. ¿podrían perdonar a éste tonto?-. Se señaló él mismo. -Ustedes me complementan; me hacen sonreír; además necesito a los dos mosqueteros más hábiles, inteligentes y guapos; entonces ¿me aceptan?-. Preguntó con timidez.
Los dos le miraron serios, provocando que Kai bajara la mirada desanimado. Pero después le sonrieron y se lanzaron hacia él para abrazarlo.
-Por supuesto que estas dentro-. Le aseguró Beomgyu mientras le abrazaba junto a Taehyun quien removió sus cabellos oscuros. -Jamás te dejaríamos Ningning.
-Ya te extrañabamos niño-. Expresó Taehyun mientras le abrazaba con fuerza.
Soobin observaba como ambos chicos le abrazaban a un Huening Kai quien sonreía, mientras unas lágrimas traicioneras bajaban por sus hermosos orbes.
Se sentía alegre de ver como su chico era perdonado por sus amigos. Sabiendo que todos hacían lo correcto, y eso no pudo llenarle más de dicha.
Ese era Kai, su verdadero Huening Kai; no aquel chico arrogante e indiferente de corazón frío que fue debido a los poderes del hechizo.
Kai abrió sus ojos en un solo movimiento; sin perder el tiempo se sentó enérgico en la cama. Sonriendo a más no poder, para después saltar de la cama con cierto ánimo y alegría llena de regocijo ante un nuevo despertar.
No siendo como los días anteriores, en los cuales se había levantado con el mínimo ánimo y energía posible. Ahora tenía demasiadas cosas por las cuales su despertar fuera uno lleno de euforia y esperanza. Las cosas se habían resuelto de manera afectiva con sus amigos, y del mismo modo con Soobin; ya que recordaba bien como en el bosque habían platicado y resuelto sus diferencias con el conflicto dado en la cafetería. Ambos del mismo modo habían decidido perdonar para avanzar hacia adelante, juntos.
Solo quedaba un día del hechizo; para después vivir libremente y poder compartir con Soobin más que una estandía casual, como tal vez una primera cita.
Estaba tan lleno de euforia que por ello al levantarse lo primero que hizo fue salir de su habitación e ir hasta donde se hallaba Beomgyu, en la cocina para brindarle un abrazo lleno de efusividad.
-¡Buenos días Gyunnie hyung!-. Expresó con emoción. -Huele delicioso, como todo lo que cocinas-. Halagó sincero. Ganándose una sonrisa por parte del mayor quien frunció el ceño.
-Vaya, parece que hoy será un día de locos-. Sonrió mientras miraba como el menor reía con ánimo.
-Solo sé que hoy se terminará aquel hechizo que aunque admito que disfruté y me hizo estallar como loco, también me dejó mucho.
-Eso es bueno-. Dijo sincero el mayor mientras se quitaba el mandil, ya que había acabado de hacer el desayuno. -Que de todo lo que te suceda aprendas algo. Muchas personas ignoran eso y se concentran en lo malo y por ello fracasan, sin embargo tu has decidido utilizar ésto para saber que hacer y que no cuando te encuentres en problemas.
-Es muy cierto Beomgyu hyung; por eso tú has logrado lo que hoy eres. Lamento que por todo ésto ya no hállamos podido celebrar la aceptación de tu tesis-. Sonrió. -¡Felicidades doctor!-. Extendió los brazos, acercándose a él para abrazarlo en felicitación. Lo cual llenó de dicha a Beomgyu, quien sonrió ante lo logrado por su propio esfuerzo y méritos. -Estoy orgulloso de ti, por la gran persona que siempre has demostrado ser. Eres mi ejemplo a seguir-. Le sonrió sincero.
-Gracias Huening Kai -. Dijo conmovido.
-Bueno espero que Yeonjun no se sorprenda cuando vea que de un día para otro ya tienes lograda tu tesis-. Sonrió divertido.
-Supongo que será divertido ver su reacción-. Sonrió junto a él. -Por cierto tengo que ir a donde él; ¿quién lo alimentará si no soy yo?-. Dijo mientras cogía sus llaves y salía de la cocina, junto a Kai.
-Entonces ¿estarás con él hasta que termine el hechizo?-. Preguntó intrigado.
-Es mi novio, y aunque no lo recuerde, siempre estaré para él-. Respondió seguro.
-No cabe duda de que ese idio...-. Se detuvo. -Yeonjun, encontró a la mejor persona. De haber sabido que ésto pasaría...
-Huening Kai, ni lo menciones, nosotros fuimos los que pusimos el deseo; así que mejor dejemos eso atrás y solo esperémos hasta las doce de la noche-. Le tranquilizó. Dejando en claro que no tenía ningún reproche hacia él.
-Gracias Beomgyu hyung. Si solo nos queda esperar-. Miró el reloj que tenía en su muñeca y suspiró apresurado. Mientras una sonrisa pintaba su rostro. -Me voy a la ducha; ya es tarde-. Dijo dramático.
-¿Para qué?-. Preguntó mientras cogía sus cosas.
-Voy a recuperar mi empleo; además Soobin vendrá por mí-. Sonrió con un rubor que se extendió por sus mejillas.
-Sabía que tarde o temprano terminarían juntos-. Sonrió pícaro. Avergonzando al menor.
-Bien me iré-. Caminó hasta la entrada de la casa, pero antes de salir se detuvo. -¡Ah! Pero recuerda que tú aún eres un niño, así que dile a Soobin que se controle de sobrepasarse contigo, o lo dejaré sin pelotas.
-¡Hyung!-. Gritó apenado Kai. Viendo como salía el mayor riendo.
Sin más caminó rumbo a su cuarto; pero en el trayecto vió salir a Taehyun de su habitación, frotándose los ojos, mientras su cabello estaba alborotado. Sin embargo jamás le había dado tanto gusto verle. Por ello sin pensarlo le abrazó fuertemente.
-¡Buenos días Taehyun!-. Al término de ello le dió un sonoro beso en su mejilla. Para después salir disparado a su habitación. Escuchando los quejidos del rubio que refunfuñaba debido al beso y modo de recibirlo por la mañana. -¡El desayuno está listo!-. Gritó para calmarlo.
Al ver la oscuridad de su habitación debido a las cortinas, decidió abrirlas en su máxima extensión para que la luz entrara y diera otra aura y aspecto a su cuarto.
Puro reflejo de su estado emocional positivo que ahora conservaba. Sabiendo que eso sería durante mucho tiempo.
Admiraba todo desde otra perspectiva; comprendiendo el que realmente las cosas materiales nunca lograrían complacer y hacer sentir tan vivo a alguien, como lo lograban hacer las personas.
Estaba seguro de que tenía algo mucho mejor que la fama o el poder; lo cual era a su familia, conformado por sus hyungs quienes siempre le escucharían, y a pesar de las peleas nunca se separarían. No siendo sólamente eso, sino que había encontrado lo que muchos no, a un chico sincero que era capaz de aceptarlo tal y como era, a alguien que le quería, y podía asegurar con certeza el que juntos lograrían muchas cosas grandes. Completamente seguro de que en un futuro tendría la dicha de poder escuchar un te amo, y del mismo modo poder pronunciarlo con libertad.
No quería apresurar las cosas, porque sabía que tenían mucho tiempo para ellos dos; y el llegar a amar a una persona se necesitaba más que dedicación y tiempo; también se requerían de experiencias y luchas para fortalecerlo. Sin embargo estaba seguro de que ambos correrían esos riesgos, juntos.
Eran jóvenes y con muchas razones por las cuales soñar, sonreír y no darse por vencidos.
Nayeon le miraba con el ceño fruncido ante las súplicas que hizo su ex empleado hacía ante el trabajo por el cual había renunciado.
Admirando el valor que tuvo al volver con seguridad y arrepentimiento en sus disculpas hechas hacia ella y el establecimiento. Le había negado muchas veces desde su llegada; pero ese chico era insistente y rogaba por aquel empleo que aún seguía desocupado.
Su orgullo le había hecho ignorarlo, pero después de tanta insistencia y ruegos por parte del castaño, decidió darle otra oportunidad, ya que ciertamente a pesar de los accidentes y retardos que luego ocasionaba, también le había generado muy buenas ganancias.
-Muchas gracias Jefa Nayeon; le aseguro que no la defraudaré--. Le aseguró Jungkook con una sonrisa.
-Eso espero muchacho; así que comienza a trabajar ahora mismo-. Le apresuró.
Kai sonrió asintiendo, mientras se colocaba el mandil de la cafetería. Observando como aún mantenía seriedad la jefe, a pesar de ello no ocultaba su emoción y alegría de volver a trabajar en Sky Sweet, por ello sin poder evitarlo abrazó a Nayeon agradecido. Sorprendiéndola debido a aquel acto cariñoso.
-¡Gracias!-. Dijo aún sin soltarla, para después alejarse y apresurarse a trabajar.
- Éste muchacho-. Suspiró la mujer con una ligera sonrisa, para después rodar los ojos y volver a sus propios asuntos.
Huening caminó directamente hacia la barra para observar a Soobin quien le miró sonriente de arriba a abajo.
-¿El mandil quiere decir que estas de regreso?-. Preguntó animadamente.
-¡Si!, estoy de vuelta-. Dijo con una sonrisa triunfante. Para después contagiar al contrario y por ello Soobin le abrazó emocionado, cargándolo ligeramente.
-¡Que bueno!-. Exclamó alegre. Para seguido bajarlo debido a la atención que estaban llamando de loa demás.
-Lo sabía, la jefa Nayeon es muy buena y además sin ti la cafetería no es lo mismo-. Dijo sincero. -Yo no soy lo mismo sin ti-. Le acarició los nudillos de su mano mientras ambos se miraban cómplices.
-¡Hey Hyuka!-. Llegó Jake interrumpiendo su momento.
-Jóven-. Llamó una clienta a Soobin, provocando que éste suspirara y se alejara de Kai, no sin antes dedicarle una mirada dulce.
Dejando a Huening junto a Jackson.
-¿Qué sucede Jake?.
-Anoche tuve uno de los sueños más extraños que pude tener. Por poco y la policía te arrestaba, cobrabas un cheque que te daba el gobernador ¿puedes creerlo?-. Reía incrédulo.
-También tú le gustabas a Yeonjun -. Rió más fuerte ante lo último dicho.
-Ustedes dos que siempre se pelean como perros y gatos; ah y según eras novio del tonto Soobin.
-¿Tonto Soobin?. Preguntó confuso.
-Si, de Soobin. -Explicó rodando los ojos. -Digo, si creería que cualquiera deseara ser tu novio, pero que tú aceptaras estar con ese-. Lo señaló. -Eso si que es ridículamente patético.
Kai solo se dedicaba a escuchar las palabras de su amigo, dándose cuenta de lo superficial que lo ponía el hechizo. Solo deseando que eso acabara pronto y tal vez así Jake y todos volverían a la normalidad.
-Tienes razón, fue uno de los sueños más locos que has tenido-. Le dio la razón como si fuese la primera vez que escuchaba su propia historia.
Sabiendo que era lo mejor para mantenerlo tranquilo; creyendo que tarde o temprano olvidaría todo lo que vivieron durante el hechizo.
-Si, pero lo más extraño fue que desperté con la misma ropa de mi sueño-. Dijo pensativo.
-Bien, es hora de ponernos a trabajar-. Le empujó Kai hacia la barra para que atendieran a las personas recién llegadas y dejara de pensar sobre lo sucedido y fuera a alterarse.
La noche estaba presente, y en las últimas horas se había dedicado a observar su reloj de muñeca constantemente, mientras atendía a las últimas clientas del local; sintiéndose aliviado de que milagrosamente ese día no hubieran ido muchos hombres a la cafetería, debiéndose todo a que había un partido de Fútbol americano; siendo la nueva sensación en la ciudad con la llegada de ese deporte.
Cada vez más impaciente porque marcara el reloj las doce en punto. Pero aún faltaba media hora para que colocaran el letrero de cerrado en la puerta del local.
Sin embargo cuando más se aproximaba la hora, de la nada comenzaron a llegar muchas personas, ingresando al local. Sorprendiendo a los empleados, ya que en su mayoría eran hombres. No tardando en darse cuenta de que se debía a que ya había finalizado el juego, y lo que ahora todos buscaban era comida.
Kai miró a Soobin nerviosamente, mientras éste le tranquilizaba con la mirada y se acercaba a él.
-Tranquilo, yo los atenderé, tú solo mantente alejado de todo hombre y mejor ve a esa mesa-. Señaló una la cual era ocupada por puras chicas.
-Si ocurre algo llámame ¿de acuerdo?-. Le preguntó mientras le cogía de las Mejillas . Kai suspiró aliviado y asintió, sintiendo como Soobin dejaba un beso en su frente, para después alejarse con la cartilla del menú y comenzar a trabajar.
Huening decidió hacer lo mismo mientras tomaba su libreta y las cartillas; para dirigirse a la dicha mesa.
-Buenas noches, Sky Sweet ofrece distintos alimentos que alegran no solo al consumidor, sino a la casa con su presencia-. Dijo el protocolo mientras les entregaba las cartillas a las chicas que miraban indecisas la carta. -Si son amables ¿me permiten tomar su menú?-. Preguntó sacando su lapicero, listo para anotar.
Las chicas le dieron su pedido, pero justo en ese momento observó de reojo como en la mesa de junto, comenzaba a ser llenada por un grupo de hombres sumamente robustos y de buena condición física. Los cuales entre risas tomaban su lugar.
Kai se limitó a recoger las cartillas, pero unos toques en su espalda le hicieron cerrar los ojos con un bufido, ya que le llamaban en la mesa de junto.
-Disculpa, ¿nos podrías tomar la orden?-. Pidió uno de los jóvenes. Provocando que Huening aún sin voltear buscara con su mirada a Soobin, pero al no encontrarlo suspiró cansado y se giró, tapando con la libreta su rostro mientras fingía anotar. Con una sola mano les colocó las cartillas en el centro de la mesa.
Escuchando como pronto comenzaban a hacer sus pedidos.
Escribía intentando tapar todo lo que le fuera posible de su rostro. Pero sin esperarlo se le fue la libreta de las manos y calló sobre las piernas del chico que le había llamado.
-¡Oh aquí tienes!-. Le tendió la libreta el chico a Kai.
Éste inevitablemente quedó descubierto ante los demás, quienes cesaron sus risas al ver a Kai.
Ante todos era un mismísimo ángel caído del cielo. Simplemente desde que se le contempló, a todos les fue imposible desviar la atención de aquel chico con belleza sumamente escandalosa.
Huening al ver como también de otras mesas le miraban supo que era hora de correr, sobre todo al verles impacientes y con las pupilas dilatadas. Listos para atacar.
Sin decir nada caminó rumbo a la salida. Mirando en su reloj que solo quedaban veinte minutos para que las manecillas marcaran las doce, y todo el tormento acabara.
-¡Hey espera!.
-No temas chico.
-¡Vuelve!.
Sintió un agarre en su antebrazo, y al instante volteó, encontrando a un Soobin quien le miraba sorprendido. Notando al instante como la mayoría de los clientes hombres comenzaban a levantarse de sus lugares, con el fin de llegar a Kai.
-Es hora de correr-. Suspiró Kai con cierta impaciencia. -Búscame en el centro de la ciudad, te estaré esperando-. Miró de nuevo su reloj de mano.
-¿En qué irás?-. Preguntó rápido el pelinegro.
-En la bicicleta de Jake, tú necesitas la moto, así que no tardes, y no te preocupes, estaré bien-. Le aseguró.
-Por favor ten cuidado-. Dijo con preocupación Soobin mientras le abrazaba y daba un rápido beso en los labios contrarios. -Intentaré llegar rápido.
Kai asintió y sin más salió del local, para apresurarse a ir por la bicicleta de Jeke y comenzar a alejarse, escuchando a la multitud gritar mientras algunos subían a sus autos y otros corrían.
Aumentó la velocidad en su pedalear y solo así y desviándose por algunas calles logró perder a la mayoría de los hombres que le seguían. Rondaba por unas calles solitarias, cada vez más cerca del centro, pero en una vuelta rápida que hizo, vió como de la nada unas personas estaban en su paso, y por querer desviarlas no logró mantener el equilibrio suficiente.
Sintió un golpe, escuchando gritos provenientes de las personas a las cuales evitó atropellar. Al abrir sus ojos miró que se hallaba en el suelo, y su bicicleta del mismo modo.
-¡Auh!-. Se quejó mientras sobaba su cabeza. Mirando que frente a él se hallaba aquel chico repartidor de periódico, quien se encontraba de pie mirándolo junto a aquel niño obsesivo con su pierna, ya que la última vez no le soltó por voluntad propia.
-¡Oppa!-. Gritó el niño eufórico.
El chico llamado SeokWoo le ayudó a levantarse del suelo.
-¿Estas bien?-. Preguntó mientras le inspeccionaba de arriba a abajo en busca de algún daño. Pero Kai negó con la cabeza. -¡Que sorpresa encontrarte aquí¡-. Sonrió resplandeciente. Mientras le miraba con una sonrisa embelesada.
-Si, Oppa nos salvó la vida al no querer atropellarnos, ¡que lindo!-. Sonrió tímidamente el pequeño.
-Lo siento chicos pero tengo prisa, unos tipos me vienen siguiendo-. Evidenció al señalar a varios hombres que estaban cerca.
Por ello cogió su bicicleta tan rápido como pudo.
-No te preocupes, ya nos veremos otro día-. Le guiñó un ojo SeokWoo al caataño. -Yo me encargaré de distraerlos-. Le aseguró. -Así que vete ahora-. Le apresuró sin borrar sus sonrisa.
Kai no pudo sentirse más que agradecido por aquel acto sincero de SeokWoo.
-Gracias-. Dijo subiéndose a su bicicleta, la cual fue detenida por el niño quien le sonrió dulcemente. Y le tendió un diente de león. -Para ti Oppa-. Sonrió tiernamente.
Kai la aceptó y le sonrió del mismo modo. -Hasta luego -. Revolvió sus cabellos. Para seguido ponerse en marcha escuchando los chillidos emocionados del menor.
Suspiró mientras sentía el aire golpear con su cara, mirando la fuente del centro.
Subió por la rampa para dejar la bicicleta asegurada por un jardín, mientras caminaba y tomaba asiento en una jardinera.
Mirando el reloj, el cual marcaba las once cincuenta. Solo quedándole diez minutos para que todo diera su fin.
De pronto escuchó mucho ruido por todo el espacio, observando que muchos hombres comenzaban a llenar el lugar, por ello se escondió y miró atento a lo que pasaba; dándose cuenta de lo estúpido que fue al ir al centro, donde claramente iría a celebrar toda la multitud por el juego ganado de hoy. Algunos con cornetas, mientras otros con espumas y papelitos chinos comenzaban a gritar y exaltarse.
Huening miraba como solo quedaban cinco minutos; y no veía ningún rastro de Soobin o el de sus hyungs, ya que les había mandado un mensaje sobre lo que ocurría.
-¡Oye ven a celebrar viejo!-. Alguien llamó a su espalda. Provocando que el miedo le llegara tan rápido. Se quedó quieto al no saber que hacer. Sabiendo que la multitud que llenaba el lugar era demasiada, y no solo eso, sino que no habría modo de escapar. -Oye no muerdo-. Rió la voz del chico quien le tomó del hombro y le giró.
Kai miró como el chico se quedaba sin palabras y sin embargo en sus pupilas apareció aquel brillo que indicaba el efecto del hechizo.
-¡Mi-er-da!-. Suspiró Huening, quien sin pensarlo mucho le empujo para comenzar a correr.
-¡Atrapen a ese chico!-. Los gritos resonaron en el centro, lo cual fue un motivo para que todos pusieran su atención en Kai quien por un momento se quedó parado no sabiendo hacia que dirección correr.
-¿Estas mirando lo mismo que yo?-. Se preguntaban algunos quienes miraban con sorpresa el rostro de Huening Kai.
-Si que es guapo-. Algunos susurros mientras les miraba con cierto miedo.
-Un ángel hermoso-. Las exclamaciones no paraban.
Comenzó a alejarse mientras retrocedía de espaldas. Todos tenían sus ojos puestos en él.
Acercándose de la misma manera.
Kai llegó a un límite, al encontrarse con un muro en su espalda, siendo el de una estatua que colocaron justo en el centro.
"Malditas construcciones"
Maldijo varias veces en su cabeza ante ver que ya no tenía ninguna escapatoria de todos esos hombres que le miraban desquiciados. Y en ese mismo momento de su miedo se preguntó ¿hasta dónde puede llegar la atracción del hombre hacia la belleza?.
Sin duda era una pregunta de la cual no deseaba conocer su respuesta, ya que estaba consciente de que ninguno de los resultados serían benéficos para él.
Los hombres podían perder la cabeza por la belleza de alguna persona, a tal grado de romper matrimonios, conseguir amantes, volverse unos obsesivos enfermos, inclusive el llegar a matar por un capricho.
Observaba la desesperación en sus ojos, todos intentando llegar a él.
Cada vez más cerca, mientras la multitud se había duplicado en grande manera. Observando no solo a los que habitaban en el centro, entre todas esas personas miró a los asaltantes, los primeros chicos que se habían insinuado descarados ante él, el anciano ochentero, los policías, inclusive Hyunjin y los modelos. Todos aquellos que alguna vez intentaron conquistarlo en vano.
Cerró sus ojos ante no querer ver lo que pasaría; sin embargo cuando uno de ellos estuvo a punto de tocarlo, escuchó el pitido de su reloj de mano. Marcando las doce.
Escuchaba las voces de los hombres quienes se hacían preguntas entre ellos.
—¡Hey ya basta!, hasta aquí terminan las cosas—. Gritó Beomgyu a toda la multitud, la cual se detuvo y suspiraron. Sorprendiendo en sobremanera a Kai; quien confuso miró a todos los hombres, los cuales le miraban sin esa aura tan aterradora.
—Bien aquí no paso nada, así que esfúmense, y gracias por la ayuda—. Se hizo presente Taehyun.
Huening estaba más que perplejo ante lo que pasaba. —¿Qué mierdas es ésto Choi Beomgyu?—. Habló nada paciente Kai, observando como algunos todos los hombres se iban y le ignoraban, tan solo por el llamado de su amigo.
El mencionado se acercó junto a Taehyun y Yeonjun, quienes le miraban burlónamente.
—Mira te dije que lo creería, así que he ganado la apuesta me debes cincuenta wons—. Habló Taehyun a un Yeonjun quien soltó un bufido y sacó dinero de su billetera para pagarle al mentolado.
—¿Por qué demonios Yeonjun ya está bien? ¿qué hiciste Beomgyu?—. Hablaba llenó de dudas.
—Bien, es hora de decirte la verdad, ¿recuerdas cuando hechaste a perder toda mi tesis y por eso tuve que volverla a hacer?.
Flashback
Kai miraba las noticias en la computadora, mientras criticaba y se burlaba de lo que presentaban.
—¡¿Qué es eso?!—. Decía dramáticamente.
Beomgyu se acercó a Huening, mientras le dejaba la cena en la mesa; mirando las noticias que miraba Kai con tanto escándalo.
Rodando los ojos debido a que se trataba de una marcha gay, pero su amigo se lo tomaba con tanto drama.
—No puedo creer que sean tan exhibicionistas como para vestirse de mujer; que asco—. Se burló. —No te ofendas Beomgyu hyung; pero el como tratan de expresar su preferencia a través de vestirse tan ridículo y solo dar mal ejemplo, eso si es patético—. Expresó sincero.
—Bien, tal vez no lo hagan de la mejor manera, pero como dicen, vive y deja vivir; tú mejor preocúpate por tu entrada a la universidad, que está cada vez más próxima.
—-En eso tienes razón Beomgyu hyung, pero simplemente no puedo evitar el ver como cada vez el mundo está más loco—. Rió con un suspiro. Y de la nada Beomgyu le propinó un zape en la cabeza.
—Niño recuerda que no debes juzgar a las personas; nadie está a salvo de cambiar sus preferencias sexuales; ¿que tal si en otra vida hubieras sido gay?--. Cuestionó. Provocando que Kai riera eufórico e uncrédulo ante lo que escuchaba.
—¿Yo?, podría ser todo, menos gay. Soy todo un macho alfa, en busca de la omega ideal—. Evidenció con sinceridad y orgullo. —Enserio Beomgyu, no juzgo tu preferencia, solo digo que su manera de expresarlo de esos tipos solo va a provocar escándalo. Y a tu pregunta, simplemente yo no me veo o imagino siendo así—. Aclaró fuertemente mientras cogía su vaso de jugo y lo agitó con cierta fuerza. Sin poder evitarlo se resbaló el vaso de sus manos y cayó en la computadora. Derramando todo el líquido encima.
—¡No!—. Gritó Beomgyu con frustración.
Huening se sintió apenado ante lo ocurrido, ya que comenzó a humear el portatil de Beomgyu.
—¡Mi tesis!; ahí estaba todo—. Exclamó Beomgyu con dolor.
—¡Opps!—. Desvió la mirada el castaño mientras rascaba su cabeza. —No te alteres Beomgyu; supongo que tienes una copia ¿verdad?.
Choi le miró seriamente mientras negaba con su cabeza. —¡Huening Kai!—. Gritó agudamente.
End of Flashback
—¿Eso que tiene que ver con el hechizo?—. Preguntó confuso.
—No existió el hechizo—. Dijo sincero Beomgyu, mientras rascaba su cabeza. —Solo fue una broma.
—¿Qué?—. Preguntó incrédulo.
—Recuerdas que por eso discutimos y me retaste a hacértelo pagar; bueno pues aquí está el resultado. Quería darte una lección con algo que juzgaste en esa ocasión. Y después de todo ahora tu también resultaste ser como yo—. Rió divertido.
—Tonto hyung!—. Le gritó con un puchero indignante. —Pero entonces ¿quienes son aquellas personas?, ¿todos los que me siguieron y molestaron en todos los lugares posibles?.
—Bueno pues muchos son amigos míos del instituto, otros amigos de Taehyun y Yeonjun. Pero la mayoría son de una alianza gay—. Sonrió divertido.
—Todos decidieron ayudarme en ésta pequeña broma. Inclusive la gitana es tía de Yeonjun y aceptó a ayudarnos.
—¡¿Pequeña?!, casi me mata, y no me sorprende después de todo que los gitanos sean estafadores—. Gritó dramático.
—Admito que todo fue planeado con anticipación; inclusive Hyunjin es un buen amigo mío y no es nada de lo que te mostró.
—¿Estas diciendome que fui tu experimento?.
—Mira el lado bueno, ésto te abrió los ojos y te volvió en alguien mejor de lo que ya eras—. Le tomó de los hombros. —El policía, el anciano, e inclusive Jake, todos vieron por tu mejoramiento—. Se asinceró. —Siento que me pasé un poco con ésto, lo lamento—. Se disculpó.
—Admite que fue divertido malvavisco—. Apareció Soobin con una sonrisa divertida mientras saludaba a Taehyun chocando sus puños con los contrarios. Para después dirigirse a Yeonjun y repetir el gesto.
Kai le miró sorprendido, al ver la familiaridad con la cual se trataba con Taehyun y el idiota. Dándose cuenta de que él también estaba incluído en la broma y por lo tanto, también había fingido.
—Espera, si tú también estuviste de acuerdo en la broma ¿quiere decir que fingiste todo éste tiempo?—. Le miró triste. Sintiendo como las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
En ese momento todos se mostraron serios ante un Kai a punto de llorar. Hasta ese entonces se dieron cuenta de que se habían pasado con esa broma.
Soobin se acercó a Huening y le tomó del rostro, para que lo mirara y evitara así que las lágrimas salieran.
—Quiero que te quede claro que yo les ayudé, pero no para formar parte de la broma; sino para que te protegiera de cualquier cosa que se fuera a salir de control, y así lo hice—. Dijo sincero. —Pero sin darme cuenta me fuí enamorando lentamente de ti. Cuando creía que todo eso del amor era una farsa. Y sé que estuvo mal ocultarte ello, pero sabía que si lo decía antes de tiempo no me creerías o te alejarías de mí, y eso es lo que menos deseo—. Dijo mientras acariciaba su rostro suavemente. —Jamás fingí cuando te declaré lo que siento, o los besos, todo es real; así que ¿puedes darme la oportunidad de salir contigo?—. Pidió mientras tomaba sus manos y acariciaba sus nudillos.
Kai sonrió ante ello, aliviando a todos. —Solo con una condición—. Sentenció. Observando como asentía Soobin. —Que ésta vez sea en serio y no halla bromas de por medio.
—Te lo aseguro malvavisco—. Asintió frenéticamente.
—¡Ah! Y una última cosa—. Le miró serio, para después sonreírle, contagiándolo. —¡Bésame Soobin.
Soobin le tomó de la cintura y lo acercó a él, para no hacerse esperar y acatar lo pedido. Besándo los labios que lo habían atrapado desde el primer momento en el cual colisionaron.
Ambos habían aprendido su lección. Soobin había conocido lo que era el amor y a no dejarlo ir cuando aparece. Mientras que Kai había comprendido que muchas veces juzgaba a las personas diferentes a él, y sin embargo ahora que se hallaba en el lugar de una de esas personas, entendió lo hermoso que era encontrar a una persona por la cual podía gritar a los cuatro vientos que se declaraba completamente gay; sin miedo o pena, ya que Soobin se había vuelto en algo más que un amigo.
En una grande fracción de su corazón.
Fin
Muchas gracias por su apoyo a esta obra <33
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