Día 13
Soobin había abierto los ojos y lo primero que contempló fueron los inmensos árboles, el cielo azul, los rayos del sol filtrándose entre la humedad del bosque.
Sintió un peso encima de él, así que bajó los ojos y contempló la cabellera radiante de Huening Kai; el cual posaba su cabeza en su pecho.
Su rostro daba la vista enfrente de Soobin, dejándole ver esas largas pestañas que caían como cascada de esos ojos cerrados, sus labios rojizos en un adorable puchero inconsciente, esa pequeña nariz. Su respiración compasada al dormir tenía cautivado a Soobin, quien le miraba con una sonrisa en el rostro.
Recordando como ambos se habían quedado dormidos ante la fatiga, pero debido al frío que padecía Kai, éste le acogió en su pecho, para brindarle el calor que pareció reconfortarle al castaño, ya que concilió el sueño rápidamente.
Soobin no podía sentirse más alegre, ahora las cosas marchaban mejor con Kai; así que aunque se hallara en un bosque perdido con Huening, lo demás dejaba de importar.
Le miraba mientras dormía. Simplemente era épico, el hecho de verle dormir, sin su actitud tan hostil o agresivo que solía adoptar comúnmente.
Se sentía tentado a querer tocar su cabello, sus mejillas pálidas, la fuente de su nariz, párpados hasta deslizarlos por el final de las pestañas.
Sin darse cuenta lentamente fue subiendo su mano, acercándola al rostro de quien se hallaba dormido sobre él.
Al acortar la distancia, lo primero que toco fue una de sus mejillas, sintiendo una corriente eléctrica que atravesó todo su ser ante el suspiro que soltó Kai ante su tacto.
Simplemente cada gesto y movimiento del menor, le tenían enloquecido. Todas esas emociones le habían afirmado el que ese chico era la persona que nunca encontró en toda su vida, pero ahora la vida le había dado a través de la aceptación de aquel empleo en Sky Sweet; por ayuda de una amiga que había dejado de trabajar ahí, y al saber que él necesitaba un empleo urgente para ayudar a su abuela, le hizo mención sobre la cafetería, en la cual entró y desde el primer día conoció a ese genuino chico "Huening Kai", no pensando en que ese chico le brindaría lo que nadie jamás podría darle; sinceridad y amor, con tan solo su presencia.
Subió su mano hasta el cabello castaño para seguido acariciarlo y enterrar sus dedos entre los cabellos rebeldes y brillosos. Siendo tal movimiento un motivo por el cual Kai se removiera y lentamente abriera los ojos. Soobin sabía que no existía un despertar más hermoso; sus ojos estaban en su dirección y fue inevitable no mirarse.
Le sonrió alegre mientras acariciaba un mechón de su cabello; provocando que Kai se levantara de él para seguido sentarse y frotar sus ojos.
Soobin soltó un suspiro ante la distancia del contrario, sin embargo sabía que por más que deseara quedarse en esa posición por mucho más tiempo, debían avanzar.
—¿Cómo dormiste?—. Preguntó relajado. Levantándose del suelo y mirando las cenizas de la fogata que habían hecho por la noche.
—Mejor de lo que pensaba—. Admitió mientras se levantaba con la ayuda de Soobin. —¿Y tú?— Prosiguió limpiando la tierra de su pantalón.
—Bien, pero admito que fue mucho mejor el despertar—. Insinuó con una sonrisa coqueta. Provocando que Kai le mirara apenado.
—¡No digas esas cosas!—. Dijo con falso enojo mientras le amenazaba con una piedra.
Soobin reía divertido mientras cogía una piedra de la misma forma. —Acaso ¿quieres empezar una guerra?—. Dijo retador.
—No me importaría, después de todo yo la ganaría malvavisco—. Retó divertido de la situación. Provocando que Kai abriera su boca indignado y se acercara a él amenazante.
—Bien, tú te lo buscaste cuatro ojos—. Exclamó mientras se lanzaba para intentar derribar a Soobin.
Ambos entre juegos y empujones rieron por ese tiempo; olvidándose de todo y disfrutando al máximo su tiempo juntos. Sin embargo Soobin le cogió por la cintura y logró derribarlo, ambos cayendo al suelo.
Soobin sobre Kai.
Aún riendo ante los juegos; y cuando sus risas comenzaron a cesar observaron la distancia corta que los separaba. Sin embargo no se separaron y se dedicaron a mirarse por unos segundos; admirando las facciones contrarias.
Soobin le sonreía y con una de sus manos acariciaba las mejillas de Kai; quien al sentir el toque exclamó en un suspiro.
—¿Qué vamos a hacer Soobin?—. Preguntó referente a ellos dos y la situación de sus sentimientos.
Soobin con un suspiro se levantó y le ayudó a ponerse en pie al contrario, mientras le miraba más serio.
—¿Qué sientes?.
Kai le miró pensativo no sabiendo como expresar los millones de pensamientos que arrasaban con su mente en ese instante.
—Es muy difícil para mí expresar algo así, porque yo antes solo buscaba a la chica ideal, pero después llegaste tú y cambiaste todos mis planes. Sin embargo ahora me doy cuenta de que ninguna chica podrá hacerme sentir como tú; aceptado, valioso y auténtico—. Le miró con una sonrisa llena de sinceridad y agradecimiento. —No me arrepiento de nada Choi Soobin—. Dijo seguro y la felicidad reflejando su rostro.
Soobin sorprendido y con una sonrisa llena de dicha se acercó a Kai, abrazándolo. Dejando ahora con sorpresa al menor, quien lentamente cedió al abrazo y se dejó envolver en los cálidos brazos del mayor. Al separarse Soobin le miró, para seguido hablar —Me alegra saber que ambos concordamos en ésto—. Tocó el pecho de Kai, en el lugar donde estaba el corazón. Para después tocar el propio.
Ambos sonrieron cómplices. Sin embargo unos gritos interrumpieron el momento y llamó de inmediato la atención de ambos.
—¡Huening Kai!—. Esa voz conocida le llamó a tan solo unos metros de ellos.
Ambos giraron el rostro, y Kai divisó a Beomgyu junto a Taehyun, quienes le miraron con sorpresa y alivio mezclado.
Vió a ambos chicos correr hasta donde se hallaban los dos. Observando a Beomgyu quien enseguida de verlo corrió hasta él y le abrazó sin medir su fuerza. Sorprendiendo al propio Kai ante aquella acción, ya que no pensó que llegara a reaccionar así.
—¡Kai! ¿estas bien?—. Preguntó alejándose solo un poco de Soobin con un semblante preocupado para seguido tomarle de los brazos e inspeccionar su cuerpo.
Kai asintió para calmar a su amigo; sintiéndose sumamente bien ante aquella apreciación que tenían sus hyungs hacia él.
—Si estoy bien Beomgyu hyung—. Dijo rápido.
—Niño ¿por qué no respondiste las llamadas?—. Interfirió Taehyun con su celular en mano.
—Mi batería se agoto—. Explicó el castaño hacia ambos, mientras Soobin solo se dedicaba a observar la situación. —¿Cómo nos encontraron?—. Preguntó lleno de intriga.
—Agradece a Jake, quien fue el que nos ayudó cuando le hablamos sobre la pérdida de tu localización. Recuerda que su hermano es agente oficial de investigaciones—. Narro Beomgyu. —Pero en fin yo creo que el que nos debe muchas explicaciones eres tú—. Le encriminó mirando con duda hacia Soobin y Kai.
—Yo opino lo mismo—. Se apresuró Taehyun. —Empieza con el porqué diablos toda la policía anda trás de ti.
Kai se hallaba de regreso junto a sus hyungs y Soobin; quienes habían pedido a Jake que los llevase de vuelta a casa.
Después de haberles explicado todo el problema desarrollado con el gobernador lo aceptaron ya que previamente lo habían descubierto y ahora al ver que su oposición era acertiva no tenían duda hacia Kai, quien les mostró el cheque con la firma del gobernador, considerándose legal.
Sin embargo Beomgyu al ver que ya se encontraba bien Kai le regañó varias veces sobre lo sucedido.
Siendo más un acto de preocupación.
Kai se hallaba al lado de Beomgyu, quien miraba por la ventanilla del auto el paisaje que les brindaba la naturaleza.
—Beomgyu quiero disculparme—. Le habló provocando que Beomgyu se girara a verlo.
—Sé que no merezco tu preocupación después de lo sucedido, pero ahora al saber que crees en el hechizo puedo asegurarte que Yeonjun solo esta bajo los efectos del mismo; puede que ahora no lo entiendas pero te prometo que te lo demostraré—.Dijo seguro.
Beomgyu suspiró más tranquilo calmando aquel sentimiento que llegó a sentir en unos momentos hacia Kai y su propio novio. —Al menos ya vamos para casa y daremos fin a todos estos problemas—. Fueron las palabras que soltó, acompañado de un suspiro.
En todo el trayecto Jake no había dejado de hablar, cosa que de cierto modo hizo menos pesado el viaje para todos.
—Yo me reí muy fuerte cuando vi que la policía estaba trás Hyuka y desde entonces tuve la duda de lo que había pasado—. Reía con diversión; contagiando a los presentes e inclusive al propio Soobin, al concordar en ello. —Pero entonces dime Hyuka—. Dijo calmado mientras su tono adoptaba más seriedad y se giraba levemente hacia el mencionado. —Ahora que no hay interrupciones, ¿te gustaría salir...
—¡Cuidado con el gato!—. Interrumpió Soobin señalando al frente de la carretera. Provocando que Jake detuviera el auto al ser alertado por un animal que supuestamente se cruzó en su camino.
Tal detenimiento brusco provocó que todos gritaran de tan fuerte embestida y se sujetaran de lo que pudieran.
Jake suspiró al ver que dicho animal se hallaba sentado a uno metro lejos. Dándose cuenta de que había sido una mentira por parte de Soobin. Miró por el retrovisor, dándose cuenta de que Soobin le miraba con una sonrisa divertida.
Bufó ante aquel gesto y puso en marcha el automóvil de nuevo.
Después de todo siempre tenía que estar ese cuatro ojos para arruinar su confesión hacia Kai.
Todos se sentían como en una escena digna de los supremos superhéroes que llegaban en hilera y con todo el estilo posible y épico de cámara lenta, ya que todos abrieron las puertas de la estación de policías y Taehyun se encargó de empujar a todos los policías que miraban a Kai e intentaban objetar ante su llegada.
Así llegaron hasta la oficina del jefe estatal el cual al ver que irrumpieron a su oficina y de la misma forma interrumpieron una llamada que hacía, les miró con sorpresa, sobre todo cuando un chico rubio se acercó frente a su escritorio y le cogió de la camisa para levantarlo de su silla giratoria.
—¡Haber anciano venimos para que nos escuches!—. Seguido de eso le soltó. —Es todo; prosigan—. Se cruzó de brazos con una sonrisa tranquila.
—¡¿Pero qué rayos creen que hacen?!—. Dijo enfadado y con ceño fruncido.
—Solo queremos hablar—. Se apresuró a hablar Beomgyu más tranquilo para intentar controlar la situación.
—Y entrando así a mi despacho y con tanta violencia ¿creen que los escucharé?; ¡éste no es su día muchachos!. Llamaré a seguridad—. Dijo mientras cogía el teléfono, el cual fue azotado de nuevo en su lugar por Jake quien le miró serio.
—Escuche aquí está pasando un malentendido con mi amigo, así que no nos iremos hasta que se encargue de arreglar ésto que ha desencadenado el gobernador Taehyung—. Sentenció Beomgyu con súplica y cierta seriedad.
El jefe observó con detenimiento a Kai, al cual había pasado desapercibido ante la llegada de tantos chicos. Ese chico realmente era hipnotizante en persona. Sonrió con cierto encanto; pero después volvió a su pose seria.
—¡Oh! Ya veo por dónde va el asunto; ya que evidentemente has venido no me queda nada más que hacer lo correcto—. Habló serio el jefe mientras pulsaba un botón que estaba en su escritorio. Sin embargo fue captado por Soobin el cual alertó a todos.
—¿Qué ha hecho?—. Dijo con cierta preocupación mientras todos con nervios se colocaban en la puerta. Evitando a que entraran los oficiales ante el llamado de su jefe.
Mientras Kai fue el único que permaneció frente al hombre y le habló con impaciencia al saber que pronto entrarían los oficiales para capturarlo. Definitivamente no estaba en sus planes ir a prisión.
—Mire es obvio que todo fue un malentendido con éste asunto; el gobernador Kim Taehyung me dió dinero por conocerme e incluso se lo puedo comprobar—. Dijo metiendo su mano en el bolsillo de la chaqueta que tenía puesta. Sin embargo no encontró nada en él. —¡Qué!, no puede ser.
—¡Kai apúrate que estos oficiales son más fuertes que nosotros!—. Le llamó Jake desde la puerta. Kai escuchaba los golpes y patadas que daban en la puerta, mientras sus amigos tapaban la entrada, evitando que entrasen.
Sin embargo eso provocó más nerviosismo del que ya traía consigo.
—¡Maldita sea!—. Rebuscó en todos sus bolsillos sin encontrar nada. Cada vez escuchando más la resistencia y golpes por querer entrar al despacho, mientras el jefe le miraba con una ceja alzada. —¡Le juro que tenía el cheque firmado en mi bolsillo!—. Aseguró mirando la incrédulidad del mayor.
—¡Huening Kai ya no vamos a resistir mucho!—. Gritó esta vez Beomgyu quien se escuchaba que hacía esfuerzo por su tono de voz.
—Niñito si no te apuras te juro que si ellos no te golpean yo lo haré—. Amenazó Taehyun. Sin embargo el miedo e impotencia se apodero de quien golpeó el escritorio con la palma de su mano con fuerza debido al enojo de no dar pruebas claras.
—¿Por qué tardas tanto Huening Kai?—. Preguntó Soobin.
—Yo he perdido el cheque—. Habló bajo.
—¿Qué has dicho Kai?, habla más fuerte—. Se quejaron todos.
—¡He perdido el maldito cheque!—. Gritó impotente.
—¡Qué!—. Se escucharon gritos reprochadores.
—Oh eso—. Taehyun se adelantó. —Yo lo tengo, solo quería ver como era la firma del gober—. Habló tranquilamente para seguido de eso Kai fuera hasta él y lo cogiera viendo de mala gana al rubio quien solo sonrió indiferente, alzando sus brazos.
Kai se dirigió al mayor y azotó el cheque en el escritorio para que viera claramente la firma de Kim.
El jefe lo miró con cierto asombro ante las evidencias mostradas; sin embargo siguió cuestionado.
—Entonces ¿por qué habla el gobernador Taehyung sobre una estafa?.
—Mire él intentó seducirme y como me negué, le entregué de vuelta el cheque, pero él lo devolvió a mi chaqueta cuando se despidió de mí. Solo intentaba culparme por despecho.
—¿Por qué haría algo así?—. Dijo con incredulidad.
Mientras la lucha de los oficiales con sus hyungs se escuchaba cada vez más fuerte.
—Por un chico tan bello y guapo como yo; o ¿acaso no soy lindo?—. Preguntó mirándolo con un puchero mientras peinaba su cabello hacia atrás.
Observando como el oficial le miraba embelesado y con un suspiro asintió.
—Pero valla que lo eres—. Sonrió con un suspiro.
—Ahí está; así que encierre al gobernador por tal difamación hacia mí, si no lo hace entonces me veré en la obligación de poner una demanda y creo que eso será un proceso mucho más largo. Piense que dirán de usted cuando yo claramente le dije lo que sucedió y sin embargo decidió ignorarme.
El jefe pareció pensárselo, pero después de pensarlo por un momento le dió toda la razón a Huening Kai quien sonrió satisfecho.
—Bien, mi trabajo es hacer lo correcto y por ello llevaré a Taehyung trás las rejas, y tú puedes reclamar éste dinero—. Le tendió el cheque.
—Después de todo te lo cedió y estas en tu derecho—. Dictó más tranquilo.
—Muchas gracias señor—. Agradeció Kai. —Acaba de hacer un magnífico trabajo—. Asincero mientras escuchaba como entraban los oficiales y debido a ello el jefe y él se apresuraron a ir hacia donde ocurría.
Los oficiales se apresuraron a sujetar a sus hyungs; pero el llamado del supremo demandó en hora buena.
—Pero ¿qué hacen?, suéltenlos—. Bramó seguro el jefe mientras los oficiales le miraban confusos.
—Pero señor, usted nos ha llamado—. Habló uno de los oficiales.
—¿Qué no escucharon a su jefecito?; sueltenos—. Habló Taehyun con orgullo mientras los soltaban.
—Aquí hubo un malentendido; nuestro lugar es ir a donde Kim Taehyung, le espera al menos una buena cantidad para pagar una fianza de los rumores que ha esparcido sobre éste chico—. Señaló a Kai.
Todos quedaron sorprendidos ante tal actitud, a excepción de Kai, quien miraba a sus hyungs con satisfacción.
—Los poderes del hechizo—. Dijo con cierta alegría. Mientras que lo comprendían sus amigos, a excepción del jefe y los oficiales.
Soobin tenía los ojos abiertos a más no poder ante lo que le proponía Kai. Sin duda ese chico debía estar demasiado loco como para soltar todo el dinero sin ningún titubeo. Tan decidido.
—Kai, tú pasaste muchas cosas para que lograras obtener el dinero, y a pesar de ello ¿me lo quieres dar?—. Dijo con sorpresa. Sin embargo al ver los orbes de Huening Kai, y esa hermosa sonrisa sincera supo que hablaba enserio.
—Así es, tu me acompañaste cada segundo, eso también te hace acreedor del dinero ¿no?; además el fin era el mismo. Ambos deseamos la recuperación de tu abuela, así que tómalo, y no acepto devoluciones—. Sonrió colocando un dedo en los labios del mayor para que no objetara nada.
Sin embargo una sonrisa fue lo que provocó en el pelinegro, quien quitó con suavidad su dedo y acarició su mano con dulzura.
—Gracias Huening Kai, lo aceptaré con una condición—. Retó seguro. Provocando que Kai sonriera intrigado.
—¿Cuál condición?.
Soobin cogió de su brazo para jalarlo hasta él, provocando un bello rubor en las mejillas del contrario.
—Que me permitas pagartelo con el número de dinero en besos.
—¡Soobin!—. Kai se alejó de él avergonzado mientras golpeaba su pecho con los puños de sus manos.
—No digas tonterías—. Dijo mientras luchaba con Soobin, quien no paraba de sonreír y le cogió de las muñecas para parar sus golpes.
—No lo son, es más para empezar creo que debería darte uno.
—¡Ni se te ocurra cuatro oj...—. Sus palabras se vieron suspendidas en el aire ya que Soobin estaba presionando sus labios contra los de él. Provocando miles de sensaciones que no pudo asimilar y decidió dejar que el corazón gozara de ellas.
Lo que al principio negó, se volvió en su necesidad ya que subió sus manos al cuello de Soobin mientras éste le cogía por la cintura. Perdiendose en la dulzura del momento.
Ese cuatro ojos se estaba volviendo en su dulce bendición.
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