ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ᵘⁿᵒ

Stroke of luck
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;༊ ⟿ 🪐 : LA NOCHE era fría, significaba una cosa, el otoño estaba iniciando. Las familias en sus casas comenzaban a arroparse, tomando café o chocolate caliente mientras disfrutaban de alguna película de terror pues era el mes de Halloween.

Eran las 8 de la noche en domingo, por lo cual los niños y jóvenes comenzaban a irse a la cama pues al día siguiente habría clases, pero por otro lado en la casa de los Walker siempre había una discusión a esa hora.

—¡Te toca a ti!.- gritó la rubia a su hermano.

—Mentirosa lo hice....- el chico de cabello negro se quedo en silencio pasando un día atrás por su mente.

—¡Ja! ¿Lo ves? Te toca.- ordenó de nuevo CC mientras sonreía de lado y pasaba junto a su hombro.— Diviértete con Pickles.

Wyatt rodó los ojos con fastidio. Como todas las noches, Pickles su perro, necesitaba salir y pasearlo por varias razones, una asquerosa qué les dejaré a su imaginación y otra es para agotar su energía y pueda dormir más rápido.

El chico tomo algo de cobijar pues hacia demasiado frío para salir con un simple suéter. Un suéter negro, una gorro, bufanda y guantes del mismo color eran su perfecto outfit otoñal para sacar a Pickles.

Tomó una correa y amarró al can directo para salir.

—Ten cuidado Wyatt.- dijo su padre, Bill, mientras miraba la televisión.

—Gracias... oye sabes que esto es peligroso no, ¿y si me secuestran? O peor aún ¿me atropellan?.- Bill frunció el ceño al notar como comparaba sus peores finales.

—Si hay bastantes factores de riesgo, por eso, ten cuidado.

—¿No te preocupo?.- habló Wyatt con un toque de drama en su voz tratando de hacer sentir culpable a su padre.

—Si, mucho hijo.- respondió sin mucho afán bebiendo de su café que desprendía vapor por el calor.

—Entonces pasea tu a Pickles.- sonrió inocente estirando el final de la correa hacia él a varios metros de distancia pues Wyatt estaba parado casi a lado de la puerta.

—No gracias. Si tratan de secuestrarme a mi no podré correr por un calambre en la pierna. Tu eres joven y fuerte, corres más rápido, además, Pickles te protege.- el chico miró a su perro, acostado en el suelo mientras su cara inocente demostraba que no mataba ni a una mosca.

—Si... claro.- respondió sarcástico.— pero, ¿Quién te querría secuestrar?.- soltó una risita y por primera vez su papá lo volteo a ver.

—¿Qué dijiste?.- preguntó tratando de fingir no haber oído lo que claramente si escuchó.

—Nada, vuelvo en un rato.- dijo huyendo de ahí antes de evitar cualquier conversación larga sobre lo valioso que es su padre.

Al salir y quedar parado fuera de su casa soltó aire formando vapor, se colocó su bufanda y comenzó a caminar lentamente junto a su mascota.

Mientras tanto en la casa de a lado una chica pelirroja sufría algo de tensión mientras trataba de huir de casa, o algo así.

No huir exactamente si no solo... ¿Pasear?. Les voy a introducir un poco. La familia Foster, compuesta solo por Dylan, el papá o como Lily (su hija) lo llama, "El capitán contención" y un hámster.

Se preguntaran, ¿"Capitán contención"?, aunque el nombre lo vuelve obvio lo explicaré. Dylan es digamos, sobreprotector con Lily lo cual da como resultado a que Lily busqué hacer esas cosas con o sin su permiso pero, ¿Qué es la vida sin algo de riesgo?.

Mentira, confíen en sus padres y ellos confiaran en ustedes, hablen con ellos, no tienen que decirles todo pero ellos les darán los mejores consejos, ahora si, continuemos.

—Vamos Lily solo salta.- se motivo ella misma sujetada con ambas manos de su ventana mirando el suelo. No era alto para ser un segundo piso, pero sabía que si algo salía mal podría hacer ruido, tal vez una rama rota... o una pierna rota.

Tomo aire y se soltó.

—Au.- exclamó en voz baja.

«El dolor es mental» pensó y se levantó de entre los arbustos de su casa. Camino tratando de no hacer ruido y al pasar al costado de su casa notó a su padre dormido en el sofá frente a la televisión, eso le daba una hora para volver a casa. Puso un cronómetro en su reloj de muñeca y siguió caminando con sutileza para no hacer ruidos fuertes.

Cuando logró salir de su patio sacudió su ropa llena de ramas y comenzó a correr tratando de llegar a la banqueta principal y huir un rato de ahí pero al casi tocar un pie fuera de la banqueta un pequeño perro blanco se atravesó en su camino corriendo como loco, era claro que estaba escapando pues traía la correa larga atrás de él.

Entonces unos pasos fuertes se empezaron a acercar, todo pasó rápido ella volteo y lo primero que vio fue una silueta negra correr hacia ella casi chocando pues se toparon al mismo tiempo. Ambos gritaron pues se asustaron mutuamente, ella quería callar a la persona o podría despertar a su papá entonces optó por darle un puñetazo en la cara.

—¡Au!.- exclamó y cayó al suelo de espaldas.

—¡Ay perdón!.- se agachó Lily poniéndose de rodillas tratando de averiguar si ni había matado a aquel chico.

—¡Ah! Buen puño.- siguió quejándose de dolor mientras ponía una mano sobre su pómulo izquierdo.

Ninguno de los dos podía ver bien su cara, solo sabían cuál era su género por su tono de voz.

—Gracias, y lo siento. Pero no deberías de correr así como psicópata secuestrador.- él se sentó en el suelo aún sobando su cara.

—Mi perro, escapó.- Lily abrió los ojos sintiéndose más culpable

—¡Uy!... voy por el.- se levantó rápidamente y corrió hacia la dirección en donde había ido el perro. Cuando llego a la esquina miro a ambos lados creyendo que estaría lejos y no podría encontrarlo cuando un ligero "pssss" se escucho a su costado, miró hacia abajo. Un pequeño perro blanco la observaba con una patita arriba haciendo... necesidades.

Wyatt quien con mucho trabajo se había levantado del suelo y seguía sobando su cara algo confundido por el suceso miro hacia enfrente y una silueta más bajita que el de cabello largo y gorro se acerca a el con un pequeño perrito en sus brazos.

—Gracias.- dijo recibiendo a Pickles cargándolo ahora en sus brazos.

—No es nada, te lo debía por el golpe.- Wyatt asintió.

—Perdonada.- sonrió y ella también pero ninguno de los dos pudo verlo pues estaba demasiado oscuro.

—Gracias... cuida bien a ese perro.- dijo alejándose.

—Se... se llama Pickles.- dijo subiendo el tono de voz un poco para que lo escuchará.

Ella rio algo fuerte al oír eso mientras seguía caminando algo rápido metiendo sus manos en sus bolsillos de su sudadera.

—Y tu... ¿Tu como te llamas?.- Wyatt esta vez hablo bajo al verla ya demasiado lejos por lo cual obviamente solo lo escucho él y se quedaría con la duda tal vez para siempre.

Al pasar un rato Wyatt volvió a casa cerrando la puerta tras el.

—Hola cariño, ¿todo bien?.- preguntó su madre sentada junto a su padre viendo televisión con una manta cubriendo a ambos.

—Ah si, todo bien, me voy a dormir mañana tengo examen, hasta mañana descansen.- habló demasiado rápido nervioso mientras se aseguraba que la bufanda cubriera perfectamente su cara pues el presentía (y había analizado científicamente) qué tendría un moretón.

Bajo a su can el cual lentamente llego hasta su camita, dio un par de vueltas y se durmió.

Por otro lado Wyatt entraba a su habitación y la cerro poniendo su método de seguridad a la puerta para asegurarse de que nadie entrará.

Se quito la ropa abrigadora y con cuidado retiro su bufanda, con temor se acerco a su espejo y lo vio, una enrome mancha verde que rodeaba su mejilla y se veía ligeramente hinchada.

—Que.- quería decir algo mientras se acercaba y su expresión facial cambiaba a una combinación algo extraña entre sorpresa y miedo.

¿Cómo iba a poder cubrir eso?.

Dio un gran suspiro y se calmó.

—Tranquilo Wyatt, eres un genio. Sabrás como solucionarlo, mañana tienes examen así que a dormir, seguro mañana se verá mejor.- se auto-motivo y se aventó a la cama tratando de no llorar.

—No, eso no se ve mejor.- habló a si mismo mirándose al espejo. Lunes por la mañana y él tenía una mejilla morada.

Sería super cool decir que estaba en una pelea y ganó, qué el otro quedó peor. ¿Pero ahora cómo podía explicar que en realidad fue una chica desconocida qué lo golpeó como saco de boxeo y de un solo golpe lo tiro y la perdono solo por traer de vuelta a su perro cuando era lo mínimo que podía hacer?. Eso sobaba divertido, parecía una excusa tonta pero para Wyatt era la realidad difícil de afrontar.

Camino hasta la puerta y pego su oreja a la puerta tratando de escuchar si alguien estaba en el pasillo.

—¡Mamá! ¿Has visto mis rodilleras?.- escuchó la voz de CC, su hermana mientras los pasos se alejaban de el pasillo y luego iban al ritmo que se crea al bajar de las escaleras.

Wyatt entonces se sintió seguro y se asomo por la puerta para asegurarse. A paso lento salió de su habitación y se acerco a la de su hermana mayor, abrió con cuidado la puerta y entro tratando de ser lo más invisible posible.

—Agh que asco.- dijo tratando de no pisar toda la ropa sucia y de dudosa procedencia en el suelo.

Se acerco a su escritorio y entre varias cosas encontró una bolsa de maquillaje.

—Perfecto.- dijo y salió rápidamente de ahí para correr enfrente de aquella habitación directo al baño.

Abrió la bolsa y sacó demasiadas cosas.

—Tranquilo Wyatt no debe ser tan difícil, mamá y CC lo hacen todo el tiempo.- miro hacia enfrente, el moretón se veía peor de cerca.

Empezó a leer las etiquetas en voz baja, casi susurro.

—Base, pre base, base... ¿verde?.- frunció el ceño confundido y saco aire frustrado.

Comenzó a experimentar tratando de cubrir cada parte de su golpe lo cual iba saliendo terriblemente mal pues mezcló rubor con base y ahora su golpe se veía rosa y morado, una  galaxia hermosa.

—¡Mamá! ¿Has visto mi maqui.- la puerta del baño se abrió repentinamente dejando ver a CC algo confundía por lo que estaba viendo.— llaje.- termino de decir, esta vez fue lento.

Wyatt se quedo quieto con una brocha sucia llena de maquillaje mezclado en su pómulo mientras veía a su hermana con pánico.

—¿Qué demonios te paso en la cara y por qué tienes mi maquillaje y.- se acerco.— ¿Qué le hiciste a mi corrector?.- se quejó.

—Perdóname yo quería.- al quitar la brocha de su cara CC por fin pudo verlo y soltó un gran grito.

—Baboso tienes un Thanos en la cara.- dijo con los ojos bien abiertos.

—¿Quién tiene un Thanos en la cara y por qué los gri.- cuando su mamá vio tal escena y a su hijo con un gran moretón solo otro grito.

—¡¿Podrían terminar sus preguntas y dejar de gritar?!.- se quejó Wyatt mientras tapaba sus oídos.

—Me debiste de decir ayer, el hielo habría evitado que se inflamara.- opinaba su madre mientras terminaba de maquillarlo esta vez bien ocultando casi al 100% su golpe.

—Lo se, me dio miedo.

—Aún no puedo creer que una rama de un árbol te haya caído en la cara.- ¿sonaba lógico no? Por lo menos Bill y Jess lo creyeron pero CC era difícil de convencer.

—Lo juro, salió de la nada. Pregúntale a Pickles.- el perro solo hizo un "¿mh?" con la garganta mientras giraba levemente la cabeza.

—Listo.- dijo Jess alejándose de Wyatt para que pudiera levantarse y mirarse al espejo.

Cuando lo hizo parecía contento con el resultado.

—Supongo que funcionará por hoy.- exclamó tocando un poco y luego se quejo.

—Me debes maquillaje.- regaño la rubia cruzando sus brazos frente a su pecho.

—Si, lo se, perdón.- se alejo del espejo.

—Bueno chicos vámonos o se hará tarde y no quiero dejarlos irse caminando porque hay ramas peligrosas por ahí.- bromeo su padre y luego soltó una extensa risa la cual se fue desvaneciendo al notar que nadie se reía de aquel chiste malo.

Todos subieron al auto mientras Wyatt se lamentaba por tener la cara arruinada, el dolor no era peor que el día de ayer pero aun así. Solo esperaba que el maquillaje durará lo suficiente.

Mientras tanto, Lily tampoco la estaba pasando bien.

Seguía durmiendo en su rica y caliente cama pues la desvelada de anoche que solo había sido "una hora para volver" se convirtieron en solo 4 horas de sueño, perfecto para su primer día de clases ¿no?.

—¡Lilyana Foster te quiero en 5 minutos abajo!.- gritó su papá desde la planta baja despertando abruptamente a Lily.

—Ay no.- se dijo así misma y se levantó con torpeza enredada entre las cobijas.

Tomó lo primero que vio, unos cargo 3/4, blusa de manga larga y un suéter de rayas horizontales completaron su vestimenta del día de hoy, además de unos Nike blanco con negro los cuales le ayudaron a correr y bajar las escaleras mientras guardaba su maquillaje en la mochila para ponerse en la escuela.

—Primer día Lily.- Lily asintió abrumada tratando de comer algo rápido logrando solo poner una manzana en su boca mientras se servía agua en su botella.

Luego de poder salir de casa después de varios tropiezos por fin el auto de su padre estaba estacionado frente a la escuela.

—Espero no hayas olvidado nada.- Lily negó mientras jugaba con su llavero de Spider-Man de su mochila.

—Te veo en la noche.- dijo tratando de abrir la puerta pero esta tenía seguro.

—Lily.- ella lo miró.— sabes las reglas.

Ella suspiro y asintió. Escuchó como el seguro de la puerta se quitaba entonces salió del auto y cerró la puerta.

Comenzó a caminar adentrándose a la escuela y entonces todo comenzó. Miradas curiosas la analizaban de pies a cabeza, ella trataba de no mirar fijamente a alguien a los ojos así que optó por ver el suelo. El cabello rojo era lo que más llamaba su atención y de algunas chicas envida pues Lily era muy linda.

No había demasiada gente en los pasillos pues las clases ya habían iniciado y la mayoría estaban en sus salones.

Busco con desesperación la dirección 6 pedir información sobre que clase tenía en ese momento.

—Buenos días soy Lily Foster, soy nueva. Soy del grupo 24 de 11°.- la secretaria que estaba ahí la analizó, obviamente se fijo en su cabello y luego miro una lista.

—Te toca en el salón 17, ¿quieres que te lleve o.- la directora salió de su oficina.

—No te preocupes Caroline, yo la llevo.- sonrió y comenzó a caminar.

Lily dio una sonrisa como agradecimiento a ambas y entonces comenzó a seguir a la directora.

—¿Vienes desde Nevada cierto?.- Lily asintió.— ¿Qué tal es allá?.

—Seco.- respondió algo "seca" provocando qué la mujer soltara una risa.

—¿Extrañas tu hogar?.- negó.

—No era mi hogar, solo estuve un mes. Antes fue Utah, antes Colorado y una lista larga más.

La directora parecía sorprendida, unos momentos después llegaron al salón y la mujer tocó la puerta para luego abrirla.

—Buenos días maestra Lu, lamento la interrupción pero le traigo a la alumna nueva.- la profesora asintió con una sonrisa.

—¡Oh! Me preocupaba qué no llegará o se perdiera, adelante.

La directora se hizo a un lado dejando entrar a Lily quien lo hizo lentamente de nuevo tratando de no mirar a nadie.

—Bienvenida Lilyana, adelante.- la maestra señaló un espacio vacío hasta el fondo y entonces Lily camino hasta él.

El camino pareció largo pues varios compañeros comenzaban a susurrar, entre ellos Wyatt.

—¿De dónde crees que venga? ¿Europa?.- preguntó su compañero a lado.

—¿Qué? No creo.- dijo Wyatt sin quitar la mirada de ella.

—Su cabello es rojo, ¿de dónde son los pelirrojos?.- Wyatt rodó los ojos y guardaron silencio.

—Bueno Lily bienvenida, siéntete a gusto y si necesitas cualquier cosa tienes a tus profesores, a mi y por su puesto a tus compañeros.- Lily sonrió obligada mientras un par de chicas la observaban de pies a cabeza con una sonrisa algo extraña, como si la pelirroja fuera su siguiente presa.

Cuando la Directora se fue la maestra volvió a hablar.

—Bueno Lilyana, ¿Quieres presentarte ante la clase?.

—No.- la maestra soltó una risa mientras todos los demás la miraban atentos.

—Buen chiste, levántate por favor y dinos algo sobre ti.- Lily soltó aire y se levantó.

—Bueno me llamo Lilyana Foster pero mis amigos me llaman Lily, vengo de Nevada y ya.- todos se quedaron en silencio esperando algo más, Wyatt no podía dejar de verla y al oír la voz presintió qué la conocía.

—Mh ¿algo más?.- Lily se quedo en silencio.— bueno tranquila, es normal sentir nervios al ser nueva, toma asiento.

La verdad es que Lily no sentía nervios, había hecho eso durante tanto tiempo simplemente no quería que alguien se interesara por su vida o tener una amistad cuando muy probablemente ella se volvería a mudar.

Wyatt frunció el ceño y miró hacia enfrente aún tratando de saber de donde la conocía, pero por otro lado presto atención a la clase pues las calificaciones excelentes no iban por si solas o gratis.

Lily por otro lado se colocó sus audífonos escondiéndolos con su cabello y su libreta qué debería de tener "apuntes de la clase" se convirtieron en dibujos pequeños de ojos, arañas o algunas cosas minimalistas más.

Aunque a penas llevaba un par de días en la ciudad ya había un problema. Golpear a un chico en la cara el cual casi no la dejo dormir al sentirse culpable pero no era su culpa tener ese tipo de reflejos, su papá le había enseñado a como defenderse.

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by Eli_fanfic / Lizzie Arellano

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