ෆ Thirteen ෆ
A tempranas horas de la madrugada Taehyung se levantó a beber un
poco de agua, y observo a Jungkook,
que se encontraba durmiendo profundamente en su respectiva
cama, observar su espalda ancha,
los flecos de su cabello cayendo sobre
su frente y sus labios rojizos era una tentación para el doncel, pero
¿Que podía hacer Taehyung para evitarlo? si su corazón terminaba latiendo fuertemente cada vez que
tenía enfrente a semejante adonis.
Sacudió la cabeza tratando
de olvidar todos esos pensamientos,
no era correcto, Jungkook nunca
tendría los mismos sentimientos hacia
el, primero porque era el CEO de una
empresa millonaria, y él solamente
un escritor, y segundo estaba
claro que el peligris era heterosexual jamás se fijaria en un hombre, y para
dar el tiró de gracia es divorciado,
muy probablemente su corazón seguia
roto por su separación, por esa
misma razón es que el escritor
no podía permitirse tener ese tipo
de sentimientos hacia el peligris,
debía resignarse y hacerse la idea que eso nunca iba suceder, pero lo irónico
de todo es que a Taehyung cada vez se
le complicaba más no poner sus ojos
en Jungkook, pues el CEO cada día le gustaba más, Taehyung suspiro resignado y regreso a la cama a tratar
de conciliar el sueño nuevamente.
A la mañana siguiente cuando Taehyung despertó, noto que Jungkook
se habia levantado de su cama y ya se había duchado.
— ¿Buenos días Tae como amaneciste?— dijo componiendose los botones de su camisa con su cabello perfectamente peinado y el olor a su colonia varonil lo hacía verse muy sensual y apetecible ante los ojos del doncel.
— Buenos días Jungkook— saludo tímidamente levantándose de la cama.
— Hoy tendremos la reunión
más temprano así que mandé
a pedir el desayuno, si gustas puedes ducharte tranquilo en lo que nos traen los alimentos— sonrió.
— Claro enseguida tomaré una ducha gracias— colocándose las plantuflas yendo hacia el baño.
Jungkook se quedó observadolo, y no pudo evitar recordar cuando lo vio semi desnudo hace unas horas atrás, su mirada viajo hacia sus muslos y se relamio los labios al ver el vaivén de sus caderas hasta que el doncel desapareció encerradose en el baño.
Para Jungkook el sexy escritor era una gran tentación, y lo que el Taehyung ignoraba es que el peligris apenas
y pudo dormir, fue él quién
despertó primero en la mañana con
una notable erección y dio gracias al cielo que el doncel seguía dormido y no logro ver su creciente bulto debajo de su pantalón de pijama, pues se hubiera muerto de la vergüenza, por esa razón se ducho temprano con la temperatura del agua templada para deshacerse de ese pequeño problemita.
Ambos desayunaron y salieron rumbo a la reunión, está vez era un viaje de aproximadamente una hora de camino en otro hotel donde los estaban esperando, asistieron a un conferencia luego a un foro exclusivo para escritores donde Taehyung se separo por un tiempo de Jungkook, pues este debía reunirse en un salón aparte con unos ejecutivos de editoriales extranjeras.
Luego de ello, asistieron a un
almuerzo donde algunas personas que reconocieron al escritor se acercaron a pedirle autógrafos y algunos se
tomaron fotografías con él, incluso un joven reportero de la ciudad que
había asistido al evento y habia hecho algunas columnas en el períodico
sobre Taehyung, le pidió tomarse
una foto con el doncel, y el chico inocentemente coloco las manos en la cintura del pelirubio durante las
fotografías y Jungkook simplemente bebió un trago y golpeó el interior
de su mejilla con la punta de su lengua.
Cuando el evento concluyó, Jungkook se ofrecio a llevar al doncel a un recorrido por el pequeño pueblo costero, ambos se sintieron muy cómodos ante la calidez y amabilidad de los pobladores, la playa era hermosa y paradisíaca, Jungkook
le pregunto al rubio si quería dar un paseo en velero y el doncel acepto emocionado, el contacto con la naturaleza era de los hobbies favoritos del escritor.
Jungkook sonrió complacido, al saber que alguien compartiera gustos tan similares a él, cuando estaba casado
con Jisoo a ella no le gustaban los
paseos al aire libre y mucho menos la playa.
La mujer odiaba el ambiente costeño decía que sus cabellos y su piel se deshidrataban y ni hablar de los mosquitos, se la pasaba encerrada
en la habitación y Jungkook terminaba caminando el solo en la playa.
Pero tener al doncel dispuesto a
disfrutar de la naturaleza le hacía
sentir alegría en su corazón.
— Vamos Tae te ayudare— dijo el peligris extendiendo su mano ayudando al doncel a subir al bote, Taehyung sonrió tímido tomando la mano de Jungkook y el sunami de emociones que ambos
sintieron con el simple contacto fue indescriptible, la tensión ya estaba,
solo era cuestión de tiempo para saber quién cedía primero.
— Es hermoso — dijo el doncel observando el cielo anaranjado y las gaviotas sobrevolando la inmensidad.
— Si lo es— dijo Jungkook sonriendo—
lo que el rubio ignoraba era que el peligris era a él a quien miraba
extasiado con sus cabellos danzando
sobre la brisa marina y su sonrisa
brillante y hermosa.
El recorrido duro alrededor de cuarenta minutos, recorrieron por algunas pequeñas islas pobladas de pájaros.
— ¿Jungkook podemos bajar a la isla y observar más de cerca?— dijo Taehyung animado como un chiquillo, ¿como podría el peligris negarse ante la petición del doncel?.
— Claro Tae— le dijo pidiéndole al piloto del bote que los acercara a la isla para poder bajar.
Cuando se bajaron ambos quedaron maravillados con el lugar, se sentaron
en una roca a charlar un rato y ver el cielo tornarse aterciopelado, la tarde empezaba a caer, cuando el tiempo transcurrio regresaron de nuevo al pueblo.
Ambos se detuvieron a un puesto de artesanías y a Taehyung le gustó un hermoso collar, la vendedora
le dijo que podría probarselo,
pero el doncel no quiso hacerlo,
de igual forma no lo iba comprar,
pues estaba un poco costoso, claro
que Taehyung tenía los medios para poder comprarlo pero pensó que sería un gasto innecesario.
Lo coloco de nuevo en su lugar, con la mirada desanimada y siguió observando las demás artesanías.
Jungkook noto la expresión de Taehyung, y cuando esté se encontraba distraído le pidió a la vendedora que lo empacara para llevar.
— Su novio estará muy feliz que se
lo haya comprado— le dijo la chica
envolviéndo el collar.
Jungkook se sorprendió y se le subieron los colores al rostro— no es mi novio, somos colegas— dijo con una sonrisa cerrada.
— La chica se sintió avergonzada por su imprudencia— disculpe señor, pensé que lo eran por la forma como usted lo mira— dijo la chica apenada.
Jungkook alzó ceja ante el comentario de la chica— ¿Y como es la forma en que yo lo miro?— pregunto curioso.
— Esa manera cuando miramos algo
que nos gusta mucho— dijo la chica sonriendo tímidamente.
Jungkook iba a decir algo más cuando fue interrumpido por Taehyung.
— ¿Nos podemos ir Jungkook?— tengo algo de hambre— sonrió apenado.
— Claro vamos— guardando la bolsa con el collar adentro.
Fueron a cenar a un pequeño restaurante del pueblo, disfrutaron
su velada entre risas y anécdotas que Jungkook le contaba al rubio sobre su niñez, luego de comer antes de marcharse Jungkook pidio una botella
de vino tinto para llevar, en lo que el doncel lo esperaba en la puerta.
— ¿Y esa botella Jungkook?— le dijo extrañado.
— La tomaremos en la caminata nocturna en la playa, ¿ ya lo habías olvidado?— dijo sonriendo.
Taehyung se quedó pensando unos segundos antes de responder.
— Si no deseas ir esta bien— dijo en tono serio, su sonrisa se había borrado.
— Por supuesto que me encantaría ir al paseo nocturno, me lo debes—dijo sonriendo.
— Ok Tae, regresemos al hotel a descansar y ponernos ropa más
comoda— abriéndole la puerta como todo un caballero.
Cuando llegaron al hotel, Jungkook le dijo a Taehyung que descansara un rato
mientras el hacía unas llamadas, quería hablar con Yoongi para saber cómo estaba todo en la empresa, salio a la terraza para hablar más tranquilo.
Luego de una hora, Taehyung ya se había levantado y en vista que Jungkook no se encontraba, se dirigió a buscar su maleta y ponerse algo más ligero.
Optó por un conjunto fresco, un pantalón y una camisa semi transparente que le ceñian delicadamente su silueta haciéndolo lucir sensual.
— ¿Nos vamos Tae?— dijo Jungkook entrando a la habitación, observado al doncel que estaba sentado en la orilla de la cama luciendo hermoso como siempre y el peligris se quedó sin aliento por unos segundos.
— Claro Kook, estoy listo.
Ambos salieron rumbo a la playa,
la luna estaba brillante, la brisa marina
y el marullo de las olas hacían un concierto mágico.
— El océano es hermoso ¿no lo crees Jungkook?—dijo el doncel estirando los brazos observando la azul inmensidad.
— Si lo es Taehyung— dijo Jungkook poniendose al lado, ambos se quedaron en silencio contemplando el lugar, hasta que Jungkook interrumpió el agradable momento.
— !Diablos Tae!— dijo Jungkook preocupado.
— ¿Ocurre algo?— dijo el rubio con el ceño fruncido.
— Olvide el vino— le dijo el peligris apenado.
— Taehyung soltó una carcajada, irradiando la más pura y genuina felicidad, y Jungkook sintio desfallecer ante la hermosa sonrisa del doncel, quería escucharla para toda la vida.
— No te preocupes Kook la tomaremos después, mientras tanto disfrutemos— dijo Taehyung quitándose las zapatillas adentrándose en el mar.
— ¿Tae que haces? no llevábamos traje de baño— le dijo Junkook sonriendo.
— Eso es lo de menos Kook, disfrutemos el momento, tomando la mano del peligris, el contrario se quitó también los zapatos y siguió al doncel hasta llegar al agua, quedando ambos cubiertos hasta la cintura.
— !Dios Tae está fría!— le dijo Jungkook riendo.
— No es para tanto Kook— le dijo el rubio tomando el agua con sus manos,
salpicando el rostro de Jeon, ambos disfrutando el momento deseando
que el tiempo fuese eterno como dos adolescentes.
Cuando se aburrieron de jugar en el agua, salieron de la orilla y se sentaron en la arena cerca de una pequeña palmera.
— Cielos Taehyung, ¿tu no te cansas verdad?— le dijo Jungkook sonriendo.
— La vida es para disfrutarla Kook— con una pequeña sonrisa.
El doncel se miraba tan increiblemente sexy ante los ojos de Jungkook, sus labios carnosos, su bello rostro a la luz de la luna, camisa mojada que dejaba ver sus pequeños pezones marrones y su lencería turquesa debajo del pantalón empapado estaba haciendo estragos en la mente de Jungkook.
— ¿Porque me miras así Kook?— le dijo el doncel mordiendose los labios, poniéndose nervioso.
— No hagas eso Tae— le dijo Jungkook acercandose peligrosamente hacia el doncel.
— Ha..acer que — le dijo Taehyung con el corazón acelerado, sumamente nervioso.
— Morderte los labios tan jodidamente sensual— dijo el peligris a tan solo unos milímetros de esa boca jugosa que lo estaba volviendo loco.
Taehyung parpadeo quedándose
mudó, no supo que decir, solo se escuchaban sus respiraciones agitadas
y el vaiven de las olas, y fue en un fragmento de segundos cuando
Jungkook no pudo contenerse
más y estampó sus labios
con los de Taehyung, el doncel se
quedó atónito por un momento y termino dejándose llevar por la suavidad y el calor de los labios de Jungkook, era un beso lento y suave, Jeon lamía con dulzura y sensualidad, que Taehyung se derritió por completo llevando una corriente de placer hasta su miembro.
Jungkook continuo con el beso al ver que el doncel también lo estaba disfrutando acerco más su cuerpo al de Taehyung
y lo tomó de la cintura, mientras que el rubio lo tomaba del cuello subiendo la intensidad del beso.
Aunque Taehyung nunca había besado
y movía torpemente sus labios, intento seguir el ritmo de Jungkook que para ese punto el peligris ya lo estaba besando de una manera más apasionada jugando con su lengua adentro de la cavidad bucal del doncel.
— Ah~— gimió Taehyung en medio del beso y solo provocó que Jungkook sonriera, devorando más esos labios carnosos, el peligris se sentía en la gloria y Taehyung estaba ardiendo de deseo,
continuaron besandose unos segundos más hasta que se separaron por falta de aire ambos con las respiraciones agitadas.
Se quedaron en silencio,
nerviosos por lo que acababa de
suceder, nadie se atrevía a romper el momento hasta que Jungkook hablo.
— Lo siento Tae me deje llevar— llevándose las manos a los labios que aún ardían por el fogozo beso.
— No Kook descuida— le dijo Taehyung sonriendo nervioso con su rostro sonrojado, y su corazón latiendo
a mil por hora, el sabor mentolado de
los besos de Jungkook lo habían dejado anonadado, le habían encantado más
de lo que pudo haberse imaginando.
— Eres muy hermoso Tae, no se que es
lo que me pasó pero quiero volverlo a repetir— le dijo el peligris acercando su mano apartando un mechón húmedo de los cabellos del doncel.
— Yo también quiero Kook— le dijo mirándolo fijamente a los ojos, temblando de deseo, y solo eso
bastó para que volvieran a besarse nuevemante, está vez en un beso
más hambriento y lujurioso, ambos comiendose la boca con locura, que Taehyung no supo en que momento
el peligris lo tenía acostado en la arena
lamiendo su cuello tortuosamente, acariciando sus pezones erguidos
sobre la camisa mojada, otro jadeo se escapo de los labios del doncel, cuando Jungkook roso ambas intimidades mientras volvía a lamer su cuello para terminar nuavemante en la boca húmeda de Taehyung, devorandola extasiado.
— Kook espera— dijo el doncel deteniéndose agitado— creo que
debemos parar.
Jungkook se separó despacio del tibio cuerpo del doncel y le extendió la mano para que se levantará.
—Lo siento Tae, creo que me deje
llevar de nuevo— sonrió nervioso.
Jungkook nunca se había sentido de
esa manera, con un fuego tremendo
en su interior, y con una necesidad enorme de apagar esa hoguera en
los brazos del doncel.
— Descuida, creo que debemos regresar al hotel, nos espera la botella de vino— le dijo Taehyung riendo.
Jungkook asintió, y tomo la mano
de Taehyung y el rubio la recibio tímidamente, y así se fueron caminando sobre la arena rumbo a la habitación, no sabían que iba pasar después de lo que había sucedido entre ellos, pero de una cosa estaban seguros, ambos deseaban volverlo a repetir.
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