ෆ Eleven ෆ

Por fin el anhelado viaje a Gangwon había llegado Taehyung mentiría si dijiera que no se sentía un poco nervioso por ir a la reunión con Jungkook, y es que el peligris le atraía mucho más de lo que le había atraído alguien en el pasado, pues debido a sus inseguridades nunca logro tener un noviazgo incluso en la universidad era muy tímido y raíz de ello nunca había tenido un romance, es más ni siquiera había recibido su primer beso a pesar que ya era un adulto con su vida resuelta y su profesión estable.

Claro que se sintio inclinado por algunos chicos desde su adolescencia y la universidad, pero solían ser atracciones efímeras, que con el pasar de los días su ilusión por ellos se disolvía como se rompen las burbujas de jabón en el viento, y terminaba enfocándose en sus estudios, y aunque se privo de las dulces mieles del amor y el placer carnal,
se sentia consolado saber que por lo menos en el ámbito laboral había logrado sobresalir convirtiendose en un escritor famoso.

Pero en este caso era completamente distinto para el escritor desde que vio por primera vez a Jungkook le pareció alguien sumamente atractivo y varonil, Taehyung nunca pensó que le volvería a ver nuevamente, que laboraria en su empresa, que Jeon llevaría a cabo la edición de su nuevo libro y mucho menos harian un viaje al paradisíaco pueblo de Gangwon, claro que era un viaje de negocios pero eso no le quitaba sentirse ansioso, pues Jungkook le despertaba emociones que no había sentido anteriormente al menos no así de intensas y que al contrario de desaparecer estaban presentes todo el tiempo como un remolino haciendo estragos en su mente.

Y ahora iba rumbo a la oficina, con su pequeña maleta de viaje, Jungkook le dijo que sadrian de la empresa rumbo a Gangwon el viaje sería de aproximadamente tres horas de camino, el chófer los llevaría, Taehyung se preguntaba porque Jungkook no habría tomado un vuelo en su avión privado, seria mas fácil y más cómodo llegar por ese medio, pero lo que el doncel ingnoraba era que Jungkook no se sentía capaz de volver a viajar en avión, pues su último viaje fue cuando viajo a Londres y descubrió la infidelidad de su mujer y eso le traía muy malos recuerdos, al parecer la terapia no había servido de mucha ayuda para el peligris, porque realmente lo que Jungkook necesitaba más que los consejos de un profesional era el calor del amor, sentirse verdaderamente amado como realmente lo merecía.

Taehyung llegó a la oficina de Jungkook el Ceo lo estaba esperando con una cálida sonrisa.

- Buenos días Taehyung ¿estas listo para marcharnos?.

- Por su puesto Jungkook- el doncel le devolvió una sonrisa tímida.

Ambos salieron rumbo a su viaje de negocios, al llegar al parqueo Jungkook le pidió al chófer que guardara la maleta de Taehyung en el baúl junto con la suya, ambos se sentaron en el asiento trasero mientras el automóvil se ponía en marcha.

El pelirubio trato de no mostrarse ansioso pero fue inútil no pasar desapercibido por Jungkook, cuando lo noto frotarse las manos repetidas veces, el peliris le ofreció vino para calmar su ansiedad.

- ¿No crees es muy temprano para beber?- le dijo el doncel sonriendo nerviosamente.

- Siempre es un buen momento para un vino, no importa la hora- le dijo Jeon devolviéndole la sonrisa, mientras le hacía de señas al chófer que bajara la velocidad y le servía un poco de vino al doncel.

El viaje fue placentero para ambos, luego de terminarse la botella de vino se sentían más cómodos entre ellos rompiendo la tensión que habían experimentado en el principio, Jungkook le hablo al escritor de sus viajes a otros países a los que había tenido el placer de visitar, incluso se abrió un poco más hablándole de Yoongi su hermano y de su niñez y de lo traviesos que eran en su infancia y que siempre solía meterse en problemas, Jeon a pesar de aparentar ser un hombre serío y hermético, dentro de él se conservaba aquel pequeño niño necesitado de atención y que alguien lo escuchara, Jisoo no acostumbraba a prestarle atención, pero al parecer Taehyung estaba fascinado con sus relatos, mostrándose muy interesado lo que hizo sentirse a Jungkook muy cálido.

- ¿Así que escondieron al cachorro?- dijo el doncel sonriendo mientras jugaba con la copa vacía que sostenía entre sus manos.

- !Así es! escondimos el cachorro en el cuarto de juegos, pues mis padre no quería mascotas, pero un día se escapó y se lanzó a nadar en la piscina mientras mi padre leía el periódico- Jungkook sonrió con nostalgia recordando su infancia.

- ¿Y que sucedió después?- le dijo el doncel recostando su cabeza en el asiento.

- Pues le hicimos berrinche a mi padre - soltó una risa el peligris- y no le quedó más remedio que aceptar al pequeño Golden Retriever- suspiro nostálgicamente.

A Taehyung le pareció hermosa la sonrisa de Jungkook, desde que había empezado a laborar en su empresa siempre lo notaba serio y su mirada llena de melancolía, pero este Jungkook que estaba en el automóvil, era alguien completamente distinto, sonriendo genuinamente sin temor a nada y con un destello hilarante en sus ojos.

- Por estar hablando de mis anecdotas, no hemos hablado de ti- dijo sonriendo interrumpiendo la manera como el doncel lo miraba con esos hermosos ojos y sus largas pestañas risadas, que sintió un pequeño jalón en el interior de su estómago, Taehyung se veia más hermoso estando tan cerca, a solo unos centímetros de distancia y esos lunares tan coquetos que parecían cobrar vida cada vez que sonreía.

- Que puedo decirte Jungkook mi vida es aburrida- río ampliamente- y esa sonrisa termino de cautivar más  a Jungkook, era como un día bañado de sol para su alma atormentada y solitaria.

- Soy hijo único de padres divorciados, mi madre es profesora de secundaria, me la he vivido escribiendo y dibujando más del mitad de mi vida, tengo de mascotas unos peces koi que espero mi madre no haya olvidado alimentarlos- soltó una pequeña risa quitandose un mechón de cabellos rubios de su frente.

'Y allí estaba otra vez esa sonrisa que le encantaba a Jeon'

- No creo que sea aburrida tu vida Taehyung, eres una gran persona con muchos talentos, y eso te hace alguien muy especial jamás aburrido, de seguro tú pareja ha de ser alguien muy afortunado- sonrió nervioso el peligris, lo último estaba demás decirlo, se sintió muy entrometido de su parte, aunque en el fondo la curiosidad por saber si el doncel tenía una pareja lo estaba matando.

Taehyung sonrió nervioso observando su copa de cristal- no tengo pareja Jungkook, soy un solitario enamorado de mis libros y nada más, aunque no niego que deseo formar una hermosa familia algún día y tener uno o dos hijos, ¿Y tu tienes niños Jungkook?- interrogo observandolo serenamente.

La sonrisa en el rostro se le borro a Jungkook, recordó cuanto había anhelado tener hijos y jamás paso.

- No tuve hijos Tae, mi ex esposa jamás quiso tener un bebé- su mirada se tornó triste nuevamente.

- Yo lo siento no quise incomodarte con ello- dijo el pelirrubio apenado.

- No, descuida Taehyung, no incómodas para nada, es normal que alguien de mi edad ya tenga hijos- sonrió con nostalgia.

- Oye aún eres joven- solto una risa el doncel mirándolo a los ojos, Jungkook podía quedarse eternamente escuchando la sonrisa se Taehyung y jamás se cansaria, inundaba la habitación más oscura con solo su presencia, se quedaron contemplandose un momento hasta que el chófer los interrumpio anunciando que ya habían llegado a su destino.

Ambos se sorprendieron la rapidez con la que habían llegado a Gangwon, su plática fue tan amena y entretenida que el tiempo que tardaron en llegar fue relativamente corto, no lo dijieron pero ambos hubieran deseado que el automóvil no se hubiese detenido.

La brisa marina golpeó el rostro de Taehyung al llegar, el doncel se quedo disfrutando unos segundos con los ojos cerrados esa agradable sensación, amaba el mar.
Llegaron al lobby del hotel, el lugar era elegante y acogedor al mismo tiempo, aunque estaba un poco abarrotado debido a la afluencia de todas las personas que habían llegado a la convención de escritores y editores.

Jungkook se acerco a la recepción para pedir las llaves de las habitaciones que su secretaria había reservado con anticipación.
Pero con lo que Jungkook no contaba era que solo había una habitación reservada para ambos con cama doble y una bonita vista a la playa.

- No puede ser, mi secretaria hizo reservación doble- vuelva a revisar nuevamente por favor- hablo en tono serio hacia la encargada de la recepción.

- Pero la respuesta de la chica fue la misma, Jungkook le pregunto si tenían otra habitación disponible a lo que la encargada negó, diciendo que lastimosamente ya estaban todas ocupadas.

Taehyung que estaba a unos metros de distancia contemplando los detalles del hotel, vio el semblante serio y desesperado de Jungkook con el móvil en las manos marcandole a su secretaria, y se le acercó preocupado.

- ¿Todo bien? ¿ocurre algo?- acercándose al peligris.

Jungkook bufo algo molesto, después de colgar con su secretaria.

- Al parecer Rose no pudo reservar dos habitaciones debido al poco tiempo que tuvo, fue descuido mío, debía avisarle con con una semana de anticipación- suspiro profundo, guardando su celular.

-¿Significa que solo hay una habitación?- dijo tranquilamente el doncel.

- Así es, y lo lamentó mucho Taehyung no hay más habitaciones, no quiero que te sientas incómodo al compartirla conmigo- sonrió nervioso.

- No tengo porqué incomodarme Jungkook no hay problema- sonrió ampliamente.

Jungkook trago grueso- estar en la misma habitación con el pelirubio para el si sería incómodo, pues el escritor solía ponerlo nervioso, cada vez que lo tenía muy cerca, su corazón latía rápidamente, que incluso llegó a pensar que Taehyung podía haberlo escuchado cuando estaban dentro del automóvil, después de Jisoo Jungkook nunca había vuelto a sentir esas emociones, y eso lo desconcertaba un poco.

Lo que Jungkook ni siquiera se imaginaba era que el hermosos doncel sentia las mismas emociones y los mismos sentimientos, desbordandose a flor de piel.










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