ෆ Eighteen ෆ

Unas semanas habian transcurrido
desde aquella confesión y todo iba de maravilla entre ambos.
En ese lapso de ese tiempo continuaban conociéndose mutuamente, aunque no habían vuelto a tener una cita intima debido a que tenían exceso de trabajo, aún así se dedicaban tiempo de calidad.
Solían almorzar juntos la mayoria de las veces o Taehyung cenaba en la oficina de Jungkook, y más de alguna ocasión el peligris solía llevar al doncel
a su casa al terminar la jornada.

Y fue una tarde de viernes después de salir de la oficina que Jungkook hizo un espacio para llevar al escritor a una pequeña cita al museo, sabía que él
rubio tenía una pasión por el arte y quizo complacerlo llevándolo aquel lugar.
Pasaron compartiendo entre risas
y coqueteos todo el momento que permanecieron en el museo, Taehyung
se maravillaba por cada pintura que estaba en exposición, y un cuadro que le llamo la atención fue uno de una princesa de la época Joseon.

A Taehyung le recordó a ' Juki ' la proganonista de su primer libro que lo llevo a la fama, 'ella fue una princesa
que se enamoró de un Eunuco
en un festival otoñal con apenas dieciocho años, gozando del candor de su belleza juvenil, sus labios sedosos como melocotones recién cortados, sus sedosos cabellos ébano y su mirada enigmática como una noche de luna llena, el sirviente quedó prendado de ella cual colibrí que es atraido por la dulzura de las flores.
A pesar que Yuki estaba comprometida con un príncipe, ambos vivieron un amor prohibo en los jardines más ocultos del palacio, se amaron muchas lunas bajos los capullos de ciruelo con solo la noche estrellada y los grillos de testigos.
Pero el matrimonio de la princesa era inminente, semanas después de su boda obligada a casarse con quién no amaba, cayó en una profunda depresión y una extraña enfermedad se apoderó de su frágil cuerpo y termino perdiendo la batalla, su alma emprendió el vuelo perdiendose en el ocaso.

-¿Sucede algo bonito?- exclamó Jungkook rodeándolo de la cintura ante la mirada taciturna del doncel contemplando el cuadro.

- Me recordó a la princesa de mi libro- con una sonrisa cerrada.

- ¿Ah te refieres a la princesa Juki?.

- ¿Leíste mi libro Kook?.

- Claro, olvidas que tú mismo
me diste tu autógrafo en él, incluso me dejaste una bella dedicatoria que me hizo sentir calidez en mi corazón.

Taehyung sonrió ante la confesión del pelinegris- es cierto lo había olvidado.

- Siempre fui fan de tus libros Taehyung, eres todo un artista, tienes
un talento innato para escribir- posando su quijada en el hombro del doncel, abrazandolo por la espalda.

Taehyung se sintió nervioso ante el toque del peligris- Kook las personas nos pueden ver - sonrojandose.

- Lo sé, pero no puedo evitarlo, me siento tan fortunado de que seas mi novio Taehyung- susurrandole al oído.

Taehyung simplemente sonrió, y Jungkook lo soltó unos segundos después,
aunque era un hecho que tocar el cuerpo del doncel era una divina tentación para el, estaban en lugar público, eso sin contar que el peligris respetaba a Taehyung en todo momento, comportándose como un caballero.

-¿Quieres seguir viendo más cuadros y esculturas o prefieres ir cenar Tae?- interrogo con dulzura en su voz.

- Me encataria ir a cenar Jungkook.

- Ok precioso.

Jungkook llevo al escritor a un bonito restaurante, ambos compartieron un momento agradable e íntimo, entre vino y Bibimbap, el plato favorito del doncel.
La relación iba viento en popa, para Taehyung era una experiencia nueva en el amor, y para Jungkook se sentía afortunado de haberse dado una segunda oportunidad con alguien
como Taehyung.
El Ceo jamás se imagino, que volvería a sentir la chispa de la ilusión nuevamente en su corazón ardiendo como la pequeña luz de una vela, y sobre todo con alguien tan hermoso y genuino en todos los sentidos como era Taehyung.

Después de todos aquellos días fríos,
que lo atormentaron como un otoño melancolíco donde todos sus malos recuerdos se apoderaron de su corazón estrujandolo como hojas secas, sin él
más mínimo remordimiento, un tierno botón de una flor nacería en medio de su amarga soledad.

- ¿Porque me miras así?-sonrio tímido el doncel, ante la mirada de Jungkook.

- Solo contempló la hermosura de la primavera Taehyung.

-¿Cuales flores? además estamos en pleno otoño Jungkook- sonrió divertido.

- Lo sé, pero contigo todos los días nace la primavera Taehyung.

Taehyung se sintió tímido ante la confesión del peligris- ¿ahora eres un poeta Jungkook?.

- No, pero con alguien como tú cualquiera se volvería un poeta o un trovador- sonrió.

- Que cosas dices Kook.

- ¿Te molesta que sea así de cursi Taehyung?- haciendo un pequeño puchero.

Taehyung negó con la cabeza- para nada Kook, ya te dije que conmigo puedes ser tú mismo, además me encanta que seas así - tomando la mano del peligris.

Y Jungkook sintio un pequeño calor en
su corazón ante el delicado toque y las palabras del doncel.
El pelinegris era todo un romántico empedernido, y que Taehyung le diera la oportunidad de demostrar lo que estuvo conteniendose por muchos años, lo hacía sentir feliz.

- A proposito Tae, tengo algo para ti-hizo un ademán al mesero que le llevará una caja con un pequeño moño pupura.

El mesero se acerco y se la entrego a Jungkook ante la mirada curiosa del doncel.

- Abre la caja Tae, es una sorpresa
para ti- entregándole el obsequio con una sonrisa.

Taehyung abrió cuidadosamente la caja,
y su sorpresa fue grande encontró en ella aquel hermoso collar que le había encantado cuando fueron al pueblo de Gangwon.

- ¿Kook esto es para mí?- exclamó sorprendido tomando el pequeño collar en sus manos.

- Claro precioso es para ti.

- Pero como es que..

- El día que fuimos aquel pueblo costero, note lo mucho que te gusto y también tu rostro de tristeza por no poder llevarlo, decidí comprarlo para
ti precioso, hace mucho quise dártelo pero no había encontrado el momento.

- Kook, esto es demasiado no tenías que..

Pero Jungkook se levantó la mesa, tomado el collar en sus manos, colocándoselo al doncel.

- Te mereces eso y mucho más Tae, una joya para otra joya- le susurro al odio después de haberselo colocado.

- Gracias Jungkook, es realmente muy hermoso, no tengo cómo pagar tú bonito gesto- sonriendo tímido.

-Ya me lo has pagado Tae, desde el momento que entraste a mi vida- acariciando su mano.

Taehyung sonrió cautivado por el detalle de Jungkook, jamás alguien había tenido esos gestos con él, y que el peligris lo hiciera le gustaba mucho.

Cuando terminaron de cenar,
Jungkook llevo al doncel hasta su casa.
Se bajaron del automóvil tomados de la mano, y cuando llegaron a la puerta, Taehyung le dio las gracias a Jungkook por la agradable velada que habían compartido.

- Gracias Kook, por la visita al museo
y también por la cena, me gustó mucho.

- No tienes nada que agradecer Tae, para mí es un deleite disfrutar de tu compañia- haciendo una pequeña presión en la mano del rubio.

- De igual manera, gracias Kook- sonriendo nerviosamente.

- Oye, ya te dije que no tienes nada que agradecer, si lo haces de nuevo tendré que tomar otras medidas para que no lo vuelvas hacer- acercándose al doncel.

- ¿Y se puede saber que medidas son esas?- mordiendose los labios, mientras que Jungkook terminaba por acortar la poca distancia que había entre sus cuerpos.

-Digamos que podria besarte en estos momentos Taehyung- mirandolo fijamente a los labios, tomandolo posesivamente de la cintura.

- ¿Y que te detiene hacerlo Kook?
-el doncel nunca se lo había dicho,
pero cada vez que Jungkook lo besaba
se sentía en la misma gloria, a pesar que era un escritor, y una gran orador en los eventos que había participado, el rubio se quedaba mudo al más mínimo tacto de Jungkook, ya no digamos de esos besos ardientes y mentolados que Jeon sabía darle tan exquistamente bien.

-¿Osea que puedo tomar esos bellos labios que tanto me encantan?- hablo
Jungkook relamiendose los propios, levantando el mentón del doncel delicadamente.

-No tienes que pedir permiso Kook,
¿soy tu novio o no?- sonrió coqueto.

Y sólo eso basto para que Jungkook tomara posesión de aquellos carnosos labios que tanto le excitaban, un beso dulce pero al mismo tiempo cargado de pasión que el momento ameritaba, sin bajar la intensidad, Jeon introdujo su lengua explorando cada rincón de la tibia boca del doncel, y Taehyung se
dejó hacer siguiendo el ritmo, con la respiración un poco acelerada, abrumado por el calor y el erotismo
puro que Jungkook le hacía sentir en todo momento.

Lentamente Jungkook acaricio toda la espalda del escritor, y profundizó más el beso, tomando todo lo que podia de Taehyung, porque le pertenecia, porque el doncel ahora era su hermoso novio,
lamiendo todo el néctar que esa dulce boca le provocaba, porque para Jeon, besar a Taehyung era una exquisita ambrosía, que lo estaba volviendo adicto,
y podría jurar que jamás en su vida, había probado algo tan delicioso, más
exquisito que el vino extraído de un viñedo.

Y no supieron en que momento el beso
se volvió más demandante, y la temperatura de sus cuerpos empezaba a subir considerablemente, y Taehyung jadeo por la manera tan hambrienta y necesitada que Jeon le estaba comiendo la boca, que no sintió en que comento lo había tomado por el cuello rodeándolo con posesividad, porque en esos momentos el doncel sentía a Jungkook, como suyo, ansiando que tomara de él todo lo que quisiera.
Pero algo puso en alerta al doncel,
y fue el roce de la evidente erección de Jungkook que lo hizo estremecerse y separarse del beso nervioso con la respiración agitada.

- Kook- carraspeo- creo que debo entrar a casa.

Y a Jungkook le causo ternura y gracia, ver a Taehyung todo timido y sonrojado después de haberse estado comiendose las bocas, y se sintió orgulloso de saber todos las emociones que el solía causar en Taehyung, con solo tomarlo en sus brazos, porque el también sintió la dureza en la entrepierna del escritor
cuando sus intimidades se rozaron entre si, y no quiso insinuar nada para no incomodar a Taehyung, porque le prometió que se darían su tiempo, pero el doncel no se la estaba poniendo fácil, todo su cuerpo gritaba erotismo y perfección pura, un manjar de los dioses que a Jeon se le estaba haciendo cada vez más imposible resistir.

Estaban un sepulcral silencio sin saber que decir cuando las luces de un automóvil los alertó.

- Tae cariño- hablo la mujer bajándose del automóvil.

- Madre, pense que ya te encontrabas dormida- exclamó sorprendido y avergonzado.

- Salí a cenar con una amigas amor-
¿y usted es?- dirigiéndo la mirada hacia Jungkook.

- Mucho gusto señora Kim, mi nombre es Jeon Jungkook-haciendo una reverencia.

- Oh, usted es el Ceo de la editorial donde labora mi hijo- encantada de conocerlo- extendiendo su mano, la cuál fue estrechada por el peligris.

- El placer es mío señora Kim- dirigiéndo la mirada hacia Taehyung por unos segundos, al parecer la madre del doncel ignoraba el reciente noviazgo entre ellos, y Jungkook no estaba muy seguro que decir en esos momentos.

- Madre, Jungkook y yo somos novios- exclamó el rubio un poco ansioso mordiendose los labios.

La mujer enarco una ceja, ante la reciénte confesión de su hijo-¿en serio Tae? cielos no me lo habías contado-
¿le gustaria pasar unos momentos señor Jeon?.

- Me encantaría pero debo regresar a mi apartamento, será otro dia- sonriendo.

- De acuerdo, encantada de conocerlo señor Jeon, los dejo solos debo entrar a la casa, guiñanole el ojo a Taehyung.

Cuando se quedaron solos nuevamente, el doncel se acerco a Jungkook tímidamente.

-Te debo una disculpa Kook, aún no le había dicho a mi madre de lo nuestro, además planeaba presentartela adecuadamente.

- No tienes que disculparte Tae, comenzamos nuestra relación apenas unas semanas, es comprensible que no
se lo dijieras- acariciando su rostro- tu madre es muy hermosa y encantadora, ahora se de donde sacaste la belleza.

- No te cansas de adularme no es asi-mordiendose los labios.

- Jamás Tae, jamás me cansaré de admirar tu extraordinaria hermosura- tomandolo nuevamente de la cintura, dejando un corto beso en sus labios.

- Kook, creo que es mejor que te marches ya es noche.

- ¿Estás corriendo a tu novio Tae?- enarcando una ceja, tomándolo de la cintura con posesividad.

- !Que! no- sintiendose avergonzado.

Jungkook solto una pequeña risa,
al ver a Taehyung avergonzado.

- Te ves tan adorable así precioso- observando sus bellos ojos, a media luz de la noche.

- Kook, si sigues diciendome esas cosas,
harás que me ponga nervioso.

- Ok, es hora de marcharme, hasta mañana Tae- despositando un tibio beso en su mejilla- buenas noches precioso.

-Buenas noches Jungkook.

Cuando el automóvil de Jeon se había marchado, Taehyung entro a la casa, encontrando a su madre con una taza humenate de té en las manos, con una sonrisa ladina.

- ¿Así que tienes novio he? ¿es el mismo empresario quien se divorcio de su mujer y él que te inspiro a escribir tu nuevo libro Tae?.

- Es el mimo madre.

- Cielos hijo, vaya que es una sorpresa, se ve que es un hombre maduro y agradable, estoy feliz por ti cariño.

-Si lo es, aunque siento un poco de miedo.

- ¿Porque cariño?.

- Bueno, él ya tuvo su primera pareja
la cuál termino en malos términos,
para Jungkook estar conmigo es completamente nuevo y no se si en verdad yo cumpla con sus expectativas,
lo cuál me dolería porque en verdad me gusta muchísimo.

- Oye cariño, no digas esas cosas,
tu eres un ser maravilloso, claro que cumplirás todas sus espectativas, y aquí lo más importante es que el pueda cumplir las tuyas, además se nota que está enamorado de ti cielo.

- Madre es muy prematuro para que digas eso, recién hemos empezado a conocernos.

-No lo es Tae, hay cierto brillo en sus ojos, y una vieja como yo no sé equivoca.

- No lo sé madre, tengo mis miedos,
¿y que tal si soy yo el que termina más enamorado? y que tal si no llegara a funcionar como sucedió contigo y papá- Taehyung se mordió los labios ante
la imprudencia que cometió con sus últimas palabras.

- Lo siento madre no quise decir eso.

Pero la mujer negó con la cabeza dejando la taza de té en la mesita de la sala, acercándose a su hijo, tomando de las manos.

- Escucha Tae, ya te lo he dicho en anteriores ocasiones, a veces el amor
es como las raíces de los árboles, si no tiene suficiente profundidad en la tierra, y no son alimentadas con sus respectivos nutrientes, la pequeña planta termina muriendo, eso nos pasó a tu padre y a mi.
Pero eso no significa que te a ti te suceda lo mismo, entendío que sientas inseguridadades hijo, estas en todo tu derecho de tenerlas, pero si no arriezgas no sabes si ganarás Tae.

- Gracias por tus palabras madre.

- No tienes nada que agradecer hijo, siempre me tendrás cuando necesites
un consejo, y me debes una cena con Jungkook quiero conocerlo más.

Taehyung asintio con una pequeña sonrisa y ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.
El doncel se sentó en la esquina de su cama meditando todo lo que su madre
le había dicho, y pensando en Jungkook.
Era increíble todas las emociones que el peligris lo hacia sentir, se sentía aterrado y al mismo tiempo muy feliz,
se tocó los labios con las yemas de sus dedos y sonrió como un adolescente recordado el rastro de los besos que Jeon recién le había dado y su aroma varonil que habia quedado impregnado en su ropas.

Se quitó el collar y lo guardo en la gaveta de su mesita de noche, y sonrio por el lindo detalle que Jungkook había tenido con él, jamás se imagino que él peligris se había percatado de lo mucho que le había gustado esa collar en aquel viaje,
pero lo que Taehyung ignoraba era que ese bonito detalle era apenas el comienzo de muchos.

Como la mañana siguiente cuando Taehyung llegó a su oficina y se encontro con hermoso ramo de rosas frescas en su escritorio.
Taehyung tomo la pequeña nota que había en él, y sonrió cuando leyó la dedicatoria.

" Buenos días mi hermoso Tae, pase toda la noche pensando en ti, este ramo de
rosas es para que recuerdes que estás todo el tiempo en mi mente.
Jungkook.

- Vino temprano en la mañana a dejartelas- interrumpio SeoJoon sonriendo, entrado a la oficina.

Taehyung se sonrojo ante las palabras de SeoJoon.

- ¿Tu ya lo sabes Seo?- exclamó el doncel sonriendo nervioso.

- Claro, creo que media empresa
lo sabe- soltando una pequeña risa.

- !Ay no que vergüenza!- tapándose el rostro con ambas manos.

- El amor jamás será una vergüenza Tae, se nota que le gustas mucho, y
me alegro por ambos, sobre todo por Jungkook antes era un tipo muy amargado pero desde que tú llegaste a
su vida, a cambiado muchisimo, se ve más tranquilo y feliz.

- ¿Lo dices en serio?.

- Absolutamente, por cierto me pidió que le avisará cuando llegaras, pero creo que gustara más si le das una sorpresa- guiñendole el ojo.

Taehyung sonrió ante las palabras de SeoJoon y se dirigio hacia la oficina de Jungkook.
Cuando llegó le pregunto a Rose si podía pasar, y la chica que le dijo que el jefe lo estaba esperando.

El doncel tocó le dio un par de toques a la puerta, abriéndola despacio.

- ¿Kook puedo pasar?.

Jungkook estaba en su escritorio revisando unos documentos, y su
rostro se iluminó al ver al doncel.

- Hola Tae, ¿como amaneciste?¿te gustaron las flores que deje en tu oficina?.

-Si Kook, me gustaron mucho,
¿pero no te parece que es un poco exagerado? es el cuarto ramo de flores que me envías en la semana.

- Jamas es una exageración si se trata de ti Tae, además tú me diste permiso para ser todo lo romántico que quisiera- enarcando una ceja.

- Si lo sé, pero aún así estás siendo un poquitin exagerado- sonriendo divertido.

- Ven acá - hablo Jungkook
palmeando sus piernas para que él doncel se sentara en ellas.

El escritor sonrió tímidamente dudando en hacerlo- esto no es apropiado Kook.

- ¿Y porque no precioso? ahora eres mi novio- sentandolo en sus piernas, acariciando suavemente su cintura dejando un rastro de besos húmedos en su cuello.

- Y Taehyung cerro los ojos ante las caricias de Jungkook, dejándose llevar por las suaves lamidas que estaba recibiendo en su cuello, y hasta esos momentos el doncel no se habia percatado que esa era una de sus zonas
erógenas pues los vellos de su piel cobraron vida, y jadeo cuando Jungkook siguió recorriendo su piel hasta llegar a sus hermosas clavículas, y fue allí donde el escritor se estremeció más.

- ¿Te gusta hermoso?- hablo Jungkook en medio de los besos con la voz más grave de normal, y Taehyung apenas y pudo fórmular un 'si' nublado por placer del momento, y el peligris continuo con su labor subiendo nuevamente encontrandose con los labios del doncel
y atrapo esa boca, devorandola de una manera más posesiva y Taehyung le correspondío con la misma intensidad, sin abrir los ojos en ningún momento dejandose llevar sin más.

Y Jungkook bajo su mano hasta la parte baja de la espalda del escritor, sin soltar esa dulce boca que tanto le gustaba, y al notar que Taehyung no puso ninguna objeción, fue el pase libre para que Jeon bajará una de sus manos hasta el muslo derecho de Taehyung y lo apretada con firmeza, logrando sacar un nuevo gemido de la boca de Taehyung,
acto que solo produjo que Jungkook se enciendiera más, separándose del beso por unos segundos.
Observadolo tan sexy y excitado gracias a él, y volvió a tomarlo nuevamente atrapando su lengua está vez en un beso más ardiente.

- Tae me vuelves loco- hablo jadeante, metiendo sus manos debajo de la tela, tocando la tersa piel del doncel, y Taehyung se estremeció y perdio todo rastro de cordura, al sentir las manos de Jungkook acariciando su piel descaradamente.

Y esta vez fue Taehyung quién tomó la iniciativa en medio de los besos, desabotonando uno de los ojales de la camisa de Jungkook buscando más contacto con la piel, porque lo ansiaba,
porque lo necesitaba, porque Jungkook lo hacía sentir en el mismo cielo, con cada una de sus caricias, porque esa sensación tan placentera no se comparaba en nada a sus escritos.
Y ambos hubiesen seguido en su derroche de pasión, si no fuera porque fueron interrumpidos por el toque de la puerta.

Y Taehyung se bajó rápidamente del regazo de Jungkook, componiendose las ropas avergonzado.

- Adelante-hablo Jungkook con él mismo nerviosismo que el doncel,
talvez igual o talvez peor.

- Compermiso, aquí está el café y el té de canela que me pidió, por cierto el jefe de la editorial en Londres llamo para recordarle de su viaje.

Jungkook se puso serio al recordar ese viaje que debía realizar.

Cuando la chica se retiro, Taehyung se iba sentar enfrente de Jungkook, pero él peligris lo volvió a tomar nuevamente sentandolo en sus piernas.

- Kook, tu secretaria puede volver a entrar- en tono serio.

- No lo hará, y si es así no me importa, Tae quiero pedirte algo.

- ¿Dime?.

- En unos días debo viajar a Londres, por una fusión que tendré con una editorial, quiero que vayas conmigo.

- Pero Jungkook y mi trabajo aqui- frunciendo el ceño.

- SeoJoon se puede encargar de eso,
ven conmigo Tae, puedes llevar tú laptop y continuar con tu novela allá.

- Kook..

- No quiero estar solo allá Tae, Londres me trae malos recuerdos, y si tú estás conmigo tendré el valor para cerrar ese ciclo definitivamente.

- ¿Es por tu ex mujer no es así?- te recuerda el mal momento que viviste en ese lugar.

Jungkook asintió con la cabeza- lo siento Tae, se que es mucho lo que te estoy pidiendo y es muy egoista de mi parte..

Pero Taehyung lo interrumpio con un dulce beso en los labios.

- Iré Jungkook, iré a ese viaje y me encargaré de crear nuevos y bonitos recuerdos contigo.

Y Jungkook sonrió ante las palabras de Taehyung- gracias mi hermoso Tae,
y yo me encargaré que ese viaje sea inolvidable para los dos..

Y posiblemente así sería, porque ambos corazones se necesitaban el uno al otro,
y aunque aún no se daban cuenta, se estaban enamorando cada día más.

Capitulo dedicado a:
Koreans_9
guiselaf4
luzicruz
Aurymardiaz
( ˘ ³˘)♥

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