𝟬𝟭𝟰 | anxiety on the surface

「𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟏𝟒」
❛ansiedad en la superficie❜
...first season...

De alguna forma todo esto es tu culpa...

Edén no deja de repetirse eso una y otra vez, la misteriosa desaparición de su hermana le provocaba un sentimiento desagradable de culpa.

Era su responsabilidad cuidar a Daisy y había fallado.

Tras buscarla con desespero en las calles del mundo vampiro, la castaña no lo dudo ni un segundo y dio aviso a los guardias vampiros de lo sucedido.

Para su mala suerte ellos sabían perfectamente donde estaba su hermana... Lo cual no fue nada alentador escuchar.

Daisy no solo estaba desaparecida, se encontraba en el Vampi Limbo.

Debido al impactante suceso, se le otorgo un permiso a Edén de ir al mundo mortal para informar a su familia...

¿Cómo le dices a tus padres que tu hermana se encuentra en un abismó entre la vida y la muerte y que nunca la volverán a ver?

Al llegar a su casa sentía miedo de tocar la puerta, levanto la mano pero no pudo hacerlo.

En cambio, una mano masculina a su lado golpeo la puerta repetidas veces.

Las emociones fuertes la abrumaron tanto que se olvidado por completo de los hermanos Vladimoff.

Ellos no la dejaron sola ni un solo segundo.

Edén pese a su estado volteo a verlos con una sonrisa. Las palabras lindas no eran lo suyo, pero si los gestos

Y ese significaba mucho.

La puerta de la casa O'bryan se abrió dejando ver a toda la familia reunida en la sala.

── ¡Hija! ── Grito Ana corriendo a abrazarla ── ¿Qué haces aquí? No me digas que te escapaste...

── No mamá ── Dijo con dificultad mientras era asfixiada por los brazos de su madre.

No era fan de los abrazos, ni de cualquier forma de contacto físico. Pero en aquel momento lo necesitaba demasiado.

── ¿Dónde esta Daisy? ── Cuestiono Ulises con preocupación.

── Ella... ── Balbuceo mientras intentaba contener su ansiedad ── Ella esta en el Vampi Limbo ── Soltó.

Sus padres soltaron un grito de desespero. No hacia falta explicarles nada para entender el peligro en el que estaba su hija.

── ¿Qué significa eso? ── Pregunto Vicente sin comprender.

── Significa que Daisy esta perdida y no la volveremos a ver ── Chillo María alterada.

Edén se dejo caer en el sillón de la casa, su mirada se encontraba perdida mientras pensaba en todo lo que pudo hacer para evitar esto.

Daisy... ¿Por qué nunca me escuchas?, pensó agachando la mirada.

Se desconecto por completo de la realidad colocando ambas manos en su rostro.

No logro ver el momento en que su padre corrió al laboratorio en busca de un libro antigüo.

Lo hojeo rápidamente en busca de respuestas.

── Según este libro de 1200, hay un portal que se abre cada determinado tiempo y lo hace por 24h ── Informo Ulises soltando un suspiro.

── Debemos ir a rescatarla, yo iré ── Se apresuro a decir Edén saliendo de sus pensamientos.

── No puedes ir tu ── Hablo Lamont ── ¿Qué tal si te quedas allá con ella? Tus padres no pueden perder a sus dos hijas.

Mont miro a la castaña directo a los ojos mostrando su preocupación... no solo sus padres la perderían, el también lo haría.

── El tiene razón, yo voy por ella ── Se aventuro Mirco.

Todos los presentes se miraron entre si pero nadie objeto antes su solicitud. Ni siquiera su hermano.

Claro que le preocupaba, pero lo creía lo suficientemente capaz como para salvar al amor de su vida. No importaba lo mucho que intentara detenerlo, seria inutil.

── Mirco tienes dos horas para ir a rescatarla ── Informo Ulises mirando con seriedad al joven.

Si no lograban salvarla en ese corto tiempo, debían esperar 500 años para poder cruzar de nuevo al Vampi Limbo.

En aquel momento, la familia O'bryan deposito toda su confianza en el joven vampiro para ir a rescatar a Daisy.

El padre de las jóvenes se encargo de darle todas las indicaciones, pero antes de que este se fuera, Edén se acerco a el para despedirlo.

── No me agradas ── Dijo la chica mientras lo miraba ── No creo que llegues a agradarme, pero... confió en ti para traer a mi hermana de vuelta.

Mirco sonrió de lado al mismo tiempo que colocaba sus manos en forma de cruz sobre su pecho dando una pequeña reverencia.

── Si regresas sin ella, te matare ── Advirtió con un tono serio ── No me importa que seas vampiro, encontrare la manera de hacerlo.

Lamont quien estaba escuchando la conversación no logro evitar reírse ante eso.

Si que era una chica decidida.

Finalmente el mayor de los hermanos Vladimoff salió volando dejando a la familia expectante a la llegada de su hija.

── Todo estará bien ── Dijo Mont.

Le dedico una mirada cálida a Edén acompañada de una media sonrisa. La chica por primera vez le devolvió la sonrisa de manera natural.

Era un gran avance en su relación imaginaria.

Unos minutos mas tarde, la castaña se encontraba dando vueltas por la sala en espera de alguna noticia.

Sentía como la incertidumbre la devoraba poco a poco. Era una sensación horrible, tanto que le calaba los huesos.

De pronto... Daisy entro por la puerta principal seguida de Mirco.

Sus padre la recibieron con un enorme grito de alegría mientras corrían a abrazarla. Edén no reacciono de manera instantánea al igual que su familia...

Se quedo observando la escena desde lejos. Aun no terminaba de procesar que su hermana estuviera de vuelta.

Cuando se sintió lista camino hacia ella dándole un enorme abrazo. Cosa que sorprendió a todos, pero al mismo tiempo les causo ternura.

── Te extrañe mucho boba ── Dijo Daisy con una sonrisa.

── Yo también ── Suspiro Edén.

Al fin se sentía aliviada. El estar lejos de su hermana tanto tiempo le había afectado.

La necesitaba, ambas se necesitaban.

Ninguna de las dos lograba admitirlo, pero no podrían vivir una sin la otra.

Se complementaban de una extraña manera que solo ellas entendían.

Unos minutos mas tarde los hermanos Vladimoff se despidieron de la familia.

Los O'bryan deseaban pasar tiempo de calidad con sus hijas después de estar tanto tiempo lejos.

Las hermanas se quedaron a solas en la sala en compañía de sus padres.

Daisy a pesar de estar de vuelta en el mundo mortal junto a su familia y hermana, no se encontraba para nada contenta, al contrario, su cara reflejaba una profunda angustia.

Ana se sentó junto a su hija en el sillón tratando de comprender que ocurría, pero ella no dijo ni una palabra.

── Tranquila hija, ya encontraremos que decirle a Max ── Dijo Ulises tratando de reconfortarla.

── Es lo que menos importa en este momento ── Hablo finalmente ── Mirco me salvo del Vampi Limbo, y a cambio me obligo a que fuera su novia.

── ¿Que? ── Soltó Edén con incredulidad ── ¡Es un idiota! ¡No puede hacerte algo como eso!

Ana miro a su hija con severidad gracias al vocabulario que empleo. Pero la chica no parecía avergonzaba en lo absoluto.

Al contrario, su rabia crecía con cada segundo que pasaba.

Aquel vampiro se había aprovechado de la vulnerable situación para cumplir su capricho.

Ella no se quedaría callada.

── No Edén ── Hablo Ulises ── Se que planeas hacer algo y desde ahorita te digo que es una mala idea.

── Yo no... ── Trato de negar pero sus emociones eran bastante obvias.

Frunció los labios y se cruzó de brazos esperando alguna solución convincente.

── Trataré de arreglarlo ── Dijo Daisy después de unos minutos ── Lo haré por mi cuenta.

Desvió su mira hasta chocar con la de su hermana.

Su intención quedó muy clara, no solicitaba su ayuda. Eso ocasionó aún más preocupación en Edén.

Su hermana poseía el desastroso don de hace un problema simple en uno muy grande...































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Los Vladimoff volaron de vuelta a su casa. La ultima conversación que tuvieron con su madre antes de partir no había sido del todo agradable.

Sin contar el hecho de que Mirco uso sus poderes sobre ella sin ninguna restricción.

Pero esa no era su principal preocupación si no que los medio de comunicación vampiros no tardaba en enterarse de su reciente aventura...

No hay nada peor que estar en el ojo publico, siendo un "adolescente" estúpido.

── Estoy feliz que al menos uno de los dos pueda estar con una O'bryan ── Dijo Lamont mirando a su hermano con un gesto afligido.

── Pronto conquistaras a Edén ── Trato de alentarlo.

── Aunque me tome toda la eternidad ── Agrego El ── ¿Listo para los gritos? ── Cuestiono con burla al mismo tiempo que abría la puerta de su casa.

Entraron en su hogar con un aire despreocupado intentando no toparse con su madre, pero el gusto les duro poco.

La mujer se encontraba sentada en la sala esperando a sus hijos con un gesto molesto.

El único con el que los miraba últimamente.

── Miren quienes se dignaron a aparecer ── Hablo con un tono acido y poco amable ── El poder de Mirco me duro menos de lo esperado.

── Tampoco iba a ser tan intenso ── Mintió el mayor.

Lamont se quedo en completo silencio evitando la mirada acusatoria que su madre les daba.

── A si que ahora eres novio de Daisy O'bryan ── Dijo con desprecio.

── Estoy harto de que me leas el pensamiento, el consejo debería de suprimir tu poder ── Expreso con enfado.

La misma discusión de siempre.

Pero Mont estaba seguro que el gran malestar de su madre se debía a otra cosa, estaba actuando muy tranquila con el tema del noviazgo.

El joven se acerco hasta donde ella estaba. A un lado del sillón encima de una mesita decorativa se encontraba un periódico vampiro.

Lo tomo con curiosidad, entonces se dio cuenta de que trataba todo.

La terribles consecuencias de sus actor habían llegado antes de lo esperado.

── Maldición... ── Murmuro ── Gran estrella de rock rescata del Vampi Limbo a vampira novata hija de Ulises O'bryan ── Leyó el articulo.

Observo a su hermano entregándole el periódico. Mirco lo tomo sin darle importancia lanzándolo al sillón junto a su madre.

── No me importa que digan los diarios, solo me importa ella ── Musito caminando a su habitación.

── ¡Ya basta! ¡Deja de hablar como un adolescente que ya tienes 250 años! ── Grito Catalina parándose de golpe.

Los jóvenes miraron a su madre de manera sombría. Últimamente era muy agresiva con ellos.

Los quería y deseaba protegerlos del mal de amores, pero algo dentro de ella se removía cada que imaginaba a sus hijos con un O'bryan...

── Mamá ── Susurro Lamont al ver el arrepentimiento de la mujer.

── Lamento si grite ── Intento relajarse tomando aire ── Quiero que sepan que yo los entiendo, yo también fui muy feliz cuando creí que un O'bryan me amaba... y después... ── Guardo silencio.

El menor de sus hijos se acerco a ella para consolarla dándole un abrazo diminuto. Ella lo recibió felizmente.

── Lo que yo quiero que entiendan es que no quiero que les pase lo mismo que a mi ── Concluyo con un tono nostálgico.

── Mamá despreocúpate ── Hablo Mirco con un tono perturbadoramente calmado ── Daisy ya es mía, ella me dio su palabra.

Mont frunció el seño ante la respuesta de su hermano, algo no le estaba contando.

Era demasiado extraño que de un momento a otro, Daisy le prestara atención olvidando su amor por Max... ¿pero jurarle esa lealtad?

Se le revolvía el estomago al pensar de lo que su hermano era capaz con tal de tener a su amor.

Lo hacia cuestionarse si el era capaz de llegar a esos extremos... no definitivamente no, ¿verdad?

Catalina por su parte estaba dispuesta a aceptar la relación de su hijo mayor con Daisy, pero haría lo posible para que lo de Lamont y Edén jamar ocurriera.

Esa chica, a pesar de no ser hija biológica de Ulises era la que mas se parecia a el de sus tres hijos.

Mismos gustos, mismos gestos...

Se había encontrado con ella en pocas ocasiones pero las suficientes como para notar el parecido. Siempre que la veía, los recuerdos de su amor perdido invadían su mente.

No, de ninguna forma su hijo podría terminar enredado con ella.

Ironías de la vida eterna, los que no mueren se encuentran de una o de otra forma.
































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Toda la preocupación y sufrimiento se había desmoronado del ambiente gracias a la llegada de las hermanas.

El consejo vampiro le dio fin por completo a su castigo. No necesitaba regresar a ese horrible lugar.

Daisy ansiaba rencontrarte con sus amigos y sobre todo con mas, salió lo antes posible de su casa en dirección al colegio.

Edén por su parte prefirió quedarse en casa y descansar. Habían sucedido tantas cosas en tan poco tiempo que apenas podia procesarlo.

Su cuerpo le pedía a gritos un descanso, y su mente divagaba cada que recordaba el terrible sentimiento de casi perder a su hermana.

Su brazo comenzó a picar gracias a la ansiedad que acumulaba, pero antes de rascarse recibió un abrazo de su hermano menor.

── ¿Y esto? ── Dijo ella sonriendo de lado.

── Te extrañe ── Respondió con un tono avergonzado ── Si no regresabas de con esos espantosos vampiros ¿Con quien jugaría ajedrez? ── Su tono de volvió dramático.

── Tu eres muy malo en ajedrez ── Aclaro la chica con una sonrisa.

Aquel gesto no duro mucho ya que su mal estar regreso.

Trataba de tranquilizarse, pero no podia hacerlo cuando se trataba de su hermana...

Siempre que intentaba sacarla de un problema se las ingeniaba para meterse en uno nuevo, ahora debía resolver lo de su noviazgo falso con Mirco y su amor intenso por Max.

Su vida se había vuelto tan complicada desde aquel accidente que marco su destino...

¿Por qué debía ser vampiro?

Por una parte le gustaba y por otra lo odiaba con todas sus fuerzas, debía aprender a encontrar el equilibro entre esos dos pensamientos.

Fue sacada de sus pensamientos cuando Vicente la jalo del brazo hacia la parte de arriba de las escaleras.

Su lugar favorito para escuchar las conversaciones ajenas.

Catalina Vladimoff habia llegado a su casa sin aviso causándole una desagradable sorpresa a sus padres.

Edén y Vicente se quedaron en completo silencio mientras observaban la desastrosa escena que estaba por comenzar.

── ¿No les parece increíble? ── Cuestiono la mujer con ironía ── Nuestros hijos amándose como alguna vez te ame yo ── Miro a Ulises.

Este simplemente la ignoro retrocediendo unos pasos. Ana la miro de mala manera..

── La vida juega de maneras muy extrañas, de pronto todo esto que viviste fue simplemente un desvió para llegar a tu destino final ── Continuo coqueteando.

A catalina no parecia importarle que su esposa se encontrara en la misma habitación.

Edén negó con la cabeza harta de la actitud de la mujer con su padre.

── Soy científico y no creo en el destino ── Agrego con amargura ── Uno se labra su propio camino.

── Entonces porque nunca te saliste de este camino tan lúgubre y aburrido ── Respondió con desprecio ── Mejor hubieras escogido uno mas deslumbrante, con mas aventuras...

Ya, era suficiente.

El humor de Edén no era el mejor en ese momento para escuchar como menospreciaban a su madre de esa forma.

── ¡Porque mejor no te callas gallina con colmillos! ── Grito la castaña desde la escalera.

Se gano una mirada de sorpresa por parte de sus padres. Ana intento ocultar su sonrisa pero fue inevitable.

Catalina se acerco indignada a la joven mirándola fijamente. Era tan insolente, mal educada e impulsiva...

── ¿Cómo me dijiste? ¡Discúlpate ya! ── Pidió de mala gana sin despegar su vista de ella ── ¡Eres una insolente!

Edén frunció el seño pero en ningún momento bajo la mirada. No temía a las consecuencias, solo deseaba un minuto de paz.

Negó con la cabeza.

Ulises se acerco a ella y la tomo por los hombros suavemente intentando calmarla.

Catalina al observar esa imagen pudo notar a un mas sus semejanzas provocando que se le formara un nudo en la boca del estomago.

── ¿Sabe que? Mi hermana no quiere nada con Mirco, sencillamente el la obligo a ser su novia para salvarla ── Soltó molesta.

── ¡No seas ridícula! El no necesita a una vampira histérica, porque todas las vampiras del submundo se mueren por el ── Vocifero dando un paso adelante ── Al igual que por Lamont.

De inmediato los ojos de la castaña se tornaron de un rojo intenso y sus colmillos brotaron de sus encimas luciendo a un mas amenazante.

Su madre de inmediato se coloco entre ella y catalina, sin darle oportunidad a la mujer de responder al agresión.

La mujer le dedico una ultima mirada de desprecio a la castaña antes de salir de la casa.

── ¡Por Drácula, que castigo! ── Se quejo Ana ── Prefiero morirme y ser mortal antes de tener a esa consuegra por toda la eternidad.

── Mamá no digas eso ── Murmuro Edén después de calmarse ── Es una persona que no vale la pena.

── Hija... ── Hablo su padre aun sorprendido ── Estuvo muy mal la manera en la que actuaste ── Regaño.

Pero simplemente recibió una mirada de desaprobación de su esposa.

Ella no culpaba a su hija, al contrario le agradecía que la defendiera de tal manera..

Edén le dedico una mirada fulminante a su padre antes de subir las escaleras.

No solía perder el control tan fácilmente, pero una vez que lo hacia era difícil detenerla.

── Ese fue un gran espectáculo hermanita ── Dijo Vicente desde la parte alta de la escalera.

El infante estuvo escuchando y observando la gran pelea desde primer plano.

Soltó una risa tras ver la cara molesta de su hermana, le divertía verla tan sobreprotectora.

La castaña le dio un golpecito en la cabeza mientras se esforzaba por no sonreír.

Su hermanito siempre la hacia sonreír.
































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

La tarde transcurrió con mas tranquilidad de lo esperado. Ulises y Ana decidieron olvidar lo sucedido con Catalina...

Aunque la mujer solía ser muy celosa con su marido y difícilmente se olvidaría de ese incidente.

Odiaba tener a esa familia cerca, pero no podia tomar la libertar de prohibirle a sus hijos relacionarse con ellos.

Daisy regreso apurada del colegio, al entrar a su casa no se tomo la molestia de saludar a sus padres, corrio directamente al cuarto de su hermana.

Al entrar noto que todo estaba en perfecta calma, se acerco al ataúd y comenzó a tocar con desesperación.

── ¡Ya basta! ¡Detente! ── Pidió Edén al mismo tiempo que abría la puerta del mismo ── ¿Qué es tan urgente?

── Todo salió perfecto con Max, me creyó por completo la historia del truco de magia ── Le conto su hermana entusiasmada ── Pero ahora Mirco esta presionándome mas con la relación.

Edén bufo rodando los ojos a la par.

No deseaba recordar su encuentro con Catalina y mucho menos el asunto pendiente con ese estúpido vampiro.

── Dejaste en claro que no querías mi ayuda, ¿Qué harás entonces? ── Cuestiono con un tono de preocupación.

── Lucia me hizo un cronograma para dedicarle tiempo a Mirco y Max ── Respondió ella no muy convencida.

── ¿Cronograma? ¿Lucia? ── Repitió irónicamente.

Realmente no estaba de humor para lidiar con su hermana... ¿Por qué estaba tan irritada?

No podia dejar de pensar en lo irresponsable que era su hermana al no poderle un alto a esto, las consecuencias de sus acciones siempre terminaban perjudicándolas a las dos.

Todo se lo tomaba como un juego y una broma. Pero era tiempo de madurar.

── Todo esto saldrá mal ── Replico con molestia ── Cuando uno de los dos se de cuenta...

No logro terminar la frase ya que fue interrumpida por su hermana, la cual estaba cansada de sus negativas.

── ¡Eres una exagerada! ¡Tengo todo bajo control y sin tu ayuda! ── Vocifero ella alterada ── Puedo hacer las cosas por mi cuenta.

── Claro que no, hasta tuve que romper las reglas vampiras por ti ── Recrimino la castaña.

── Nadie te lo pidió... ── Dijo Daisy cruzándose de brazos

Edén le dedico una mirada incrédula. No entendía el porque de su respuesta.

── ¡Eres una egoísta! Hago todo por ti y no te importa en lo absoluto ── La voz de Edén se quebro ── Soy una tonta.

Se negaba a mostrar su vulnerabilidad y lo mucho que le había afectado la apatía de su hermana.

── Es que eso hacen las hermanas ── Respondió sin tomarle importancia.

La castaña no deseaba continuar con esa conversación sin sentido, empujo a Daisy fuera de su cuarto cerrándole la puerta en la cara.

A pesar de tener la misma edad, ella era una niña inmadura...

Pero apartar de ahora, iba a dejar que ella afrontara sola sus problemas.

Era su hermana, pero no su responsabilidad.




















──────── AUTHOR'S NOTE 🦇

Hola, ¿Realmente leen esto? Siendo sincera espero un opinión al respecto, este capítulo no me terminó de agradar, no me gustó jajajaja pero si a ustedes si, me confirmó.

Los invito cordialmente a seguirme, para que no se pierdan de ningún anuncio de esta historia. Voten y comenteeen ❤️✨

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