𝟬𝟭𝟬 | the pains of love

「𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟏𝟎」
❛los dolores del amor ❜
...first season...

Otra vez aquella extraña alucinación.

Una mujer misteriosa, un castillo victoriano y sangre, mucha sangre. Lo peor de todo era que Edén tenía el sentimiento de conocer a esa vampira...

Y no solo eso, si no tener algún tipo de ¿Conexión?

Cada vez que esas imágenes regresaban a su mente sentía tanta angustia y desesperación, pero a su vez una calma.

Era mas confuso cada vez. Decidía no prestarle atención, pero cada vez era mas recurrente y eso le aterraba.

Pobre vampirita...

Las clases en el colegio transcurrieron de manera normal, sin tomar en cuenta la gran nube rosa que envolvía a Daisy y Max...

Era tan agobiante estar junto a ellos, el mundo desaparecía y solo podían apreciarse entre sí.

No estaban al tanto de lo que pasaba a su alrededor. No les importaba.

Si de por si, la escuela ya era demasiado mala, imagina estar rodeada de una pareja extremadamente cursi.

Las clases estaban por finalizar cuando Edén recibió una llamada inesperada. Para su sorpresa el numeró pertenecía a la red vampira.

Rápidamente se fue a esconder al baño de chicas. Ya que las llamadas de los vampiros eran un tanto particulares.

Una vez que se aseguro de estar completamente sola, acepto la llamada.

De la pantalla del celular salió un holograma de tonalidades rojas aparentando ser una computadora, y en ella se lograba ver a la persona que llamaba.

Lamont Vladimoff.

── ¿Hola? ── Cuestionó a manera de saludo, pero sorprendida ── ¿Cómo obtuviste mi numero? ── Pregunto nuevamente.

── Zaira ── Dijo el joven al otro lado de la pantalla con una sonrisa ── ¿Nos has recibido alguna noticia... vampira? ── Preguntó con cautela.

── ¿A qué te refieres? ── Respondió Edén sin comprender.

Lamont solo negó con la cabeza y una pequeña sonrisa.

Se alegraba que la noticia de que el y su hermano estaban enamorados de las O'bryan aun no llegara a ella.

Aunque sabia que era cuestion de tiempo, le aterraba su reacción. Pero estaba dispuesto a disfrutar de esa breve llamada.

Lograba apreciar totalmente a la chica a través de la pantalla.

── ¿Para que me llamabas? ── Cuestionó la joven un poco impaciente tras no obtener respuesta del chico.

Quedaba claro que la amabilidad no era una de sus cualidad.

── Te quería recordar que hoy es el examen de la escuela vampiro, y preguntarte si necesitabas ayuda con algún tema... ── Dijo él con un tono amable.

── No, gracias. Estudié mucho y estoy segura de que me irá bien ── Alardeo ella con una sonrisa orgullosa ── Espero que a Daisy también.

── Ojala, porque te advierto, si pierden el examen tienen que hacer una recuperación y no es sencilla ── El tono de voz de lamont se volvió más lúgubre.

Edén frunció un el ceño tras las palabras del chico. Tenía un poco de miedo al preguntar.

Sabía que su ansiedad no la dejaría tranquila hasta saberlo, pero como si el leyera su pensamiento no dejo que preguntara y le dio una respuesta inmediata.

── Se trata de vivir 48 horas en el mundo vampiro ── Concluyó el.

── No me desagrada el mundo vampiro, pero me volvería loca estando tanto tiempo allá ── Aseguró ella con una sonrisa.

── Mucha suerte ── Deseo Lamont antes de colgar la llamada.

Aunque deseaba poder hablar con ella por toda la eternidad, prefería mil veces tenerla de frente...

Edén sonrió de lado mientras guardaba el contacto de chico.

Salió del baño en busca de su hermana.

No tardó mucho tiempo en encontrarla, estaba junto a la salida del colegio tomada de la mano con Max.

Aquí vamos de nuevo...

── Daisy tenemos que irnos ── Se precipitó a decir la castaña interrumpiendo al conversación ── Debemos estudiar para el examen.

── Pero no tenemos ningún examen ── Hablo Max confundido.

Las hermanas se voltearon a ver pensando en que mentira decirle al joven.

¿Porque tenía que ser tan entrometido?

Un dia de estos se volverían locas por mentir tanto.

── No te había contado, estamos estudiando... ¡Gaélico! ── Soltó Daisy desesperada con una sonrisa nerviosa ── Es el idioma de nuestros antepasados.

Max miró a las chicas también con una sonrisa no muy convencido de que lo que decían.

Edén asintió con la cabeza dándole la razón a su hermana. De tantas cosa que pudo inventar, tuvo que decir eso. No era muy convincente.

De pronto, una mujer con micrófono en mano se fue acercando a ellas seguida de varias cámaras.

Se trataba de un grupo de reportaron góticos... o mejor dijo vampiros.

Esto no esta pasando, esto no esta pasando. Se dijo la castaña a si misma tratando de calmarse.

── ¡Y aquí estamos con las hermanas O'bryan! Las celebridades del momento, las niñas que todo el mundo quiere entrevistar y nosotros las tenemos en exclusiva ── Comentó la mujer ── ¿Nos contestarían unas preguntas para Vampichismes?

La periodista acercó el micrófono a Edén y ella por instinto lo empujo alejándolo de su cara haciendo una mueca de desagrado.

Volteo a ver a su hermana rápidamente sin creer lo que estaba pasando o lo que estaba apunto de pasar.

Poco a poco todos los estudiantes del colegio comenzaron a acercarse y verlas fijamente.

Odiaba ser el centro de atención.

La ansiedad comenzaba a apoderarse de ella a medida que las miradas curiosas se multiplicaban.

Daisy al tanteo busco la mano de su hermana para tomarla con fuerza y darle tranquilidad...

── Cuéntenos por favor que se siente ser las novias de los hermanos más deseados del mundo ── pregunto nuevamente la mujer.

Ahora el micrófono apuntaba directamente a la menor de las hermanas. Daisy no pudo evitar hacer una expresión de sorpresa ante eso.

── ¡Estoy hablando de Mirco y Lamont! ── Hablo nuevamente la periodista ahora mirando a la cámara ── Ya que ellas son las novias de los hermanos Vladimoff ── Aseguro.

Con que esta era la estupida noticia de la que hablaba Mont.

Edén no pudo evitar sentir un enojo crecer en ella, apenas si conocía a ese vampirito y ya andaba diciendo que eran novios.

¡Ni es sus más grandes sueños!.. bueno, el no sueña.

Mientras se encontraba distraída con sus pensamientos. Daisy y Max discutían sobre la reciente falacia de los reporteros.

El joven de la Torre no pudo evitar sentirse inseguro ante la posibilidad de un engaño por parte de Daisy.

Era un pecado tan solo pensar en eso, la joven estaba mas que enamorada de el.

── ¡Vámonos! ── Ordenó Edén viendo a su hermana.

Ella no se detuvo a contradecirla ya que seria inutil.

La rabia desbordaba de los ojos de la castaña como para atreverse a pelear con ella.

── ¿A dónde vamos? ── Preguntó Daisy tratando de seguirle el paso.

── A resolver esto ── Declaró Edén con seguridad.































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Un momento más tarde las hermanas se encontraban vagando en el mundo vampiro.

Edén camino por las calles seguida de su hermana en busca de los Vladimoff, hasta que recordó el bar donde los vio por primera vez.

Se dirigió al lugar tratando de evitar lo mas que podia a al gente.

── Señorita una pregunta, ¿Ha visto a Mirco o a Lamont Vladimoff? ── Cuestiono Daisy a una de las meseras.

Ella solo negó con la cabeza mientras veía a las hermanas sorprendida. La noticia voló tan rápido que ya eran conocidas en el mundo vampiro.

Se fueron ganando las miradas de todos los presentes en el bar. Las cuales no eran para nada discretas.

Por Drácula, Se lamentó Edén mientras soltaba un suspiro pesado.

¿Cuando terminaría aquella tortura?

Estar escuchando chismes de ella no era su pasatiempo favorito.

De repente, por su espalda se acercó la misma reportera de hace rato. No planeaba dejarlas en paz hasta obtener una entrevista exclusiva.

Si que eran todos unos vampiros sedientos de información.

── ¡Tenemos miles de preguntas para hacerles! ── Dijo la reportera acercándose a ellas ── ¿Como conocieron a los hermanos? ¿Planean tal vez casarse y tener vampiritos? ── Arqueo una ceja.

Daisy se quedo congelada ante el bombardeo de preguntas, mientras que Edén hacia una mueca de disgusto mirando a la reportera.

¿Había personas mas desagradables que los reporteros? Si, los hermanos Vladimoff.

Su enojo hacia ellos solo crecia mas y mas...

── Bueno, entiendo que no quieran hablar de eso, sabían que la presidenta del club de fans las declaró personas no gratas ── En su tono de voz se notaba el morbo ante la reacción de ellas.

La castaña rodo los ojos. No le importaba mucho lo que la gente opinara de ella, pero eso era solo un mal entendido. Uno muy malo.

Le arrancaré los colmillos a ese niño bonito.

Justo en ese instante un grupo de vampiras adolescentes entró al lugar con paso firme hasta quedar frente a las hermanas.

La reportera se hizo a un lado indicándole al camarógrafo que grabara todo.

Se trataba del despreciable y toxico grupo de fanáticas de Mirco.

── ¿A si que tu eres la noviecita de Mirco? ── Dijo la líder viendo a Daisy con desprecio.

Antes de que pudiera dar una respuesta, Edén dio un paso hacia adelante para queda en medio de ella y su hermana.

El instinto protector de hermana mayor salió a flote...

── ¿Y tu? ¿Eres la novia de Lamont, cierto? ── Cuestiono con ironía ── Me cuesta trabajo creer que espero tanto para encontrar el amor y se terminó fijando en ti... que mal gusto.

Esas palabras fueron como jugar con un fosforo cerca de una barra de dinamita.

── ¡Basta! ── Gritó Edén molesta ── No se de donde sacaron eso, pero yo no soy la novia de Lamont. ── Afirmó ──Ni Daisy es la novia de Mirco.

── Tiene razon, yo soy la novia de un mortal ── Agregó la joven con seguridad.

── ¿Se atreven a despreciarlos? ── Cuestionó la presidenta del club de fans indignada ── Les daremos su merecido.

Eso no podia ser bueno.

La líder se fue acercando con intención de golpearlas, pero rápidamente Daisy se hizo invisible para salir de ahí.

La chica quedó sorprendida mirando en todas direcciones en busca de ella.

Edén en medio de la desesperación apuntó sus manos hacia ellas lanzandoles una gran rafaga de aire dejandolas desorientadas.

Eso le dio tiempo para escabullirse y salir del lugar.

Todos los espectadores quedaron asombrados ante las habilidades de las hermanas.

Ahora serian conocidas por algo mas que un par de hombres.

── Debo admitir que eso fue grandioso ── Aclaró Daisy mientras se volvía visible a un lado de ella ── No debí dudar de ti cuando me contaste de tu otro poder.

── Yo tampoco me hubiera creído ── Dijo con una diminuta sonrisa.

Aun sentía la adrenalina en su cuerpo. Se sintió tan liberador usar sus poderes de esa manera.

Vicente tenía razón, aquello no era un defecto era un don con el cual podría divertirse mucho.

Solo esperaba poder encontrar una respuesta a eso... aún le intrigaba ¿Porque ella?

Desde que se convirtió en vampira toda su vida se había vuelto un caos. Esperaba que terminara pronto...































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Tras llegar a su casa se enteraron de las nuevas noticias.

La familia de la torre les había extendido una invitación a cenar a su casa esa misma noche, con la intención de conocerse mas gracias a la relación de sus hijos.

Cuando Edén pensó que su día no podia ir peor, llega eso.

No soportaba a los vecinos, eran muy entrometidos, vanidosos, criticones... y todo lo que odiaba de las personas en una sola familia.

Aparte de que Ana, había contratado una nueva empleada domestica para ayudarles en la casa. Por supuesto era vampira...

── ¡Papá, por favor no me obligues a ir! ── Pidió Edén viendo a Ulises arreglarse ── Voy a morir ── Soltó de manera dramática.

── Cachorrita, hacemos esto por tu hermana ── Dijo él de igual forma disgustado ── ¿Algo más te atormenta? ── Dijo viéndola a los ojos.

── ¿Crees... que soy extraña? ── Cuestionó juntando las cejas ── Diferente a los demás vampiros.

── Bueno, todos somos diferentes a nuestra manera... no se a que te refieres con eso ── Respondió sonriendo un poco para hacerla sentir bien ── Sin duda eres única.

── Dices eso porque eres mi papá y me amas, pero para los demás eso no está bien ── Aseguró sin hacer notar su preocupación ── Todo lo que me ha pasado desde que soy vampira es tan extraño e inexplicable...

Ulises trago un poco de saliva mientras pensaba como responder a eso, no podia negar que lo habia notado pero no deseaba preocuparse.

── Es cierto ── Afirmó con un tono serio ── Eres diferente, pero te prometo que todo esto tiene una explicación ── Le guiño un ojo ── Mientras, trata de no meterte en problemas.

Claro, como si eso fuera tan sencillo para ella, su hermana era un imán para los problemas.

── ¿Cómo explicas lo que pasó con Catalina? ── Cuestiono arqueando una ceja.

Ulises la miro con sorpresa.

Era algo que rondaba su mente desde ayer, sabía que no era común el repentino fallo de poderes.

Soltó un suspiro pesado y aparto la mirada de su hija.

── Porque mejor no te concentras en la cena y que en un al rato tienes un examen en el mundo vampiro ── Dijo su padre desviando el tema.

Ella entendió perfectamente que él no deseaba hablar de eso.

Unos minutos mas tarde, toda la familia O'bryan cruzó la calle para llegar a la casa de la familia de la Torre.

── ¡Wow Lynette! Nunca habíamos visto tanta comida junta ── Alago Ana mientras se sentaba a la mesa.

Miro a Edén y Vicente haciéndoles una seña para que se sentaran separados. Tenían la mala costumbre de siempre pelear en la mesa.

── Esta comida fue preparada, por el espectacular chef italiano de la televisión ── Informó la mujer ── Antes de iniciar, propongo un brindis ── Dijo finalmente alzando su copa de vino.

Todos los presentes hicieron lo mismo. La copa de Edén contenía agua en vez de vino, debido a que aún era adolescente.

Sin mucha gana levanto la copa sonriendo de manera falsa mirando a la mujer.

── Primero quiero agradecerles por haber venido, segundo de todo corazón deseo que esta cena sea el comienzo de una maravillosa amistad entre las dos familias ── Concluyó con una sonrisa.

── ¡Salud! y a comer ── Agregó desesperado su esposo Álvaro.

La familia de la torre comenzó a servirse la cena en su respectivo plato, mientras que los O'bryan solo observaban inquietos.

Si probaban algo de comida mortal su estómago lo pagaría caro.

Eran intolerante a todo eso, cosa que Edén lamentaba ya que era fanática de las hamburguesas.

── Por favor no sean tímidos, sírvanse ── Los alento Lynette.

Poco a poco comenzaron a hacerlo mientras se miraban entre sí. El único que estaba disfrutando de eso era vicente.

El pequeño mortal era capaz de comer cualquier cosa que se le pusiera enfrente.

En un descuido de los anfitriones, los vampiros aprovecharon para regresar la comida a las bandejas fingiendo haber terminado.

── Pero comieron rapidísimo ── Dijo la mujer sorprendida.

── Es que estaba muy rico ── Respondió Edén con amabilidad.

Mintió con tanta naturalidad, la realidad era que en cualquier momento podría vomitar.

Lynette sonrió con un poco de incomodidad. Eran una familia demasiado extraña.

Durante el resto de la cena, Max y Daisy se lanzaban miradas coquetas ignorando a todos los presentes.

Edén criticaba junto con su abuela de manera discreta. Mientras que los padres de la respectiva pareja charlaban entre si.

Belinda la hermana de Max actuaba demasiado extraño cuando estaba cerca de su cuñada. No le agradaba.

Bueno, no le agradaba nadie... pero menos ella por siempre ser la sombra de Marilyn la rubia insoportable.

Tras terminar la velada los O'bryan regresaron a su casa con un mal sabor de boca.

Había sido una verdadera tortura convivir tanto tiempo con ese tipo de mortales.

── Todavia tenemos tiempo antes del examen ── Dijo Edén mientras se dirigía junto con su hermana a su cuarto.

Al entrar a este fue sorprendida por un par de vampiros. Mirco y Lamont Vladimoff estaban esperandolas.

── Edén... ── Soltó Mont tratando de disimular su alegría.

Era consciente de que las hermanas estaban enteradas del desafortunado chisme que recorría todo el mundo vampiro... y aunque fuera cierto le preocupaba su reacción.

── ¡A ti te estaba buscando! ¡te arrancare los colmillos! ── Farfulló molesta mientras se acercaba a el con paso decidido.

El instintivamente camino hacia atrás tratando de alejarse de la joven, pero antes de que pudiera hacer otro movimiento choco contra una pared.

Edén se acerco lo suficiente acorralándolo. Lo miro con intensidad unos segundos sin decir nada.

No se le ocurrían las palabras perfectas para describir que tan enojada estaba con ellos.

Normalmente era muy ágil cuando se trataba de insultar a una persona, pero en ese momento no salia nada.

La castaña se alejo unos pasos de Lamont y lo golpeo en el brazo con fuerza.

── ¡Auh! ¡Eso me dolió! ── Se quejo mientras se sobaba el golpe.

── Esa era la intención, no acariciarte ── Habló finalmente con despreció.

Lamont continúo sosteniendo su brazo dedicándole una mirada discreta a la castaña.

── Ustedes arruinaron nuestra imagen, no podemos ni pisar el mundo vampiro ── Dijo Mirco después de presenciar la escena ── ¡Dijiste que preferías estar con un chico mortal a estar conmigo! ── Volteo a ver a Daisy.

── Yo simplemente dije la verdad, no se de donde saco la gente que ustedes eran novios de nosotras ── Contestó la joven.

Los hermanos se voltearon a ver brevemente.

── Yo si se de donde lo sacaron, se lo declare a los medios ── Informó el mayor de los hermanos ── Que estamos enamorados de ustedes...

Tenía un tono de voz decidido y no titubeaba al momento de decir la verdad.

Daisy y Edén chocaron miradas mientras procesaban lo que dijo Mirco.

Si bien tenían algún tipo de sospecha, el escucharlo era totalmente diferente

La castaña se quedo pensando unos minutos. Con todo lo que estaba viviendo, lo ultimo que necesitaba era a un vampiro mimado detrás de ella.

── Lamont ── Llamó su atención provocando que sus miradas se cruzaran. ── ¿Eso es cierto? ── Cuestiono.

Se quedo esperando una respuesta viendo con seriedad al chico.

El estaba congelado, era un poco irritante que ella fuera tan directa pero no podia negar que le gustaba aun mas.

La conocía hace poco tiempo pero si admitía sus repentinos sentimientos la alejaría....

Su corazón se aceleraba cada vez más mientras el tiempo transcurría.

── No, yo no estoy enamorado de ti ── Respondió finalmente con un tono firme.

Esa era a respuesta que Edén esperaba, pensaba que la haría sentir aliviada. Pero algo dentro de ella estaba mal... no se sentía mejor al escuchar eso.

── Perfecto ── Fingió una sonrisa.

El mundo está lleno de cobardes que fingen no sentir.

Edén O'bryan y Lamont Vladimoff estaban experimentando un torbellino de emociones, pero ninguno se atrevió a decir nada.

El tenia miedo de expresar lo que sentía y terminar asustandola.

Y ella no comprendía porque le dolió tanto que el negara su enamoramiento...















──────── AUTHOR'S NOTE 🦇

Hola, lamento mucho la demora. Estoy muy agradecida por que sigan leyendo apesar de tardar en actualizar....

Espero que les haya gustado el cap jejeje. No olviden votar y comentaaaar, los tqm ❤️

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