𝟬𝟬𝟰 | unchecked powers

「𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟎𝟒」
❛poderes sin control❜
...first season...

Las amigas deseaban quedarse más tiempo en la habitacion de Lucia viendo como Edén formaba pequeñas bolas de agua y las elevaba en el aire.

Pero se la hacía tarde para el colegio.

Daisy aún se encontraba envuelta en prendas de invierno para ocultar que todo su cuerpo era invisible.

Ahora las tres se encontraban camino a clases.

Cargaban consigo la preocupación de que alguien viera a Daisy... Por suerte Edén aprendió a controlar sus poderes rápidamente

O al menos eso era lo que pensaba.

── ¡Ay! el poder que les tocó están fantabulosisimos ── Exclamó Lucía emocionada ── Una puede hacerse invisible y la otra controla el agua.

── Seria mejor si el poder de Daisy funcionara bien ── Agregó la castaña.

La chica levanto la mano para quitarse el guante que la cubría, solo para darse cuenta de que seguía sin aparecer.

── Imagínese que Max me viera asi, ¡Se muere! ── Hablo Daisy alterada ── Por cosas como esta es que desearía ser mortal y tener que soportar esta vida una sola vez.

── lloriqueas luego, Max viene para acá junto con Alejandro ── Informó su hermana.

Tomo el guante y se lo colocó nuevamente a Daisy para luego voltearse en direcciona a la pared junto con Lucía, ignorando a los chicos.

Pasaron a su lado ignorandolas de igual manera. Alejo solo le dedico una mirada fugas a la castaña, no pretendía verse tan desesperado como su amigo.

Pero cada vez le era menos posible eso, ya que en su mente solo divagaba la hermosa piel bronceada de Edén.

Bueno aunque últimamente estaba mas pálida de los normal...

De pronto, Max dio la vuelta de golpe dando grandes pasos en dirección a donde se encontraban las chicas.

── Daisy... - Dijo acompañado de un suspiro ── Necesito hablar contigo, ¿Podemos vernos antes de clase? ── Cuestionó el chico un poco nervioso.

La joven solo le sonrió dulcemente y asintió. Nuevamente se miraron como si el mundo a su alrededor no existiera... eso es tan asquerosamente tierno.

── No ── Se precipitó a decir Edén al mismo tiempo que vio a Alejandro con intenciones de decir algo.

El chico se trago sus palabras; le respondió guiñandole un ojo y con una sonrisa.

La castaña no pudo evitar regresarle el gesto.

Debía admitir que era perseverante, sabe lo que quiere.

Luego de aquel pequeño encuentro, siguieron su camino hasta entrar al colegio.

Las chicas corrieron al baño de mujeres antes de entrar a clases. Tal parecia que aquello de tener poderes no era tan divertido ni fácil después de todo.

Una vez estuvieron dentro, Lucia cerró la puerta tras ellas para tener más privacidad, y evitar que alguna persona pudiera verlas.

Edén sacó su computadora de la mochila para ver si encontraba algo con respecto al tema.

── Debemos ir parte por parte ── Indicó sin despegar su vista de la pantalla ── Debes decir "Reaparece cuerpo"

Daisy repitió aquellas palabras con mucha fe y los ojos cerrados. Al terminar, abrió el abrigo y se dio cuenta de que ya era visible.

── Miren, funcionó ── Festejo con alegría.

Lucia apretó los labios y negó con la cabeza.

── Creo que no ── Señaló las piernas de la joven.

La parte inferior de la chica seguía sin aparecer.

── ¡Ay no, ay no! ¿Porque? ── Daisy se preguntó para si misma al mismo tiempo que hacía un gesto de rendición.

Antes que Lucía o Edén pudieran hacer una broma molesta al respecto fueron interrumpidas. Alguien comenzó a tocar la puerta del baño con mucha insistencia.

── Abranme la puerta ── Se escucho la voz chillona y demandante de Marilyn ── Vamos a entrar.

Daisy no pudo evitar asustarse al ser vista de esa forma, y por nada menos que la persona mas desagradable de todo el colegio.

Pero pensaron en algo rápidamente, antes de que la rubia y su amiga pudieran entrar.

La castaña se puso debajo de su hermana para poder disimular que sus piernas eran las de ella. Trato de esconderse lo mejor que pudo para evitar que su torso fuera visto.

── Hola chicas ¿como estan? ¿que tal el dia? ── Cuestionó Daisy un poco nerviosa al verlas cruzar la puerta.

── Muy bien... ──Respondió Marilyn dudosa sin dejar de ver las piernas de la joven que no dejaban de moverse.

La chica le dio un golpe no tan suave a su hermana en el muslo para que se quedara quieta.

── Una pregunta Daisy, ¿Ese no es el pantalón con el que vino hoy al colegio tu hermana? ── La rubia se cruzó de brazos sin apartar su vista de ella.

La joven frunció los labios sin saber qué decir. Su nerviosismo aumentaba y Edén se podía dar cuenta de eso.

── Claro, ella se los presto ── Se apresuró a decir Lucía quien se encontraba a un lado de ellas.

── Bueno, raritas ── Marilyn torció los ojos tras decir esto ultimó. Agarro un poco de maquillaje y se retocó la nariz ── Ya quede perfecta, como siempre.

Guardo sus cosas en su bolso de mano y salió del baño haciendo una mueca grosera dedicada a las amigas.

── ¿Porque no puedes dejar las piernas quietas? ── Se quejo Daisy finalmente parándose de donde estaba.

── Al menos todo salió perfecto gracias a mi idea ── Sonrió mirando a su hermana y luego a Lucía la cual le regreso el gesto.

── Bueno hermanita, te felicito ── Daisy dio un aplauso gustosa viendo a Edén.

En eso, su alegre amiga de rayos rojos hizo una mueca de asombro señalando las piernas de la joven.

Habían aparecido ¿mágicamente?, bueno en ese momento no sabían exactamente cómo, ni se detuvieron a pensarlo, solo estaban aliviadas de que Daisy volviera a la normalidad.

Un momento más tarde las hermanas O'bryan se encontraban en el pasillo de la escuela esperando a Max.

A un lado de ellas habían varios estantes de libros y casilleros.

La castaña realmente no deseaba estar ahí, lo que menos le gustaba en el mundo es ser mal tercio y mas cuando se trataba de su hermana.

Los últimos estudiantes pasaron corriendo para ir a sus clases, dejando a las O'bryan completamente solas.

Daisy comenzó a caminar en círculos inquieta.

── Me estas mareando ── Confesó Edén sosteniéndose la frente de manera dramática.

── Estoy nerviosa, no sabes como desearía ser invisible ahora ── Dijo despreocupada.

Siguió dando vueltas de un lado a otro. Sus manos estaban igual de inquietas, las movía de un lado a otro y hasta dio un aplauso tratando de librarse de los nervios.

Pero lo único que sucedió es transformarse de nuevo en invisible.

── Mierda ── Exclamó Edén frunciendo el ceño al ya no ver a su hermana.

Max dio la vuelta en el pasillo donde se encontraban acompañado de Alejandro.

La castaña tendría que ingeniarse algo para justificar la ausencia de su hermana.

Espero esto no se vuelva algo cotidiano

── ¿Donde esta Daisy? ── Cuestionó el enamorado viendo para ambos lados sin señales de la chica ── No puedo creerlo, primero no me saluda y ahora se esconde.

Edén sintió que alguien apretaba su mano, pero al voltear no había nadie. Sabia que se trataba de su hermana.

Pero incluso los genios se quedan sin ideas de vez en cuando. No se le había ocurrido algo, y cuando apenas iba a hablar, Max ya se estaba yendo furioso.

── Muy mal por parte de tu hermana ── Admitió Alejo quedándose a un lado de la castaña.

── ¿No iras tras el? ── Edén alzó una ceja "casi" asombrada.

── Ya estoy cansado de que solo hable de Daisy, ella siempre lo trata mal ── Soltó el joven molesto ── Le voy a regalar una espátula para que se la despegue de la lengua.

── ¡Ey! es de mi hermana de quien hablas ── Edén hizo una mueca la cual reflejaba enojo y seriedad a la vez.

── Es verdad, me disculpo - Dijo él sin una pizca de sinceridad ── Tienes algo en la nariz... ── Se quedo observando a la joven.

Luego llevar su dedo índice al pequeño hueco que se formaba entre sus hermosos labios rosados y el inicio de sus fosas nasales.

La joven al sentir el tacto del chico, no pudo evitar sentir ganas de estornudar. Tomo aire suficiente y soltó el estornudo...

De repente, los libros que se encontraban en los estantes de a lado se cayeron al mismo tiempo por una inexplicable brisa de aire.

Aquello no tenía mucho sentido ya que se encontraban en un área techada y sin ventanas cerca.

Algo bastante extraño e inexplicable, como lo era la mayor parte de su vida.

── ¿Que demonios fue eso? ── Escucho decir a Alejo mientras observaba el suelo cubierto de libros.

Escucho un quejido, sabía que Daisy seguía con ellos. Pero ahora Edén dejo de preocuparse de ella para pesar en que acababa de pasar.

No estornude tan fuerte, Se dijo para si misma a forma de consuelo.

No sabía que había sido, pero estaba convencida de que ella fue quien lo ocasionó.

Solo esperaba que Alejo no llegará a la misma conclusión.































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Gracias a los recientes acontecimientos y el descontrol total de los poderes por parte de ambas.

Las hermanas decidieron reportarse enfermas en el colegio y regresar a casa lo antes posible.

Edén fue corriendo con su padre para contarle todo lo sucedido, al igual que Daisy. Que para su mala suerte aun no era visible.

── Cachorra tomate esta fórmula y pronto volverás a la normalidad ── Indicó Ulises entregándole un frasco a Daisy ── Belladén dudo mucho que tengas dos poderes, eso no es posible, no hay registro de que le haya pasado a algún vampiro ── Miró a la castaña sonriendo.

Belladén, amaba que su padre la llamara de esa forma. Su apodo favorito en todo el mundo.

La abuela Maria carraspeo la garganta tras escuchar a Ulises decir aquello.

El hombre mintió al decir que ningún vampiro tenia mas de un poder... si existía.

── Sin contar a Drácula y ... no importa ── Hizo una pausa meditando sus palabras ── Pero a los vampiros normales, y sobre todo los evolucionados no puede pasarnos eso.

── ¡Papá! Te estoy diciendo la verdad, cuando estornude una fuerte brisa nos sorprendió a mi y Alejandro ── Dijo Edén frunciendo los labios con seriedad.

── ¿Y que hacían tu y Alejandro? ── Su padre se cruzó de brazos y arqueó una ceja.

Era increíble que fuera a lo único que le prestara atención. Aunque no podia culparlo, solia ser demasiado celoso con sus hijas.

── ¿Puedes mostrarme tu nuevo poder? ¡Porfa si! ── Pidio Vicente interrumpiendo la incomoda conversación.

Edén solo sonrió de lado un poco nerviosa, aun no controlaba bien sus poderes como para irlos activando por donde fuera.

Pero por su pequeño hermano hacía lo que fuera.

Junto sus manos hasta que el espacio entre ambas fuera diminuto y poco a poco fue expandiéndolas hasta que enmedio se formará una pequeña bola de agua que cada vez se hizo más grande.

Antes de que pudiera moverla lo suficiente, esta reventó dejando un charco de agua justo abajó de la castaña.

── Aún no soy buena en esto ── Renegó viendo el agua en el suelo.

── Espera, ¿El agua sale de ti? ── Cuestionó su padre aun sabiendo la respuesta.

Se encontraba incrédulo, pero sobre todo desconcertado. A lo largo de su vida había conocido a varios vampiros con el poder del agua, no era nada nuevo.

Pero, todos sin excepción necesitaba de donde tomarla.

Ninguno tenia la capacidad de extraerla de su cuerpo, no sabia si eso era normal o posible... pero lo que si sabia era que su hija podia ser la única que supiera hacerlo.

── ¿Eso es algo malo? ── Cuestionó Edén algo temerosa al ver la expresión de su padre.

── No cariño ── Mintió dándole un beso en la frente.

Maria por su parte sabía de igual forma que algo estaba mal, pero solo le dedico una sonrisa a su nieta.

── Las buscan afuera ── Anuncio Vicente viendo por la ventana de la sala.

Las hermanas se voltearon a ver extrañadas pero decidieron salir a ver de quien se trataban.

Ulises tenía razón, la fórmula no tardó mucho en hacer efecto, ya que Daisy era visible nuevamente.

Tras salir de su casa y dirigirse hacia la cochera, lo primero que vieron fue a Alejandro y Max este ultimó tomado del brazo por Marilyn.

Pero al desviar su mirada más allá, observaron a los hermanos Vladimoff siguiendolos y observando todo a su alrededor.

Ambas se quedaron impactadas al verlos en el mundo mortal... ¿Que estaba tramando?

── Pensé que este día no podía empeorar ── Murmuro Edén suspirando.

── Mirco, Lamont ¿Ustedes que hacen aquí? ── Cuestiono Daisy con una voz claramente sorprendida.

Ellos solo sonrieron complacidos de ver nuevamente a las hermanas. Los dos tenían la misma estúpida sonrisa seductora.

A Edén le había bastado verla dos veces para aprender a odiarla de forma rápida.

── Sus supuestos amigos las estaba buscando por todo el colegio ── Dijo Max a manera de reclamo y un gesto de disgusto.

── Y a mi lo mas correcto me pareció decirles que Max justo vive enfrente suyo que si querían se vinieran con nosotros ── Interrumpió Marilyn.

── ¿Y tu a que viniste? ── Pregunto Edén sin nada de amabilidad.

── Yo vine con el kit para arreglar corazones rotos ── Declaró lanzándole una mirada a Alejandro y luego a Max ── Que seguramente lo van a necesitar.

Alejo se acercó a la castaña para evitar que los demás escucharan lo que tenia que decirle.

── Que pésimo gusto tienes ── Recalcó el echándole un vistazo a Lamont.

No se necesitaba ser muy inteligente para darse cuenta a cual de los hermanos le gustaba Edén. Ninguno de los dos le quitaba los ojos de vista a las hermanas.

── Te equivocas, si tuviera pésimo gusto te hubiera aceptado tus múltiples salidas ── La joven le dio un codazo en el estómago a Alejo molesta.

── Mejor me voy ── Respondió sobándose el golpe.

Al alejarse del lugar, fue seguido por Max y la rubia quienes miraron a las hermanas con mala cara.

── Hola ── Saludo Daisy sin ánimos a los hermanos.

Se encontraba molesta y un tanto decaída por ver a Max molesto y con Marilyn.

── ¿Hola? ¿De esa forma nos das la bienvenida al mundo de los humanos? ── Dijo Mirco sin parar de sonreír discretamente

Las hermanas lo miraron serías.

── Bueno tampoco les pido que pongan un cartel que diga "Bienvenido Mirco, la súper estrella del submundo vampiro... y su hermano" ── Agregó finalmente con sarcasmo.

Lamont solo lo miro con recelo.

── Un poco de entusiasmo no estaría mal ── Hablo el chico regresado su mirada a las hermanas ── Subimos por ustedes.

── Perdón, no los esperábamos ── Dijo Edén poco amable ── No sabía que aparte de verte en la clase para vampiros también tuviera que hacerlo en mi cochera ── Se dirigió a Lamont.

── Me reconforta saber que siempre tienes el mismo sentido del humor, de día o de noche, conmigo o con el extraño mortal al que golpeaste ── Señaló.

Me agrada su sarcasmo, pensó Edén sin hacerlo notar.

Sería un poco raro pensar y sobre todo para ella que aquel extraño que apenas conoció unos días atrás, ya le estaba agradando. No solía pensar eso de muchas personas.

Extrañamente lo odiaba, pero le agradaba.

Sonrió de una manera tan discreta que ni siquiera ella se dio cuenta.































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

Los hermanos no se quedaron mucho rato a conversar, tenían asuntos pendientes...

Sus intenciones ocultas era poder entrar en el colegio donde estudiaban las hermanas, no les bastaba estar simplemente en el mundo mortal, deseaban ser importantes en su dia a dia.

Tras caer la noche, la familia se encontraba reunida en la sala discutiendo un tema importante para los vampiros.

El Vampi-ayuno.

Era un terminó nuevo para Daisy y Edén, a pesar de convivir con ellos toda su vida, nunca habían prestado mucha atención en sus tradiciones ni costumbres.

Ahora debían acostumbrarse... sin embargo este tenía que ser realizado el mismo dia de la obra escolar, la cual Daisy era protagonista.

Edén tenía su propio dilema con todo ese tema. El mismo de siempre....

── ¿No se puede cambiar el Vampi-ayuno para otro dia? ── Cuestiono Daisy esperanzada.

── Es una tradición y debemos respetarla, no podemos consumir ni sangre artificial ni natural ── Informó Ulises.

── No podemos tomar el sol ni ver a los mortales a los ojos, porque nos entran muchas ganas de morder ── Completo Ana su madre.

── ¡Ay no que mala suerte! ── Se quejó haciendo una mueca triste.

── Mala suerte si no fueras un vampiro ── Contradijo su abuela con orgullo y una ligera sonrisa.

── Yo podría tomar su lugar si me mordieran ── Se ofreció Vicente mostrando el cuello.

Edén por primera vez no dijo algún comentario sarcástico para molestar a su hermana en medio de su sufrimiento, y eso preocupo a todos los presentes.

── ¿Qué te pasa murcielaguito? ── Cuestionó Ulises juntando sus cejas con angustia.

── Es una tontería, pero tras saber mas de los vampiros no puedo evitar pensar en mi familia biológica ── Dijo sin mirar a Ana y Ulises.

Tras escuchar esas últimas palabras, sus padres se miraron entre sí con preocupación.

¿Ella no era feliz con ellos?

La curiosidad era válida y más en ese tipo de situaciones, pero, no podían evitar sentir un agujero en el pecho cada vez que su "hija" mayor preguntaba por su familia.

Ellos no tenían la respuesta a aquello, y eso era peor.

── Yo se que ustedes son mi verdadera familia, ustedes me cuidaron cuando nadie más lo hizo ── Levanto la mirada finalmente para verlos ── Pero me gustaría saber de ello, me pregunto si eran vampiros o mortales... y que si siguiera con ellos, estaría pasando por todo esto ── Ladeo su boca

Esa mueca en especifico significaba que aguantaba sus ganas de llorar o de gritar. sabía controlar ese tipo de emociones desde que estaba pequeña.

Ella ya no podia llorar gracias al vampirismo, tal parecia que aun no caía en cuenta de eso, aun intentaba retener esas lágrimas inexistentes.

── Belladén ── Susurró su padre.

Se trató de acercar a ella pero fue inútil, tan pronto la chica vio eso salió corriendo en dirección a su habitación.

Después, se escuchó un portazo dando a entender que necesitaba estar sola.

Edén se recargo en su puerta deslizándose lentamente hasta quedar sentada en el suelo, luego abrazó sus rodillas y descanso la cabeza en ellas.

No le gustaba hablar sobre eso con ellos, sabía que aunque fingieran, les lastimaba saber que ella pensara en su familia biológica.

Ella misma se lastimaba pensándolo.

Los amaba y sentía que siempre estuvo destinada a estar con ellos, sin embargo algunos días, no encajaba por completo y eso la asustaba.

Unos minutos después, alguien tocó a su puerta, pero en vez de pasar escucho como se deslizaron del otro lado hasta quedar en la misma posición que ella.

── Déjame tranquila ── Pidió.

── ¿Quieres que me vaya? ── Cuestionó la persona del otro lado.

De inmediato reconoció la voz, esa voz que tanto la tranquilizaba, se trataba de su padre.

── No en realidad ── Balbuceo Edén haciendo una pausa ── Lamento esto.

── Trato de entender tu curiosidad, yo tambien la tendría ── Hablo Ulises con un tono dulce en la voz ── No tienes que disculparte por eso, solo nos da miedo. No tendrás mi sangre, pero desde el primer momento que te tuve entre mis brazos te volviste la niña de mis ojos.

Edén no respondió. Pero una sonrisa se formo en su rostro, no sabía que reflejaba realmente pero ahí estaba.

── Estoy dispuesto a ayudarte a saber mas de tu verdadera familia ── Se ofreció tratando de vencer el miedo.

── Ustedes son mi verdadera familia ── Dijo firmemente ── Solo siento la necesidad de saber mi origen, ahora más que nunca.

Se hizo un silencio que duró unos pocos segundos.

── Te amo papá ── Murmuró con una voz tierna.

Ella podia estar peleada o molesta con el universo entero, pero con Ulises nunca. Nunca ha querido a nadie en el mundo tanto como a su papá.































── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚

La llegada de Edén fue una verdadera sorpresa para la pareja de Ana y Ulises sobre todo porque estaban esperando a Daisy a la cual le faltaba poco para nacer.

No tenían ni idea de que iban a hacer con dos bebés en casa. Pero no dudaron ni un segundo en quedarse con esa niñita

Ambos se necesitaban.

Sin embargo, las primeras noches fueron las más duras sin duda. La bebé solía llorar inconsolablemente en la madrugada sin razón aparente. No era hasta Ulises O'bryan su nuevo papá aparecía para tranquilizarla, para darle amor.

El acudía a su llamado noche tras noche y se sentaba a un lado de la cuna observandola. Al principio solo se limitaba a quedarse allí, como un extraño acompañándola en la soledad hasta que se adormeciera.

Al cabo de unas noches empezó a susurrarle "Shh, estoy aquí, yo te cuidare, no pasa nada" , mientras le acariciaba cuidadosamente la frente.

A las dos semanas, la calmaba entre sus brazos mientras le tarareaba una canción de cuna y repetía esas mismas palabras con un tono más cariñoso.

La confianza y amor fue creciendo a pasos gigantescos, gracias a la dulzura del hombre y a su presencia incondicional.

Edén supo desde el principio que Ulises O'bryan siempre aparecería cuando ella gritara y que nunca se iría...

Su papá siempre ahuyentaría a los monstruos.





















──────── AUTHOR'S NOTE 🦇

Hola, ¿Cómo están? Espero les guste este capítulo, yo personalmente amo la relación de Edén y Ulises, moría por escribir de ellos y lo haré mas seguido.

No olviden dejar su comentario y/u opinión al respecto al igual que un voto ❤️

Si desean darse una vuelta por mi cuenta de tiktok igual se los agradecería. Y me gustaria informar que en una semana subiré un nuevo fanfic de crimen y misterio, por si gustan apoyarme. Los tqm. ✨

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