♡ CAPÍTULO 3 ♡

Estaba notoriamente nervioso, ya que no sabía que palabras utilizar al momento de enfrentarlo.

Había pasado días llorando, dejando a Yoongi y Jimin bastante preocupados ante eso. Mas no podían nada hacer, el pelirrojo les había insistido en que le dejasen solo.

Y ahora que ya se había decidido a visitarlo, sintió que se desvanecería.

La puerta de aquel departamento se encontraba entre abierta, de no ser así no podría haber entrado, pues hace meses que le había regresado las llaves. Pero Taehyung era demasiado descuidado.

Ingresó y se admiró de ver cada cosa tal cual la última vez que estuvo ahí. Prácticamente nada había cambiado allí.

Caminó con cuidado, sintiendo un suave aroma a pintura no muy invasivo. Siguiendo su olfato llegó a aquel cuarto que tan solo meses atrás había sido su estudio. Mas no sintió ni enojo, ni nada similar al apreciarlo vacío.

Pues ahora aquella habitación esperaba ser llenada lo aquella lucecita que crecía en la panza de Taehyung.

Su bebé.

Le vio de pie y de espaldas con su silueta a contra luz en aquella habitación, con un buzo color lima. Estirando uno de sus brazos para llegar más alto, con una brocha en su mano pintando cada espacio de esa pared.

De un delicado color rosa.

El pecho de Jungkook latió.

-Uff bebé, no hagas que papi se canse tan rápido -habló de pronto el castaño quejándose -¿Debemos descansar un rato ya? -Jungkook no podía ver su vientre, pero suponía que lo estaba acariciando- Pero si lo hicimos hace cinco minutos atrás - el pelirrojo sonrió enternecido, su lobo pidiéndole ir donde el omega, mientras Taehyung se sentaba en una silla aun de espaldas a él.

Un teléfono comenzó a sonar a lo que el castaño lo cogió de su bolsillo- ¿Jimin?...bien, estamos bien- Jungkook intentó no interrumpir, manteniéndose en silencio- Si, estamos pintando....es solo un poco Jimin....si y si, no nos subiremos a la silla otra vez- el lobo del pelirrojo se puso en alerta ante eso- ¿Pero y si tú tampoco alcanzas con la silla?....no, yo creo que Yoongi tampoco alcanzará. No, no te estoy molestando- el castaño río un poco- Está bien, está bien....solo pintaremos la parte de abajo. Si es color rosa... ¿Lo asumes porque es una niña?- aquello hizo desear llorar al Jungkook- Son solo colores Jimin, tal vez debí haber comprado el azul. No, tampoco nos agacharemos...ya Chim. Si sé, también te queremos. Si, los esperamos. Adiós.

Taehyung dio un suspiro cortando la llamada- Tu tío Chim piensa tenerte en una burbuja. Pero el mundo es demasiado bello para tenerte ahí ¿verdad bebé? Tienes que...

Era ahora o nunca.

-Taehyung-el castaño se congeló, reconociendo esa voz inmediatamente.

El pelirrojo estaba asustado, pues no sabía cómo reaccionaría el castaño. Pero debía ser valiente por todo el daño que le había causado, así que a paso decidido se paró frente a él.

El rostro de Taehyung estaba manchado de pintura y mostraba una evidente expresión de sorpresa. A la vez que llevaba de manera inconsciente una mano sobre su estómago.

El pelirrojo se sonrojó debido a lo hermoso que estaba el chico. Sus mejillas estaban más redondas, sus caderas parecían haberse ensanchado y su vientre había crecido desde la última vez que le vio. Recordando que Namjoon le había mencionado que Taehyung ya se encontraba cerca de los cinco meses de gestación.

Cinco meses en los cuales él no estuvo.

Sus ojos que no parpadeaban le decían lo nervioso que estaba con su visita- L-la puerta estaba abierta, por e-eso he podido entrar. Disculpa si te he asustado- dijo el pelirrojo mientras le temblaba la voz.

Taehyung asintió -No t-te preocupes, no lo has he-echo- movió los dedos de su mano libre, intentando hilar palabras. Estaba realmente sorprendido por la visita del pelirrojo - Tu ¿ne-necesitas algo? Las cosas de tu estudio las he guardado en cajas. T-te aseguro que no he tirado nada.

-Yo no he venido por eso-se apresuró en decir, soltando un suspiro a la vez que frotaba sus ojos con una de sus manos-He hablado con Namjoon-el castaño entrecerró sus ojos, sintiendo una aflicción presionar contra sus costillas-Yo...yo he hecho todo mal Tae.

El castaño le miró sintiendo sus ojos cristalizarse y fue inevitable para él bajar la mirada ante ello. Pues no quería que Jungkook le viese débil y tampoco su bebé se lo merecía.

Debía ser fuerte por ella.

Miró sus manos, empezando a entrelazar una con otra debido a los nervios.

Escuchaba la respiración del pelirrojo intranquila. Mientras que él mismo sentía que le faltaba el aire.

-¿He si-ido un imbécil no es así?- la voz de Jungkook salió rasposa. El castaño sin mirarle sabía que estaba llorando- ¿Y has de-debido esperar cinco m-meses para que me d-de cuenta?

Las lágrimas caían sobre las manos del castaño, quien solo mantenía su cabeza encorvada.

Había sido demasiado tiempo.

-Yo te d-dije cosas horribles ese día y...-el castaño oyó el desgarrado sollozo de Jungkook y apretó sus ojos- ...cad-da palabra me está matando Taehyung. N-ni siquiera s-sé que hago aquí, cuando no merezco n-nada de ti.

Jungkook cayó de rodillas frente a él, llorando angustiadamente. Mientras Taehyung intentaba respirar adecuadamente. Aquello era mucho para él.

Pero ya no solo se trataba de él.

Abrió sus ojos sintiendo sus pestañas húmedas, alzando la cabeza y apreciando a Jungkook agitarse bajo sus pies.

¿Acaso podría él adormecer su corazón por el bien de su bebé? ¿Olvidar aquello para que su pequeña no perdiese a Jungkook al igual que él?

Aún con sus manos estremeciéndose, aproximó una de ellas sobre el cabello del pelirrojo. Acariciándole, para de alguna forma consolarle. Podía percibir entre todo al lobo del chico llamando al suyo.

Aquel contacto se sintió tibio y natural, como si a través de ese roce cada parte de él reconociera a Jungkook. Aquella persona a la que tantas veces amó, entregando su vida en ello.

Ambos se encontraban sentados uno frente a otro en aquella sala, luego de que Jungkook hubiese terminado de pintar todo el cuarto.

Taehyung le había dicho que le mostraría las ecografías que se había realizado durante los chequeos. Diciéndole que también tenía unos videos donde podría ver a la bebé e incluso en uno reciente apreciaría su carita.

Y que sí, se trataba de una niña.

Y Jungkook debió calmar su corazón, pues el castaño le estaba permitiendo acercarse a algo que él no estaba muy seguro si mereciese.

Sin embargo, había algo que le mantenía alerta.

Ya que el castaño le había insistido de que antes de que tomase cualquier decisión con respecto a ellos. Debía informarle cada una de los detalles de su embarazo.

Algo andaba mal. Namjoon se lo había mencionado aquel día.

EXÁMEN DE TRANSLUCENCIA NUCAL

Paciente Kim Taehyung, omega, 21 años.

Jungkook podía claramente ver en imágenes a su bebé. Más pequeñito de lo que debía estar ahora, pues se trataba de una ecografía anterior.

El feto de 13 semanas muestra más líquido de lo normal
en la zona posterior de su cuello.

"Más líquido de lo normal"- leyó, aun así no entendiendo que podría significar eso.

El castaño se movía buscando unos papeles entre todos los que tenía dispuestos sobre la mesa de centro. Tomando uno entre sus manos y entregándolo al pelirrojo.

-Esos son exámenes de sangre que me han tomado a mí-habló el castaño.

HEMOGRAMA

Kim Taehyung, omega, 21 años

Se puede detectar anomalía cromosómica.

Trisomía del par 21.

Jungkook leía una y otra vez aquello, comprendiendo que algo no iba bien. Pero no entendiendo de qué se trataba.

- ¿Has oído hablar del síndrome de Down?- el pelirrojo le miró-La bebé, ella...tiene ese síndrome Jungkook.

Un frío silencio cubrió aquel lugar.

Jungkook percibió el miedo de Taehyung, quien le miraba atento a su reacción.

-Yo si... se de lo que me hablas- él también sentía el temor consumirle internamente.

Mientras el castaño no dejaba de mirarle- No me pidas que la de en adopción...yo-yo no pued-do hacer algo como eso .

El pelirrojo abrió los ojos de golpe.

Era su bebé ¿Cómo le pediría aquello?

-Yo nunca te pediría algo así Taehyung...también es mi bebé-dijo intentando que sus palabras no sonaran dolidas, por aquel pensamiento del castaño.

Intento inútil, pues Taehyung percibió la molestia del chico-Lo siento, es solo...-suspiró-yo tenía miedo de que ya no la quisieses.

Jungkook asintió. Era obvio que el castaño tuviese miedo al rechazo y estuviera a la defensiva. Su lobo estaba resentido por el abandono del padre de su cachorro. Rememorando automáticamente la conversación que mantuvo con la enfermera el día que Taehyung casi pierde la bebé.

Eso le hizo sentir culpable ¿Acaso él era la causa de que su bebé no se desarrollara adecuadamente?

Sintió tanta impotencia que solo quiso salir de ahí.

-Tra-anquilo tu no me de-debes ninguna disculpa Taehyung-dijo de pronto el pelirrojo, parándose de aquel sillón y dirigiéndose a la salida-Yo-yo creo que debo irme...aún tengo tu número así que te llamaré, yo...

-Jungkook-el castaño le llamó, mientras se acercaba a él a la puerta-Esta semana yo t-tengo mi ecografía de las veinte semanas-sonrió-Nam me dijo que podría entregarme una imagen 3d de la bebé. Tal vez po-podrías acompañarme. Buen-no solo si es que quieres.

-Por supuesto que q-quiero Taehyung-dijo sonriendo, mas sus ojos quemaban debido a la emoción-Gracias.


P

odría decir que era lo más bello que había visto en su vida.

Podía contar sus deditos, cada vez más notorios a medida que avanzaban las semanas. Viendo su pequeña boquita formando un puchero, pudiendo asegurar que la bebé tenía los mismos labios de Taehyung.

Yoongi se burlaba de él cada vez que llegaba de casa del castaño, contando cada anécdota que sucedía en la vida de su pequeña bebé. Aun sin siquiera haber nacido.

Como aquel día donde habiendo terminado de instalar una cuna en el cuarto preparado para ella, Taehyung le había dicho que estaba pateando. Y si bien ya lo había hecho antes, cada vez lo hacía con más frecuencia y fuerza. Además de ser aquella la primera vez que Taehyung le permitía tocar su vientre.

-¿La sientes?-le había dicho ese día, a lo que el asintió prácticamente embobado-Lo hace todas las noches, pocas veces despierta de día. Casi creo que está enojada conmigo y no quiere que duerma-Jungkook rio por aquello, mientras no dejaba de apoyar sus manos sobre el estómago del castaño y se sentía su cuerpo sosegado-Jimin dice que será como tú. Inquieta y cascarrabias.

Una risa escapó de los labios de ambos. El pelirrojo no podría enojarse con aquello. Amaba que su cachorra se pareciese a él. Podía incluso percibirlo en la forma de su rostro través del último ultrasonido.

¿Cómo podría haber dudado de Taehyung?Aquello le seguía mortificando cada día.

Más cuando se moría por abrazarle cuando le veía cansado. Pues su panza de casi siete meses ya no le permitía abrochar sus zapatos y al solo caminar un poco, ya lo agotaba.

Quería hacerle saber que él estaba ahí con él, que podría masajear sus pies si dolían o tomarle en brazos hasta llevarle a otro lugar.

Pero Taehyung había delimitado una línea invisible entre ellos dos. Dejando espacios vacíos que Jungkook difícilmente creía poder llenar. Tampoco deseando intimidar al castaño, sin atreverse a ser parte de él nuevamente sin ser invitado.

Su pequeño castañito de hace nueve años atrás, que temía a las películas de terror y las arañas. Ahora era una persona fuerte y valiente. Y Jungkook no tenía intención de romper aquello.

Porque aunque se muriese por hacerlo, Taehyung ya no le pertenecía.

Y si bien la bebé les uniría por siempre. Jungkook no podría jamás juzgarle por encontrar a alguien aparte de él. Alguien que no trajera consigo el recuerdo del dolor y la decepción bajo su piel.

Suspiró pesadamente mientras ingresaba al departamento del castaño. Días atrás este le había entregado la copia que le había regresado. Pensando en que ante cualquier emergencia, sería mejor que él la tuviese y Jungkook no pudo negarse ante aquello.

Dejando las llaves sobre la mesa de centro comenzó a buscar a Taehyung, ya que el departamento se encontraba en silencio. Suponiendo que tal vez se había equivocado y el castaño debía salir a esa hora.

-¡Taehyung!- llamó. Sin embargo no obtuvo respuesta alguna.

En la cocina encontró frutas a medio cortar sobre el mueble, sintiéndose incierto por eso. Taehyung debía estar en la casa.

Y fue buscándole que llegó a la puerta de su habitación, ese espacio que había sido suyo también hace solo tiempo atrás. Testigo de palabras de amor y caricias que se volvieron eternas.

Golpeó varias veces, pero el al no recibir respuesta se atrevió a abrir la puerta. Encontrándole dormido en aquella cama, que ahora le hacía ver demasiado diminuto.

El castaño llevaba un pijama blanco de dos piezas, que hacía contraste con su piel canela. Se encontraba abrazando una almohada, mientras tenía sus ojos cerrados y su respiración era tranquila. Su cabello había crecido y se alborotaba sobre su cara. Y para Jungkook fue inevitable no mirar como su barriga se asomaba por su camisa, dejando expuesto su ombligo que salía hacia afuera. Su bebé estaba creciendo en aquel entrañable lugar, esperando ansiosa salir al mundo.

Se acercó hasta él. Mirando desde cerca todas esas facciones, que desde que era un niño le habían parecido lo más precioso del mundo.

Taehyung tenía sus labios entre abiertos, donde el pelirrojo no pudo evitar ver aquel lunar tan peculiar sobre él. Adoraba aquellos pequeños planetas bajo su parpado, sobre su labio, sobre su nariz y mejilla. Por eso si darse cuenta, ya le estaba acariciando. Haciendo delicados movimientos con sus yemas sobre cada uno de ellos.

Su castaño de seguro era el ser más hermoso del universo, pero encontraba ahí sobre esa cama, ignorante de aquello. Como si fuese tan sencillo para él encontrar la perfección en solo permanecer dormido.

Tan atontado en sus pensamientos estaba Jungkook, que no se había percatado de que dos ojos almendrados le observaban. Atentos a cada uno de sus movimientos.

Taehyung sentía sus latidos acelerase. Su piel había reconocido aquel toque, entendiendo de quien se trataba inmediatamente. Despertándolo para responder a aquello.

-Lo siento y-yo- el pelirrojo notó la mirada de Taehyung puesta en él y ahora solo deseaba salir corriendo de allí. Levantándose de golpe y dirigiéndose hacia la puerta.

¿Cómo fue tan imprudente?

-Jungkook-habló despacio pero firme Taehyung-Quédate-mirando entre la almohada y haciendo un pequeño espacio en aquella cama.

El pelirrojo nervioso asintió, ubicándose a una orilla de la cama y frente a él. Ambos mirándose y enfrentando los ojos del otro.

-He e-entrado y al no escucharte vine hacia aquí. Disculpa si t-te he incomodado-Jungkook dijo, mientras apoyaba su cabeza sobre uno de sus brazos.

El castaño negó-No me incomodas- y se recriminó mentalmente por haber dicho aquello, formándose miles de sensaciones sobre su estómago.

Jungkook le sonrió igual o más nervioso que él. Queriendo estrecharlo entre sus brazos y sentir la calidez de su piel. Por lo que de forma inconsciente, deslizó su mano libre sobre el rostro del castaño.

Y aquella situación estaba superando a Taehyung, quien sin poder controlarlo sintió humedecer sus ojos, bajando su mirada.

Y el lobo de Jungkook se intranquilizó al evocar sus propios sentimientos hacia el lobo de Taehyung. Y verlo ahora tan frágil ante él.

-Yo lo lamento tanto Taehyung- el castaño le oyó decir, mientras no dejaba de secar sus lágrimas que ya habían caído-Jamás me cansarse de decírselos.

-Estaba asustado...t-tu nunca me habías t-tratado así. Dolió... de verdad d-dolió Jungkook.

La garganta del pelirrojo se apretó, formando un nudo que soltó en lágrimas-P-perdón.

Ambos se miraban con sus ojos rojizos y sin detener su llanto-Yo-yo te necesite tanto...-hablo con voz temblorosa Taehyung- C-cuando Nam m-me dijo que el cachorro era especial y-yo...-se detuvo. Debía decirlo, aunque no fuera lo indicado. Debía sacarlo de él-...solo corrí hacia t-tu trabajo y-yo...-ese día. Pensó Jungkook-...fui muy imprud-dente pero te n-necesitaba...que m-me dijeras que todo estaría bien...q-que no me dejarías s-solo-el pelirrojo lloraba con todo aquello- P-pero t-te vi tan feliz...t-tu sonreías y y-yo solo estaba siendo tan e-egoísta por quererte conmigo sin si-siquiera pensar en mi bebé...ese d-día casi le p-perdí y y-yo no se qué habría pasado J-jungkook y-yo...

Sin poder soportarlo más el pelirrojo le apretó contra él, mientras ambos sollozaban.

-Y-yo quiero q-que seas fe-feliz Jungkook...p-pero me duele t-tanto-dijo Taehyung, mientras le sentía temblar bajo su abrazo- Yu-yugyeom...él es un buen alfa.

¿Yugyeom?

-Él te quiere... siempre lo ha hecho y-yo lo se....t-te puede dar todo lo que y-yo nunca podré entregarte y-yo...

-Taehyung-le hablo contra el oído Jungkook- Y-yo te he lastimado t-tanto...pero soy egoísta ¿verdad? Porque t-todo lo que quiero e-está aquí...todo lo que siempre he q-querido-El castaño se retiró sin dejar de llorar, para poder mirarle-Yo ya no estoy con él...desde aquel día en la agencia.

El castaño abrió sus ojos, mientras hipaba-P-pero...

-Él claro que es un buen alfa. Yugyeom es una excelente persona-el pelirrojo suspiró-Pero no podía continuar con él cuando te pensaba a ti todo el día y noche. Y aun cuando te vi tan vulnerable sobre esa camilla-sonrió un poco- Mi lobo sabes...ese día solo quería estar contigo-Jungkook sintió las manos del castaño acariciarle el rostro- Yugyeom es perfecto, pero no eres tu Taehyung. S-siempre has sido tu c-cariño.

El castaño no soportándolo, acortó la distancia entre los dos besando sus labios suavemente. A lo que Jungkook no tardó en responder. Sintiendo ambos entre lagrimas saladas, aquel sabor que tanto habían añorado.

Taehyung rompió el beso, para luego esconderse sobre el cuello del pelirrojo, mientras calmaban ambos sus emociones- He extrañado t-tu olor-dijo Taehyung mientras deslizaba su nariz.

-¿Mi olor? Pero si no estoy usando la esencia...- dijo Jungkook

-No ese. El tuyo... el de tu piel-Taehyung rio

Y Jungkook sabía de lo que hablaba, pues él también había extrañado el de él. Porque por más que adornaran sus cuellos de fragancias exquisitas. No se comparaba al aroma de su compañero. Aquel que sus lobos habían aprendido a amar desde antes de presentarse.


-

¡Ya dejen de darse mimos!- dijo el peli rosa omega mientras acomodaba el pastel sobre la mesa-Hoy es mi cumpleaños, así que solo yo merezco los mimos.

Jungkook y Taehyung rieron ante la actitud de su amigo. Jimin estaba organizando su propia fiesta de cumpleaños y les tenía inflando globos hasta mas no poder, antes de que Yoongi llegase.

-No entiendo Jimin- dijo el pelirrojo mientras ataba un nudo en uno de los globos y lo lanzaba en la sala de aquel departamento- ¿Es tu cumpleaños o el de Yoongi?-Jimin le observó con una mirada fulminante, a lo que Jungkook carcajeó-Porque me siento como organizando una fiesta sorpresa.

-Lo que pasa es que tu no entiendes Jungkook-el pelirrojo miró atento a Jimin-Yoongi planea darme un anillo hoy, lo he oído hablando con Nam.

Tanto Jungkook como Taehyung abrieron los ojos sorprendidos.

-O sea que ¿estás organizando tu propia fiesta petición de matrimonio?- agregó el pelirrojo omega, mientras el castaño intentaba no reír por la situación. Pegándole un pequeño codazo para que no molestase a su amigo.

Jimin realmente era todo un caso.

El peli rosado giró los ojos ignorando a sus amigos-No es eso, es que Yoongi trabaja demasiado y yo solo estoy ayudándole. Eso mismo debiesen hacer ustedes o bueno tu Jungkook. Trae unos bocadillos que están en el mueble de la cocina, para que los pongamos a sobre la mesa. Yoongi llegará pronto -el pelirrojo asintió, dejando un beso sobre los labios del castaño antes de salir del lugar- Ustedes realmente pareciese que no vivieran juntos- dijo Jimin suspirando. Aunque de verdad amaba ver a sus amigos nuevamente juntos.

Y si, ambos habían decidido volver a intentarlo luego de sincerarse aquel día. Siendo Taehyung quien le había sugerido al pelirrojo que volviese con él al departamento, sobre todo ahora que ya estaba a nada de dar a luz.

Luz.

Su vientre había crecido enormemente y movilizarse ya le resultaba bastante agotador. Sintiendo que explotaría en cualquier momento, como una burbuja a punto de hacer "pop".

Sin embargo, los días con Jungkook le habían ayudado a recuperarse. Juntos estaban suavizando las heridas que la distancia había causado, recordándose lo mucho que se amaban a cada momento.

Y si bien, antes de eso Taehyung no había deseado guardar ningún recuerdo de él y su panza. El pelirrojo se había encargado de inmortalizarlo a él y su bebé, en una cantidad de fotografías que Taehyung dudaba que alcanzasen en un solo álbum.

Aquellos habían sido las mejores sesiones en la vida de Jungkook.

-¡Ohhh! De verdad que afuera llueve de una manera!-exclamó Yoongi, mientras entraba al departamento junto a Namjoon.

-¡Yoongi ya llegaste!-corrió el peli rosa a abrazarle y besarle como si no le hubiese visto en meses.

-¡Sorpresa!- dijo Jungkook bromeando, a lo que Taehyung le golpeó suavemente la frente para que no importunara a sus amigos.

-Hola chicos- habló Namjoon, quitando su chaquetón y ubicándolo en un colgador-Sí. Incluso creo que han cerrado algunas calles.

La verdad es que aquella semana había llovido mucho en la ciudad de Seúl. Un frente de mal clima que justo ese día anunciaba una tormenta.

-Entonces dejen su ropa húmeda ahí- indicó Jimin- La llevaré a la secadora y traeré pantuflas.

Luego de eso todos se sentaron en la mesa. Compartiendo la gran cantidad de comida que el peli rosa había preparado para la ocasión.

-¿Alguien quiere más pastel?- preguntó Jimin, a lo que el grupo de chicos le miró con expresión de no soportar ingerir ni un bocado más- ¡Que aburridos! yo comeré un poco más-todos rieron, sin embargo Taehyung sintió una punzada en su vientre- A todo esto ¿Yoongi no tenías algo que decirme?-agregó nuevamente el peli rosa, mirando al nombrado.

Yoongi le miró frunciendo su ceño-¿Yo?-dijo poniendo una de sus manos sobre su pecho y se apuntaba con ella.

-Sí. Tú-respondió Jimin muy seguro, a la vez que ingería una cucharada de pastel-Tienesh algof que pedghirme.

El peli menta lo miró -Jimin no hables con la boca llena, no te entiendo nada.

-¡Qué mge pidas matgrmongio!-volvió a insistir el peli rosado.

Mas Yoongi no comprendía las palabras de su omega -¡¿Qué?!

Fue lo último que dijo cuándo un apagón se hizo presente en todo el departamento.

Hubo un breve silencio hasta que el grito de Taehyung les hizo a todos saltar de sus asientos.

-¡No bebé ahora no!-decía el castaño entre gimoteos tocando su vientre y sintiendo humedecerse su pantalón.

-¡Tae! ¡¿qué ocurre amor?! -Jungkook intentaba a tientas tomar la mano de su novio, mientras Jimin corría a buscar su celular para iluminar el lugar.

- Es la bebé...creo que ya viene.

Después de aquello todos habían salido disparados, abrigándose para salir. A la vez que Namjoon llamaba a la clínica para que le esperasen. Sin embargo le habían informado que debido a la tormenta, era prácticamente imposible llegar hasta allá. Debiendo tomar una decisión rápidamente.

-La bebé nacerá aquí- habló determinado, mientras volvía a quitar su abrigo.

-¡¿Qué?!- había gritado Jungkook horrorizado por la información. Es que su cachorra no podía nacer allí en ese momento y en esas condiciones. Estaba asustado y las manos le temblaban.

-Qué tu cachorra nacerá acá en el departamento Jungkook-Yoongi y Jimin miraban atónitos, mientras el castaño se quejaba de dolor sobre el sillón-Es lo más seguro debido a las condiciones de las calles. ¡Ey!- dijo Namjoon mientras tomaba al pelirrojo de los hombros y le hacía espabilar- Lleva a Taehyung a la habitación y ponlo cómodo para recibir a la bebé- Jungkook asintió con las rodillas tiritándole- Jimin, Yoongi. Necesito toallas limpias.

-N-no tenemos toallas rosas- dijo de repente Jimin. Recordando la ropita que había comprado para Taehyung, para el día de su nacimiento.

-No importa el color, solo preciso que estén limpias- el omega asintió y fue por lo requerido- Yoongi, tienes alguna tijera -el peli menta asintió con la cabeza- Necesito que la hiervas unos minutos por favor. Y agua tibia por favor.

Respirando profundo Namjoon solo debía esperar a que el omega tuviese la suficiente dilatación, para comenzar a pujar. Y aunque los nervios lo estaban matando, debía mantener la serenidad para entregar tranquilidad a sus amigos.

Mientras con el pasar de las horas, Taehyung se retorcía de dolor bajo el abrazo de Jungkook a oscuras en aquella habitación e iluminados solo por una vela. Sintiendo al pelirrojo quien encontraba a sus espaldas, sosteniéndole firmemente entre sus piernas. Besando de vez en cuando su cabeza y susurrándole palabras de amor.

-Creo que ya está Tae- habló Namjoon con las mangas de su camisa arrolladas hasta los codos- Debes pujar. Jungkook sostenlo.

El pelirrojo le tomó con firmeza- Ya cariño - le susurró sobre su oído.

El castaño oyó aquello y sintiendo el agarre de su chico comenzó a pujar.

Su cuerpo dolía, claro que lo hacía. Pero su bebé quería ya salir y conocerles. Debía hacerlo por ella.

-D-duele- dijo el castaño, sintiendo que le temblaban las piernas.

-Amor- Jungkook le apretaba contra sí, intentando darle energía con aquel abrazo. Su castaño estaba sufriendo por traer a su cachorro al mundo, él le entregaría todo lo que tenía.

-Lo estás haciendo bien Tae. Solo sigue pujando-Namjoon ya podía ver la cabellera castañita de la bebé.

Taehyung se sentía desfallecer, más cada uno de sus latidos estaban con su cachorra en aquel momento. Aquel vinculo perpetuo que habían firmado con Jungkook. Un pacto de amor que habían hecho sin darse cuenta.

Él debía hacer lo mejor para su pequeña.

Mientras afuera de aquel cuarto Jimin se encontraba siendo abrazado por Yoongi, ansioso y nervioso por el nacimiento de su pequeña sobrina. Habiendo debido ser consolado por el alfa, ya que la angustia le había hecho llorar de miedo.

-Jimin y-yo- de pronto se escuchó la voz de Yoongi hablar- No he preparado nada por e-eso no q-quise decírtelo. M-menos delante de los chicos. Tú sabes que no soy a-así.

El peli rosa le miró confundido, había olvidado todo y ahora no entendía de qué hablaba su novio.

-Q-quiero que te cases conmigo- Jimin abrió los ojos de sorpresa- T-tu sabes que estas cosas no importan para mí. Pues un papel no demostrará lo mucho que te amo. Pero sé que para ti es importante.

El omega le sonrió- ¿Tú quieres hacerlo?-preguntó

-Por supuesto. Haría lo que me pidieses para verte feliz- dijo Yoongi mientras le acariciaba el rostro.

-¿Pero tú? ¿Lo quieres?- insistió el peli rosa.

-Tu sabes lo mucho que te amo ¿Lo sabes no es así?- el omega asintió- Esas cosas pasan a segundo plano cuando te tengo así de cerca como ahora. O te beso cuando nadie nos está viendo.

Jimin sonrió, regalándole un beso sobre los labios- Entonces esperemos. También te amo.

Ambos se miraron regalándose una sonrisa, hasta que un escandaloso llanto les sacó de su círculo de amor.

-Oh Dios Tae...no sabes cuánto te amo amor mío- dijo Jungkook mientras besaba a su castaño, quien se aferraba a su abrazo y sudaba de cansancio.

Mientras Namjoon cortaba el cordón de la bebé, limpiándole y luego envolviéndole sobre unas tibias toallas celestes.

-Acá tienen a su hermosa cachorra. Sana y fuerte- dijo finalmente, ubicándola delicadamente sobre el pecho del castaño.

Y la bebé que había estado llorando, apaciguaba su llanto reconociendo la calidez de Taehyung.

Sus ojitos oscuros les miraban a través de minúsculos pestañeos. Teniendo su blanca piel igual a la de Jungkook, acompañada de una castaña cabellera. Sus labios con el mismo diseño que los de Taehyung, habían heredado bajo su labio aquel lunar tan característico del pelirrojo. Mientras que su pequeña naricita se arrugaba y formaba gestos que hacían sonreír a sus padres.

-Es hermosa. Eres hermosa- dijo el pelirrojo, tomando sus manitos delicadamente. Largos dedos como los de su castaño.

De pronto la luz se hizo y su pequeña cachorra apretaba sus ojos.

Jimin y Yoongi entraron con cautela, a lo que un sollozo se escuchó de los labios del peli rosa.

Mientras que Taehyung y Jungkook les miraron enternecidos, ellos mismos con lágrimas en los ojos.

-El mundo es más brillante ahora que estás aquí amor mío- dijo Taehyung mientras besaba su cabecita y sentía su olor.

-Bienvenida mi pequeña Light- agregó finalmente el pelirrojo, besando sus manitos.

Porque aquella era su pequeña luz. Su pequeño espacio de vida. Su pequeño todo.

Ambos le entregarían todo lo que tenían en ellos, dándole las alas suficientes para poder volar y dejarle ir donde ella quisiese. Porque ella era amada, desde antes del origen de su amor. E iban a demostrarle que así era. Aunque su corazón fuese demasiado pequeño aún, para percatarse de toda la luz que ella traía consigo.

Debían correr, ya que llevaban unos minutos de retraso y su cachorra no les perdonaría si no alcanzasen a llegar.

-Apresurate Kookie- dijo Taehyung ahora con su cabello, mientras apuraba su paso.

-Espera ya voy, ya voy- Jungkook decía, a la vez que bajaba el bolso de su cámara fotográfica

En los tres años de vida de su pequeña Light, se había dedicado a capturar cada acontecimiento importante. Sus primeros dientes, sus primeras comidas, sus primeros pasos y sus primeras palabras.

Light era una cachorra muy extrovertida y bastante expresiva a la hora de agradarle o detestar algo.

Los primeros meses fueron agotadores para ambos, donde Taehyung había bajado drásticamente de peso producto de que casi no tenía tiempo para comer. Ya que aunque Jungkook le ayudaba a cuidar a la pequeña, debido a su trabajo la mayor carga la llevaba su chico.

Sin embargo Taehyung estaba feliz y muy lejos de sentirse frustrado por aquello. Disfrutando de cada logro de su hija.

Y si bien debían acudir a constantes controles con la cachorra, debido a su condición. Y aunque a veces le costara el doble, ella se estaba desarrollando adecuadamente y correspondiente a su edad.

Y tanto como Jungkook como Taehyung se sentían felices por eso.

El antes pelirrojo y ahora nuevamente pelinegro, agradecía el día en que se había topado con Taehyung. A quien procuraba llenar de besos en cada espacio de su hogar.

-¡Los estábamos esperando!-se escuchó la voz de Jimin. Quien les esperaba en la entrada con una barriga de siete meses- ¿Por que han tardado tanto? Solo conseguirán que Light se enoje con los cuatro por no vernos en primera fila.

Es que aquella sería la primera vez que su cachorra bailaría frente a ellos. Su primera presentación de Kinder Garden. Y en vista de que ella quería ser una gran bailarina, sus padres debían estar apreciandola desde muy cerca.

-Hola chicos- dijo el pelinegro, mientras acomodaba su ropa, apenas había alcanzado a vestirse al salir del trabajo- He debido pasar por Taehyung. Su semana ha estado llena de exámenes y apenas le he tomado al terminar uno.

Luego de haber pasado un año del nacimiento de Light, Taehyung sintió que era momento de retomar sus actividades. Razón por la cual continuó desempeñándose como modelo de medio tiempo, con el fin de costear sus estudios de Literatura en la Universidad de Seúl.

Algo que al pelinegro le hacía inflar su pecho de orgullo. Ya que sabía el modo en que su novio amaba su carrera, dedicandose incluso a escribir artículos para una revista, acerca de su experiencia como padre de una niña con síndrome de down.

Taehyung sabía que aun existía mucho desconocimiento en el tema y muchos nuevos padres estaban siempre llenos de miedos y dudas, como los que había tenido él en un principio. Y si bien, cada caso era diferente, sabía que la estimulacion temprana era fundamental para este tipo de niños.

Y eso es lo que estaba haciendo él con su pequeña. Su bebé sería todo lo que quisiese ser. No sería él quien demarcaría sus límites.

- Ya entremos - dijo el pelirubio, tomando de la mano a Jungkook e ingresando al auditorio que se encontraba lleno de padres ansiosos por ver a sus cachorros.

- Les dije que quedaríamos al final- dijo Jimin, mirando los pocos asientos vacíos en la última fila.

-Tu cachorra nos matará Jungkook- habló Yoongi mientras reía.

-Estará bien - dijo Taehyung- solo sentemonos.

El lugar estaba bullicioso y podían a observar a uno que otro niño asomarse por entre las purpuras cortinas.

Jimin acariciaba su vientre sonriendole a Yoongi, quien sacaba para el omega un dulce desde su mochila. Mientras Jungkook no dejaba de sacudir su pierna y moder su labio inferior.

-Calmate amor-le había dicho Taehyung a la vez que acariciaba el dorso de su mano- Confía en nuestra hija.

Jungkook le miró tomando su mano, llevándola hacia sus labios y dejando un beso sobre ella-Lo hago, lo hago.

-Estimados padres les saludamos gratamente- se escuchó una voz que inundó todo el salón- Nos alegra mucho que sean participes de la primera muestra del año escolar. Sus pequeños han ensayado arduamente, para presentar estas bellas actuaciones que ustedes disfrutaran a continuación.

Tanto Taehyung como Jungkook sabían que su cachorra sería la primera en presentarse junto a sus compañeros, al ser del grupo de los más pequeños.

-Estoy nervioso- dijo de repente el pelinegro, mientras preparaba su cámara para guardar aquellos recuerdos.

-Lo se Jungkook. Solo tranquilizate- el pelirubio le dijo a la vez que miraba hacia el escenario, buscando a su bebé- ¡Ahí está!

La pequeña Light venía acompañada de una de sus maestras, vestida con un tierno disfraz de conejito para la presentación. Su rostro se veía sonriente y se movía con desplante, diciendole a su maestra que le dejase sola.

Los cuatro chicos rieron por aquello, conocían la fuerte personalidad de la cachorra.

La música comenzó y todos los niños comenzaron a bailar. Pero Light se quedó de pie buscando a alguien con su mirada, llamando la atención de sus padres.

-Nos está buscando Tae- dijo el pelinegro, moviendose incómodo en su asiento.

Taehyung miró hacia los lados y tomó nuevamente de la mano a Jungkook- Ven, vamos- habló el pelirrubio mientras se dirigía hacia uno de los costados hacia adelante y cerca del escenario.

Y cuando Jimin vio a sus amigos avanzar, no dudo en tomar a Yoongi y seguirlos- Vamos Yoongi, apresurate.

- ¡¿Pero por qué yo?! - exclamó el aún pelimenta, mientras era arrastrado por su omega.

Cuando todos estuvieron adelante y sin molestar a la vision de los demas padres, Light gritó de emoción mientras aplaudía con sus manos. Provocando en todo el salón un bullicio de risas enternecidas.

- ¡Si mi amor! ¡ahora bailemos!- le gritó Taehyung mientras también aplaudía y comenzaba a realizar los pasos que habían ensayado.

Los cuatro chicos seguían cada uno de los movimientos de la castañita, alzando sus brazos, agachandose, caminando hacia los lados y girando sobre si mismos. Sorpendiendose de aquel alfa pelimenta, que parecía el mas entusiasta del grupo.

Al terminar la presentación todos aplaudían, mientras la pequeña cachorra lanzaba besos con sus manitas hacia sus padres y tíos, los que ellos respondían con mucho orgullo y lagrimas en sus ojos-¡Amo! - se escuchó su pequeña vocecita entre aquellos aplausos.

Todos disfrutaron de las demás presentaciones, encontrándose ansiosos por ir a felicitar a su pequeña.

-¡Apa Unkuuk!- la castañita gritó a la salida del auditorio.

-¡Pequeña mía!- Jungkook corrió y la levantó, tomandola entre sus brazos y percibiendo el suave aroma de su bebé.

Taehyung se acercó hacia ellos besando sus blancas mejillitas - Apa Tae ¿Lai bailó indo?- preguntó entre los besos la cachorra.

- Light bailó precioso mi vida- dijo el pelirrubio regalándole una sonrisa.

-Amo Apa dos- dijo la castañita regalando besitos a sus dos padres.

-También te amamos bebé- le respondió Jungkook entre besos.

De pronto la castaña se quiso bajar, corriendo hasta los brazos de Jimin y Yoongi - ¡Imin! ¡Ongi!- El pelimenta se agachó para recibir a la pequeña.

-Light fue la mejor hoy ¿no es verdad? -habló Yoongi mientras levantaba su pulgar en aprobación.

-Lai mejó- le respondió la castaña mientras alzaba su pulgar.

-Amor fuiste perfecta- Jimin le dijo al lado, acariciando su cabecita.

Ella soltó al pelimenta y se giró a abrazar el pequeño vientre del omega-Amo bebé Imin- dijo dejando besitos sobre ese lugar.

-Bebé también te ama cariño- le respondió Jimin, enternecido por la imagen de la pequeña, quien no dudaba en expresar su amor.

Mientras Taehyung y Jungkook le apreciaban abrazados entre ellos. Sin ninguno de los dos comprender, como habían hecho aquella personita tan bella. Ya que sin esperar nada, el destino les había regalado aquella luz tan mágica y especial. Sintiendo ambos tantas cosas al pensar en el pasado. Donde la vida quiso sorprenderles y poner a prueba su amor, demostrando ellos cuanto eran capaces de amarse.

-Te amo y gracias- dijo de pronto el pelinegro sobre el oído del pelirubio, a lo que este lo miró sonriendole.

-¿A que viene eso tan de repente?- respondió coquetamente Taehyung, girando su cabeza y hablando sobre los labios de Jungkook.

-Pues porque mira lo que me has dado- le indicó a la cachorra- Es preciosa. Y tu eres hermoso.

Taehyung le beso superficialmente, pero intensamente- Lo que hemos hecho. Ambos lo hicimos- le sonrió-Y también te amo.

Ambos se miraron, regalando Jungkook pequeños besos bajo la oreja del pelirrubio, mientras este reía por las cosquillas que le causaba aquello.

Ambos se amaban y lo harían por siempre.

-¡Apas!- gritó de pronto la castañita- Lai quiere hemanito.

Ambos miraron a la niña sorprendidos y con los ojos muy abiertos, preguntándose donde la niña había sacado aquella idea. Respondiendose ambos a su pregunta inmediatamente, al escuchar las risas de Jimin a lo lejos.

Más sobre mis historias en mi Instagram @satelitenumeroocho.

Muchas gracias por tu lectura.

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