━━━━━ 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐘 𝐖𝐄𝐃𝐃𝐈𝐍𝐆;
❛DEMASIADO.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
Natalia_Russell13

     —¿PERO TE LLEVO A TÚ CASA O TE VAS A QUEDAR HASTA QUE LLEGUE CASSIE?

Marco le preguntó, mientras que Camille asentía a lo segundo y su mejor amigo entendió. Llevaba horas encerrada en la habitación de Cassie, no quería bajar y no lo haría, menos para presenciar a Charles siendo cariñoso con la chica que había llevado, no gracias, no quería mirar eso. Y sabía que era estúpido de su parte ponerse celosa de un chico que ya no era nada de ella, pero es que... ¡Le daba rabia!

Le daba rabia ver cómo ella lo tomaba de la mano a él frente a todos, ver como le besaba la mejilla, ver como... eran cariñosos en público... resopló.

Y otra vez sus ojos se cristalizaron, dándose cuenta de que lo que sintió con Charles, jamás lo iba a sentir con Alex, y no lo entendía. Quería a ambos, pero ¿¡por qué le molestaba tanto ver a Charles con una chica cuando ella también estaba saliendo con alguien más?!

Alice entró a su habitación.

—¿Vas a cenar? —le preguntó, mientras que Camille asentía.

—Sí, pero no voy a—

—Ya se ha ido Charles con Charlotte —le mencionó, mientras que Camille alzaba ambas cejas y asentía.

—Ah que bien ¿a tener una cita nocturna por las calles de Mónaco? ¡Excelente, excelente! —ella aplaudió sarcásticamente, mientras que Alice soltaba una risita y la tomaba de la mano.

—Hubieras podido ser tú la chica con la que hubiese tenido una cita nocturna, pero haz decidido aceptar ser la prometida de Alex y—

—Vale, estoy hasta las casillas del mismo tema —se soltó de su agarre— ¡Y sé que no me vas a entender! ¡Sé que tienes razón, vale! Sé que tú, Chris, Marco, Cassie y todos los que saben qué pasó entre Alex y yo, tienen razón. Sé que soy una estúpida decidiendo aceptar a Alex cómo mi prometido, pero tendré que aprender a lidiar con eso.

«¿Sabes por qué? Porque cuando intenté ir tras Charles para explicarle las cosas como eran, no se ha detenido un segundo a escucharme. ¿Y ya qué? Ya lo he perdido ¿vale? Ya no voy a recuperar a Charles, y ya, está bien, me vale un kilo de pepino recuperarlo porque se le ve bien con la chica esta. ¿Y sabes qué? Yo estoy bien con Alex, me guste que sea mi prometido o no, me tendré que acostumbrar, y a fin de cuentas volveré a sentir lo mismo por él.»

—Sigues estando confundida, Camille —le dijo Alice resoplando, iba a hablar pero Camille la interrumpió.

—Está bien Alice, pero no haz pensado ni un segundo en lo difícil que fue para mí sentir la presión en el escenario, no haz pensado ni un segundo en lo mala persona que iba a quedar si yo rechazaba a—

—¡Ese es tú problema! ¡Qué siempre te importa lo que piensen los demás! ¡No ibas a quedar como una mala persona por rechazar a alguien que no amas! ¡Y no quedaste como mala persona en el escenario! ¿Pero sabes dónde sí? Con Charles, y con todos los que sabíamos que entre ustedes dos pasaban muchas cosas —le dijo, los ojos de Camille se cristalizaron— te importa más seguirle cumpliendo los caprichos a Alex que tener una pizca de amor propio ¡Y pensar primero en ti que en lo que diga él o su familia!

—¿¡Y qué quieres que haga?! ¿¡Que vaya corriendo tras Charles cuando no me quiere ver, ni hablar, y le diga lo que me pasa?! ¡Pues no! ¡Porque él ya no siente lo mismo! ¡Ya anda con otra! ¡Te pones más del lado de Charles que de tú propia mejor amiga!

—¡Me pongo del lado de la persona que sé que se la jugó por ti, y no de alguien que solo piensa en si le rompe el corazón al noviecito si le niega ser su prometida! Me dices que te acostumbrarás a ser la prometida y esposa de Alex, pero no te das cuenta de que las cosas no son así, un matrimonio se forma por amor, porque estás con la persona que amas, y no por costumbre.

«No te quedas al lado de alguien solo por pensar en "oh, le voy a romper el corazón si le termino" ¡Porque así son las relaciones! Y ya, son cosas que pasan, pero no te das cuenta, de que solo piensas en Alex y no en ti, por más que lo niegues. ¡Ha utilizado la presión social para que aceptes, y tú haz vuelto a caer, porque solo piensas en lo que van a decir los demás sobre ti, que lo que a ti te importe."

Marco subió las escaleras.

—Ey, ey, chicas ¿por qué tanto grito?

—Nada —Camille seguía con lágrimas en sus mejillas— yo ya me iba.

Tomó sus cosas y salió de ahí, mientras que Marco veía a Alice y bajaba las escaleras tras ella.

—Cami, espera, la cena —su mejor amigo le dijo antes de que terminara de bajar, ella se detuvo, agregando:

—No tengo hambre.

—¿Hasta cuándo tú y Alice van a discutir?

—Hasta que ella se dé cuenta de que le quiero ayudar, pero sigue poniendo a Alex en primer lugar, en vez de a ella misma —respondió Alice mientras que Camille sollozaba más y Marco le daba un abrazo.

—Me voy a casa, yo—

—Te llevo. Son mis mejores amigas, bueno Alice mi hermana, pero ya dejen de pelear —las miró a ambas— no me gusta verlas así, chicas.

Camille no dijo nada, bajó las escaleras y al salir de la casa, se subió al auto de Marco que se encargó de llevarla hasta su casa, y ella le agradeció.

—Cami...

—¿Qué? —le contestó a secas.

—Sé que yo no me debo meter en tus asuntos amorosos, porque ya eres mayor de edad y sabes las decisiones que tomar —le dijo, mientras que Camille asentía— pero si no quieres a Alex, y quieres estar con Charles, deja de pensar en el qué dirán de la familia Gissoni, y sé sincera. Ser sincero es lo mejor. No pienses en sí Charles sale con una chica, y juegatela por primera vez, en que tomaste una decisión no pensando en los demás, sino en ti.

Le besó la mejilla, mientras que Camille asentía y valoraba el consejo.

—Te quiero mucho, Marco.

Le dio un abrazo, mientras que él acariciaba su espalda.

—Y yo te quiero muchísimo más, mi niña.

Ella sonrió, el sonido de unos toques en el vidrio del auto lo hicieron separar, Camille miró a Alex ahí, y soltó un resoplido. Como empezara a hacer preguntas o un show de celos estúpidos, es que definitivamente le iba a terminar.

—¡Marco, hermano! —le saludó.

Y después de hablar entre ambos, abrazó a Camille, a quién le sorprendió que Alex no comenzara a hacerle preguntas. Últimamente estaba muy cambiado, muy diferente al Alex que ella conoció, ya no era celoso, ni le hacía preguntas cada que la veía hablando con un chico...

—He comprado la cena, mamá está en casa —dijo él con una sonrisa, y Camille se arrepintió de no quedarse en casa de sus mejores amigos.

—Genial.

—¿Ha pasado algo? Te noto rara.

—Sólo estoy cansada.

Otra vez en el pasillo, se toparon a Charles con su chica, y Camille estaba comenzando a pensar que lo estaba haciendo al propósito en serio, lo ignoro, Alex alzó su mano.

—Leclerc.

Saludó, y supuso que el monegasco le devolvió el saludo. Supuso, porque no se giró a verlo. Al abrir la puerta Abbie les miró a ambos con unas sonrisa.

—¡Mis niños! La verdad estaba esperando a que llegaran —les dijo, abrazándola a ambos— ya casi vamos a terminar las invitaciones, y además ¿ya comenzaste a buscar una tienda para el vestido Camille? Porque he hablado con varias amigas que ya quieren que vayamos a visitar sus tiendas, por ejemplo, hay una cerca del trabajo que—

—Mamá —Alex la frenó— Camille está cansada y yo también, hemos tenido mucho trabajo hoy.

—No sabía que mi nuera se cansaba con su trabajo virtual —dijo a modo de burla, mientras que Alex alzaba una ceja y Camille entraba a la habitación sin decir nada.

—¿Por qué dices esas cosas? —se quejó en un susurro, mientras que Abbie se asomaba a ver qué Camille no estuviera chismeando.

—¡Porque no me parece su comportamiento, Alessandro! ¡No muestra ni una pizca de interés en que quiere casarse contigo! A ver si te consigues una novia que de verdad le importes, porque está no lo demuestra en nada.

Se quejó, cerrando de mala manera la laptop y guardando sus cosas, mientras que Camille abría la boca con indignación.

¿¡Haberle aceptado matrimonio a su hijo para no dejarlo mal frente a más de doscientas personas, no entraba en demostrar que le importaba?!

—Descarada —Camille se quejó, quitándose el maquillaje y entrando al baño a darse una ducha, pensando en las palabras de Marco.

Resopló, para abrir la ducha y entrar en la misma.

💌

     Por la mañana, Camille se despertó primero que Alex y se fue a la universidad, no había dormido nada pensando en qué debía hacer, y le daba la razón a Alice, la decisión de aceptar ser su prometida la había tomado por pensar en qué dirían los demás, y Marco también tenía razón. Debía tener amor propio y serle sincera a Alex, porque lo que ella sentía también importaba.

Tomó su desayuno en la panadería, respondiendo los mensajes de Cassie con emoción, le había comentado que Arthur y ella se habían dado un beso, y se emocionó ella también, haciendo reír al chico de la panadería, que no paraba de verla.

—¿Qué? —Camille le pregunto con vergüenza, mientras que él sonreía.

—Nada, que te ves muy bonita cuando te emocionas —le dijo, y le recordó a Charles.

¡Todo le recordaba a Charles! Ella se sonrojo, completamente avergonzada, mientras que la campanita de la panadería sonaba, ella no se giró, el chico le sacó conversación.

—No quiero sonar maleducado pero—

—Buenos días —alguien se acercó a la barra, y Camille no se tenía que girar a saber quién era, porque ya lo sabía— ¿Por favor me puedes dar dos órdenes de café frío y croissants? Y un pastel, gracias.

Se sentó al lado de Camille. Lo estaba haciendo al propósito, lo estaba haciendo al propósito. Camille lo ignoro.

—Vale, ya te lo traigo. ¿Algo más?

—Déjame pregunto —marcó algo en su celular, mientras que alguien le atendía y Camille seguía comiendo de su desayuno— ¿Charlotte? ¿Quieres algo dulce?

Camille tensó su mandíbula, siguió mirando su desayuno, Charles le hizo una seña al chico de la barra.

—No, es todo. ¿Cuánto es?

—Ya te doy el precio —Charles asintió, el rubio miró a Camille y le sonrió— ten, cortesía de la casa.

Le tendió unas galletas de chispas de chocolate y Camille sonrió, mientras que tomaba las mismas.

—Oh, no yo no...

—No te preocupes, es cortesía de la casa —le sonrió, mientras que Camille se sonrojaba más de la vergüenza y ahora era Charles quién estaba tenso.

—Oh por Dios, que vergüenza —ella sonrió, tomando la bandejita de galletas mientras que la ponía en la silla de al lado— muchas gracias. ¿Cuánto te debo?

—¿Para qué le preguntas? Puede ser cortesía de la casa también —le sonrió sarcástico, mientras que Camille se giraba a ver al monegasco por primera vez, alzando una ceja.

—¿Por qué no? Déjalo así —le sonrió el rubio, mientras que Charles tensaba la mandíbula ahora él.

¿Qué? ¿Había escuchado bien? ¿Y por qué ese trabajador le estaba coqueteando tanto a Camille?

Y ¿¡A él que le importaba?!

—Oh no, chico como crees...—ella negó, abriendo su bolso y sacando el dinero— te pago.

—No, no, en serio, déjalo así bonita —Charles tragó grueso. Comportate, Charles, comportate.

—No sabía que en estas panaderías atendían así de bien. ¡Hasta le ponen apodos a los clientes!

El rubio se sonrojo, mientras que señalaba que iba a buscar su pedido, y Camille miró a Charles sin entender. No le dijo nada, solo recogió sus cosas y espero a que el chico volviera para pagarle el dinero, se puso el bolso sobre los hombros, Charles carraspeó.

—Estoy seguro que a Gissoni le molestaría mucho y le daría celos ver cómo te coquetea el chico de la panadería —le mencionó, mientras que Camille intentaba ignorarlo al máximo— digo, ya sabes cómo es.

Ella detuvo su paso, dándole la vuelta para verlo con una ceja alzada.

—Estoy segura de que a Alex no le importaría ni le daría celos si el chico de la panadería me coquetea o no —lo miró seriamente, dudosa en si decir lo que quería o no, se tomó el atrevimiento de decirlo— pero por lo que me parece, a ti sí.

Antes de decir algo más, el rubio volvió con la orden de Charles y Camille le pagó, mientras que él le tendía un papelito con su número de teléfono, y Charles no se lo podía creer.

Había creído que Camille le había dejado de importar, pero aparentemente no era así.

Ella le sonrió al chico, mientras que él se iba a atender a otros clientes y ella se guardaba el papelito en el bolsillo de su pantalón, quería salir de la panadería, Charles la tomó de la mano, evitando su escape, mientras que la acercaba delicadamente a él, Camille tragó grueso, el corazón de ambos estaba acelerado, ella subió la mirada para verlo y él monegasco aprovechó a responder lo que ella había dicho con anterioridad.

—¿Sabes que sí? —la miró fijamente, sus ojos verdes brillaban, se inclinó más hacia ella, Camille estaba nerviosa, y demasiado. Sintió ese cosquilleo en su estómago, de vuelta.

Ella empezó a retroceder, chocando con la barra de la panadería, mientras que Charles se acercaba a ella, volviendo a inclinarse a si y quedando cerca, demasiado.

—¿Que si qué? —preguntó sin titubeos, no iba a demostrarle a Charles que estaba nerviosa en lo absoluto.

El castaño se inclinó más, para ese punto sus narices estaban casi rozándose Camille lo miró, sin apartarse y eso hizo a Charles sonreír, bajó la mirada a sus labios y fue inevitable relamer los suyos, para escanear sus facciones con lentitud y chocar su mirada con la de ella.

—Sí, me da celos Camille, y demasiado.

Fue sincero y a Camille le sorprendió en parte, porque no esperaba escuchar algo así por parte de él, y mucho menos teniendo tanto sin hablarse, ella se rió sobre su cara, girando la misma para negar divertida.

—No debería, porque hasta donde yo sé no le están coqueteando a la chica que está esperándote en el auto, y después de todo ¿ella es tu novia, no? De ella es quién deberías estar pendiente si le coquetean o no, Leclerc.

Le sonrió, para guiñarle un ojo divertida y se iba rápida de ahí por si al monegasco le daba por acorralarla entre él y la barra. Charles quedó parado ahí como un idiota, pero sin ser inevitable que tuviera una sonrisa en sus labios, todavía le encantaba y era obvio... estaba enamorado de Camille.

Mientras que ella, no lo entendía. Primero la ignoraba, luego ¿¡venía como si nada a admitirle que estaba celoso?! ¿¡Quién lo entendía?!

Sus sentimientos estaban completamente revueltos, y ella estaba tan confundida, entre Charles y Alex... no entendía nada, y la mejor opción era irse a París por unos días.

Definitivamente.

━━━━━ aymimadre

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—girlofmyidols.