━━━━━ 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐌𝐘 𝐖𝐄𝐃𝐃𝐈𝐍𝐆;
❛TÚ TAMBIÉN.❜

𝐃𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 𝐀
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     CHARLES TOMÓ A CAMILLE DE LA MANO, PONIENDO SUS MANOS SOBRE EL HOMBRO DE ÉL, mientras que él ponía las suyas en la cintura de ella y la apegaba a sí. Ese cosquilleo en el estómago lo estaban sintiendo ambos, y los dos sabían perfectamente por qué lo estaban sintiendo, porque se gustaban. Por más que Camille lo negara frente a los demás, le gustaba Charles, ya le venía atrayendo el monegasco, pero desde que se habían ido a París... confirmo lo que venía dudando semanas atrás, estaba comenzando a sentir cosas por él, y se sentía mal por ello, porque ella tenía novio.

¿Cómo podía comenzar a sentir cosas por alguien más cuando estaba saliendo con alguien? Es que no lo entendía, no sabía porqué había comenzado a sentir cosas por Charles, y le daban ganas de llorar.

Pero en ese momento, con él mirándola así tan bonito, con él tomándola de la cintura y apegándola a él.

Con él, bailando a un ritmo lento la música que estaba sonando, y halagandola, diciéndole que era demasiado preciosa... Camille se quiso quedar ahí.

Los dos bailaban al compás de la música, mientras que Charles quitaba una mano de la cintura de ella, para ponerla en su mejilla.

—No quiero sonar intenso, ni incomodarte pero es que —la miró fijamente, las facciones de Camille eran preciosas, y él estaba enamorado completamente de ella— eres preciosa, Camille Giroud.

Camille lo miró fijamente, no sabía si después de decir lo que quería decir, se iba a arrepentir, pero tomó la valentía de decirlo, las manos le temblaban, así que tuvo que entrelazar las mismas sobre los hombros de Charles, bajando la mirada con una sonrisa, y volviéndolo a ver.

—Tú también eres precioso, Charles Leclerc.

Los dos se miraron con una sonrisa, Charles se inclinó hacia ella, pero Camille no pudo con tanta presión, y le dio un abrazo, y Charles entendió a la perfección.

Entendía a Camille perfectamente, ella tenía novio ¿o a ella no le gustaba él? Estaba en una situación complicada, no sólo porque Camille tenía novio, sino porque no sabía si le gustaba, Arthur y Alice le daban a entender que sí, y quizá había la posibilidad, pero y ¿si él había confundido la amabilidad de Camille como que ella le seguía los coqueteos?

Los dos se quedaron bailando, ahí abrazados, por bastante tiempo. La sensación era tan linda que ninguno de los dos se quería soltar, pero tuvieron que hacerlo cuando uno de los meseros entraron a buscar más comida y se sorprendió de verlos a ambos, abrazados.

—Señores... no pueden estar en esta área...

—Sí, ya nos íbamos —dijo Charles, tomando de la mano a Camille y esta vez entrelazando sus dedos, y otra vez Camille sentía ese cosquilleo en su estómago.

¿¡Por qué Charles tenía que ser así?!

—Pero no sin antes sacarte una foto conmigo, Charles —le dijo, sacando su celular del bolsillo, mientras que Charles soltaba una risita y asentía— dile a Carlos que lo quiero mucho.

Charles soltó una risita, asintiendo. Se sacaron una foto, y después de ese momento tan bonito entre ambos, tuvieron que volver al club. No había nadie en la mesa, Alice estaba bailando con las chicas y Marco estaba bailando con Mackenzie.

Charles y Camille se sentaron el uno al lado del otro, y el busco su mano por debajo de la mesa, entrelazando otra vez sus dedos con la misma, Camille lo miró con una ceja alzada.

—¿Te estás aprovechando, no? —le preguntó divertida, mientras que Charles soltaba una carcajada.

—Es para que le des calor a mis manos —le dijo, mientras que Camille negaba divertida y Charles sacaba su celular con su mano libre— ¿Nos sacamos una foto?

Ella asintió. El resto de la noche se la pasaron hablando estupideces, riéndose de sus chistes malos e incluso practicando francés en pleno club. Hasta que los demás llegaron y se quedaron completamente serios, sin saber que decir o hacer.

Los demás se sentaron a comer un rato, hasta que Mackenzie volvió a ponerse de pie.

—¿Charles quieres bailar conmigo? —le preguntó, Camille se hizo la que no estaba escuchando la conversación, el monegasco negó.

—Me gustaría, pero es que me duelen los pies...

—Oh vamos, una pieza y ya ¿si? —se acercó a él, jugando con un mechón de su cabello, mientras que el monegasco buscaba la mirada aprobadora de Camille, como si fueran algo.

¡Charles comportate, que todos te están viendo! Lucas que estaba a su lado, palmeó su hombro.

—¿Estás soltero, muchacho? —le preguntó, Charles miró de reojo a Camille, aunque la única que noto la mirada había sido Alice que estaba comiendo con Cassie.

—Por ahora.

Ella soltó un gritito de la emoción para sí misma, golpeando a Cassie que estaba viendo las fotos que se había tomado con Arthur, Lucas le despeino el cabello.

—Entonces no le niegues la salida a la muchacha y anda a bailar con ella.

¡Muchísimas gracias, papá! Camille pensó, mientras que se hacía la que no escuchaba nada, era mejor que poner sus caras, y luego aguantarse preguntas por parte de todos, Charles miró a Alice, que se puso de pie, tomando la mano del monegasco.

—No puede porque ya había quedado en bailar conmigo, vamos —Charles hizo una mueca de que se disculpaba y Mackenzie asintió, bajando la mirada.

—Pero a la próxima pieza, vienes conmigo.

Charles asintió, ya ella quisiera. Alice le había salvado de un momento incómodo bastante grande, Mackenzie se fue en busca de otro chico a la pista y Charles le agradeció a Alice.

—Gracias, en serio.

—No es nada, bueno si es algo.

—¿También me vas a pedir dinero? —le preguntó divertido, recordando el precioso momento que había tenido con Camille hacía minutos atrás.

¡La hubiera podido besar! Estúpido Alex, que era su novio. ¡Estúpido él, que se había fijado en alguien con novia! ¿Pero que culpa tenía él? Uno no decidía por quién comenzar a sentir cosas.

—No, te voy a pedir que me cuentes —lo arrastró lejos de los demás— ¿Ya haz besado a Camille o sigues de estúpido y lento?

Charles abrió la boca con indignación.

—¡Qué ofensiva! —se quejó— si fuera por mí, hace semanas la hubiera besado Alice —ella comenzó a zarandearlo, completamente emocionada— pero son demasiados contras y muy pocos pros.

—¿De qué hablas?

—De que ella tiene novio, duh —le respondió con obviedad— en primera. En segunda, está más que claro que no se dejaría besar ni de chiste y en tercera—

—¿Charles, estás bien?

—Sí, gracias —los dos soltaron una risita— ¿Por qué la pregunta?

—¡Porque eres imbécil! ¿¡No te das cuenta que es obvio que a Camille le gustas?!

—No creo, ¿te ha dicho algo?

—¡Charles!

—¿¡Qué?! —le preguntó divertido, en su mismo tono de voz y Alice le dio un zape— ¡Pero ay!

—¡Eres idiota y ciego! —se quejó— ¡Camille literalmente evita a los chicos para no tener problemas con su novio! Y tú, que haz logrado hasta casi besarla ¿¡Me estás diciendo que no te das cuenta que le gustas?!

—¡Pero es que...! ¡Lo he pensado! Pero también recuerdo sus palabras de que me hace falta llamarme Alessandro Gissoni para moverle el piso—

—¡Eso ya fue hace semanas, o no sé! ¡Y lo dijo para provocarte o dejarte sin palabras! Es que eres idiota —se quejó— ¡Tú hermano ya hasta le pidió una cita a Cassie y tú no haz besado a Camille!

—¿¡Pero como la voy a besar si ella sale con alguien más, Alice?!

—¡Sí! O sea sí —ella asintió— pero es que... siento que te hace falta motivar ese paso para que Camille te diga que siente lo mismo, termine con Alex y los dos salgan juntos.

—¿Estás de chiste, no? ¿Crees que si le digo que me gusta, ella va a decirme lo mismo y terminar con Alex? ¿Qué clase de libro de romance cliché y barato te lees? Porque eso solo pasa en libros así —Alice volvió a darle un zape— ¡Ay!

—Si le dices lo que sientes por ella, probablemente te diga lo mismo si yo la ayudo a aceptar lo que siente por ti, sé que siente algo por ti, Charles.

—Es que no lo sé...—bajó la mirada— la conocí cuando Alex le iba a pedir matrimonio ¿cómo crees que va a sentir algo por mi? Ya se mudaron juntos, en cualquier momento le pide matrimonio y yo no quiero ilusionarme con creer que Camille si corresponde mi amor, cuando no es así.

Alice lo miró.

—Y entiendo tus inseguridades por completo, Charles. Pero si ya Alex no le pidió matrimonio la primera vez que se conocieron, no creo que lo haga ahora —le dijo— ya casi ni se habla con Camille, es decir sí, pero no creo que ella aceptaría de igual manera si le pide matrimonio.

—¿Cómo sabes que no aceptaría?

—Porque la conozco. Creo que deberías jugartela a decirle lo que sientes, ¿qué tal que ella te diga que siente lo mismo?

Charles lo miró, antes de decir algo más Marco salió riéndose entre carcajadas.

—¡Se ha caído alguien en la pista, tienes que venir a verlo! ¡Los dos!

Marco jaló a su hermana, mientras que corrían hasta el club y Charles se quedaba ahí parado, recargandose de la pared. ¿Declarar su amor por Camille aún sabiendo que ella tenía novio, era buena opción?

Resopló.

Que complicado todo.

💌

     La promoción de Cassie terminó a eso de las once de la noche, pero los estudiantes siguieron la fiesta en casa de otro compañero, Cassie se fue con sus amigas y Marco junto con Arthur y Alice se habían ido con ella, Camille estaba demasiado cansada como para ir a otra fiesta y entonces saliendo del club, Amelie le entrego las llaves de su auto a Charles para que llevara a Camille a casa ya que ellos irían a una cena con amigos.

Camille miraba a Charles manejar, se veía tan atractivo haciéndolo que era inevitable mirarlo, aparte de que lo hacía con mucha confianza y era entendible, porque era un piloto de Fórmula uno. Nunca lo había visto compitiendo, Camille no era tan fan de fórmula uno, aunque su papá si solía ver esas competencias, el conocer a Charles le había generado interés en lo que él hacía.

—¿No te da miedo conducir en fórmula uno? —le preguntó en un susurro, mientras que Charles soltaba una risita.

—Nah —negó, mirándola con una sonrisa que a Camille le generó más nervios de los que ya tenía— he practicado desde que estoy niño, así que ya estoy acostumbrado.

—¿En serio? —Camille lo miró con sorpresa, Charles asintió.

—Sí —le sonrió de lado— ¿Te gusta la fórmula uno?

—No —ella negó, mientras que Charles abría la boca con indignación— ¡Es que! No sé nada de fórmula uno —le dijo soltando una risita— veo otros deportes, pero fórmula uno nunca le di tanta atención.

¿Y por qué ahora sí...?

Camille se golpeó mentalmente por haber pensado eso.

Charles sonrió de lado: —¿Por qué no? Es genial.

—No lo sé... es que crecí con Marco viendo fútbol y le prestó más atención al fútbol que a otros deportes, aunque también me gusta el voleibol, el béisbol algo —hizo un ademán de "más o menos con sus manos— y así.

—¿Te gusta el fútbol?

—Efectivamente —los dos rieron.

—A ver, ¿quién es tu futbolista favorito?

—Cristiano, ni siquiera dudo en responder —ella respondió, y Charles no pudo evitar sonreír, tomándola de la mano y acariciando la misma.

¿A caso Camille podía gustarle más?

—¿De verdad? —ella asintió— el mío también.

—¡Es que...! Lo amo.

Los dos rieron, el resto de camino a casa Charles no despegó su mano de la de Camille y ella ni se inmutó de eso, porque iban hablando sobre deportes, dándose cuenta de que ambos tenían muchas cosas en común. Charles le hablaba sobre Ferrari, y su ascenso hasta ahí, lo que había ganado desde que llegó y las competencias que tenía.

Hablaba con tanta pasión sobre las carreras que por mucho que Camille no entendiera tanto sobre las mismas, le gustaba escucharlo.

Cuando llegaron a casa de los padres de Camille, bajaron del auto y subieron juntos, Camille lo miró.

—Iré a cambiarme...—le dijo, Charles asintió.

La vio caminar hasta su habitación y sonrió de lado, recargandose de la pared y soltando un resoplido, cuando creyó que no podía enamorarse más de la misma persona, Camille le habló con pasión sobre los deportes que le gustaban, y era inevitable no enamorarse más.

Y entonces, quería hacerle caso a las palabras de Alice y de Arthur sobre jugársela por decirle lo que sentía.

"¡Eres idiota y ciego! ¡Camille literalmente evita a los chicos para no tener problemas con su novio! Y tú, que haz logrado hasta casi besarla ¿¡Me estás diciendo que no te das cuenta que le gustas?!"

Quizá había una posibilidad de que Camille también sintiera lo mismo por él, pero tendría que pensar mejor el decirle lo que sentía por ella. No quería meter la pata y que al final, todo se volviera incómodo entre ambos cuando estaba siendo completamente genial.

Entró a su habitación, quitándose el saco que tenía y lanzándose en su cama con una sonrisa.

—Ay Camille Giroud... ¿por qué me tienes que gustar tanto? —soltó un resoplido, pero sin evitar sonreír.

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—girlofmyidols.