𝟎𝟏

Después de sacar a Dominic del autobús qué lo llevaría a la cárcel, eso hizo qué ahora Isabella, Mía, Brian, Adam, y Dom fueran fugitivos ahora, cosa qué desesperó a Isabella.

Y ahora el plan era irse todos a Brasil, dónde verían a Vince para qué los ayudará. Los primeros en irse fueron, Brian, Mía, y Adam, después se fueron Isabella, y Dominic aparte de ellos.

—¿Estás seguro de ésto?— preguntó Isabella, cuando Dom y ella llegaron al Motel en dónde pasarían la noche.

—Tranquila, preciosa— Dominic tomó sus manos, Isabella sonrío para después darle un beso rápido en sus labios—. Estaremos juntos en ésto, es lo más importante.

— Si, tienes razón— entraron a la habitación del Motel, Isabella miró con cara de preocupación, se sentó en la cama y Dom hizo lo mismo, mirándolo igualmente preocupado—. Es increíble qué hace dos meses era una chica en busca de ser policía, y ahora soy una fugitiva.

—Aveces ésto te cambia la vida— Isabella lo miró—. Nunca imaginé qué querías ser como Brian, nunca lo dijiste.

—No lo sé, realmente no estaba segura— Isabella, recostó su cabeza en el hombro de Toretto—. Por qué en realidad mi sueño siempre fue ser corredora, amó los autos con mi vida. Y todo gracias a qué papa, me los enseño desde qué tengo memoria, y como veía ese sueño imposible, había decidido ser policía para tener algo qué hacer con mi vida.

—Preciosa, ya eres una gran corredora— Dom sonrió, colocando su mano en su mejilla para después acariciarla—. Desde el primer día en qué te vi en tú auto, demostrando qué Brian te había enseñado bien, y fuiste capaz de ganarme, me di cuenta qué era tú pasión.

—Te amo, Dom— Isabella, se acercó a Dom, y junto sus labios con los de el. Toretto, colocó sus manos en su cintura, haciendo qué Isabella se sentará en su regazo, y Dominic la miró—. Está bien, estoy lista para dar este paso contigo.

La O'Conner, sabía qué estaba lista para aquel pasó. Aunque, debía admitir qué le daba miedo por el simple de echo, qué al principio cometió error de amar a alguien, y dar aquel pasó, pero sabía qué con Dom era diferente, amaba tanto al hombre qué no le importaba nada, solamente quería ser feliz con el.

Unas horas después, Isa y Dominic alcanzaron a los demás. Abrieron la puerta del vagón, y Brian, Mía, y Adam sonrieron al ver a la pareja llegar con ellos, el rubio se acercó a su hija y la abrazo, encantado de verla.

—¿Estás bien?— preguntó Brian, y Isabella asintió.

—Nunca eh estado mejor, papá— Isabella se separó de el, y le dió un abrazo a Adam—. Es bueno verte, amigo. ¿Seguro qué estás bien?

—Por supuesto, sabes qué siempre seré leal a tí, y a Brian. Y Ahora tendré qué serlo a Dominic— Isabella sonrío.

—Les dije que no hicieran nada ilegal— le dijo Dom a Brian.

—Es qué ya no teníamos dinero, y tomé la decisión— le respondió Brian.

—Yo levantó el G40— dijo uno de los hombres qué llegaron con la pareja.

Engancharon el auto en la plataforma, rápidamente los bajaron del tren, después levantaron la plataforma, y Vince salió conduciendo de ahí.

El tipo intento tomar uno de los autos, Dom le colocó la mano para qué se detuviera.

—Primero las damas— Dom miró a Isabella, y Mía.

—Es tú oportunidad, cuñada— Isabella río, y se subió al asiento del piloto, y después Mía se subió al asiento del copiloto.

Isabella aceleró el auto, mientras qué esperaba qué le colocarán los cables. Mientras qué Brian, Adam, y Dominic se miraban entre ellos, notando algo extraño, Dom se acercó a las chicas.

—Cambio de planes, las dos esperen mi llamada— dijo, Mía y Isabella se miraron entre ellas, y asintieron.

Sacaron el auto hacia la plataforma, Isabella sabía lo qué debía hacer, así qué lo hizo rápidamente, para después conducir en dirección contraria. Y tal como ella, y Mía los sospechaban, Brian, Dominic, y Adam terminaron siendo atrapados por aquellos hombres.

Las chicas se escondieron en un lugar seguro, esperando alguna llamada.

—No puede ser— gritó Isabella enojada.

—¿Deberíamos hacer algo?— preguntó Mía, Isabella negó con la cabeza.

—No, son tres hombres qué son capaces de defenderse solos—  Isabella suspiro —. Solamente debemos esperar, y en cualquier momento estarán aquí.

—Tienes razón, Isa— la O'Conner sonrió.

Mientras tanto, los tres hombres estaban colgados con cadenas bastante largas, en sus muñecas.

—Ustedes tres, causaron muchos problemas allá— dijo un tal reyes—. Tres de mis hombres muertos, tres agentes de la DEA con ellos claro qué son negocios. Y por supuesto, algunas cosas salen mal, lo único qué me importa es el auto. Solo digan en dónde están, y se podrán ir fácilmente.

—Si fuera así, no tendría qué ver un maldito plástico en el suelo— dijo Adam, haciendo reír a Reyes.

—No tengo ni idea como trabajan en otras partes del mundo, pero aquí en Rio intento qué los involucrados sepan a los qué se enfrentan— Reyes los miro a los tres.

— Qué curioso, yo te digo lo mismo— le dijo Dom.

—Sabes, dicen qué tú novia es hermosa, que tiene unos ojos encantadores, y qué conduce como una Diosa— Dominic lo miró fijamente, mientras apretaba la mandíbula—. Dónde sean que estén, ella, o tú hermana, las voy a encontrar

Después de qué Reyes saliera, y se fuera de aquel lugar. Era la oportunidad para los tres de escaparse de ahí, Dom rompió las cadenas
con sus manos, para después empezar a golpear a los dos qué se le acercaron. Adam, con sus piernas rodó a otro de los hombres qué se acercaba a Dom, y esto hizo qué el hombre cayera inconsciente, después Dominic soltó a Brian y Adam.

Mía, y Isabella escuchaban la radio, más bien las noticias que hablaban sobre ellos. Cuando Isabella escuchó ruidos, rápidamente agarró una barra de metal, escondiéndose junto a Mía en una columna.

—¿Chicas?— la voz de Brian se escuchó, Isabella soltó la barra para después abrazar a su padre—. ¿Están bien?

—Si, lo estamos— Isabella se separó para después ir abrazar a Dom, y darle un beso en su mejilla, y de último le dió un abrazo a Adam—. Sabían qué podían salir de ahí.

—¿Dónde está Vince?— preguntó Mía, después de unos segundos.

— Es muy buena pregunta, Mía — le respondió Adam.

—Ya vendrá— le dijo Dom mirando al chico.

—Estamos en las noticias, nos están culpando de la muerte de los policías de la DEA — le informo Isabella.

—Ahora somos los fugitivos más buscados, deben mostrarle al mundo que son intocables— Brian miró a Isabella —. Enviaran a los mejores, hay qué irnos de aquí cuánto antes.

—Lo único qué sabemos, es que querían este auto— Dominic se colocó en el auto qué tenía una manta encima qué lo cubría.

—Algo debe de tener adentro — dijo Adam.

—Si sabemos lo qué es, sabremos a qué nos estamos enfrentando.

— O si no, nos va arrestar a los cuatro— dijo Isabella.

Después de unas horas Vince llegó.

—No puede ser, qué desastre— dijo Vince, al entrar.

—¿Dónde estabas?— preguntó Brian, enojado.

—¡Más vale qué cuides tú tono!— río Vince, mirando al rubio.

—¡Más vale qué respondas la pregunta!— Brian le respondió en el mismo tono, Isabella se colocó al frente de ambos.

—¡Ya paren! Hablo enserio.

—¿Dónde estaba Vince?— le preguntó Dominic de nuevo.

— Mucha gente en las favelas te está buscando— le respondió Vince, mirando a Dominic—. No podía salir de ahí, sin traerlos directo a tí, tuve qué esperar.

—¡No salgas con eso! ¡Esto era tú trabajo!— Brian le gritó, acercándose a él. Vince igualmente quería golpearlo, pero Dominic lo detuvo.

—¡Ya basta, O'Conner! ¡Si dice qué no lo hizo, no lo hizo!— le gritó Dominic, Isabella tomó la mano de su padre y lo saco de ahí.

—Papa, debes calmarte— dijo Isabella, al salir del lugar en dónde estaban—. No puedes reaccionar de esa forma, ya sabes cómo Dom se pone con eso.

—Lo se, hija— Brian suspiro—. Solo quiero protegerte, a todos de hecho.

— Ya sabes qué puedo defenderme sola, papá— Isabella sonrío.

— Tienes razón, pequeña.

—Siempre la tengo.

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