Hobbs llegó, y empezó a hablarle sobre el nuevo plan de Shaw, y de lo qué planea con el equipo. Isabella estaba preocupada por Peter, pero debía mantener la calma, debía ser más inteligente que el.

—Hay más de dos docenas en toda Europa— informó Riley.

—La lista solo sirve, noventa seis horas—dijo Hobbs—. Lo qué indica que el próximo ataque del equipo de Shaw será en cuatro días. Van contra el reloj, y nosotros debemos movernos.

—Hobbs tiene razón— habló Toretto—. Resumiendo ustedes los vieron, ¿Qué saben de ellos?

—Sabemos que tiene motores especiales— habló Tej—. Tu escuchaste como cambiaban de velocidades.

—Transmisión secuencial— hablo Han.

—Pero espera un momento—dijo Adam—. ¿No será un motor diesel?

—Tal vez— habló Brian—. Igual a los que se venden.

—¿Vieron como soporto los golpes, y se mantuvo sobre el escuatro?—preguntó Tej, y todos asintieron.

—Si, hidráulica— respondió Román.

—O suspensión magnética— dijo Isabella.

—¿Pero quién tiene acceso a esos componentes, y además fabricar una cosa así?— preguntó Han.

—En los talleres mecánicos en Londres— le respondió Brian.

—Un taller cualquiera no hizo esto—dijo Dom—. Tenemos que ir más profundo. Y no solamente está cosa.

Isabella miró a Dom, y asintió para que hablara.

— Peter Johnson, ex asesino narcotraficante— Hobbs miró confundido a Dom—. Regreso de la muerte, debemos averiguar cómo fue qué quedó vivo, o como conoció a Shaw.

—Yo me encargaré de eso, Toretto—Isabella le agradeció con la mirada.

—Han, Gisele, Isabella y Román—le dijo Toretto—. Es su turno.

—Adam, se irá de aquí por un tiempo— habló Isabella—. El necesita irse a resolver un asunto, pero estará aquí lo más rápido posible.

—¿Es cierto, Halstead?— le preguntó Hobbs.

—Es cierto, Hobbs—le respondió—. Regreso en dos días.

—De acuerdo, pero te necesito lo más rápido posible aquí— Adam asintió—. Debemos tener la ayuda necesaria.

Los cuatro llegaron al lugar qué les indicó la agente de Hobbs.

—Este es el número cinco de la lista— habló Riley, cuando el hombre disparo una flecha hacia una pared.

—¿Que es eso? A quien está pensando en cazar- hablo Roman—. ¿A él presidente?

—Tiene que ser el, ¿Cómo vamos a manejar esto?— preguntó Han, mirando a las tres mujeres.

—Han, somos mujeres podemos con esto— le dijo Isabella mientras sonreía, Gisele sonrió empezando a caminar junto a las dos mujeres.

—Te juro que de pequeña no era asi—le dijo Román a Han haciendolo reír.

—¿Quien las envía?— preguntó el hombre al verlas, pero en otro idioma-. Vamos nenas, tres hermosas mujeres aquí solas, no es para nada bueno.

—Necesitamos información— le respondió Isabella mirándolo con brazos cruzados.

—¿Necesitan información?—preguntó el hombre, y las tres asintieron—. ¿Sobre que?

—Informacion sobre autos— le dijo Gisele sonriendo—. Específicamente dos qué diseñaste hace poco.

Riley le dijo la descripción de los autos.

—Estamos muy interesadas en encontrar el hombre que los compro— habló Isabella lo más neutral posible.

—¿Qué gano yo?—preguntó el hombre mirando a la O'Conner.

—Nuestra gratitud— le respondió Gisele, haciendo reír al hombre.

—¿Toda su gratitud? ¿Qué tienen para ofrecer?—le preguntó el hombre—. Que no pueda sacar a unas chicas— dijo el hombre para tocar el hombre de Isabella, pero la O'Conner fue más rápida y retorció el brazo del hombre, para después golpear su rodilla haciéndolo caer.

—¿Qué opinas de esto?—preguntó Isabella burlona, haciendo reír a las mujeres. La O'Conner mantuvo su agarre fuerte, haciendo gritar el hombre de dolor.

—Espera, espera— dijo el hombre desesperado.

—¿Te gustan que traten rudo verdad?- preguntó Gisele—. Mi mejor amiga, puede hacerte sentir dolor— Isabella forzó más su agarre—. Pero nunca lo habías experimentado, ¿Tenemos un trato?

—¡Habla, imbécil! Por qué te juró que no voy a soltarte— Isabella habló con seriedad.

—¡De acuerdo! ¡De acuerdo!—dijo el hombre, haciendo sonreír a Isabella victoriosa.

El hombre las llevo adentró del lugar. Para después enseñarle algo en la computadora, pero unos segundos después dos autos aparecieron, y empezaron a disparar hacia ellos, con ellos venían Letty, y Peter.

Isabella se agachó, y miró como Peter era uno de estos hombres, el hombre río al ver el rostro de Isabella de enojada. La O'Conner sacó su arma de la bota, y empezó a disparar hacia ellos.

Riley sacó su arma, y empezó a disparar afuera del taller. Letty, y Peter siguieron disparando hacia ellas. Isabella notó como Peter se iba por el túnel del metro, y empezó a seguirlo, debía al menos avisarle qué ella era más fuerte que el.

Peter en cambio sacó su arma, y empezó a disparar mientras corría. Isabella como podía los esquivaba, los dos llegaron a la estación de metro, y seguía corriendo así por uno segundo más.

Hasta qué Isabella saltó sobre Peter, y lo empujó en su estómago. Pateo su arma, y vió como el hombre se levantaba del suelo adolorido, Isabella lo miró burlona, mientras que Peter la miraba con toda la rabia del mundo.

—Eres una maldita puta— escupió Peter, la O'Conner lo miró con rabia queriendo acabar con el—. Seguramente el imbécil de Brian, te enseño hacer tan estúpida como el. ¿Ahora te crees más fuerte qué yo? Estás demasiada creída, hijita.

—Siempre lo fuí, papito— Isabella sonrío irónicamente, mientras qué Peter se acercaba a ella dando el primer golpe, pero Isabella lo esquivo—. Mala suerte la tuya, qué ahora estás solo, sin tu esposa.

—Sydney es una perra como tú— Isabella recordó a su madre, y a su hija. La O'Conner dió el segundo golpe, pero Peter la tomó del brazo, y se lo retorció haciendo gritar a Isabella del dolor—. ¿Ves? No eres para nada fuerte, hijita linda.

Isabella pateó su pierna, y lo hizo agacharse. Isa con su pierna lo pateó de nuevo en su estómago, y después en su rostro. Peter escupió la sangre qué salía de su rostro, pero se levantó rápidamente, para correr hacia Isabella, y golpearla en sus costillas.

—¡Maldito hijo de puta!— gritó Isabella, Peter río al verla adolorida, pero a la O'Conner no le importo tanto su risa, por qué fue hacía el, y lo golpeó en su rostro dos veces, haciendolo sangrar—. ¡Vamos, papito! Demuestra qué aún sigues siendo fuerte.

— Perra— fue lo único que pudo decir Peter, antes de qué golpeara a Isabella de nuevo en su costillas, la empujó haciéndola caer por las escaleras del metro.

Letty igualmente peleaba con Riley, pero se detuvo al ver a la mujer como caía de las escaleras, sentía preocupación, algo dentro de ella la quería ayudar, y proteger pero no sabía por qué. Mientras que Isabella, se levantó como pudo, y vió a Peter acercase de nuevo hacia ella, cuándo ella dió de nuevo el primer golpe en su cara.

—¿No ves? Somos iguales, hijita— Isabella negó con la cabeza—. Por supuesto qué lo somos, eres una asesina, como lo soy yo.

—¡Nunca en tu puta vida, seremos iguales!— Isabella escupió la sangre de su rostro.

—¿De verdad?— Peter río—. Bueno eso ya lo veremos, cuando vaya hacia la casa de Mía, y Brian, y los asesine a todos uno por uno.

—No...— Isabella lo miró incrédula.

—¡Oh! Se me olvidaba— Peter río más fuerte—. Mis nietas están con Sydney, la rubia las cuida como su vida.

—¡Si te atreves a hacerle daño a mis hijas o a Sydney! Lo vas a lamentar— Peter río nuevamente, pero Isabella corrió hacia el, y alzó su pierna paga golpearlo en su mandíbula, haciendo caer nuevamente.

—¡Isabella! ¡Ten!— Román le tiró un arma, qué por suerte la O'Conner pudo tomar con rapidez.

Isabella casquillo el arma, y reforzó las balas,  pará después apuntar hacia Peter.

—¿Recuerdas ésto?— pregunta Isabella de manera sarcástica.

—Lo recuerdo muy bien, hijita— dijo Peter.

Isabella estaba lista para disparar, pero alguien la empujó por atrás, soltando el arma en la caída. Isa notó como está persona era Letty, ayudó a Peter a levantarse, pero el hombre se soltó de su agarre para tomar el arma de su compañera, Isabella tomó la de ella rápidamente, pero ya era tarde Peter disparó rápidamente hacia ella

—El próximo será para tú mami— le escupió Peter, Letty miró como Isabella tenía un disparo en su hombro, quería ir ayudarla pero Peter la tomó del brazo llevandosela de ahí.

Román, Riley, y Han corrieron hacia Isabella al  verla agachada.

—¿Isa?— preguntó Román.

—Me disparó, Román— Isabella respondió, mientras intentaba aguantarse la sangre.

—¿Puedes caminar?— le preguntó Riley, y Isabella asintió adolorida.

Al llegar al lugar, Brian fue el primero en correr hacia Isabella al notar el disparo. Isabella se sentó en una silla, mientras sentía aún sangrar la herida. Hobbs igualmente se preocupó al ver a la mujer con golpes en su rostro, y más al ver la herida de su hombro sangrar.

—¿¡Quien te hizo esto!?— preguntó Brian desesperado al verla.

—Fue Peter, papá— Isabella empezó a sacarse la bala, mientras qué los demás la ayudaban.

Dominic corrió hacia Isabella, al verla tan lastimada, y más con la herida en su hombro.

—¿Preciosa?— preguntó Toretto—. ¿¡Quien carajos te hizo esto!?

—Como dije fue Peter, Dom— Riley ayudo a Isabella a venderla la herida. Brian, y Dom se miraron preocupados por el estado de Isabella.

La mujer como pudo se curó la herida, no era tan profundo, pero el dolor era sumamente insoportable.

—O'conner, ¿Estás bien?— le preguntó Hobbs preocupado—. ¿Tienes idea por qué Peter te hizo esto?

—Por lo qué lo provoque— Isabella miró a Brian—. Y por qué me odia, Hobbs.

—¿Letty estaba con el?— Isabella asintió.

Dominic al escuchar esas palabras, se fue del lugar, haciendo qué Isabella sintiera sus lágrimas salir. Toretto no quería escuchar como su mejor amiga, no ayudaba al amor de su vida.

—¿Que ella hizo?— Isabella suspiro, al sentir sus labios temblar por las lágrimas.

—Realmente no lo sé— Isa hizo una pausa—. Ella quería ayudarme, Hobbs. Pero Peter se la llevó de ahí, pero lo presentía, su mirada me lo decía.

—Esta bien, Isa— Hobbs suspiro—. Ahora lo qué necesitas es descansar, para qué te recuperes.

Isabella asintió, con ayuda de Brian, y de Han la levantaron hacia una habitación. El rubio dejó a la castaña en la cama, mientras que la miraba preocupado.

—¿Te dijo algo?— pregunta Brian, y fue ahí cuando Isabella pudo llorar libremente. El O'Conner se acercó a ella, y la abrazo con cuidado de no lastimarla.

—Me amenazó con Sydney, papá— Brian la miró confundido—. Me dijo que la próxima bala será para mamá, no podemos permitir que eso pasé.

—No le pasará nada, te lo prometo— le respondió Brian, acariciando su cabello.