Isabella llegó a la casa de los Toretto junto a Adam. Tenía días qué no visitaba a la chica, y además quería presentarle a Adam.

Al llegar, bajaron del auto de Isabella y tocaron la puerta. Mía abrió rápidamente, abrazando a la chica, bastante contenta dé qué ella estuviera en su casa.

—Que sorpresa, Isa. No esperaba verte aquí— Isabella sonrío—. ¿Quién es tu amigo?

—Oh, el es Adam compañero de papá— Adam extendió su mano, la cuál Mía acepto encantada—. El está a cargo de cuidarme por decirlo así, por los peligros qué pueden aver.

—Asi es, sabes Brian cómo papá es bastante exagerado— Mía río ante eso—. Es un gusto conocerte, Mía.

—Igualmente es el gusto es mío, Adam. ¿Quieren pasar?— ambos asintieron, entrando a la casa—. ¿Cómo es el trabajo en la policía, Adam?

—Es bastante interesante si te das cuenta, ay casos qué te dejan aveces sorprendido— Mía fué a la cocina a preparar algo de café—. Pero de lo demás es bastante tranquilo.

—Oh, qué bien me alegro— Mía llegó con tres tazas de café—. Aquí tienen, espero que les guste.

—¿Has sabido algo de tú hermano, Mía?— preguntó Isabella, negando con la cabeza—. Papá igualmente se fue, ninguno de los dos sabemos en dónde estará.

—Deben estar bien, ya sabes cómo son los dos— Isabella asintió preocupada—. Realmente ya estoy acostumbrada a qué Dom se vaya así todo el tiempo.

—Si, tal vez tienes razón.

De repente Isabella recibió una llamada. Miró su celular, y notó qué el número era desconocido.

—¿Es Brian?— preguntó Adam.

—Si-i, déjame contestarle afuera.

—¿Segura?— preguntó Adam preocupado.

—Estare bien, solo voy atender la llamada y regreso— Mía y Adam asintieron. Isabella salió de la casa, algo asustada por aquella llamada qué no cortaba—. ¿Hola?

—Isabella O'Conner es bueno escuchar tú voz— habló una voz bastante desconocida para Isabella—. Es hora dé qué nos veamos, Isa.

—¿Quien habla?— preguntó Isabella extrañada.

—No es necesario que te lo diga, pero cuando llegué el día de vernos lo sabrás bastante pronto— contestó la voz para después reírse de una manera bastante irónica—. Pero cuando digo pronto es ahora, Isabella.

—No...

La persona cortó la llamada. De repente un auto se escuchó acercándose bastante rápido, Isabella se dió la vuelta, y notó a una camioneta negra con los vidrios blindados. Isabella sabía lo qué podía significarse eso, miro con horror cómo la camioneta se paraba al frente de la casa, por suerte estaba bastante cerca, corrió lo más rápido qué podía hasta llegar, y cerrar la puerta con seguro rápidamente.

—¿Isabella qué pasa?— preguntó Adam preocupado.

—¡Alguien viene por mi!— gritó Isabella.

—¿Fue esa llamada verdad?— Isabella asintió rápidamente—. Deben irse, yo me voy a encargar.

—¿A dónde iremos?— preguntó Mía preocupada.

Adam no le respondió por qué empezó a mirar por las ventanas, notó que varios hombres venía acercándose a la casa de los Toretto. El hombre sacó su arma para después recargarla, y apuntar por la ventana.

—Adam, ¿Que pasa?— preguntó Isabella.

—Isabella debes irte, ¡Ahora!— Isabella negó con la cabeza mientras miraba con preocupación a su mejor amigo.

—¡No, no puedo dejarte aquí! ¡Adam, debes venir!— grito Isabella.

—¡Mía, sal con ella!— Mía tomó de los brazos a Isabella, para salir de la casa por la parte de atrás. Llegaron a una parte alejada en dónde los hombres no podían verlas.

—¡Adam! ¡No lo puedo dejar, Mía! Es mi mejor amigo, no puedo dejar qué muera por mi— sollozó Isabella.

—Debes tranquilizarte, Adam se vé que es fuerte va a poder salir— Isabella negó con la cabeza, Isabella no le prestó atención para soltarse de su agarre e ir hacia la casa—. ¡Isabella, no!

—¡Adam!— grito Isabella, pero se detuvo al ver a Adam golpeado en el piso. Isabella cayó de rodillas, al ver a mejor amigo casi muerto ahí tirado, negaba con la cabeza mientras qué sentía sus lágrimas salir desesperadamente—. Adam, no puedo ser.

Isabella se acercó hacía el hombre, que no sé movía para nada. La O'Conner tomó su rostro todo golpeado en sus manos, negaba con la cabeza mientras veía su su cuerpo para ver sí tenía otro herida. Mía entró también en la casa, pero Igualmente se quedó sorprendida al ver a Adam en tal estado.

—¿Está muerto?— preguntó Mía, pero Isabella negó con la cabeza.

Isabella no le dió tiempo de decir otra cosa más, por qué sintió pasos entrar de nuevo hacia la casa. Miró hacía dónde prevenia, cuando un hombre tomó a Mía del cuello, pará colocarle un arma en su cien.

—¡Suéltala! ¡Por favor!— gritó Isabella.

—No lo creó, señorita— Isa reconoció la voz, era la misma de la llamada—. Tal vez para tí resulté bastante extraño está extraña visita. Y no te preocupes, por tus amigos, ellos estarán bien, si tú accedes a lo qué te diga.

—¿Qué quieres?— sollozó Isabella, el hombre miro a Mía para después soltarla. Mía cayó hacia el sofá qué estaba a unos metros de ella. Isabella se levantó del suelo, con cuidado de no lastimar a Adam. Se colocó de frente al hombre qué por una extraña razón, sentía qué lo conocía.

—¿No me conoces?— Isabella lo miró confundida. El hombre río otra vez—. ¡Ese, O'Conner! Sabía qué el fue quién te había cuidado, tantos años buscándote, y al final nada.

—¿Cómo conoces a mí papá?— preguntó Isabella.

—¿Tú padre? Estás tan equivocada, hija— Isabella lo miró incrédula—. ¿De verdad no notas el parecido qué tenemos?

—No-o puede ser.

—Asi es, mi nombre es Peter Johnson— Isabella miró a Mía, qué no sabía cómo estaba acerca de Adam—. Soy tú padre, Isabella. Volvi para estar contigo, y tú madre.

—¡No es posible!— gritó Isabella, empujándolo—. ¡Tú no eres mi padre! ¡Mi padre se llama, Brian O'Conner!

—¡Ese maldito no lo es!— gritó Peter de la misma forma, asustando a Isabella—. Así qué hora, te llevaré comingo, y vamos a ver a tu madre qué nos está esperando.

—¡Isabella, no lo hagas!— le dijo Mía.

Isabella la miró, para después mirar a Adam qué estaba aún inconsciente.

—¡Si no vas comingo! ¡Los voy a matar!— Peter le apunto a Mía.

—¡Está bien! ¡Voy a ir contigo!— Mía negaba con la cabeza—. Mía, cuida de Adam, por favor.

—¡No, no Isabella!— gritaba Mía, pero Peter tomó a la Isabella del brazo, y salió con ella de la casa.