No paso mucho para que te quedaras dormida en el sofá, mientras tanto Naoto que estaba en tu habitación le estaba costando dormir. 

Si bien, le costaba dormir en una casa que no fuera la suya, ademas de que estaba preocupado por ti, ya que todavía no subías a la habitación, se esta preguntando cuando acabarías. 

—Tal vez debería ayudarla...—pensó en voz alta el menor

Naoto hizo a un lado las sabanas y empezó a caminar hacia la sala, como todo estaba oscuro tenia que ir tocando una pared, amenos que quisiera caer.

Bajo hasta la sala, al ver todo oscuro se preocupó y empezó a caminar hacia la sala, donde estaba, vio un bulto en el sofá, paso su mano lo mas delicadamente posible. 

Y se dio cuenta de que ahí estabas tu, bajo su mano, hasta percatarse de que solamente estabas durmiendo con sudadera y pans, sin ni siquiera una manta que te cubriera. 

—_____—te movió levemente para que te levantaras, tu solamente te quejaste—_____... 

Sentías como alguien movía tu hombro, pero tu sueño podía más y no querías abrir los ojos.

—Mmm—te quejaste—Estas bien Naoto?

Tu cabeza reacciono al acordarte de que no estabas sola en casa, y que estabas con un niño el cual le pudo pasar cualquier cosa mientras dormías.

—Si.. solo que, ven vamos a dormir, si duermes aquí tendrás un resfriado... 

Sus palabras eran sinceras,ademas de que se sentiría mal si llegaras a enfermarte por su culpa. 

Te relajaste al ver que no le había pasado nada y solo se preocupaba por ti.

—Esta bien, puedes dormir tu en la cama...—trataste de convencerlo. 

Pero el ya estaba decidido, le abriste las puertas de tu casa, sin ni siquiera presionarlo a hacer algo, el tomo tu mano e intento levantarte. 

—Naoto..—te quejaste

—Vamos, no quiero que te enfermes solo por que me dejaste dormir en tu cama—dijo el decidido

Sonreíste por su acción, y decidiste levantarte, el chico nunca soltó tu mano hasta llegar a la habitación, dejaste que el primero que acostara para que después tu también.

No tardo mucho despierto para que se quedara dormido de igual manera que tu.

Al día siguiente te levantaste gracias al tono de llamada de tu teléfono, lo tomaste de mala gana y respondiste.

_____ donde estas?—escuchaste a través del teléfono.

Quitaste el teléfono de tu oreja para ver quién te estaba marcando Takemichi.

—En mi casa, estaba durmiendo ¿por que?—preguntaste

Por qué Naoto ya esta aquí! Y sin ti!!—respondió el desde el otro lado del teléfono.

Rápidamente volteastr a ver a un lado tuyo, la cama estaba vacía, como pudiste te levantaste de la cama para verlo si estaba en la sala.

Pero la casa estaba totalmente vacía. Checaste nuevamente tu teléfono, Takemichi todavía no había colgado la llamada.

—Sigues ahí Takemichi?—preguntaste

Si.. Me puedes explicar como es que Naoto llego aquí y tu aun seguías durmiendo—Pidió amablemente el chico.

No querías dar explicaciones por teléfono, así que simplemente le colgaste.

Te colocaste unos zapatos, te cepillaste y lavaste la cara para ir rápidamente hacia la casa de Hina.

No sabias quien saldría regañado ahí, si tu o Naoto, pero alguien saldrá regañado.