Ya era domingo, después de tanto tiempo, te levantabas de una cama y no de un incómodo sofá.

Viste a Naoto a un lado tuyo aún dormido, el chico ayer había dormido bastante bien.

Al menos 8 horas había logrado dormir, pensaste que tal vez, podrías regresarlo a su casa.

Te levantaste de la cama, yendo a la cocina para tomar algo, preparaste un té y tomaste tu teléfono para llamar a Hina.

— Hina buenos días... Espero no haberte despertado

Umm no, descuida... — dijo la chica media dormida

— Seguías dormida, se nota en tu voz, mejor te marco mas tarde ¿si?

Esta bien, si no me levantabas tu lo haría alguien mas —

— Claro... Quería hablar sobre Naoto bueno, en la escuela va todo bien, por eso no te preocupes...

Lo sé, siempre pregunto a los profesores por su rendimiento... — responde con una pequeña risa

— Me alegro que estés al pendiente de eso... Como te decía, croe que Naoto ya esta mejor, aunque no se si me corresponda a mi, decirte por que dejo de dormir bien....

Entiendo eso, yo hablaré con el después — dice tranquila

— También, que posiblemente Naoto vuelva a su casa en esta semana, ya duerme mejor, y lo veo sonreír más que antes...

Gracias _____, yo la verdad no sabría como manejar esta situación por mi misma — dice con alivio

Siempre estas apoyando a los demás, me alegro saber que puedo confiar en ti —

— Esta bien, creo que si puedo ayudar en algo lo haré, además todavía estas pequeña, bueno al igual que yo, solo te llevo dos años, pero aún así...

No es por la edad, simplemente eres más madura que yo, pudiste cuidar a Naoto, creo que mejor de lo que yo lo hice... —

— No es cierto, tu has cuidado a tu hermano toda su vida, eso es admirable, espero y los dos vuelvan a tenerse confianza...

Gracias _____, estaré esperando a Naoto... Ahora si me disculpas, me voy, quiero seguir durmiendo —

— Bien, descansa...

Colgaste la llamada, mientras terminabas de tomar lo que quedaba en tu taza, cuando de diste la vuelta para ir de nuevo a al cocina, te topas con Naoto. 

— Naoto, buenos días ¿cuanto tiempo llevas ahí? — preguntas por pensar si escucho tu conversación. 

— Acabo de bajar, y buenos días para ti también  — dices frotándose un ojo

Acariciaste su cabello par después hacerle el desayuno al menor, como era de costumbre los dos desayunaron juntos. 

Naoto te veía curioso en todo momento, claro que había escuchado tu conversación con Hina, pero no quería hablar al respecto, al igual que tampoco se quería separar de tu lado. 

Y por tu parte, no querías tocar ese tema para que el menor no se sintiera triste, se lo dirías una noche antes, o el mismo días. 

Al terminar de desayunar, los dos lavaron los platos como era de costumbre, hasta la tarde que ya se había terminado el aseo de la casa y ninguno de los dos sabían que hacer. 

— Naoto, ya terminaste tu tarea ¿verdad? — preguntaste 

— Si, lo hice... ¿por que? 

— Mañana hay escuela, otra vez, ya sabes la misma rutina de siempre... 

Naoto no respondió, nuevamente varias inseguridades llegaron a su cabeza, el sabia que no se podían ver las 24 horas del día. 

Primordial por las clases, ademas de que terminando la escuela, hacían tarea juntos, cenaban los dos y después lo mandabas a dormir, claro tu vigilandolo, viendo que si durmiera, para después terminar tu tarea. 

No se veían ni la mitad del día, y ahora que sabia que dentro de poco lo regresarías a su casa, quería y tenia la necesidad de hacer algo para mantenerse a tu lado. 

— Ya vuelvo... — dice Naoto levantándose del sofá, donde estaba recostado a un lado tuyo... 

— Bien 

El menor camino hacia la cocina, poniendo en la estufa agua, mientras buscaba una taza y un sobre de té, a pesar de ser un niño, podía tener muchas ideas.

Y si provocar una pequeña lastimada iba a hacer que se quedara mas tiempo contigo, lo haría.