➤ Capitulo 14

Estaban pagando todo lo comprado, dividiéndose lo que compraron entre tres.

Estabas por tomar dos bolsas para llevarlas, cuando tu compañero la tomó.

— No te preocupes _____, yo las llevo — dijo el amablemente

Aceptas y el chico empieza a caminar un poco adelante de ti y Taiju.

— Le gustas — dices de golpe Taiju

— ¿Eh? Quieres cerrar la boca, por favor...

— Se sonroja cuando le hablas, y no quiere que hagas esfuerzo, si no es amor dime que mas puede ser — se excusa Taiju

— Solo es amable...

— Yo no sería así — dice Taiju

— Por qué tu eres un animal sin cerebro — le reclamas

Una pequeña discusión entre tu y a Taiju apareció.

Mientras que Naoto escuchaba todo, cuando escucho las palabras de Taiju, una pequeña presión en el pecho le pareció.

Miraba al chico que iba enfrente de ustedes, y varias cosas llegaron a su mente.

El que ese chico fuera tu pareja y te olvidarás completamente de él, por un momento ese sentimiento le dio pánico al menor.

Y aunque el quisiera, no iba a poder tener algo contigo por la diferencia de edad y madurez.

Seguía pensando todo eso, cuando sintió como poco a poco se iba deslizando su mano de la tuya.

Empezó a ver a todos lados viendo como la gente se empezaba a amontonar.

— Naoto! — escucho su nombre.

Iba a volver contigo, cuando vio a tu compañero de la escuela, sus pies empezaron a caminar hacia el.

Sentía como lo aplastaban entre la multitud, y cuando estuvo cerca de él, empezó a empujarlo disimuladamente hacia la calle.

Claro, el chico al ver que la gente se estabas amontonado de la nada no le hizo raro que le dieran pequeños empujones.

Después de todo, el también pasaba a traer a otras personas por error, pero lo que hacía naoto no era por error.

Si el se va...

No podré alejarla de mi ¿verdad?

Si _____ no conoce a ningún otro hombre, solo estará conmigo ¿verdad?

Por qué ella me quiere. Sin ella no soy nada.

Jamás de dejaría solo, pero...

Necesito deshacerme de los estorbos

Los pensamiento de Naoto no estaban en orden. En su mente sólo estabas tú.

No pensaba con claridad, sin más el menor empujó a tu compañero de clase hacia la calle.

Los carros que iban pasando lo lograron detenerse. Haciendo que lo arrollaran.

La gente veía el cuerpo moribundo del chico, nadie había visto al menos, por ser de estatura baja, se mezclaba bien entre la multitud.

— ¡Naoto! — volvió a escuchar como lo llamaban, tu voz reflejaba miedo, y así era.

Tenías miedo de que aquel accidentado fuera Naoto. Y no podía ir a ver por qué gente te estaba aplastando.

Naoto no sabía si lo que estaba haciendo estaba bien, pero, no quería alejarse de ti.

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