21

Wooyoung beso los hombros desnudos del pelirosa y después abrazó su cintura para acercarlo tanto como le fuera posible, le disgustaba tenerlo centímetros alejado de él.

—Te amo— Murmuró sobre sus labios— Te amo demasiado dulzura.

—Tambien te amo bichito— Tomo sus mejillas para ser él quien lo besará.

—¿Mañana saldrás con tus amigos?— San asintió— Me alegra saber que las cosas están bien.

—A mí igual, pero me hubiera gustado que eso hubiera tardado un poco más— El pelinegro le sonrió.

—Bueno no tiene nada de malo convivir con ellos, ha pasado tiempo desde que no conviven los cuatro.

—Desde que nos fuimos a Dublín y que Jongho nos alimentará— Wooyoung ladeo su cabeza— Nunca aceptes su comida.

—¿Por qué?

—Por tu salud, ¿Ya estás en el equipo?— Wooyoung lo miro atentamente— No te creo que Hangyul te haya dicho que no.

—De nuevo soy el capitán, enserio detesto a Hangyul, dijo que nunca se creyó el capitán del equipo porque sabía que volvería— El mayor alzo sus cejas.

—No diré nada, sólo está vez— El pelinegro tomo con delicadeza el mentón de San y lo besó— Incluso si digo que él es perfecto, tú también lo eres y tú eres el privilegiado de tenerme como tu novio.

—Desde que aceptaste ser mi novio me siento privilegiado, yo no quería una relación seria hasta que apareciste, creía que las parejas se dan tiempo para terminar y me hiciste ver qué no era así, pensaba que cuando una relación termina es para siempre y aquí estamos... Por eso y por más, te voy a buscar en todas partes porque está vida es muy corta para nosotros.

—Eres el mejor, Woo— Volvieron a fundirse en un beso lleno de sentimientos.

El pelirrosa colocó sus manos en la nuca profundizando aquel beso, Wooyoung sujeto con fuerza la cintura, ambos querían fundirse en uno solo aunque de alguna forma ya eran uno solo.

[...]

—Ya van dos— Bramó Yunho mientras cubría al menor— Ustedes necesitan una casa propia, está es mi casa y de mi gordi.

—Deja de quejarte, a Jongho no le molesta ¿Verdad?— El pelirrojo sonrió— Ves, estaremos arriba— Tomo la mano de Hongjoong y lo jaló con delicadeza hacia las escaleras.

—¿Vamos a terminar de ver la película?— Cuestionó Jongho mientras se cruzaba de brazos.

—Pero íbamos a hacer algo mejor— Jongho negó— Ya qué— Se sentó a su lado— Enserio ya no te vistas así cuando alguien más a parte de mí este— El pelirrojo tomó una de sus mejillas para besarlo.

—Me gustas mucho— Murmuró cerca de sus labios.

—A mi me encantas, que te parece si salimos y volvemos tarde— Jongho sonrió y asintio.

Yunho sujeto firme al menor para levantarse junto con él, no era necesario que su novio se cambiará.

—¡Más tarde volvemos!— Grito a punto de cerrar.

En la habitación donde estaba la otra pareja únicamente estaba acurrucada en la cama.

—Tengo la duda de cómo es vivir con ellos— Cuestionó el mayor.

—Pues tengo que aguantar todo lo Yunho le dice a Jongho, es todo el día, todos los días, no puedo comer en paz sin que digan algo insinuante— El rubio acarició su cabello— Por eso prefiero irme contigo.

—Siempre serás bienvenido en casa de mi papá— Mingi sonrió.

—Siempre te iré a buscar ahí— Dió un pequeño beso en su nariz y después en sus labios— Mañana ¿Vas a salir con tus amigos, cierto?

—Cierto, Gi, ayer escuché a mi papá hablar con uno de sus amigos y creo que le va a pedir matrimonio— El castaño le sonrió.

—¿Te molesta?

—¡Por supuesto que no! Pero se va a tardar meses en decírmelo, es más, capaz me lo dice el día de su boda— Mingi comenzo a mimarlo.

—Te lo va a decir, no seas impaciente almendrita.

—Soy su único hijo, debería decírmelo.

—Almendrita, sólo se paciente ¿Si?— Hongjoong abrazo su cuello y lo besó— Ellos no volverán temprano, aprovechemos.

Giró su cuerpo para quedar encima del mayor, llevó una de sus manos a dónde estaban las del contrario para retirarla y entrelazarlas.

—Te amo, Gi

—Yo también te amo almendrita.

[...]

Yeosang reía a carcajadas junto a Hangyul y Dohyon, el mayor no era conciente de la hora que era pues la película que veía con el par de hermanos estaba más entretenida.

Pero para eso estaba Hangyul, para recordarle.

—¿A qué hora iba a llegar Seonghwa?— Pregunto.

—No lo sé, ¿Que hora es?— Saco su teléfono y fruncio el ceño al ver que ya pasaban de las nueve— Si no me estoy equivocando ya debería estar aquí— Miro a Hangyul y formó un puchero.

—Quizas viene en camino— Intento animarlo.

—¿Y si la familia de Minjoo le agrado? Quizás se hicieron novios de verdad— Se levantó con brusquedad y el menor igual para calmarlo.

—Sang, hay más motivos por las que Seonghwa aún no llega, te aseguro que Minjoo jamás haría algo así y mucho menos Seonghwa— El pelinegro asintió.

—Igual el me debería haber llamado para decirme que está en camino ¿No?

—Por supuesto, ahora siéntate y termina de ver la película— Yeosang obedeció.

Quiso prestarle atención a la película, pero le preocupaba que su novio ya estuviera tarde, solo iban a ser un par de horas y ya habían pasado ese par de horas.

Cuando su teléfono por fin mostró que el mayor le estaba hablando no espero ni un segundo para responder.

—Hwa— Suspiro aliviado cuando su novio dijo que ya estaba esperándolos— Deja busco a perfecto.

—¿Ya llegó?— Pregunto el castaño.

—Si, perfecto ya llegaron por nosotros— Su mascota apareció y lo tomo— Espero que esto se repita, es agradable convivir con ustedes, te veo el lunes... Adiós Dohyon— El menor se le sonrió.

—Hasta el lunes.

Yeosang salió de la casa y camino con prisa hasta el auto de su novio, abrió la puerta ya que su maleducado novio lo hizo. Colocó a perfecto en la parte trasera del auto y beso a Seonghwa.

—¿Y como te fue?— El peligris bufó— Supongo que no muy bien... Espera— Aprovechó aún no avanzaba para tomar con delicadeza su rostro, ladeo su cabeza al distinguir que el pómulo izquierdo estaba un poco hinchado—¿Que pasó?

—Quizas me desesperé y les grité.

—Muy mal, Hwa, ya te he dicho que tienes que hacer cuando te desesperes, no puedes ir por la vida gritando cada que eso ocurre— Seonghwa asintio.

—Pero Minjoo lo tomo de pretexto para “terminar”— El menor sonrió— Te extrañé.

—Me gusta cuando dices que me extrañaste— Seonghwa dió un pequeño beso a los labios del contrario— Pero vamos a seguir trabajando para que ya no grites cuando te desesperes.

—Te amo, muñequito— El mayor rozo su nariz con la del pelinegro formando un tierno beso de esquimal.

—Yo también te amo Hwa... Bueno es hora de ir a casa— El mayor asintio.

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