꒰ 𔘓 O4 ꒱
⚠️ contenido +18 ⚠️
Beomgyu no se puede negar a nada de lo que Taehyun le proponga, puesto que él confía plenamente en su pareja, y no tiene duda que Tae lo cuidará pase lo que pase, hagan lo que hagan. Así que, para sorpresa de pocos, la oferta indecorosa antes dicha por el menor fue consentida por el tierno chico de pelo rosa.
La gran pantalla de plasma que se situaba al frente del cómodo sofá estaba encendida, y conectada con la laptop del menor, lo que causó cierta impaciencia en Choi. Porque él no era tonto, esos dos años de pareja con Taehyun le han enseñado muchas cosas del extranjero, lo que significa que sabe perfectamente el significado de cada actitud del menor.
A su alrededor se sentía la pesadez de sus acciones, además de, -sin poder evitarlo- una pequeña erección yacía en medio de sus suaves pantalones de algodón.
Taehyun irradiaba dominancia, esa era la razón de todo.
Mientras tanto, Tae se paseaba por la sala, tal como un tigre acechando a su presa, a la par que despojaba su camiseta en el proceso. Al captar los ojos de Choi en su silueta le guiñó un ojo con coquetería, además de una sonrisa ladeada como bonus.
Las piernas de Beomgyu comenzaron a temblar con anticipación.
—Cielo —el llamado dócil de Tae –aparte de su voz ronca- estimuló a sus sentidos de una forma impecable, induciendo que su piel se erizara sin su consentimiento. Asintió en respuesta—. Antes de seguir, quiero saber si estás de acuerdo. Supongo que te has dado cuenta por qué camino va la situación, y puedo entender perfectamente si no estás cómodo o si no te sientes con ánimos de hacerlo. Eres mi novio, y tu bienestar, junto a tu comodidad es primordial para mí.
Las palabras de Taehyun eran como caricias para sus oídos, una euforia placentera que te llevaba a delirar en una nube de algodón. Y siendo sincero, a Beomgyu le excitaba a niveles catastróficos, por lo que no contuvo el obsceno gimoteo emanado de sus belfos rosas
—Sólo hazlo, por favor. Quiero jugar con-contigo, quiero jugar con d-daddy —tartamudeó nervioso.
Taehyun no tenía ni idea de dónde Beomgyu sacó el motín, sin embargo, mentiría si dijera que no va consigo, porque probablemente sea su placer culposo.
La única respuesta es que Beomgyu se encargó de investigar la mejor manera para motivar a Taehyun, y qué mejor manera que alimentar su fetiche de poder y sumisión.
Tae exhaló demasiado encandilado de excitación. Beomgyu era su perdición.
Sin una duda en su sistema, el americano se posicionó tras su novio, dejando el espacio necesario para que Beomgyu tuviera lugar entre sus piernas, con los orbes dilatados, dando la imagen de un zorro hambriento, sonrió ladino.
Beomgyu se estremeció.
El sonido sugerente de las palmadas que Taehyun impartía a sus muslos, le hizo tragar con dificultad—. En mi regazo, Beomgyu —ordenó. Su voz grave y ronca activó el adictivo cosquilleo en la zona de su nuca. Ese que le ha provocado, más de una vez, arquearse.
Como si de un premio se tratase, el de melena rosa acató sin pensar la demanda impartida por su amante, posando su cuerpo sobre el de Taehyun, suave y duro a la vez. Cómodo, y sobre todo caliente.
Sin perder oportunidad, los nudillos de Tae se dieron un recorrido por los jugosos y tiernos muslos de Beomgyu, disfrutando el calor emanado de ellos. Mientras que su mano desocupada activaba la reproducción del video en la gran pantalla de la sala.
Beomgyu con el pasar de los minutos le llamó la atención el aspecto colorido de las chicas que aparecían frecuentemente. Llegó a pensar que eran muy tiernas.
Pero, como todo tiene un fin, ese pensamiento se fue al carajo al encontrarlas en pleno proceso de fornicación con su hermano mayor.
¿Yeonjun también veía eso?
En primer plano, Beomgyu había quedado sorprendido. Sin embargo, no tenía ni idea de porque le estaba excitando a niveles catastróficos.
Tal vez se debía a que nunca había presenciado escenas eróticas sin tener sus dedos obstruyendo la vista de la pantalla.
Además de estar muy consciente de la presencia tras suyo. Tae soltaba su aliento caliente sobre el espacio sensible entre su oído y cuello, no obstante, en ningún momento se dio el permiso de girar su rostro para ver el de Taehyun.
Al ser un novato en eso, la erección en sus bóxers estaba más que rígida, comenzando a sentir el impulso de mover las caderas sobre el regazo de Taehyun. Siendo más específicos, en su entrepierna.
Sin necesidad de hablar, Kang comprendió el lenguaje corporal de su mayor. Entonces escabulló una de sus manos en la camiseta de Beomgyu, encontrándose instantáneamente con la dureza de sus delicados pezones.
Dio un pellizco experimental, y sonrió al obtener su recompensa. La dulce eufonía brotada de los labios de Choi ayudó menos a que su autocontrol permaneciera intacto.
Carente de permiso, Taehyun separó las piernas de Beom a la par que se deshacía del suave pijama de algodón. El aire se le atascó en su pecho al notar el delicioso detalle de Beomgyu; no traía ropa interior.
Tarareó un gemido ronco—. Eres jodidamente sexy —alabó, agitado y demasiado ofuscado.
En el segundo que Beomgyu intentó mirar a su novio, este lo tomó por la mandíbula y volvió su vista a la pantalla—. Quédate así, Beomgyu.
Era el momento de imponer su control.
Cada escena y morboso sonido proveniente de la pantalla traían a Beomgyu muy avergonzado. Le avergonzaba estar disfrutando eso, demasiado.
—T-Tyun, ya no-..—a mitad de su oración, unos grandes dedos se dieron paso a su boca.
—Más ancho, Beomgyu —demanda, imperioso. Beomgyu acata sin protesta, dejando caer su mandíbula lo más que puede. Probablemente al día siguiente le incomode un poco, pero en ese momento, es lo menos que le importa. Taehyun rió con sorna—. Así, Beomgyu.
El simple hecho de que le esté llamando por su nombre, comienza una serie de disimulables espasmos en su anatomía. Se oía tan bien con su voz.
Con los ojos fijos en la historia, su boca atiborrada de los dígitos de su novio, mientras follaba suciamente su garganta. Su boca dejaba escapar grandes cantidades de saliva mientras gemía entrecortado.
Le gustaba el roce constante que producían los dedos de Taehyun en su lengua.
Cuando Tae sintió que era suficiente estimulación oral, desprendió su mano del rostro de Beomgyu. Él, casi llora por la pérdida de la grata sensación. No obstante, Taehyun embadurnó su pecho con su propia baba, haciendo mucho más sencilla la tarea de darle un buen masaje a Beomgyu.
Una sonrisa diabólica dijo hola al prefecto rostro de Taehyun. Había tenido una idea maravillosa.
A una rapidez desesperada, despojó la camiseta del sensible cuerpo de su novio. El aire frío se encontró con el mojado pecho de Beomgyu, provocando que su linda espalda se curveara sobre su regazo. Apoyando su desnudez trasera en la endurecida erección que Kang apresaba en sus jeans.
Beomgyu se perdió en el placer.
Lo menos que hacía era prestarle atención a la pantalla, le parecía más interesante obtener que Tae le jodiera duro, tal como esa mañana.
—Por favor, por favor, por favor. Daddy, de-déjame besarte, por favor —suplicó lo mejor que pudo.
Taehyun nunca se sintió tan maravillado como en ese momento.
Decidido a parar la tontería del hentai, Tae apagó la tv, liberó la mandíbula del mayor y le hizo gritar de sorpresa cuando volcó su cuerpo sobre el mullido sofá.
Entonces sus labios se encontraron, ansiosos por saborear la mojada lengua de su pareja. Y así lo hicieron, demostrando su deseo a través de mordidas de amor, chupones y lamidas.
Beomgyu se desesperó. No pudo evitar demostrarlo, por lo que su pie se vió sobre los jeans de Kang, justamente en el contorno de su pene. Él se desprendió de Beomgyu, y gimió lleno de placer.
—Quítatelo, por favor —pidió, tratando de sonar sumiso. Si Taehyun estaba a cargo, él no podía obligar a nada.
Sin embargo, Taehyun lo dejó pasar. Siendo muy sincero, ya el dolor se le hacía insoportable, pero no podía dejar de darle prioridad a su Beomgyu.
Choi se sintió muy privilegiado al obtener la deliciosa vista del cuerpo bien estructurado de Kang Taehyun. Gimió sin poder evitarlo.
Los muslos del pelirosa se vieron atacados por las grandes manos de su novio, aplicando la presión perfecta para formar marcas. Taehyun atrajo al mejor a su regazo, y con el placer desbordándose por sus poros anunció:
—Me vas a montar, Beomgyu.
Sin poder refutar, los dedos encontraron nuevamente el paso a su boca—. Chupa, y mójalos bien.
La baba acumulada en su lengua ayudó en el trabajo, lubricando los dígitos de Taehyun, quién se deliraba con la vista. Un par de movimientos de cabeza y Taehyun perdió el control de sí.
—No te muevas —Beomgyu quedó estático. Mientras que Tae sacaba el anular, medio e índice de su boca aún empapada. El pulgar rozó suavemente el labio inferior, antes de ingresar también, divirtiéndose con el desastre ocasionado allí.
Presionó el dedo contra la lengua de Beomgyu, viendo perfectamente como la saliva se acumulaba alrededor.
Satisfecho, dejó los labios de Beomgyu a la par que introducía el primer dedo en la estrecha entrada del mayor, quien gimió a gusto.
—¿Te gusta?
—Si si si si si, mucho. Me encanta, Tae —gritó agudo—. Otro, otro por favor.
Cómo fiel devoto, accedió sin pensar, deleitándose demasiado con el temblor en los muslos de Beomgyu.
Cuando tres dedos yacían en el interior de su mayor, comenzó a trabajar en la dilatación, meciendo a Choi sobre ellos.
—¿Estás bien? —el mayor asintió, ansiando más—. Voy a entrar, ¿Estás de acuerdo, cielo? —Taehyun estaba preocupado, Beomgyu lo sabía, la manera en que le hablaba, la dulzura y carencia de dominancia se lo indicaba. Volvió a asentir, esta vez, frenético.
—Por favor.
Taehyun se alineó en la entrada de su novio, tomando las caderas de Beomgyu a la vez que hacía bajar lentamente por su longitud rígida.
Beomgyu, insatisfecho, tomó los hombros gruesos de Tae, y bajó de golpe, gimiendo alto.
— ¡A-Ahmgh! —la sonrisa de Beomgyu no tenía precio. Estaba tan lleno que se sentía enormemente feliz—. Se siente diferente T-Tae, más grande, más profundo, ¡ah!
Taehyun tragaba con dificultad. Estaba anonadado viendo cómo Beomgyu se satisfacía sin reparar en dolores. Simplemente saltando y sonriendo, muy perdido en su mundo. Soltando palabras morbosas, alabando a Tae y la manera en que le hacía delirar.
Un camino húmedo se mostraba por las mejillas de Choi, siendo lágrimas de placer.
Maldita sea.
Taehyun gimió demasiado alto. Él sabía perfectamente que significaban esas lágrimas, además de la emoción con la que Beomgyu rebotaba sobre sus muslos
La conocida sensación de estar en las nubes envolvió la nebulosa mente de Beomgyu. Haciendo que rebotará con más insistencia, escuchando el morboso sonido que producía el choque de sus nalgas contra los gruesos y duros muslos de Tae.
—Taehyu-, ¡Oh! Tyun, ¡Se siente bien! —grita, demasiado ensimismado.
Taehyun toma posesión de su cintura, a la par que comienza a proporcionar duras estocadas hacia arriba, mientras empuja a Beomgyu hacia abajo. El encuentro es intenso, duro.
Cómo le gusta a Beomgyu.
Taehyun lo anticipó, la manera que apresaba su polla indicaba una sola cosa; Beomgyu se correría.
La mojada punta de la lengua de su novio yacía escurriendo saliva, mientras una risa risueña salía de su boca. Sus ojos estaban perdidos, temblando a cada tanto, tal como lo hacía su anatomía entera. Los bellos mofletes se pintaron de un adorable rosado, además de estar bañados en lágrimas placenteras.
Beomgyu lo llevó a la perdición.
Con la estocada final, Taehyun gimió, gruñó y se estremeció. ¡Había sido alucinante!
—¡Me gustas mucho, Taehyun! —fueron las últimas palabras de Choi antes de caer en los brazos de Morfeo, sonriendo a través del sueño.
—Y yo te amo, príncipe —musitó hechizado por la belleza de Beomgyu.
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