²⁰ Renacer de la oscuridad


「❛ ²⁰ Renacer de la oscuridad ❜」'

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Sentía el peso del mundo sobre mis hombros mientras abrazaba el cuerpo sin vida de Dick, el dolor se apoderaba de mí como una ola imparable

Escuché pasos a mis espaldas y, al girar, vi a Rachel y a Gar acercándose rápidamente. El terror en sus rostros solo acentuaba la desesperanza que sentía

— ¡Dick! — gritó Rachel, mientras caía de rodillas junto a él

— ¡No! — la voz de Rachel se quebró cuando posó sus manos sobre él, y pude ver la pequeña esperanza en sus ojos

Una parte de mí también deseaba creer. Me aparté un poco, esperando que su magia pudiera revertir lo irreversible, pero fue en vano. Rachel, agotada, abrazó el cuerpo de mi hermano, incapaz de contener sus propias lágrimas

Tenía una mirada vacía, mi mente estaba igual de vacía, sin saber qué hacer. Hasta que recordé algo que había leído en los diarios de Bruce: "El Pozo de Lázaro". Según las investigaciones de Bruce, ese pozo podía sanar cualquier herida incluso traer a los muertos de vuelta. Gar y yo intercambiamos una mirada; él también había pensado en ello

— Debemos llevarlo al pozo — afirmó Gar con convicción

— Eso son solo cuentos. Bruce nunca encontró uno — respondí, con escepticismo, aunque parte de mí quería creer que era posible

— Nosotros sí lo encontramos — insistió Gar

— No perdemos nada con intentarlo — respondió Rachel

Garf se transformó en un tigre, y con la ayuda de Rachel, colocamos cuidadosamente a Dick sobre su lomo. Corrimos hacia el lugar, un lugar que, hasta ese momento, yo consideraba un mito. Pero al estar frente al pozo, mi corazón latía con la esperanza de lo imposible

Rachel y yo bajamos a Dick del lomo de Garf, que ya había recuperado su forma humana. Lo tiramos al pozo y observamos cómo su cuerpo se hundía lentamente. Rachel me tomó la mano en un gesto de apoyo, pero lo único que sentía era miedo. Miedo de que no funcionara

— ¿Lo logrará? — preguntó Garf, la preocupación visible en su rostro

— No lo sé — respondí, tratando de mantener la calma — Tenemos que ser pacientes —

Las horas pasaron y Dick seguía sumergido en el pozo. Mi desesperación crecía con cada segundo que transcurría. Garf caminaba en círculos, al igual que yo, mientras Rachel permanecía inmóvil, observando el agua con una intensidad escalofriante

— ¿Puedes sentir su presencia? — preguntó Garf, preocupado

— Está luchando — respondió, sin apartar la vista del pozo — No podemos hacer nada. Él tiene que encontrar su propio camino —

Mi ansiedad explotó en ese momento. Salí corriendo, dejando atrás a Rachel y Garf, incapaz de soportar la incertidumbre. El dolor en mi pecho era insoportable. Me desplomé en una esquina abrazando mis rodillas y dejando que las lágrimas fluyeran sin control. Sentía que todo lo que amaba se desmoronaba, y yo no podía hacer nada para evitarlo

Escuché pasos a lo lejos y, segundos después, Garf se acercó, pero no levanté la cabeza. Me sentia rota

— Todo es mi culpa — susurré, apenas capaz de articular las palabras entre sollozos

— ¿De qué estás hablando? — preguntó Garf, claramente preocupado

— Si no hubiera dejado que Jason se fuera solo... nada de esto habría pasado. ¡Nada! — grité con rabia y dolor — Estaba cayendo, lo vi, ¡lo sabía! Pero no hice nada, ¡nada! —

Me quebré en ese momento, las lágrimas ya no tenían control, y mi respiración era errática

— Pude haberlo detenido. Pude haber salvado a Dick si tan solo hubiera sido más rápida, si hubiera sido más fuerte... — las palabras se agolpaban en mi garganta, incapaz de seguir hablando

— Soy yo la que debería estar en ese lugar no Dick — mi voz se apagó en un susurro

Garf se agachó frente a mí, colocando una mano en mi hombro, pero no era suficiente No importaba cuántas veces alguien me dijera que no era mi culpa. El peso de mis acciones, o la falta de ellas, me consumía

— Isis, no puedes culparte por todo esto. No es tu culpa. Dick es fuerte. ÉI saldrá de esta — dijo Garf, intentando consolarme

Lo miré, sin realmente verlo. Todo lo que quería era escapar del peso que me aplastaba el alma. Pero no había salida

— Encontraremos a Jason y lo haremos entrar en razón — dijo, su tono lleno de confianza

Sus palabras no lograban atravesar la barrera de culpa y autodesprecio que me envolvía. Me sentía atrapada en un ciclo de dolor del que no podía escapar, pero entonces, el grito de Rachel rompió la quietud

Corrimos hacia el pozo, donde vimos a Dick emerger del agua, su cuerpo débil pero vivo

Mi corazón dio un vuelco, y corrí hacia él, ayudándolo a salir. Lo abracé con fuerza, aferrándome a el, las lágrimas caían sin control, pero esta vez eran de alivio

— Pensé que te había perdido... — murmuré contra su hombro

— ¿Rachel? ¿Gar? ¿Isis? —

— Esta bien. Estas a salvo. Deja que te ayudemos — dijo Rachel, conmocionada

— ¿Estás bien? — dijo Garf, viendo preocupado a Dick — ¿Qué fue lo que te pasó ahí abajo? —

Sin embargo, mi alivio fue demasiado breve. Sentí que todo a mi alrededor comenzaba a desvanecerse, como si estuviera siendo arrastrada por una fuerza invisible, las voces de los demás se escuchaban como un eco muy lejano

Cerre los ojos y al abrirlos, me encontré en un túnel oscuro, en los mismos túneles donde Bruce nos hizo entrenar a Dick, Jason y a mí de niños. Tenia un cuchillo en la mano. No sabía cómo había llegado allí ni por qué sostenía esa arma

El frío metal me recordaba que no era un sueño sino una pesadilla que se sentía demasiado real

TODO ES TU CULPA

Escuché una voz, suave pero llena de veneno

Me giré rápidamente, buscando al dueño de esas palabras, pero no había nadie. Sin embargo, esa maldita frase no dejaba de repetirse en mi mente, como un eco sin fin, golpeando mis pensamientos

Las palabras seguían resonando en mi mente, cada vez más fuertes

— ¡Ya basta! — grité, cubriéndome los oídos con fuerza, tratando de silenciarla

Cuando levanté la vista, lo vi: Bruce estaba parado frente a mí, mirándome con esos ojos llenos de decepción y desprecio. Esa mirada siempre me había intimidado, pero ahora era insoportable

— ¡Deja de mirarme así! — le grité con furia, intentando acallar el dolor que su presencia le provocaba a mi alma

— No eres más que una decepción, Isis — dijo, su tono frío, pero cargado de juicio

— ¡Cállate! — volví a gritar, mi voz quebrada por la rabia y el dolor

— Nunca serás tan buena como él —

— No tengo que probarle nada a ti ni a nadie — respondí con furia

Bruce avanzó, tomando mi mentón con fuerza, formándome a mirarlo a los ojos — Sigues siendo débil — susurró, sus palabras clavándose como una daga

Con toda mi furia contenida, le lancé un golpe, pero lo esquivó con facilidad, y en un movimiento rápido, me golpeó tirándome al suelo. Al levantar la mirada, Bruce tenía una mirada fría

— Todo esto es tu culpa. Si lo hubieras seguido, nada de esto habría pasado — dijo, su voz estaba llena de reproches

Me levanté, tambaleándome — Eso no es cierto — murmuré — Él decidió irse —

Bruce me lanzó una patada que me empujó contra la pared. El dolor me recorrió todo el cuerpo, pero lo que realmente me destrozaba eran sus palabras

El impacto me dejó sin aliento, traté de levantarme pero el llego y me tomo por el cuello — Por eso te deje. Todos te han abandonado. Hasta tu propia madre —

Cada palabra suya me hería más profundamente que cualquier golpe que pudiera darme. Sentí cómo mi corazón se hacía pedazos con cada reproche

— Todo lo que tocas se destruye — añadió, con una crueldad que me hizo temblar

Ya no podía soportarlo. Mi mano temblaba mientras levantaba el cuchillo, y sin pensarlo dos veces, lo clavé en su pecho. Bruce cayó al suelo pero yo no me detuve. Seguí apuñalándolo una y otra vez, mientras su sangre cubría mi rostro y mis manos. El horror de la escena era insoportable, pero no podía detenerme

— Ahora eres mía, y no vas a escapar jamás — dijo una voz profunda y oscura que reconocí, era la voz de Scarecrow — Abraza tu oscuridad, niña —

Miré el cuchillo en mi mano, todavía cubierto de sangre. Miré a Bruce y a sus ojos, que ya no brillaban. Mis manos se congelaron al ver el cuerpo de Bruce inmóvil bajo mí. El cuchillo cayó de mis dedos al suelo con un estruendo sordo.

— No... no quiero esto — susurré, con la voz rota, sintiendo que me ahogaba en la culpa y la desesperación

De pronto, desperté. Ya no estaba en ese túnel oscuro, ni en el suelo junto a Bruce. Ahora me encontraba en una casa desconocida. Me levanté lentamente, con el corazón latiendo con fuerza. Al mirarme en el espejo, me vi con un vestido blanco de lencería, algo que nunca hubiera usado por elección

Desconcertada, salí de la habitación y comencé a explorar la casa, hasta que una voz familiar rompió el silencio

— Isis —

Al girarme, vi a Jason. Estaba de pie, sereno, con un pequeño niño a su lado, que corrió hacia mí

— Mamá — levantó los brazos, pidiendo que lo cargará

Lo cargué en brazos, y de inmediato sentí una conexión profunda, el calor de su cuerpo, la dulzura en sus ojos. Se parecía tanto a Jason, pero era tan inocente, tan puro

Bajé al niño, que se fue corrienda a jugar. Entonces, miré de nuevo a Jason. Él solo llevaba unos pantalones de pijama. Mi corazón se aceleró, y sin pensarlo, corrí hacia él y lo abracé con fuerza, hundiendo mi rostro en su pecho

— Lo siento tanto... — murmuré ahogándome en lágrimas — No sabes cuánto lo siento —

Jason acarició mi cabello con ternura — No fue tu culpa, Isis —

— Siento que no puedo más, que no puedo salvarte — le confesé, mi voz llena de desesperación

— Lo harás — susurró, besando mi cabeza — Eres más fuerte de lo que crees —

Cerré los ojos, aferrándome a ese momento, a esa paz. Pero cuando los abrí, todo había cambiado de nuevo. Estaba dentro de un pozo El agua me cubría por completo. Nadé desesperadamente hacia la superficie, y cuando llegué, sentí las manos de Dick tirando de mí para sacarme

Tosí violentamente, expulsando el agua de mis pulmones. Me dejé caer en el suelo, exhausta

— ¿Qué me pasó? — pregunté desorientada, intentando recordar qué era real y qué no

— Tu herida... se abrió y tuviste una hemorragia interna — explicó Dick, su voz era tranquila

Miré a Dick y de inmediato lo abracé

— Ahora estas bien — dijo, abrazándome, protegiéndome con sus brazos — Ahora estarás bien hermana —

El abrazo se sentía tan cálido, sentía que en sus brazos estaría protegida siempre

Rachel me dio un cambio de ropa, de inmediato me cambie

Cuando todos estabamos un poco más calmados, ideamos un plan, Dick y yo iríamos por Jason mientras los demás irían a buscar al resto de los Titans

Tomé una respiración profunda. El dolor en mi cuerpo seguía ahí, pero algo había cambiado dentro de mí. Tal vez no todo estaba perdido

— Bien — dije, levantándome con esfuerzo — Vámonos —

Mientras caminábamos hacia la salida del túnel, un golpe de realidad me golpeó como una ola. No había sido mi culpa. Las palabras de Jason resonaban en mi mente: "No fue tu culpa"

Pero si de verdad amaba a mi familia, si quería salvar a aquellos a quienes más quería, debía levantarme. No podía rendirme. Aún no. Porque en algún futuro, Jason y yo estaríamos juntos
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「❛ Nota de la autora ❜」'

Canción. Lana Del Rey - Chemtrails Over The Country Club

Proxima actualización. 08 / 09 / 2024

Tiktok. @Candymots_

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