✨Capítulo único✨

La primera nevada llegó desnudando la última flor de cerezo cayendo sobre la tumba fría de su amado Jeonghan ..para aquel hombre de cabellos negros su corazón aún dolia, era la última vez que visitaba a su esposo con la pequeña Hanna sosteniendo su mano.
Un susurro en el viento le recordó la última tarde azúl que recorrieron en el jardín invadido por mariposas monarcas y una pequeña nena recién nacida durmiendo en la cuna de la habitación de aquella casa que había sido su dulce hogar.

" No llores amor"-dijo Jeonghan sosteniendo débilmente la mano de su adorado Jungkook, saber que el tiempo se le agotaba era tan doloroso para aquel hombre postrado en su silla de ruedas, la fibrosis quística no perdonaba a nadie, era una sombra oscura que los había acechado por más de un año y está vez esa cruel enfermedad les estaba ganando la batalla.

" En la salud y en la pobreza" dice uno de los votos matrimoniales y allí estaban ambos en sus momentos más dolorosos aferrándose a un milagro, un anhelado deseo que nunca se cumpliría.
Jungkook se quebró no pudo más, se arrodilló a llorar como un niño en el regazo de su moribundo esposo.

- !No me abandones amor! -dijo sollozando desconsolado.

Una débil sonrisa cargada de angustia se formó en aquellos labios agrietados - es inevitable cariño, imagina que cuando yo me marché mi cuerpo solo estara dormido pero mi espíritu vendrá a ti, con el susurrar del viento y el crujir de las hojas en una ráfaga otoñal.
Y si no puedo volver hacia ti , ten por seguro que alguien más te volverá amar, devolviendote la sonrisa haciendote feliz como yo solía hacerlo " si en verdad lo deseas se hará realidad".

Primaveras, inviernos y cálidos veranos habían transcurrido desde la partida de su "alma gemela", Kioto era una ciudad hermosa, pero para Jungkook era tiempo de volver a su amado Corea, dejo un ramo de peonías blancas en aquella tumba fría y desolada.

- Despidete de tu papá Hanna-dijo con ternura cargando a la pequeña nena de cuatro añitos en su regazo- sayonara papi- moviendo su pequeña manita perdiéndose padre e hija al final del ocaso.
Jungkook aquel hermoso hombre de tez blanca como la nieve, cabello negro ondulado y ojos marrones, llegó a la casa de sus suegros con su pequeña hija de melena castaña y mejias encendidas como duraznos maduros.

Taro el perro akita que su difunto esposo
le había regalado a Jungkook cuando eran novios, salió corriendo alegre moviendo el rabo al encuentro de la pequeña Hanna ambos seres inocentes y puros jugaban alegremente sobre el cesped de aquel pequeño jardín arido desierto de flores que el crudo invierno había robado.

- Te marcharas entonces Jungkookie- dijieron sus suegros saliendo a la entrada de aquella pequeña casa - sabes que puedes quedarte con nosotros, a ti y a nuestra nieta no les faltara nada- una nota de tristeza y melancolía había en aquellas palabras sinceras, la navidad estaba próxima y aquella pareja deseaban que su yerno y su adorada nieta se quedarán a disfrutar con ellos una última vez.

Lo sé y no saben cuánto les agradezco pero quiero regresar a mi pais y retomar mi profesión de maestro de literatura. Hablé con el director de mi antigua escuela secundaria y me ofrecio una plaza que aún está vacante para la temporada de primavera.

Los mayores solo asintieron, no podían hacer nada para evitar que ambos se quedarán, ya no había nada que los atara padre e hija en Japón.

- Sabes que aquí serás bien recibido cuando quieras visitarnos- exclamaron en un emotivo abrazo.

- Lo sé, se los agradezco infinitamente, han sido los mejores suegros y los mejores abuelos que Hanna pudo haber tenido - con voz entrecortada y un nudo en la garganta, una lágrima cristalina rodo sobre su mejilla consumiendose en el interior de su cuello.

Jungkook y Jeonghan habían sido novios desde la preparatoria y fueron juntos a la universidad, viajaron a Japón y al año de casados decidieron tener una pequeña bebé por medio de un vientre de alquiler con el esperma que Jungkook había donado.

El pequeño negocio de textiles y artesanías que manejaba su difunto esposo les había ayudado a vivir de manera austera por los últimos seis años que habían permanecido juntos.
Pero los ahorros que conservaba Jungkook no iban hacer suficientes para sobrevivir, la mayor parte del dinero lo había gastado en medicinas y la hospitalización de su esposo, no había quedado mucho.

Y aunque en Corea sus padres y su hermano lo esperaban con los brazos abiertos y le habían dicho que no se preocupara por nada, el no quería ponerles más gastos, no deseaba ser una carga para ellos.
Jin su hermano menor trabaja en la Marina goza de un aceptable sueldo y sus padres tienen un restaurante de Ramen que les ha ido muy bien, pero aún así Jungkook era muy soberbio para aceptar la ayuda desinteresada que le ofrecía su familia.

Sabía que para el puesto de maestro faltaba alrededor de un año para que se lo otorgarán y aún así no estaba seguro si lo dejarían permanente.
Durante ese tiempo necesitaba conseguir una trabajo provisiónal o buscar la manera de ganar ingresos para sobrevivir él y su pequeña hija.

Jungkook se despidió de sus ex suegros en el aeropuerto, la pequeña Hanna abrazo tiernamente a sus abuelos y lloro a última hora abrazando su pequeño peluche gris.

Fue una emotiva y dolorosa despedida para Jungkook pues dejaba en Japón los recuerdos felices y duros de su difunto Jeonghan y aunque habían transcurrido 3 años de su muerte, aún lo recordaba como si hubiese sido ayer, el había cerrado su corazón diciendo que jamás se iba volver a enamorar de nadie y se dedicaria solamente a su pequeña hija.
Pero el destino mueve sus hilos a su antojo, más luego de lo que se imaginaba ese corazón que había decido cerrar volvería a sentir fuego por alguien más, muy pronto, tan pronto como una blanca navidad se aproximaba.

Llegó a su destino con su nena en brazos, solo esperaba su equipaje y que la inspección de servicios sanitarios le entregaran a su amado perro *Taro*, Jungkook había pensado dejarlo en Kioto con sus ex suegros pero sabía que Hanna no se lo iba perdonar jamás,
además en casa de sus padres se encontraba su viejo perro Bam y estaba seguro que ambos peludos se iban a llevar de maravilla y hacerse compañía.

Sus padres y su hermano menor , estaban a la salida del aeropuerto esperandolo con entusiasmo y ansiedad, morían por conocer a su nieta pues solo la habían visto en fotografías y videollamadas.
La pequeña era tan dulce y extrovertida que alzó sus bracitos al momento que vio a sus nuevos abuelos.

De camino pasaron almorzar pizza, la chiquilla tenía deseos de comerla y la consintieron, su abuela le había comprado un hermoso peluche un "conejo" blanco para ser exactos y su tío Jin le obsequió una hermosa gargantilla con un corazón color zafiro y su nombre gravado adentro Hanna.

Se instalaron en la casa lo más pronto posible, ' Taro' y 'Bam' se hicieron amigos rápidamente corretiaban felices en toda la casa a excepción de 'Louis' el gato de Jin que se mostró arisco y amargado con el nuevo intruso que había llegado a invadir su santuario, porque para 'louis' el era el dueño de la casa, los humanos eran unos simples mortales al servicio de el.

Se hospedaron en el hogar sin ningún
problema Jungkook se alojó en su antigua habitación que usaba cuando iba a la escuela , suspiro profundo al recordar a su difunto esposo, pues habían sido amigos desde la secundaria y con el tiempo se enamoraron y terminaron casandose, recordo los calurosos días de verano que pasaban juntos haciendo tareas en la vieja cama y terminaban jugando video juegos juntos.

Un toque en la puerta lo saco de su mundo de pensamientos y recuerdos_ Kookie hijo, la cena está lista, Hanna se quedó en la habitación de huéspedes está fascinada con la decoración de ositos y girasoles que tu madre le hizo_ dijo su padre sonriendo.
Cenaron y charlaron largo y tendido hasta que pequeña se quedó dormida y la llevaron a su recámara, Jungkookg se retiró también pues se encontraba muy cansado, despediendose de sus padres se fue a su habitación.

A la mañana siguiente aunque su madre le dijo que se tomará unos días de descanso, el pelinegro hizo caso omiso y se dedicó a buscar algún empleo dejando a su hija al cuidado de sus padres , al atardecer regreso a su casa triste
y con sus pies adoloridos de andar caminado en los lugares donde le habían citado después de contactar algunas ofertas de trabajo que había buscado en el períodico matutino.

Pasaron algunas semanas..

Jungkook estaba desesperado habían transcurrido varios días y no había conseguido encontrar algún trabajo, faltaba mucho tiempo para la plaza que le habían ofrecido como docente, la navidad se acercaba también y deseaba comprarle regalos a su pequeña, todo era más sencillo cuando estaba en Japón, el pelinegro realmente se sentía frustrado y un poco deprimido, haberse convertido en padre soltero se estaba volviendo difícil y aunque no le faltaba nada a el y a su hija, no quieria ser una molestia para sus padres.
Transcurrieron varios días y en vista de que no había conseguido empleo decidio quedarse ayudar en el restaurante de sus padres, claro que la mayor parte del tiempo lo atendían los empleados pues ambos abuelos habían decicido pasar momentos con su nieta, llevandola a paseos y a caminatas al parque.

Mientras tanto en otro lado de Corea en la familia Kim.

Kim Taehyung el hijo de un CEO dueño de viñedos y exportacion de los mejores vinos en Corea, había regresado de un viaje de negocios de Italia, se encontraba mal humorado pues su vuelo se había atrasado en el extranjero y la comida que le habían servido en el avión no había sido de su agrado, Kim era alguien quisquilloso con la comida difícilmente de satisfacer en cuanto a gastronomía se trataba.

Taehyung es un hombre disciplinado, detallista y meticuloso en la mayoría de los negocios.
Y a pesar de ser alguien adinerado no es una persona superficial, es noble y amable, le encantan los niños y desea algún día casarse, aunque no está por el momento en sus planes, pues para Taehyung primero está los negocios que el 'amor'.

Su físico es todo un estuche de monerías, Kim Taehyung es un bello doncel de cabellos lacios y bellos ojos color violeta,
posee unos hermosos labios frambuesa apetecibles para ser besados, unas largas y bonitas pestañas, un trasero firme y redondo que resalta a la vista sobre
todo si usa pantalones ajustados de cuero cuando sale con sus amigos algún bar.


Taehyung regresaba a la mansión cuando iba discutiendo con su padre, sobre los términos de la herencia, pues su abuelo había decidido en el testamento que el día que el falleciera Taehyung iba a recibir el 75%. de la herencia y el viñedo principal, pero la única cláusula que le impedía recibir la herencia al fallecer su abuelo, era que debía estar casado y con un hijo por lo menos.
pues el lema de su abuelo era : Un hombre sin familia no puede estar a cargo de ninguna empresa pues la famila es la base fundamental de todo hombre"

A Taehyung realmente nunca le ha importado la herencia de su abuelo, el posee sus propios negocios y sus ahorros para vivir holgadamente el resto de su vida y que lo presionen la mayor parte del tiempo con una herencia a cambio de tener pareja e hijos obligatoriamente eso en verdad le fastidiaba.

Taehyung realmente había contemplado buscar a alguien que se hiciera pasar por su ' pareja ' para quitarse de encima la insistencia de su familia, pero no exactamente por la herencia, si no por su hermano mayor que se había casado hace poco y que siempre le hechaba en cara a Taehyung que el se había casado con una linda mujer y eso sí le molestaba a Taehyung, haría cualquier cosa por bajar de la nube de vanidad a su hermano.

De ese tema iba hablando con su padre algo irritado cuando el automóvil se averió y tuvieron que detenerse el y su chofer cerca de un pequeño restaurante mientras llegaba la grúa a retirar el automóvil.
Entro al modesto lugar con algo de desconfianza , pero tenía hambre y no tuvo más opcion que sentarse en una de las mesas levantando la mano para que le llevasen el menú para ordenar.

Después de revisar detenidamente el menú, se decidio por una ramen con la receta ' secreta' de la casa, se la sirvieron acompañado de una limonada, Taehyung prefería los vinos franceses pero no tuvo otra opcion que escoger esa bebida.
Lo insólito de todo y con lo quisquilloso que suele ser con la comida ' el dichoso plato de Ramen' le fascinó y llamo al encargado para felicitarlo.

Al llegar el encargado del restaurante lo saludo cálidamente also la mirada y una corriente le erizo la piel rápidamente al notar aquel hermoso hombre cabellos ondulados y mirada intensa frente a él,
definitivamente el hombre le había cautivado, haciéndole sentir cosas que nunca antes había experimentado, con una sonrisa algo nerviosa le dijo: '- me encanto su platillo "- sería tan amable de brindarme su ' receta secreta'- exclamó algo cohibido pues aquel hombre en verdad le había gustado mucho.

- Me alegra que haya sido de su agrado , mi nombre es Jeon Jungkook- mis padres son los dueños del lugar, lastimosamente no puedo darle la receta 'secreta' de la casa, porque si lo hiciera dejaría de ser ' secreta'- alegó con una cálida sonrisa coqueta que desarmo a Taehyung por completo.

- Oh entiendo - exclamó el doncel con una sonrisa tímida en su rostro - realmente aquel hermoso hombre le estaba haciendo cuestionarse su vida el porque aún no se había casado y lo lindo y excitante que sería amanecer con ese adonis enrredado entre sus piernas.

Taehyung no supo en que momento se sonrojo, llevándose el pulgar a su boca mordiendoselo sutilmente de lo nervioso que Jungkook lo estaba poniendo en esos momentos.
El pelinegro lo noto y volvió a sonríer está vez con un toque de malicia en sus labios, pues a el también lo había dejado hechizado el hermoso cliente ojos violeta y labios prominentes.

Siguieron conversando un largo rato, como ambos se agradaron mucho y su conexión fue casi instantánea intercambiaron tarjetas de presentación prometiéndose volverían a llamar, faltaban tres meses para que la navidad llegara en aquel cálido restaurante de comida Ramen' un viudo modesto y un hermoso millonario estaban a punto de comenzar una hermosa historia de amor.

Después de ese placentero y casual encuentro entre ellos, Jungkook cerro el restaurante y llegó a la casa donde sus padres y Hanna lo esperaban habían ido al zoológico y se habían divertido mucho, la pequeña Hanna salió corriendo al encuentro de su padre extendiendo sus bracitos_ papito te extrañe_ sonrió la pequeña rodeando amorosamente el cuello de su padre.

- Yo también amor- abrazando fuertemente a su nena la luz de sus ojos, su mundo entero.

Al caer la noche se reunieron en la mesa a cenar como la famila unida y amorosa que siempre habían sido, la pequeña le contó a su padre que en el zoológico la había asustado un oso con su rugido y que se había derramado helado de pistacho en su vestido azul favorito.

Jungkook escucho con atención las pequeñas anécdotas de su hija - sonrió bonito al ver la dulzura y la inocencia de tu tierna nena y esos lindos oyuelos que se formaban cuando sonreían, porque Hanna había heredado todos los genes perfectos de su padre, tan bella como el candor de una azucena a la luz de la noche.

En eso consiste el amor, en esas pequeñas cosas tan sencillas y sutiles, que te calientan el alma y se vuelven el motor que te impulsa a seguir viviendo, a seguir respirando, descubriendo cada día con el despertar de la aurora una razón más para sentirte pleno,
'Ese es el amor que un padre le profesa a sus hijos'.

Jungkook lavo las manitas de su hija, la acompañano a lavarse los dientes, le puso su pijama de conejitos y zanahorias le leyó su cuento favorito y la arropó cuando el sueño la había vencido - buenas noches princesa - dándole un tierno beso en la frente dejando la lámpara color magenta encendida.

Llegó a la cocina y ayudo a su madre a recoger la loza del comedor, Jungkook estaba ausente absorto en sus pensamientos era obvio que algo lo tenía pensativo, sonría como un tonto cada vez que la espuma de la loza se deslizaba sobre sus gruesas manos, su madre lo noto en seguida, se secó las manos con un paño de franela acomodado en la estufa, tomo a su hijo de las manos y lo llevo a la mesa del comedor.

- Dime Jungkook ¿en que piensas cariño? te he notado risueño y algo ausente desde que estábamos cenando, a tu madre no la engañas ¿ Puedo saber el motivo?- dijo su madre sonriendo cálidamente.

- Que bien me conoces madre— exclamo Jungkook tomando aire en sus pulmones luego de un largo suspiro hablo.

- Bueno madre, conocí a un cliente hoy en el restaurante y me gustó mucho, más de lo que pensé que me podría gustar alguien después de Jeoghan y no se cómo deba sentirme, pues siento que estoy traicionando la memoria de mi difunto esposo al poner mis ojos en otra persona, además el es sofisticado y adinerado se le nota en su vestir y el hablar, eso sin contar el lujoso auto que maneja, me dio su tarjeta, supongo que por cortesía nada más, pero aunque yo me animara hablarle no creo que alguien de un mundo completamente distinto al mío se digne a conocerme eso sin contar que soy un hombre con una hija..

- Cariño - dijo su madre sonriendo acariciando la mejia de su adorado hijo – ser padre soltero y viudo no es un delito y razón para sentirte avergonzado , tampoco lo es vivir modestamente! no te menosprecies a ti mismo Jungkook! tu vales muchisimo eres un gran ser humano que ha sobrellevando momentos muy duros y ha salido adelante, quien te llegue amar, te amará por lo que eres, por el tesoro que anida en tu corazón, a quién realmente le importes te llegará aceptar con todo y la pequeña Hanna.

- Además - prosiguió su madre - el amor que le tuviste a tu difunto esposo fue muy grande , es claro que nadie más va ursupar ese lugar que Jeonghan ocupo en tu vida, simplemente la ruleta de la vida continúa, esta no se detiene nunca, ni por mi , ni por ti, ni por nadie más en el planeta, tienes derecho a volver a ser feliz amor!. además estoy segura que tú difunto esposo donde quiera que se encuentre estará alegre y tranquilo si encuentras a alguien que te ame a ti y a tu pequeña.

-Date la oportunidad de conocer a alguien mas- y sé feliz cariño, te lo mereces!- espetó su madre dándole un cálido y afuerte abrazo a su retoño.

Jungkook le devolvió la mirada cálida a su madre correspondiendo a su amoroso abrazo maternal y a sus emotivas palabras, esas palabras que le dieron el valor de tomar el celular y marcar al número que se hallaba en la tarjeta amarilla. Kim Taehyung.

Entro a su habitación, se sentó en la orilla de la cama, muerto de los nervios y marcó el número impreso en la tarjeta, pasaron uno, dos ,tres y al cuarto tono una voz elegante y algo risueña contesto.

-Buenas noches, disculpe el señor
¿Kim Taehyung?..

- Si el habla ¿con quién tengo el placer?.

- Soy Jeon Jungkook el gerente del restaurante que lo antendio el día de hoy ¿lo recuerda? usted quedó complacido con la ramen que degusto está tarde.

- Oh si Señor Jeon ya lo recuerdo, dígame ¿a qué debo el honor de su llamada?.

Jungkook titubeó un poco para responder, era un manojo de nervios, solo se había sentido así tres veces en la vida, su graduación, su boda,
y cuando le entregaron a su pequeña hija recién nacida entre sus brazos.

Con su vos un poco gruesa y sus labios temblando-prosigio- bueno me gustaría saber si no es mucho el atrevimiento invitarlo a cenar y tengamos una amena charla, claro si tiene lugar en su apretada agenda por su puesto.

Un silencio que parecio una eternidad para Jungkook invadió por unos segundos aquella habitación..

[......]

-Claro Señor Jeon, me encantaría disfrutar una velada con usted,
le parece bien ¿este sábado a las
6 :00 de tarde?. Yo iré por usted, si es tan amable puede pasarme su dirección.

Jungkook sonrió nerviosamente y su corazón estaba hecho un nudo de emociones desbordantes.
colgaron después de unos breves minutos después de haberse puesto de acuerdo.

Mientras que al otro lado de la línea se encontraba un Taehyung sonriendo como un bobo adolescente ilusionado con su corazón galopando a mil por hora y sus manos temblorosas.

Taehyung realmente ansiaba que aquel apuesto hombre le llamara y quería tomar la iniciativa de hacerlo unas horas antes, pero no sé atrevía, aunque había hecho muchos intentos de tomar el celular y se le quedaba viendo fijamente a la tarjeta,como alguien de quién todo su futuro dependiera de aquellos dígitos impresos.

La tal anhelada cita llego, ambos estában tensos y emocionados pero su nerviosismo disminuyó después de unas horas de haber entrado en confianza, disfrutaron de una deliciosa cena en un restaurante elegante que por cierto Taehyung insistió en pagar, luego se dirijieron a la plaza de la ciudad a dar un pequeño paseo debajo de la brisa de nieve que caía tenuamente en aquel lugar.

Se sentaron cerca en una pequeña banquita donde una niña andaba ofreciendo Tulipanes amarillos a los transeúntes que pasaban por el lugar, Jungkook se levantó y le compro todas las flores a la pequeña,
al regresar donde estaba Taehyung se quedó extrañado viendo el hermoso buque de flores entre las manos del pelinegro.

-¿Porque todas esas flores Jungkook? - dijo sonriendo.

- Son para ti hermoso- se arrodilló frente al doncel y le ofreció el perfumado ramo de flores ,suspiro profundo mientras le temblaban sus manos.

- Kim Taehyung yo nunca pensé enamorarme de nuevo , pero desde que te vi por primera vez supe que serias mi mundo, el que vendría a darle alegría nuevamente a mis días grises, por eso con este ramo de flores quiero pedirte oficialmente que aceptes ser mi novio.

Taehyung sonrió nerviosamente, emocionado tomo el ramo de flores, posando sus labios dulcemente en en los del contrario.

- Si Jeon Jungkook !acepto ser tu novio!

Y así iban transcurriendo los días ,ambos sin darse cuenta se enamoraban cada día más, sus momentos eran emotivos y románticos, en la segunda cita Jungkook esperaba a Taehyung con un ramo de hortensias y anémonas rojas en sus manos, al contrario se le iluminaron los ojos al recibir tan romántico detalle, después de cenar y visitar el museo tuvieron una caminata a la orilla de la playa tomados de las manos, esa noche se besaron con locura con el ruido sonoro de las olas como testigo de su amor y pasión.

Su tercera cita fue en una pista de patinaje de hielo, Taehyung no sabía patinar muy bien, pero su novio le ayudo en todo momento, entre risas y abrazos se volvieron a besar apasionadamente , olvidando a los presentes que se hallaban en ese lugar ambos sumidos en su burbuja de amor y deseo.

Una cuarta, quinta y sexta cita fue con la pequeña Hanna, la nena acepto rápidamente a Taehyung, el era muy amoroso con los niños le encantaban y eso hacia que a Jungkook se le derritiera de amor el corazón por su bello novio.
Fueron a una feria, a un parque acuático fuera de la cuidad en un avión privado y al final a un campamento de dos días a esquiar y difrutar de cocoa caliente con malvaviscos.

Como el aleteo de una mariposa Diciembre había llegado, ambos enamorados llevaban tres meses juntos y como su relación iba viento en popa sin ningún percance, decidieron que ya era hora hablar con sus respectivas familias.

Los primeros fueron los padres de Jungkook que recibieron a su querido novio con calidez y entusiasmo estaban alegres por ver a su hijo feliz nuevamente y sobre todo muy agradecidos por el amor que Taehyung le daba a su pequeña Hanna amándola como una verdadera hija.

Un domingo 14 de Diciembre decidieron visitar a la familia de Taehyung, el pelinegro estaba muy nervioso y embelesado con el lujo de aquella mansión, Taehyung cargaba a Hanna en sus brazos, iba arreglada con una coleta de listón amarillo y un hermoso vestido rojo con tulipanes.

Namjoon y su esposa Irene salieron a recibirlos con una cálida bienvenida, entre risas y aplausos veían a la pequeña Hanna correr detrás de Yeontan el perro de la casa, bastaron solo unas horas para que los padres de Taehyung se enamoraran de la pequeña y de su apuesto padre.

Llegó la noche de fin de año, ambas familias estaban reunidas departiendo en la cena, la pareja de novios salieron a caminar un rato aprovechando el momento para besarse y amarse a la luz se los faroles del jardín principal.
Copos de nieve caían ese día sobre sus abrigos, Taehyung soltó un momento los labios de su sexy novio para tomar oxígeno lo abrazo cariñosamente y le susurró un ' te amo amor " al oído.

-Yo también te amo mí amor-respondio Jungkook devolviendole un dulce y largo beso a su apuesto novio.

Un año había transcurrido, ambos novios estaban nerviosos el dia de su boda había llegado, fue una ceremonia íntima a la orilla de la playa en Italia Toscana bajo un hermoso atardecer aterciopelado y y el océano esmeralda como testigo de ese amor que se profesaban sellando con un beso su promesa de amor eterno.

Ambas familias y amigos de los novios los despidieron en su mercedez blanco rumbo al hotel donde sería su luna de miel, dejando a Hanna al cuidado de sus abuelos.

Entraron al hotel besándose desde que bajaron del coche y en el trayecto cuando subieron el ascensor, Jungkook no desaprovecho la oportunidad de amasar el redondo trasero de su esposo 'su marido 'de ahora en adelante.

Entraron a la habitación desesperados por entregarse, Jungkook había decidido esperar todo un año para hacerle el amor a Taehyung el día de su boda y el momento que tanto estaban ansiando había llegado.

Contenido 🔞

Jungkook cargo a su esposo al estilo princesa, dándole un fuerte golpe a la puerta, con su pie derecho, acto que hizo que Taehyung sonriera entre besos ansiosos.
Recosto con ciudado a su esposo subiendose delicadamente sobre su cuerpo, comenzó a besarlo apasionadamente ambas lenguas chocando entre si, calentandose cada vez más, Taehyung podía sentir aquel calor que emanaba del cuerpo del pelinegro aún con el traje de boda puesto.

Lentamente se fueron despojando de todas sus prendas entre caricias lujuriosas y besos ardientes, ambos cuerpos ansiosos quedando solamente con ropa interior.
Jungkook sonrió y se lamió los labios al ver el esquisito cuerpo acaramelado de su esposo contrastando con la tenue luz de la habitación.
Comenzo a besarlo lentamente depositando besos humedos y pequeños mordiscos al rededor de su cuello, luego bajo a sus clavículas, para después recorrer hasta su vientre que empezaba a quemar y a sufrir pequeños espasmos por el calor del momento.

Con sus dientes bajo lentamente la ropa interior de su amado dejando expuesto su miembro tibio y necesitado, Jungkook sonrió feliz con una mirada de lujuria al ver a Taehyung excitado por el y solo por el.
Lentamente se deshizo de su boxer también acariciando su intimidad, se acomodó entre los muslos de su esposo y volvió a besarlo con ternura subiendo la intensidad de sus besos.

Después de un derroche de caricias, Jungkook preparo a su esposo con los dedos, provocando unos intensos suspiros en su amado, alineó su miembro en la entrada húmedecida y lentamente se deslizó  hasta llegar por completo  en fondo de su interior lo embistió lento y profundamente subiendo de intensidad en cada penetración.

Cada embestida de Jungkook estaba llena de amor y pasión ,volviéndose un naufrago navegando sin rumbo sobre la tersa piel de su esposo, no hubo un milimetro que no fuera besado y explorado.

Taehyung jadeaba una y otra vez en cada violenta embestida, al grado de enterrar sus uñas en la espalda de su esposo.
Antes de que llegará el orgasmo de ambos Jungkook se salió de la entrada de su amado por un momento.

- ¿Quieres montarme cariño?- fue la interrogante en tono sensual del pelinegro, inmediatamente Taehyung se colocó encima de él con las piernas a abiertas a cada lado y empezó autopenetrarse lentamente sobre la intimidad de su esposo bajaba y subia tortuosamente aumentando el ritmo sin el más mínimo pudor, totalmente excitado, Jungkook afianzó el agarre para penetrar más profundo, unas cuantas embestidas más y ambos se habían corrido frenéticamente.

Ambos lo habían disfrutado y gozado, lo habían anhelado tanto sus cuerpos fundiendose en un solo al compás de sus movimientos eróticos y sincronizados, después de culminar con su torrido orgasmo, se separaron por unos segundos extasiados y cansados volviéndose a besar con dulzura.

- Te amo Jeon Jungkook.

- Te amo Jeon Taehyung.

Ambos sonríeron satisfechos y felices,
La noche fue larga y exhausta hicieron el amor varias rondas más, devorandose y amándose como nunca.

Cinco meses habían transcurrido después de su boda, ambos esposos habían planeado unas mini vacaciones en Alaska en vísperas navideñas con sus respectivas familias, era la época favorita de Hanna le encantaba recibir obsequios y su carita de iluminaba cuando abría emocionada aquellas cajas con envolturas rojas y doradas.

Después de la cena navideña cuando todos se habían marchado a dormir, ambos esposos renovaron otra vez su promesa de amor en un tierno y emotivo beso.
Jungkook acarició el abultado vientre de su amado esposo, un nuevo bebé venía en camino la felicidad y la dicha no podía ser más grande para el pelinegro ahora tenía una nueva familia a quien amar y cuidar y estaba seguro que su difunto esposo estaría feliz por el, pues como le dijo aquella vez.
'Si en verdad lo deseas se hará realidad"

Fin.🎄

Es mi primer shot disfruté mucho hacerlo espero que les guste gracias."☺️

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