taste ¹

Enjoy baby, don't taste me ❞

JiMin estaba totalmente flechado por aquel
rapero. YoonGi quería saber más y hacer suyo
a aquel pelinegro que siempre iba a sus
presentaciones.

¡!: Advertencia de smut.

JiMin se movía entre la multitud de gente, intentando abrirse paso para lograr llegar a la parte delantera. Le costó un par de empujones e insultos, pero logro llegar a su objetivo. No faltaba mucho para que fuera el turno de Min, y eso lo tenía ansioso. Poco después, TaeHyung apareció a su lado, le entrego una bebida y finalmente lo tomo de la mano para empezar a guiarlo e incitarlo a bailar, aún faltaba algo de tiempo para la presentación por mientras, lo mejor era divertirse un poco más con su mejor amigo. Se dejo llevar y sonrió divertido.

Sin tan solo supiera quien lo observaba desde lejos.

—Tranquilo~, ya casi es su turno —intento calmarlo el castaño de distintiva sonrisa cuadrada.

Lo había logrado distraer durante los últimos veinte minutos, hasta que el aviso de que Min se iba presentar había interrumpido entre la música, trayendo su ansiedad de vuelta. No era la primera vez que lo iba ver en persona, en realidad ya le había tocado presenciarlo en vivo unas tres veces, pero no podía evitar volver al mismo bar solo para verlo rapear, simplemente no se cansaba de admirarlo desde lo lejos, encantándose cada vez más con él, queriendo y deseando con todo su ser acercarse y descubrir cada parte de él, adentrarse y saber todo lo que nadie más.

JiMin tenía un fuerte flechamiento con el rapero, y a pesar de que lo asustaba, tampoco hacía algo para detener la avalancha de emociones que se derribaban dentro de él. Era la primera vez que dejaba de lado sus actitudes de rompecorazones por algo que podría ser totalmente unilateral, o tal vez simplemente necesitaba probarlo, satisfacerse y así poder seguir con su vida.

Aunque...lo dudaba demasiado.

—¡Hey! —le hablo TaeHyung, logrando sacarlo de sus pensamientos—. Sabía que no estabas escuchándome —frunció sus labios, ofendido.

—Yo...lo siento —se disculpó el pelinegro—. Sabes que yo no...

—Lo sé, lo sé —el menor por meses soltó una risita—. Debes estar realmente distraído para no haber captado mi tono sarcástico señorito —sonrió divertido—. Está bien, veras que tu hombre pronto aparece, la música ya está bajando de volumen, pronto saldrá MinHo a presentarlo.

Y efectivamente, el chico apareció en el escenario poco después.

—¡Buena noches!, me alegra ver tanta gente reunida hoy —hablo con un tono energético—. Yo sé la razón por la que todos se encuentran aquí y les aseguro, que él viene con todo esta noche —calló unos segundos mientras que una fuerte ola de gritos y aplausos resonaban en el lugar—. Sin darle más vueltas, ¡he aquí nada más y nada menos que Agust D!, ¡wooooh!

El lugar se enloqueció a la mención de su nombre, apareciendo detrás del escenario el causante de esa gran energía. Min YoonGi o más conocido como Agust D era un hombre de cabellos rubios y cuerpo ancho, alguien que tenía encantados a miles, tanto por lo guapo que era como por la forma tan increíble y adictiva con la que rapeaba. Todos gritaban, mientras aquel pelinegro entre esa multitud solo se dedicaba a observarlo con maravilla.

—¿Cómo están?, hoy veo un público muy energético, ¡y eso me encanta! —sonrió de medio lado, una sonrisa sexy que le quito el aire a varios—. ¡Disfruten conmigo esta noche, ¿de acuerdo?! —una fuerte afirmativa resonó, logrando que la energía del artista aumentara un mil por ciento.

Poco a poco la música empezó a escucharse, JiMin sintió como una fuerte oleada de energía lo recorría de pies a cabeza en cuanto la voz del hombre se escuchó con fuerza, impregnándose en cada parte de su ser.

They call me new thang...

JiMin adoraba esa canción con todo su ser, la forma tan irreal que YoonGi se perdía en las letras, su boca se movía con una habilidad impresionante, aquella voz grave y ligeramente rasposa. La letra se la sabia al derecho y al rebes, cantándola completa sin ningún error.

Durante la siguiente hora, JiMin se perdió en la música y disfruto de cada momento, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo.

Cuando el show acabo el pelinegro se quedó observando al hombre, quien poco después volteo hacía su dirección, ambos cruzaron miradas por largos segundos, recibiendo una media sonrisa, para después desaparecer. Sus mejillas ardieron con fuerza y su cuerpo reacciono al instante, sintiendo su corazón latir al mil por hora.

—Mierda —maldijo por lo bajo, empezando avanzar hacia la barra.

Nunca se imaginó que una sonrisa causaría tantos estragos en él. Solo era una simple, sexy y jodidamente atractiva sonrisa.

Pidió un vaso con vodka con una combinación de algo que no presto atención, simplemente necesitaba algo fuerte, recibiéndolo segundos después. Estuvo a punto de tomárselo de un solo trago, pero fue detenido por una mano intrusa. Cuando volteo para ver de quien se trataba, su corazón se detuvo por unos segundos. ¿De verdad tenía al mismísimo Min YoonGi frente a él?, capaz estaba alucinando.

—No te recomiendo que lo hagas, puede terminar cayéndote muy mal, más si lo tomas de golpe —dejo el vaso en la barra sin dejar de mirar a JiMin.

—Bien —asintió tomando de vuelta la bebida, tomándole de apoco. Al sentirlo correr por su garganta hizo una mueca de disgusto, dios era horriblemente amargo y demasiado fuerte.

—Te dije —sonrió con diversión el rubio—. Pon más atención en lo que pides la próxima vez —comento, acercándose más al cuerpo contrario. A propósito, cabe recalcar.

—Si...es asqueroso —negó, dejando a un lado la bebida para luego voltearse al mayor. Tal vez era su oportunidad. Nunca tendría la suerte de esa noche, era momento de sacar su lado coqueto—. Ahora, puedo saber... ¿cuál es la razón por la que el mismísimo Agust D me está hablando esta noche? —sonrió con coquetería.

YoonGi amo que el chico no fuera nada tímido. Justo como se lo habían descrito. Sonrió de lado.

—Tu —respondió directo—. Captaste mi atención Park JiMin y últimamente no puedo sacarte de mi cabeza, ¿harás algo respecto? —indago cerrando cada vez más la distancia entre ambos.

—Alto ahí velocista —lo detuvo el pelinegro—. ¿Cómo sabes mi nombre?, y ¿cómo esta eso de que capte tu atención? —indago, ignorando olímpicamente los estragos que esas palabras habían causado en su cuerpo y corazón.

—Conseguí tu nombre por MinHo —explico haciendo lo posible por mantener su mirada en aquellos ojos avellanas y no bajarla a aquellos abultados labios—. Y bueno, me he dado cuenta que has venido sin falta a cada uno de mis shows y JiMin, hay algo en tu mirada que me llama, y bueno creo que esa linda sonrisa que tienes también tiene mucho que ver con él porque estoy aquí...así que dime JiMin, ¿solo soy yo el que siente esta fuerte tensión? —indago rozando con suavidad una de las mejillas del menor, quien no pudo evitar suspirar ante el contacto.

—¿Seguro? —indago dudoso—. ¿Cómo sabes que no tomare esta oportunidad para jugar contigo?, conoces mi reputación o mínimo debes saber algo, no soy alguien en quien puedes confiar, además, ¿no me arrepentiré de estar contigo?, nunca se sabe...—dijo ocultando lo mejor que pudo su nerviosismo. YoonGi debía estar advertido, saber con quién se estaba metiendo.

—Y si te digo que no lo harás, porque los rumores son solo tú disfrutando de tu vida —tomo la muñeca de JiMin al ver que iba alejarse—. Cuando pregunte por ti, MinHo me conto un par de cosas, y te seguro que hay algo en ti que quiero descubrir, todo si es posible, más allá de las apariencias, pero primero...dejemos primero que esto, esta tensión sea liberada, te prometo que no te arrepentirás —finalizo sin separar ni un momento sus ojos de los contrarios, queriendo darle más veracidad a sus palabras.

JiMin suspiro rendido, realmente estaba a punto de confiarle toda su confianza al mayor. MinHo, le había contado también un par de cosas sobre YoonGi, además de ofrecerle la oportunidad de que lo conociera en persona, pero no sé atrevió aceptar, sus miedos lo detuvieron. Y ahora, ahora estaba por dejar de lado sus inseguridades y arriesgarse.

YoonGi confiaba en él, él lo haría también.

—De acuerdo —acepto—. Solo no hagas que me arrepienta.

Min sonrió orgulloso—. No lo harás.

El rubio tomo su celular y le mandó un mensaje a NamJoon, ordenando que no lo molestaran está noche, además de que le consiguiera la reservación de una habitación. Luego de eso, tomo la mano del menor y ambos se dirigieron a la parte trasera del bar. YoonGi le explicó que su auto se encontraba atrás por seguridad.

Durante el transcurso, la tensión era cada vez más palpable, sus conversaciones fueron muy leves intentando calmar la ansiedad que los estaba consumiendo.

Tiempo después aparcaron en el estacionamiento del hotel donde NamJoon le hizo la reserva. Cuando subieron al ascensor, JiMin inhaló y exhaló queriendo que su corazón se calmara, porque más que nervioso, estaba ansioso y expectante de lo que sucedería esa noche.

YoonGi se acercó con calma hacia el por detrás, posando sus manos en la delgada cintura, dejando suaves caricias logrando que JiMin dejara caer su cabeza en su hombro.

—Te vez muy tranquilo y confiado —comentó el mayor con voz ligeramente baja.

—Umh, ¿te gusta que esté tranquilo y confiado? —indago volteando su cabeza hacia el rubio, sonriéndole con coquetería.

—Si, me gusta —respondió, acercándose de manera peligrosa al menor.

Sin embargo, las puertas abriéndose en su piso, los interrumpió. Separándose, ambos avanzaron hacía la habitación con sus manos entrelazadas. Al entrar, quitaron sus abrigos y se voltearon a ver esperando a ver quién decidía dar el siguiente paso.

JiMin pensó que estarían un buen rato mirándose, pero YoonGi no resistió mucho, tomándolo de nuevo entre sus manos, pegándolo a su cuerpo, con las manos del menor posándose en su pecho. Park sonrió orgulloso al ver cómo el mayor parecía realmente desesperado, se sentía deseado y le encantaba esa sensación.

El rapero se acercó a su rostro, posando sus labios sobre diversas partes de su rostro, dejando besos suaves, bajando de a poco su cuello, el pelinegro deslizo sus manos del pecho del hombre hasta su cuello dejando caricias en este con sus pulgares. La respiración de JiMin se cortó al sentir como la boca de YoonGi comenzaba a hacer maravillas sobre su piel, soltando suspiros complacidos y un par de gemidos quedos.

Sus ojos se encontraban cerrados, disfrutando de las sensaciones que estaban recorriendo su cuerpo.

—Mmmh~ —jadeo ante la succión que sintió sobre su piel.

—Una vez que hayamos comenzado, debes ser mío —susurro rozando sus labios.

—Solo tú puedes tenerme...—fue la respuesta de JiMin.

El mencionado, simplemente ya no lo soporto más y subió su rostro, chocando sus labios contra los rosados y abultados del menor. Ambos comenzaron con un ritmo lento que no tardo en aumentar y volverse desordenado. Sus respiraciones se mezclaban y sus labios a penas se despegaban.

Entonces, las manos del mayor dieron con la orilla de la playera de JiMin, comenzando a subirla, estaba deseoso por sentir la piel acaramelada sobre sus palmas, poder besarla, acariciarla y marcarla a su gusto. JiMin se dejó hacer, para después ser el quien quitaba la del contrario. Ambas prendas cayeron al suelo, mientras ellos comenzaron avanzar hacia la cama, con sus labios sobre los contrarios.

Al llegar a la orilla, JiMin se dejó caer sobre el colchón, el mayor se separó unos segundos para comenzar a bajar de a poco, atacando de nuevo el cuello, logrando sacarle varios jadeos al pelinegro. Sus pieles comenzaban a perlarse, creciendo una fuerte necesidad de tocarse, de sentirse por completo. YoonGi se encargó de atacar los pezones del menor, logrando que un largo gemido saliera de aquellos rojizos labios. Jugo con ellos hasta que decidió soltarlos y empezar a descender dejando besos húmedos sobre la piel, marcándolo. Cuando llego a la orilla del pantalón lo desabrocho y quito dejando al pelinegro con solo su ropa interior. Incorporándose, acomodo a JiMin más hacía el centro, tomo ambas piernas y las puso sobre sus hombros.

Su cara se internó más entre las piernas de JiMin, subiendo de a poco con su boca arrastrándose y saboreando los muslos del menor, este solo jadeaba con desesperación al tenerlo tan cerca, pero lejos a la vez y entonces como si YoonGi comprendiera sus quejidos desesperados, se alejó, tomo la orilla del bóxer y se lo quito de un tirón, dejándolo completamente desnudo. El rubio admiro con una sonrisa satisfecha al joven frente suyo, el cuerpo cubierto con una ligera capa de sudor, varias marcas suyas ya sobre la piel acaramelada, aquellos gruesos labios rojos por los besos compartidos, las mejillas sonrojadas y aquellos ojos cargados de deseo.

—Mierda —las manos de YoonGi acariciaron los muslos de JiMin—. Eres el pecado en persona precioso —susurro sobre el oído del pelinegro.

Alejándose, tomo con ambas manos las piernas del menor y las volvió a colocar sobre sus hombros, pero esta vez YoonGi se arrodillo frente la cama, levanto las caderas de JiMin quedando a total alcance de su boca aquel preciado orificio.

—Y-yoon, ¿qué...?

JiMin simplemente no estaba preparado para lo que haría el rubio, que un jadeo de sorpresa acompañado de un gemido fue lo único que se escuchó en la habitación cuando la lengua del mayor se adentró entre los glúteos del pelinegro.

—Dios, Yoon, s-se siente taaan bien —una de sus manos rápidamente tomó el cabello del contrario mientras su boca soltada maldiciones y fuertes gemidos.

Se estaba deshaciendo ahí mismo, con aquel hombre comiéndole el culo con una habilidad fenomenal. Su cuerpo temblaba bajo las manos de YoonGi, teniéndolo totalmente hipnotizado y desorientado, su erección dolía y la necesidad de tenerlo dentro cada vez se hacía más grande, pero aquella lengua entrando y saliendo dentro suyo no lo dejaba hablar, no tenía las fuerzas.

Entonces, sintió de pronto un par de dedos adentrándose en él, su espalda se arqueo, mientras que aquellos dedos lo hacían igualmente, causándole un orgasmo inesperado ante toda la estimulación a la que fue sometido. Su cuerpo tenía pequeños espasmos y su respiración se encontraba acelerada.

—Eso...mierda —JiMin simplemente atrajo al mayor a un beso desordenado.

Las manos del menor bajaron hasta el pantalón del rapero, desabrochándolo con una mano de forma experta, YoonGi no tardo en captar y se quitó la prenda con todo y ropa interior, estaban desesperados, necesitaban sentirse el uno al otro. El mayor fue dirigido, quedando sentado en medio de la cama mientras el pelinegro se sentaba en su regazo, este mismo no le dio nada de tiempo de hablar al atacar la boca de YoonGi de nuevo, el mayor no se quejó y lo acepto con gusto.

JiMin se separó unos segundos para abrir uno de los cajones y sacar el lubricante que había ahí, YoonGi pensó que se lo daría, pero grande fue su sorpresa al ver como frente a él, el pelinegro mojaba sus propios dedos y se levantaba sobre sus rodillas, se estaba estirando para él, y podía jurar que eso logro subir su excitación a niveles inimaginables, pero no podían culparlo cuando tenía al menor mirándolo a los ojos con una expresión de puro placer plasmado en aquel precioso rostro.

—Joder —jadeo al sentir la mano libre de JiMin acariciando su miembro, esparciendo el lubricante—. Solo déjame follarte —suplico mientras el chico sonreía con coquetería.

—Hazlo, follame.

YoonGi no lo pensó mucho y tomo su erección guiándola hacía aquel paraíso, JiMin comenzó a descender cuando sintió el glande rozar su entrada, lo hizo lento al principio hasta que la mitad estuvo dentro y termino por internarlo de una sola estocada. Ambos jadearon de gusto. El menor empezó a moverse despacio, disfrutando de aquel preciado pene estirarlo de manera tan maravillosa, sin embargo, sus ojos se encontraban cerrados y YoonGi no quería que fuera así.

—Mírame —ordeno mientras sus manos se aferraban a aquella delgada cintura, el menor pronto capto la orden y mantuvo su mirada sobre la del rubio mientras sus brazos rodeaban el cuello del rubio.

Sus movimientos siguieron y YoonGi simplemente se encontraba hipnotizado con los sonidos que salían de aquellos pecaminosos labios y la forma tan placentera en la que se estaba moviendo el pelinegro sobre él, pero entonces este se detuvo y empezó a mover sus caderas en círculos, pero de forma lenta y con constantes pausas, una sonrisa traviesa no tardo en hacer acto de presencia, y el mayor supo que estaba jugando con él.

—Cariño, no me pongas a prueba —le dijo con la voz ronca—. Claro, si es que quieres poder caminar bien mañana —susurro sobre su oído.

—Umh, ¿qué vas a hacerme? —indago con malicia.

Entonces, en un rápido movimiento, el pelinegro se encontraba con su espalda sobre el colchón. YoonGi se posiciono sobre sus rodillas, tomando después de los tobillos al menor, jalándolo para que las piernas de JiMin quedaran sobre sus muslos. En cuanto lo tuvo a su disposición no tardo en adentrarse de una sola estocada en aquel preciado lugar.

JiMin sintió como una fuerte descarga de placer lo atravesó ante la brusquedad de las penetraciones.

—Aaah~, mierda es tan...jus-to así~ —no puedo completar la frase ante el beso demoledor en el que lo atrapo YoonGi.

El rubio tenía sus manos aferradas en la cintura de JiMin mientras que sus empujes eran lo suficientes certeros para dar en aquel cumulo de nervios, logrando convertir al menor en un desastre de gemidos y suplicas. Estaba encantado, JiMin lo apretaba tan bien y lograba que su cabeza solo pudiera pensar en lo increíble que se sentía tenerlo bajo suyo.

El rubio se inclinó para juntar de nuevo sus labios con los afrodisiacos del menor mientras que sus manos se perdían por la espalda baja de JiMin, levantándolo un poco para poder internarse más si era posible. El pelinegro jadeo sobre los labios del pálido, sus uñas enterrándose en la espalda del mayor, sabiendo que dejaría una evidente marca y sus piernas rodeando el cuerpo del mayor.

Aquella habitación era un desastre. El calor de ambos, sus respiraciones agitadas y besos torpes y desesperados y ni mencionar, los constantes balbuceos de aquel pelinegro y los gemidos roncos del mayor.

—Mierda, eres tan jodidamente caliente —YoonGi tomo al menor, pegándolo a su cuerpo en un fuerte abrazo para lograr recostarte sobre su propia espalda—. Salta para mi precioso —ordeno y JiMin solo pudo sonreír al ver como en aquellos oscuros se detonaba lo mucho que los estaba disfrutando el hombre.

Y dios, él no se quedaba atrás, estaba jodidamente encantado con todo lo que estaba sucediendo, su cuerpo estaba tembloroso y sensible, se sentía en el mismísimo cielo cuando YoonGi sin esfuerzo encontraba su próstata y la profanaba con fuerza haciéndolo delirar. Con mucho esfuerzo hizo lo posible para que su cuerpo respondiera para comenzar a moverse, dando cortos, pero certeros brincos que logro que ambos maldijeran ante lo bien que se sintió volver a la acción.

—Ah~, eres ta-an grande —gimió el menor.

El rubio simplemente se pegó al pecho para volver a atacar aquellos botones, logrando que el cuerpo bajo suyo temblara.

—Aaah, voy c-correrme, hyung... —JiMin temblaba, su cuerpo ya no daba para más.

Entonces, el rubio toma el cuerpo y lo recuesta de lado. JiMin voltea hacía atrás al sentir a YoonGi pegarse a su espalda mientras levanta una de sus piernas, el pelinegro suelta un gemido al sentir aquel gran miembro volverse a hundir en él. Las estocadas no tardaron en empezar, logrando que JiMin tomar con fuerza la almohada que había bajo su cabeza ante la facilidad en la que el mayor encontró su próstata gracias a la posición.

—Carajo, YoonGi, así, mierda~ —el menor se volteó y con su mano libre atrajo el rostro del rubio para besarlo con deseo.

JiMin estaba a nada de alcanzar su segundo orgasmo.

—Mmgh, puta madre, me aprietas tan bien —maldijo el mayor con la voz ronca—. Déjame venirme dentro t-tuyo, déjame llenar este preciado culo con mi esencia.

—Hazlo, mierda, solo, oh...

YoonGi aumento un poco más la velocidad de sus movimientos que no dejo al menor si quiera prepararse para el preciada oleada de placer que lo recorrió de pies a cabeza, un orgasmo demoledor, sin embargo, el rapero aún seguía moviéndose logrando que su interior sobre estimulado se apretara más. El mayor no tardo en venirse dentro del pelinegro luego de un par de golpes más.

El rapero recargo su frente en la nuca del menor intentando regular su respiración ante el increíble clímax que acababa de tener. JiMin por su parte tenía las piernas temblando y con sus ojos cerrados, se encontraba en las nubes.

Con cuidado, YoonGi se retiró del interior del pelinegro sacándoles un jadeo ante lo sensibles que habían quedado.

—Eso... —JiMin suspiro mientras se volteaba hacía el mayor—. Mierda, fue espectacular —confeso con una suave sonrisa.

YoonGi correspondió el gesto sin poder dejar de admirar el rostro del menor, sus mejillas aún se encontraban rojas al igual que sus labios, pero su expresión era relajada y hasta feliz.

—Si estoy de acuerdo —acepto el rubio aun con aquella sonrisa en su rostro—. Lo mejor es darnos un baño antes de dormir, estamos sudados y llenos de semen y ni hablar de las sábanas —se acercó con cuidado y dejo un suave beso en los labios del menor—. Vamos.

JiMin se sentó en la orilla de la cama, pero realmente no tuvo la fuerza para pararse, sus piernas aun temblaban, YoonGi al notarlo, se rio entre dientes mientras el menor se sonrojaba y lo regañaba, el rapero solo negó y lo tomo entre brazos hacia el baño. Mientras se duchaban, compartieron un par de besos y susurros entre risas.

Al salir, el pelinegro fue dejado en uno de los sillones con su ropa interior y una bata del hotel mientras veía a Min cambiar las sábanas por unas limpias. JiMin se encontraba embobado, pero al tiempo algo nervioso, ¿qué pasaría mañana?, ¿se seguirán viendo?, si es así, ¿de qué forma?, ¿cómo compañeros sexuales o como algo más?, el pensar en la primera opción lo entristecía, era la primera vez en la que esa opción no le agradaba.

Al parecer, probar a YoonGi solo logro que lo deseara más. Estaba jodido.

Sin embargo, antes de poder seguir perdido en sus pensamientos, fue levantado del sillón para quedar después recostado en la cama. YoonGi le quito la bata y lo arropo junto a él. Mierda, su corazón latía como si se fuera a salir al tener al mayor de forma tan intima, un sentido mucho más personal al que habían estado antes.

—Hay que descansar —le hablo YoonGi mientras lo atraía hacía el y lo recostaba en su pecho—. Buenas noches Jiminie —le dijo casi en un susurro luego de dejarle un beso en su cabeza.

—Descansa hyung...

Al final se dejó disfrutar de ese abrazo, ya mañana se preocuparía por lo demás.

A la mañana siguiente, JiMin se removió entre las sábanas al sentir el sol sobre su rostro. Al abrir sus ojos esperaba encontrarse con cierto rubio, pero para su desgracia este no se encontraba en la cama. Sentándose en la cama, atrajo sus piernas hacia él y pego sus rodillas.

—Eres un idiota, ¿por qué esperabas que se quedara? —se regañó a si mismo ante el enorme sentimiento de desilusión que se asentó en su pecho.

Se paro de la cama maldiciendo por lo bajo ante dolor que recorrió su espalda baja. Ignorando el dolor, se dirigió hacia la pequeña sala que había en la habitación para buscar su ropa, pero grata fue su sorpresa al ver un cambio distinto, doblado y a la mano para cambiarse. Mierda, el dolor aumento. No queriendo seguir carcomiéndose la cabeza, tomo la ropa dispuesto a cambiarse cuando la puerta fue abierta y se encontró con YoonGi entrando por ella.

—Oh, ya despertarte, eso es bueno —el mayor le sonrió de forma ligera y se acercó al pelinegro estupefacto con una bolsa de Starbucks—. ¿Todo bien? —indago curioso al ver el rostro de JiMin.

—Creí...—carraspeo nervioso—. Creí que te habías ido.

—¿Por qué pensaste eso?, anoche te dije que quería conocerte, tener todo de ti si es posible, Jiminie —le dijo mientras tomaba el rostro del pelinegro, compartiendo después un suave beso con el menor.

—Siento que eso es irreal —sonrió JiMin al quedar su frente con la de Min—. Estuve mucho tiempo de cama en cama, con salidas informales y sin pensar en establecerme con alguien, pero por alguna razón, contigo fue diferente, tan inesperado...

—Si, te aseguro que me paso algo parecido —concordó el rubio—. Pero ahora solo importa lo que tendremos ahora, funcionara, estoy seguro.

Ambos sonrieron felices y se besaron de nuevo.

Finalmente, una simple miraba y una pequeña probada del otro dio inicio a una historia totalmente única y especial entre ellos dos.

bueno, bueno, eh aquí el primer relato,
wooh, espero lo hayan disfrutado.
literal, me costó un mes acabarlo, pero
todo esto porque lo usaba para mis
anteriores bloqueos, pero ya quedó.
en fin, nos vemos después, besos <3.

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*yo al ver el tremendo
y explicito smut que me avente*

es lo más "descriptivo" que eh escrito
en mi tiempo de escritora aqshsj

se les quiere
m e n a.

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