break the rules ²

❝ Romper las reglas es más divertido ❞

Dónde YoonGi le gusta no cumplir con el
código de vestimenta y follarse a
su jefe, Park JiMin.

¡!: Advertencia de escenas explícitas y dirty talk

—Por lo que veo, parece que no piensas cambiar —reclamo Park al observar cómo su asistente se encontraba muy tranquilo con su ropa casual.

Park JiMin es un joven de veintiséis años, director editorial y dueño de una de las revistas de moda más influyentes del país, Angel. Por eso mismo, había un estricto código de vestimenta que cada uno de sus empleados debía cumplir, pero a pesar de eso, estaba aquel que prefirió romperlas, o bueno, solo aquella porque Min YoonGi era un excelente asistente, cumplía cada una de sus demandas y hacia un trabajo impecable, solo por eso aguantaba esa actitud algo rebelde del mayor.

Y bueno, puede que había otra razón.

—Sabes perfectamente que no, dulzura —YoonGi se acercó de forma peligrosa a su jefe, quien solo desvió su mirada de forma arrogante o eso quería demostrar, porque el pelinegro sabía perfectamente que era porque lo había puesto nervioso.

—Tengo una junta importante con Choi YeonJun dentro de una hora, así que por favor revisa que todo lo necesario esté listo máximo veinte minutos antes —ordeno el rubio dispuesto a entrar a su oficina después de lo dicho.

—Te noto estresado —hablo el mayor deteniendo el andar del contrario—. ¿Ocupas algo para relajarte? —inquirió mientras se acercaba de forma lenta a la espalda de JiMin.

—Yoon —lo detuvo en cuanto aquellas grandes manos se posaron en su cintura—. Mas tarde —prometió, ganándose un suave beso en su mejilla que lo hizo sonreír.

YoonGi llevaba trabajando para él un año y esa extraña relación había iniciado hace cinco meses. JiMin realmente no quería admitirlo, pero se sentía muy cómodo con el mayor, y todo por el lado mimoso que tendía sacar a la luz Min luego de una ronda de sexo.

Sus sentimientos estaban revueltos, ya que no estaba seguro en qué momento las cosas habían comenzado a volverse más íntimas, al principio, luego de que se acabara toda la acción ambos volvían a sus respectivos trabajos o YoonGi se iba de su departamento luego de un sencillo «adiós», pero ahora, terminaban besando por unos minutos de forma perezosa con mimos de por medio e intercambiando conversaciones sencillas, el mayor a llegado a quedarse a dormir en su departamento más veces de las que le gustaría admitir.

No queriendo seguir dándole vueltas a la situación, decidió dejar de lados aquella maraña de pensamientos y mejor concentrarse en el trabajo que tenía que hacer.

——✦——

—Park, Choi se encuentra en la sala de juntas —aviso YoonGi en cuanto entro a la oficina, el rubio asintió y salió de su oficina de camino al lugar junto a su asistente.

—De nuevo están los rumores de favoritismo, ¿verdad? —indago JiMin al notar como sus empleados estaban susurrando entre ellos cuando los vieron juntos.

—Si...

—Ah, mierda, estoy considerando tu idea sinceramente —resoplo molesto.

YoonGi solo sonrió pequeño.

Min le había dicho hace un par de días cuando estaban almorzando que sería mucho más cómodo y diverso si quitaba el código de vestimenta, así todos podrían venir más cómodos y la empresa resaltaría mucho más ante la cantidad de estilos que se podrían combinar en el lugar, ya que más de la mitad de los trabajadores que trabajan ahí tenían un estilo único y resaltante. Angel podría volverse muchos más interesante al dejar de lado reglas estrictas.

Además, también ayudaría a que aquellos rumores de "favoritismo" entre ellos desaparecieran, porque si, tal vez compartían cama y todo eso, pero la línea que había entre lo personal y profesional estaba muy bien marcada, ambos sabían que era lo correcto.

Llegando a la sala de juntas, ambos saludaron a los presentes y dieron inicio a la junta.

Choi YeonJun era el editor de la revista, ha trabajado con él desde que se fundó la revista, y gracias a su trabajo y sus cualidades han tenido tanto éxito. En la junta se discutiría la temática de la próxima publicación, se encontraban en septiembre y buscan darle un pequeño giro al típico concepto de inicio de otoño. Todos los presentes daban ideas, algunas eran aceptadas, otras rechazadas y algunas modificadas.

Estaban por finalizar la junta, así que YoonGi decidió jugar un poco. Su diestra comenzó a deslizarla hasta llegar a uno de los muslos del menor, este mismo volteo a verlo serio, pero su mirada llevaba una clara advertencia, la cual el pelinegro ignoro, dándole entonces un apretón, JiMin se sobresaltó un poco ante la acción, empezando a darle un par de manotazos al hombre para que lo dejara en paz, pero realmente YoonGi no pensaba hacerlo, así que se encargó de que sus dedos comenzaran a subir hasta llegar a la entrepierna del menor.

—Yoon —advirtió JiMin en voz baja al sentir aquel roce que mando una fuerte descarga por todo su cuerpo.

—¿Mmh? —indago de forma inocente el hombre.

—Basta...

Cuando el pelinegro sintió como cierta parte del cuerpo del menor había comenzado a despertar, decidió dejarlo en paz, aunque sabía que JiMin le reclamaría, sin embargo, estaba seguro también que después de eso, ambos terminaran reconciliados y completamente relajados, se encargaría de que fuera así.

Luego de unos interminables diez minutos, YeonJun y su equipo se despidió de JiMin y su asistente, yéndose poco después de la sala de juntas. En cuanto ambos estuvieron solo, el menor tomo una de las carpetas vacías y comenzó a golpear el brazo de YoonGi.

—Eres un idiota calenturiento, ¿cómo se te ocurre hacer eso mientras había más personas en el lugar? —reclamo con una clara expresión de molestia, que Min solo puede definir como tierna, nariz arrugada, ceño fruncido y aquellos bonitos labios ligeramente abultados.

Si...realmente parecía estar cayendo por su jefe, pero jamás lo admitiría, claro estaba.

Él sabía que lo mejor era salir de todo eso, antes de que todo se volviera más real, pero no podía, algo lo retenía y sabía que no era el sexo, había algo en sus interacciones, en las miradas de Park que le decían que no se fuera, pero no estaba seguro por qué. Tal vez debía confesarse...

—Fue divertido, admítelo —termino diciendo con una sonrisa divertida.

—Vámonos —fue todo lo que termino diciendo el rubio.

Ambos salieron de la sala y JiMin quería dirigirse a su oficina, pero antes, sabía que debía hacer algo ante la situación pasada, así que jalo de uno de los fuertes brazos del pelinegro para terminar entrando ambos en uno de los baños. El mayor cerró la puerta con seguro. JiMin suspiro ante la brillante expresión de Min.

—Odio que me provoques cuando estoy trabajando —regaño JiMin mientras era acorralado.

—Sabes que me gusta romper las reglas —YoonGi sonrió de lado, arrogante.

—Eres...

—¿Qué soy? —indago, posicionando sus manos en aquella delgada cintura, ambos quedando frente a frente, con el menor recargado en el lavabo.

JiMin solo soltó una suave risa.

—Mejor encárgate de lo que causaste —provoco, relamiéndose los labios, ansioso por saber que haría el mayor.

—Mmh, me parece que nos divertiremos un poco entonces —gruño sobre su oído, aprovechando para morder el lóbulo sacándole un jadeo sorprendido al menor, aquello hizo sonreír al pelinegro.

Alejándose del cuerpo más pequeño, sus ojos chocaron con los mieles de JiMin. Ambos con esa simple mirada se dijeron muchas cosas. YoonGi acerco su diestra al rostro del rubio y acaricio su mejilla, deslizando su pulgar por el rostro con calma hasta llegar a la barbilla levantándola un poco para terminar chocando sus labios, el cual no tardo en subir de intensidad cuando sus lenguas se enredaron, probando el sabor del otro con desesperación, las manos de YoonGi apretaron la cintura que tenía entre ellas.

Se separaron por falta de aire, momento que aprovecho JiMin para comenzar a dejar pequeños besos sobre el rostro del mayor, gracias a lo concentrado que estaba su asistente en los besos que poco a poco iban bajando por su mandíbula hasta su cuello, se encargó de voltearlo, YoonGi quedando ahora recargado en el lavabo. Algo aturdido y confundido por el accionar del menor, su cabeza no logro formar una idea de lo que pensaba hacer su chico, no hasta que lo vio arrodillado frente a él.

—JiMin... —su voz sonaba más grave y sus ojos se oscurecieron mientras que una descarga de placer lo recorría cuando sintió como aquellas pequeñas manos acariciaban su miembro sobre la tela del jogger gris.

—Creo que ya está listo para comerlo, ¿no crees hyung? —indago con voz inocente, pero la picardía en sus ojos decía lo contrario.

YoonGi solo pudo concentrarse en el honorifico, el menor sabía perfectamente que lo ponía cuando lo llamaba así mientras estaban teniendo sexo.

—¿Por qué?, ¿piensas comerlo entero? —el pelinegro deslizo su mano dentro de su ropa interior, acariciando su duro pene antes de sacarlo—. Vamos precioso, quiero ver cómo te lo tragas —acaricio su falo con lentitud para luego dirigir su glande y frotarlo contra aquellos pecaminosos labios.

JiMin no tardo en tomarlo, comenzó masturbándolo mientras su lengua se encarga de lamerlo como si de una paleta se tratase. Cambiando su concentración, su boca se encargó de succionar con fuerza el glande mojado sacándole un fuerte gemido al mayor, el rubio simplemente podía admirar aquel rostro marcado en placer, como temblaba bajo suyo ante cada acción que hacía, se sentía poderoso.

Su lengua se dirigió hacia los testículos donde jugo con ellos mientras succionaba la rigurosa piel y su mano libre seguía moviéndose de arriba hacia abajo, poco después termino por engullir aquel grueso pedazo de carne en su boca. Su mano abarco aquello que su boca no alcanzaba, moviéndose con agilidad, probando cada centímetro que se le era dado, sus papilas gustativas degustaban el sabor salado de líquido preseminal, el cual para el menor era delicioso.

—Ahh, mierda, no tienes idea de lo jodidamente caliente que te vez con mi pene en tu boca —jadeo con fuerza el mayor, su cabeza yéndose hacia atrás ante el gran placer que estaba sintiendo.

Disfruto de aquella boquita un poco más, hasta que vio que fue suficiente, estaba seguro que terminaría corriéndose si continuaban. Tomando la cabellera rubia, termino alejando al menor. Un pequeño gruñido salió de su garganta en cuanto pudo presenciar la imagen de JiMin, sus labios hinchados, mejillas sonrojadas, rostro mojado en sudor.

—Arriba, es hora de prepararte —ordeno, ayudando al menor a levantarse.

—¿No querías venirte en mi boca hyung? —indago en cuanto quedo frente a YoonGi.

—Si, pero eso será en otro momento —sonrió ligero, atacando aquellos preciados labios en un beso desordenado.

YoonGi se encargó de comenzar a desabrochar el pantalón de vestir de JiMin para así bajarlo un poco con todo y ropa interior, todo esto mientras sus bocas no se separaron ni un segundo, eso hasta que el menor termino siendo alejado para recibir los dedos del mayor en busca de que los mojara con su saliva, haciendo lo incitado. Lamio los dedos con fervor, metiéndolos por completo en su boca hasta empaparlos con saliva.

Hecho eso, el pelinegro alejo su mano, para luego comenzar a internar sus dedos entre las nalgas del menor, tentando aquel fruncido orificio pronto, donde comenzó a hundir de a poco el primer dedo.

—Agh~ hyung —jadeo el chico al sentir aquel intruso hundirse a él.

El pelinegro no tardo en internar el segundo dedo, comenzando a moverlos de adentro hacía fuera, abriéndolos como tijeras y jugando un poco al doblarlos para rozar aquel punto que hacía jadear al menor.

—Dime, ¿te gusta como hyung juega con tu entrada?, sé que estas deseoso por otra cosa, ¿mmh?, ¿es así? —inquirió con su boca pegada al odio de JiMin, mientras sus labios comenzaban a deslizarse por el cuello del rubio.

—Te quiero a ti —gimió cuando sintió como el mayor volvía a curvar sus dedos, desesperándolo por sentir más. Tomando el rostro de YoonGi, lo hizo mirarlo a los ojos—. Te quiero enterrado en mí, tu pene follandome con fuerza —confeso con seguridad, viendo como aquella mirada se oscurecía más.

JiMin termino siendo volteando con fuerza, pero sin ser lastimado, sus piernas fueron ligeramente separadas. Sus oídos lograron detectar el sonido del condón siendo abierto. YoonGi estaba tan callado que de pronto se comenzó a sentir nervioso, eso fue hasta que sintió como aquel pedazo de carne se deslizaba entre sus nalgas.

—¿Quieres que te folle?, tus deseos son ordenes —prometió con una sonrisa maliciosa, la cual logro apreciar JiMin desde el espejo frente a él.

Sin más, YoonGi termino por internarse de una sola estocada, sacándole un fuerte jadeo al menor. Se quedo quieto unos segundos, esperando que JiMin se acostumbrara, quien no tardo mucho, incitándolo a que se moviera con un ligero movimiento de caderas.

—V-vamos hyung, jodeme —pidió mirando hacia enfrente, encontrándose con aquella mirada gatuna que lo tenía hipnotizado.

El mayor no tardo en captar la orden, comenzando a mover sus caderas con rapidez y de forma concisa. Ambos gimieron con fuerza al sentir lo bien que era convertirse en uno solo. YoonGi se encargó de acariciar el pequeño cuerpo entre sus brazos, para después posicionar ambas palmas en ambos glúteos y separarlos para ver como su miembro se perdía en aquel apretado orificio.

—Joder, te tragas tan bien mi polla cariño —jadeo el mayor.

JiMin debía admitir que amaba que YoonGi le hablara sucio, era tan caliente.

—¡Ahh! —chillo al sentir la fuerte nalgada que le dio el pelinegro—. Mas~ —su pedido fue escuchado y hecho, siendo su glúteo derecho ahora el afectado.

YoonGi tomo la pierna derecha del menor y se encargó de que quedara sobre el lavabo, volviendo a penetrarlo luego de que se aseguró de que JiMin estuviera cómodo. El menor no tardo en convertirse en un mar de gemidos en cuanto el glande comenzó a golpear con fuerza su próstata gracias a la nueva posición. Sus ojos rodaron y su boca se abrió en grande.

—¡Mmgh!, joder así, justo ahí-i, hyung~ —gimió totalmente ido ante el placer que lo estaban recorriendo.

—Mírate bebe —YoonGi tomo el rostro del menor, haciéndolo que mirada el desastre que era—. Esta así por mí, solo por mí.

Sus bocas no tardaron en encontrarse mientras las estocadas cada vez se volvían más fuertes, el pelinegro se encontraba totalmente encantado ante lo bien que se sentía estar dentro de aquel cálido interior. Se sentía en las nubes, y el placer lo tenía mareado, era tan jodidamente increíble.

No había nadie como su JiMin, nadie lo hacía sentir como él lo hacía.

—Aaah~, h-hyung voy a correrme-e —balbuceo el menor en busca de aire, su cuerpo ya no daba más, su vientre hormigueaba. Estaba por tener un fuerte orgasmo prostático, los cuales eran como le gustaban, eran mucho más placenteros e intensos.

—Y-yo también, lleguemos j-juntos precioso.

Un par de estocadas fueron suficientes para que JiMin gimiera con fuerza al llegar a su preciado clímax, siendo seguido pronto por Min.

Ambos se quedaron quietos mientras se recuperaban, sus respiraciones agitadas y cuerpos sudados. El menor agradecía que YoonGi lo estuviera sosteniendo de la cintura, si no terminaría cayéndose ante el temblor de sus piernas.

Cuando estuvieron lo suficiente recuperados, el mayor salió del interior de rubio, para después quitarse, amarrar y tirar el condón (luego de enrollarlo en rollo) en uno de los cubículos. Regresando, JiMin se encontraba limpiándose para luego acomodar su ropa, YoonGi lo ayudo con su camisa, la cual no resulto casi manchada, el afectado había sido el espejo, el cual el mayor se encargó de limpiar bajo la mirada avergonzada de Park.

Listo eso, YoonGi se dirigió hacia el rubio a quien tomo de la cintura, lo acerco a su cuerpo para terminar besándolo con suavidad, JiMin correspondió el beso feliz, sintiéndose cómodo ante las caricias en su cintura.

—Eres muy mimoso después del sexo Yoonie —rio JiMin al sentir los besitos cariñosos que estaba repartiendo el mayor en su rostro.

—Solo contigo, me gusta consentirte, solo a ti Jiminie... —confeso con una pequeña sonrisa que logro un bonito sonrojo en el menor—. Quiero tener una cita contigo —termino por pedir el pelinegro. Estaba muriéndose por dentro, estaba seguro que podría ser rechazado y despedido, pero quería mínimo intentarlo, estaba seguro que se encontraba totalmente perdido por su jefe, ya no podía negarlo más.

—¿Hablas en serio? —más que enojado, JiMin se encontraba sorprendido y con un brillo de esperanza en sus ojos que descoloco al mayor.

—Si, quiero algo real contigo, más allá de todo esto —admitió avergonzado. JiMin solo pudo sonreír en grande, mostrando su preciada sonrisa de ojitos que YoonGi amaba.

—Entonces me encantaría —acepto feliz, recibiendo un fuerte abrazo y más besos de parte del mayor.

Poco después de ello, ambos salieron de los baños, uno y luego el otro.

Mas tarde el rumor de que unas personas habían follado en los baños de las salas de juntas rondaron por la empresa, nadie sabía de quienes se trataba, pero el suceso había sido contado por YeonJun, quien termino escuchando gemidos en aquel lugar.

JiMin y YoonGi solo se rieron de la situación, sintiéndose un poco mal por traumar al pobre chico.

Pero a pesar de eso, ambos estaban felices, su aventura había terminado siendo más que eso. Y todo eso solo porque a YoonGi le gusta romper las reglas.

NUNCA ME IMAGINE ESCRIBIENDO DIRTY TALK,
PERDÓN SI QUEDO DEL OJETE, SOY NUEVA EN ESTO ㅠㅠ

en fin, espero les haya gustado ^^

créditos a la chica de tik tok por su idea,
el shot está dedicado a ella <3
(si estás por aquí, comenta para
poder etiquetarte)

los invito a pasarse por mi historia «we are
more than a coincidence © yoonmin» c:

——————✦——————

*todos después de ver
el apartado de multimedia*

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notita: si tienen alguna idea para un one-shot
con todo gusto déjenlo aquí. les daré sus créditos,
y el capítulo se les será dedicado <3

se les quiere
m e n a.

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