( Cinco ) lejos de tí
Advertencia: ninguna
Créditos a S-Starlight por la genial idea para este one shot♡
— ¡Corre Cinco! ¡no puedes alcanzarme! — te ríes y vuelves a teletransportarte esta vez mucho más lejos.
— ¡Yo soy mejor que tú y lo sabes!
Cinco y tú son los mejores amigos desde que tienes memoria. Son sólo niños de 13 años pero se quieren mucho más de lo que piensan. Has estado con él y él contigo en todo momento; cuando se rompió la pierna al teletransportarse mal, cuando te raspaste las rodillas a los 10 años por culpa del entrenamiento y te puso banditas de colores porque llorabas mucho, etc.
Obviamente él siente cosas por tí y viceversa, pero no se dicen nada con miedo a dañar su preciada amistad que han perdurado durante años. Algunas veces has pensado en contarle, pero sabes cómo es su actitud y tal vez te rechace. Lo quieres muchísimo. Tanto para no querer perderlo por culpa de tus sentimientos.
— Eres muy lento, Número 5. — exclamas sonriéndole.
— Nuestros poderes son parecidos, pero no eres tan buena como yo. Te adelantaste.
— Ya quisieras.
Tus habilidades son volverte invisible y teletransportarte a largas distancias, muy parecidos a los de tu amigo, por alguna razón extraña que ninguno sabe. Su padre siempre ha dicho que el tiempo los recompensó para que puedan usarlo como deseen, pero no sabes cómo puede ayudarte porque no viajas en el tiempo.
— ¿Quieres un helado de fresa, menta o de chocolate? — pregunta Cinco con sus ojos puestos en tí.
— Mmmm ¡de menta con chispas! se ve muy rico.
El heladero les entrega la merienda y le pagan con unos dólares que Pogo les dió. Se supone que no deben salir, pero aprovecharon que su padre salió, dándoles vía libre al mundo real. Los dos caminan por el parque tranquilamente mientras comen sus helados y de vez en cuando los cambian para probar. Llegaron a la academia donde Cinco se teletransportó contigo al interior, apareciendo en tu habitación. Te sientas en el escritorio con tu libreta.
— ¿Sabes? algún día de estos deberíamos salir a robar Griddy's otra vez, tenemos tiempo sin ir con los chicos — propones.
— El término "robar" suena mal, yo diría más bien... "escabullirnos"
— Las donas de jalea con chocolate son deliciosas, en especial las de chispas. Creo que tengo una obsesión con ellas. — Cinco se ríe levemente acostado en tu cama.
— Oye ¿podemos hablar sobre "ese" tema?
Suspiras profundamente y te giras en la silla observándolo.
— Cinco, ya te dije que viajar en el tiempo es peligroso y mucho más si no lo has hecho antes.
— Pero puedo hacerlo, solamente debo pensar bien a dónde ir y regresar.
— No es eso, es que... ¿y si no vuelves? ¿qué pasará si te quedas atrapado? ¿acaso no has visto las películas viejas que pasan por la televisión? los viajes siempre salen mal y cuando intentan arreglarlo, todo desaparece.
— Pero esto no es una película, _______, es la vida real.
— Por eso mismo debes tener más cuidado, tus poderes no están preparados y tú menos, aunque no lo aceptes.
Suena una campana que se escucha en toda la academia indicando la hora de almorzar. Dejas lo que haces y te teletransportas abajo al igual que Cinco, poniéndose en sus respectivas sillas. Comen en silencio, solo escuchando el sonido de los cubiertos. Hasta que Número 5 entierra un cuchillo en la mesa.
— Quiero viajar en el tiempo — habla, sabiendo que ignoró tus consejos
— Admiro tu positividad, Número 5, pero no estás listo — responde tu padre, la misma respuesta que tú le diste.
— Sí lo estoy, practiqué los saltos temporales como dijiste— aparece al lado del hombre — ¿lo ves?
Le dijo su típica charla sobre cosas de ciencia y viajes que tú entendiste un poco.
— No lo entiendo.
— Es por eso que no estás listo.
— Puedo intentarlo.
— Escucha, te prohíbo que vuelvas a hablar sobre esto ¿entendido?
Cinco mira a Vanya y esta le niega con la cabeza. Sabes que ellos son amigos, algunas veces los has pillado hablando, te entristece el hecho de que quizás le guste ella. El niño se da la vuelta yéndose corriendo.
— Ni se te ocurra, Número 8 — te detiene Reginald a punto se levantarte. Te sientas de nuevo y sigues comiendo un poco molesta.
Después de la comida fuiste a tu cuarto, esperando a Cinco, no regresó en la tarde. Tampoco en la noche. Te comenzaste a preocupar porque estás 100% segura de que él no es el tipo de chico que se escapa de casa repentinamente sin importarle nada. Empezaste a pensar lo peor ¿y si le había pasado algo grave o alguien le hizo daño? te frustraste a tí misma por no desobedecer a tu padre e ir detrás de él. Porque como le habías dicho desde pequeños, siempre irías detrás suya sin importar nada.
Fuiste a su habitación varias veces con la esperanza de hallarlo ahí, pero ni un solo rastro. Bajas las escaleras con una vela en tus manos debido a la oscuridad de la noche. Todos ya están durmiendo, la única despierta eres tú, intentando buscar a tu mejor amigo. Entras a la cocina hallando a Vanya.
— ¿Qué haces a esta hora? — preguntas mirándola. Ella y tú no son tan amigas pero sí conviven.
— Estoy preparándole unos sándwiches a Cinco por si vuelve, me preocupa. — responde, una parte de tí no pudo evitar estar celosa.
— Sí, a mí también...
Pasa por tu lado yéndose. Tomas un poco de leche fría de la nevera y te relajas tratando de pensar a dónde pudo haber ido el niño. Sales regresando a la sala y le das una última mirada a esta, sabiendo que Cinco no regresaría esa noche oscura.
Ha pasado una semana desde que Número 5 desapareció de la Academia Umbrella sin dejar ni un solo rastro. No has dormido bien, tampoco comido tanto como antes, solamente sándwiches de queso y jugo. Últimamente no te sientes con ánimos. Él te hacía firme gracias a sus poderes que podían complementarse pero ahora no sientes nada. Solo un vacío.
Pero, un día decidiste buscarlo sin importarte las consecuencias. Le dijiste a Allison y a Klaus (tus hermanos y amigos) que tratarías de hallarlo y volverías como sea, no me dijiste a dónde irías. Cierras la puerta de tu cuarto y sales rápidamente fuera del pasillo de las habitaciones, llegando al primer piso dirigiéndote al patio. Al llegar ahí te pones en medio del pasto.
— Okey, ________, puedes hacer esto. Hazlo por Cinco, él te necesita — murmuras a tí misma. Piensas. Él viajó al futuro, tal vez no fue tan lejos.
Usas tus poderes con la mayor fuerza que tienes, tus manos brillan y cierras tus ojos mientras la adrenalina corre por tus venas. Abres un portal a tu frente, miras la academia por última vez y entras en el. Caes en medio de una calle, en lo que es una ciudad, te levantas con un dolor de cabeza insoportable hasta que te desmaya cayendo en medio de la acera.
Ahora tú también habías desaparecido, pero no en tu tierra.
Holaaaa! bueno, esta idea de una seguidora fue muy buena.
Voy a hacer segunda parte dependiendo del apoyo así que ¿Les está gustando? si es así, les prometo que habrá otra parte.
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