( Aidan ) secuestrado
Advertencia: ninguna
Aidan abre los ojos lentamente sintiendo su cabeza dar vueltas con un horrible dolor de cabeza. Una vez que su vista se aclara, observa a su alrededor viendo un cuarto oscuro, se mira a sí mismo viéndose en una silla amarrado de pies y manos. No sabe cómo llegó aquí, lo último que recuerda es que estaba escribiendo una canción cuando se desmayó de repente. La única cosa que ilumina el lugar donde está es un bombillo arriba de su cabeza. Iba a protestar pero fue interrumpido por una puerta que se abrió al frente suya, entrando un par de jóvenes con traje y por último, un hombre no tan viejo.
— ¿Aidan Gallagher? — pregunta, asiente desconfiado
— ¿P-por qué me tienen aquí? ¡yo no he hecho nada!
— Silencio, solo yo hablaré. Te responderé todo pero solo si te callas y escuchas, jovencito — ordena — estás aquí porque eres una de las celebridades en ascenso que últimamente se está ganando el estrellato. Y, básicamente, estás secuestrado.
Aidan lo mira con temor.
— Y solo te entregaremos con vida si pagan por tí.
— solo quieren dinero ¿eh?... no van a conseguirlo tan fácil, mis padres...
— Ellos están muy asustados por tu desaparición, ya los llamamos y les dijimos el correspondiente pago que deben hacer. Ya llevas un día inconsciente. Si en una semana no consiguen lo que les pedimos, le dirán adiós a su niño famoso.
La puerta se abre de nuevo y de ella entra una chica de no más de 18 años.
— papá, por favor, déjalo ir — pides mirando al mayor — él es un buen chico, no tienes que hacerle esto
— Cállate ¿de dónde más sacaremos el dinero? no cae del cielo.
— Pero...
— Nada de peros, sácala de aquí y ponla otra parte.
Un guardaespaldas te toma del brazo llevándote. El hombre sigue hablándole al chico diciéndole su nefasto plan que tiene en base a él. Pensó que le pasarían muchas cosas en su vida, pero nunca que lo secuestrarían. Solamente piensa en lo faltal que deben estar sus padres.
Han pasado dos días desde que Aidan está encerrado en las cuatro paredes sin que nadie venga por él. Se está sintiendo mal por no haber comido nada, su estómago no aguanta más, el cuello le duele por estar durmiendo tirado en la silla. Si sigue así, lo más probable es que ya esté muerto en menos de un mes. Sale de sus pensamientos cuando alguien entra y cierra la puerta detrás suya, observa encontrando a la chica del otro día, que se acerca a él arrodilllándose a su frente.
— Hola, tranquilo, no vine a hacerte nada — dices, tomas la bolsa que trajiste sacando un jugo y un poco de comida — te traje esto, rápido.
— ¿Quién eres? — pregunta sin tanta confianza.
— Soy hija del malvado hombre que te tiene aquí. Vine a colaborar porque digamos que te conozco, bueno, soy tu fan. — sonríes levemente, pero la quitas de tu rostro — y lamentablemente yo soy la culpable de que estés aquí.
— ¿Por qué? — cuestiona. Le das un poco de jugo ya que él no puede hacer nada por sus manos amarradas.
— Me gusta mucho tu show, tengo mi cuarto lleno. Mi padre notó que me gustas así que comenzó a chantajearme preguntándome cosas sobre tí, tu nombre, tu edad... Desearía no haberle contado nada. Poco a poco descubrió dónde vivías y eso, así que te secuestró al notar que estabas creciendo cada día más como famoso.
— No te sientas mal, tranquila, no lo sabías. — murmura. — ¿cómo te llamas?
Oyen un sonido no muy lejos. Coges tus cosas rápidamente al igual que la comida y te vas casi corriendo, dejando a Aidan extrañado con todo lo que está pasando. Ahora todo tiene más sentido para él. Tal vez tú hayas sido la que lo llevó hasta aquí pero no lo hiciste conscientemente, por lo que te perdona.
Pasan los días, volviste a ver a Aidan a escondidas de tu padre. Es tu amor platónico y no soportas verlo tan mal, sabiendo que ha hecho muchas cosas buenas. Entras al cuarto justamente a las 3 en punto de la tarde, le llevas un poco de tu almuerzo. Cierras.
— Volviste — exclama con esperanza de verte. Tomas otra silla y te sientas a su lado abriendo el porta comidas que trajiste.
— Sí, yo... mi padre casi me descubre, tuve que esperar para venir de nuevo. ¿Te sientes bien?
— Con algo de dolor de cabeza pero supongo que es por el cansancio — responde, le das una cucharada de comida y él ma disfruta — el otro día no me dijiste tu nombre.
— soy ________
— Bonito nombre — alaga. Tú bajas tu mirada apenada— perdona que pregunte esto pero ¿cómo terminaste metida en todo esto?
— Mi madre murió cuando tenía 3 años por culpa de una emboscada en mi casa. Desde ese día vivo con mi papá. Doy clases en casa porque no puedo salir por seguridad.
— Si te trata tan mal ¿por qué no te vas?
— Papá es uno de los mayores narcotraficantes en el país, a cualquier lado que vaya van a intentar buscarme. Intenté escapar varias veces pero nunca lo logro. Esto es muy difícil.
— Lo lamento, enserio.
— En realidad no vine hoy para hablar sobre mi vida y eso... vine a ayudarte a escapar a tí. — Aidan alza una ceja — tengo un túnel secreto en mi cuarto que lleva a las calles de la ciudad, ahí es por donde salgo cuando quiero comprar ropa. Podrías usarlo.
— Okey pero... ¿y esto? — mueve sus extremidades dando a entender qué harán con las esposas en sus manos y pies.
— Yo buscaré las llaves como sea. Tenemos que planificar esto rápido antes de pasado mañana, que es la fecha que tus padres tienen para entregar el pago o sino, morirás.
— ¿Por qué me ayudas? — pregunta confundido
Piensas un poco antes de responder — eres muy buena persona y no mereces estar aquí. No me importa romper las reglas de este lugar tan feo, solamente quiero ayudarte.
Caminas a la puerta yéndote. Aidan espera menos de media hora hasta que regresas, acercándote, quitándole las esposas con ayuda de las llaves que tomó de la oficina de su padre. Agarras su mano guiandolo detrás tuya, salen de la habitación. Él mira a su alrededor dándose cuenta que estuvo encerrado en el sótano de una mansión. Suben las escaleras a los cuartos, miras antes de cruzar. Tienen que ser muy silenciosos.
— ¡Hey, alto ahí! — grita un guardia al verlos, saca su arma empezando a dispararles.
Corren a tu cuarto donde ambos cierran la puerta enseguida, se oyen voces en el pasillo indicando que guardias vienen hacia donde están. Bajas un cuadro de tu pared viendo un hueco y una especie de tobogán oscuro.
— Vamos, rápido, entra ahí. — dices apresurada cuando intentan tumbar la puerta
— Ven conmigo — pide mirándote
— ¿Estas loco, Aidan? no puedo irme, si lo hago será más fácil que te encuentren.
— No importa, si estamos unidos no podrán hallarnos. Dos mentes piensan mejor que una. No quiero dejarte en este infierno.
Dudas, pero al final asientes. Te tiras por el tobogán y él lo hace detrás tuya. Caen en un charco de agua manchando su ropa, pero lo levantas inmediatamente empezando a correr lo más rápido que pueden para no ser alcanzados. Aidan decide que vayan a su casa, ahí estarán seguros. Corren por las calles de Los Ángeles, tardan unas dos horas en llegar por ir a pie. Llegan y enseguida toca la puerta, donde abre Lauren.
— ¡Aidan! — grita feliz abrazándolo — estábamos tan preocupados por tí ¡no sabíamos qué hacer!
— Ya estoy aquí mamá.
Entran luego de una presentación tuya a la señora. Le explican todo lo que pasó.
— Muchas gracias, no sabemos cómo agradecerte — sonríe su madre.
— Descuide... No quería que mi padre le hiciera algo malo, lo único que quiero es que pague por tantas maldades que le ha hecho a las familias.
— Podrías hacerlo, puedes hablar con la policía. Contarles. — habla su padre
— Sí, tiene razón.
llamaron a la policía unos minutos después. Al llegar les contaste todo lo que pasó, incluyendo la dirección de tu casa y todas las cosas que debían saber. Esa misma noche capturaron a tu padre con todos sus demás hombres, es lo que más anhelabas.
— Gracias, de nuevo. — te agradece Lauren mirándote, en la puerta, para irte. Te has quedado huérfana así que te van a llevar a un orfanato. Ha pasado una semana. — estuvimos pensándolo y tenemos una propuesta para tí.
— Nos gustaría que vivas con nosotros. — ofrece el hombre, tú abres tus ojos un poco.
— ¿Qué?
— Es lo menos que podemos ofrecerte por salvar la vida de nuestro hijo.
— Sí, además, me vendría bien alguien para pasar el rato. — dice Aidan sonriendo, estando de acuerdo con la idea de sus padres.
— No te preocupes por los papeles y eso, yo lo soluciono.
— D-de acuerdo, acepto con gusto. Gracias a ustedes también.
No puedes evitar darle un abrazo a Lauren y a su esposo por tal generosa acción que hacen contigo. Aidan se une abrazándote igual. Desde ese día, te convertiste en un miembro más de la familia Gallagher.
Perdón por no haber subido ayer ni hoy sjsjjsjs.
En otros temas, tengo Wattpad premium, así que será más satisfactorio leer ;v lo malo es que está en Inglés, me da flojera traducir en mi cabeza, pero es mejor eso a que tener anuncios cada 1 minuto JAJAJA.
¿Ideas para one shots de Aidan?
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