Chapter 2: extra!
(...♡)
Beomgyu soltó un flojo quejido, sintiendo la erección de Yeonjun contra su muslo.
—No... —se quejó—. Fuiste muy tosco anoche... —le reclamó en un murmuro— y todavía duele.
Yeonjun era tan tosco, y el pobre cuerpo de Beomgyu nunca podía acostumbrarse a ello, no importaba que ya llevara un mes con Yeonjun haciendo eso casi a diario.
Y, para la sorpresa de nadie, el incubo lo ignoró, poniendo su brazo sobre su cintura, alcanzando su clítoris con su mano. Beomgyu soltó un cansado gemido, removiéndose para intentar sacárselo de encima.
—No seas así, dulzura —susurró, ligeramente fastidiado—. Yo haré lo que quiera, la única cosa que puedes decidir es si te portas bien o no.
Beomgyu aplastó su rostro contra la almohada, ahogando su dramático quejido.
—Por favor sé gentil... —pidió, ya completamente rendido.
—Hmm... —El incubo fingió pensarlo—. Tal vez lo sea.
Así, Yeonjun tomó una de las piernas de Beomgyu, y la levantó, acomodando su polla junto a su coño. Y, devolvió a su lugar la pierna que había tomado, dejando su polla entre los muslos de Beomgyu.
Beomgyu cerró sus ojitos en un intento de ignorar lo que Yeonjun hacía y tan solo regresar a dormir, pero no podía concentrarse en descansar cuando tenía tanta curiosidad de lo que Yeonjun iba a hacerle.
—Te tendré piedad —susurró—, y solo follaré tus muslos.
El incubo hizo justo eso, moviendo sus caderas en un vaivén, su polla deslizándose entre los muslos de Beomgyu. Y, Beomgyu no pudo evitar gemir, pues la polla de Yeonjun rozaba contra su sensible clítoris con cada movimiento. Su coño estaba tan mojado, goteando sobre la polla de Yeonjun, tan solo facilitando que él follara sus muslos.
Beomgyu tenía sus ojitos cerrados, soltando flojos gemidos, sin rendirse en su intento de regresar a dormir. De todas formas, que Yeonjun lo follara mientras dormía no era nada nuevo, ocurría todo el tiempo, pues el incubo nunca preguntaba sobre si podía, solo lo hacía cuando se le daba la gana.
—No intentes quedarte dormido, dulzura —musitó Yeonjun —. No dejaré que lo logres.
Al decir eso, Yeonjun pellizcó su clítoris, sacándole un lloriqueo a Beomgyu.
Así que, el pobre humano solo lo dejó que hiciera lo que quisiera, rompiéndose entre gemidos y balbuceos, babeando sobre su almohada. No tenía idea de que follaran sus muslos se sentía tan bien... y al mismo tiempo, era tan desesperante, pues no podía evitar el querer más, el querer sentir su coño ser llenado por la polla del incubo, ni siquiera le importaba el dolor que vendría con ello.
Yeonjun gruñó contra su oído, disfrutando de los suaves y cálidos que sus muslos se sentían. Era casi tan bueno como follar su coño o su culo. Y, soltando una mezcla de un gruñido y un gemido, se corrió.
Los labios de Beomgyu se partieron en la forma de una pequeña 'o', mirando como la polla del incubo se asomaba entre sus muslos, soltando chorros de semen.
Beomgyu comenzó a tocar su clítoris, queriendo correrse, pero fue detenido casi de inmediato por Yeonjun tomando su muñeca.
—Por favor... —pidió con voz pequeña, mirando a Yeonjun con ojitos de cachorro, sus labios inconcientemente formando un puchero.
—No —negó sin siquiera dudarlo—, si quieres correrte, entonces deja que folle tu coño.
Beomgyu se quejó, sin encontrar eso justo.
—Bien... —Estaba tan desesperado que terminó por aceptar—. Pero no seas muy tosco.
Yeonjun no le respondió, y Beomgyu esperaba que al menos considerara ser medianamente gentil con él.
Así que, Yeonjun se puso encima de él, ahora con Beomgyu dándole la espalda, aprovechando para esconder su rostro en la almohada. Estaba tan caliente que ni siquiera le dió vergüenza cuando levantó sus caderas, ofreciéndose al demonio.
Yeonjun acarició su culo, su polla presionando contra el goteante coño de Beomgyu. El humano soltó un quejido, empujando sus caderas hacia atrás, rogándole porque ya lo follara de una vez.
Y pensar que hace un rato estaba negándose...
Así, fue que Yeonjun metió su polla de golpe, sacándole un repentino gemido a Beomgyu. Mierda, eso había dolido, pero en realidad no podía quejarse, no cuando él había pedido eso.
—Que se vaya a la mierda lo de no ser tosco... —murmuró Beomgyu—. Sólo fóllame.
Yeonjun sonrió, burlón y con superioridad. Su tonto humano realmente había intentado negarse solo para terminar rogándole porque lo follara.
Comenzó a follarlo, siendo tan tosco como él deseaba. Y Beomgyu disfrutó de cada segundo de aquel dolor, gimiendo como una puta, babeando sobre su almohada mientras sus ojos soltaban una lágrima tras otra.
Adoraba que aquel incubo lo follara hasta sacarle lágrimas, abrumándolo tanto que lo único que podía hacer era gemir y balbucear lo mucho que amaba su polla.
Yeonjun simplemente admiraba la vista que era ver el pobre coñito de Beomgyu romperse alrededor de su enorme polla. Siempre era asombroso y caliente ver como su pene podía entrar en un lugar tan pequeño. Y... todo el cuerpo de Beomgyu era así, tan pequeño y delicado a comparación de Yeonjun, quién sentía que podría romperlo tan fácilmente.
Sus manos cubrían por completo su culo, y podían envolverse perfectamente alrededor de su cintura. Y, para ese punto, el coño de Beomgyu estaba tan acostumbrado a su polla que debía estar amoldado a ella, reclamando a quien le pertenecía ese lugar.
Nadie podría follarlo nunca como Yeonjun, eso era un hecho. Era imposible para un ser humano tener una polla como la suya, nadie podría llenar su coño de tanto semen, solo un demonio tenía la energía para follarlo por horas y horas.
Beomgyu era solo suyo. Yeonjun odiaba la idea de alguien más tocando lo que le pertenecía, y mataría a cualquiera que se atreviera a intentarlo.
Y, con ese pensamiento, se corrió.
Beomgyu gimió, quedándose con una embobada sonrisa en su cara. Nunca se cansaría de sentir el caliente semen ser disparado en lo más profundo de su coño. Tocó su clítoris, disfrutando de la polla de Yeonjun aún enterrada en su coño, y se corrió.
El incubo tan solo se tiró a su lado, abrazando su cintura, todavía sin sacar su polla.
—Puedes regresar a dormir —susurró contra su oído—. Quizá y me divierta un poco mientras lo haces.
Beomgyu realmente quería seguir durmiendo, así que era una pena, pero iba a perderse de aquella diversión de la que hablaba Yeonjun.
End. ♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top