❪ 𝟮.𝟬𝟰 ❫ 𝖢𝖺𝗇 𝗒𝗈𝗎 𝗋𝖾𝖺𝗅𝗅𝗒 𝗌𝖾𝖾 𝗆𝖾?

Volumen Dos
DALLAS
Capítulo 𝟐.𝟎𝟒

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Can you really see me?

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¿Realmente puedes verme?

━━━ LOS DEJARON A UNA cuadra de la dirección, donde los autos ya estaban alineados y estacionados para el evento.

Diego los condujo por encima de una barandilla de piedra y hacia otro auto estacionado, estaban tan cerca de la entrada.

Todos se agazaparon contra él, esperando que él hiciera un movimiento.

─¿Y cuál es el plan?─ Lila susurró, mirando a su alrededor con ojos preocupados.

─Infiltrarse, identificar, extraer. Tiempo
doble─ Diego susurró de vuelta.

─¿De qué rayos habla?─

Lisa asintió ─Eso es lo que me pregunto─

─Encuentra al viejo y salir rápido─ Cinco dijo.

Diego volteó con el ceño fruncido ─Eso fue lo que dije. Síganme─

Se agachó hasta el siguiente coche aparcado, Lisa se arrodilló detrás de Cinco que esperaba a que Lila siguiera adelante.

─Después de ti─

Cinco se movió sobre sus pies ─Basta de fingir─

─¿Qué, no puedo ser cortés?─

─Bien, mi hermano es tonto y se cree tus mentiras, pero yo no te creo nada─

Lila inclinó la cabeza hacia un lado ─Oh tienes poca fe─

─Vete al carajo─

Lisa se atragantó con su propia saliva, tosiendo salvajemente mientras ambos se volvían y miraban.

Ella les dio un pulgar hacia arriba, corriendo hacia Diego.

Momentos después, los otros dos se unieron a ellos y cruzaron corriendo la abertura hacia una puerta trasera.

La sala estaba llena de gente y la música de mariachi resonaba mientras la gente se mezclaba.

Un hombre les hizo un gesto cortés con la cabeza y les ofreció una bandeja de bebidas, Cinco fue el único que tomó una.

Le dio un sorbo mientras seguían a Diego, ofreciéndole a ella un sabor.

─Yo no bebo─ Ella dijo.

─Oh sí─ Él asintió ─Olvidé que nunca has bebido de verdad─

Lisa resopló ─Hay muchas cosas que no he probado─

Se detuvieron en medio de la habitación, debajo de un arco.

Diego miró a su alrededor ─No veo a papá por aquí─

─Bien, entonces busquemos a los Doce Majestuosos─ Cinco les dijo ─Yo iré arriba. Diego, trata de no hacer nada estúpido─

Lisa frunció los labios cuando él se fue, Lila se movió hacia las escaleras a las que se dirigía antes de que Diego la empujara hacia atrás.

─¿Quieres dejarme de nuevo? Lisa puede manejar a Cinco, ¿verdad?─

Ella asintió ─Sí─



















❪  ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ |  ◶   ⇄  ✓ . ∘ ᛫ ──  ❫
























Lisa se dio la vuelta y se dirigió a las escaleras, subió lentamente mirando alrededor de la habitación.

Este lugar era tan grandioso que le recordaba a la Academia en su hogar.

No había estado allí mucho tiempo, pero extrañaba el lugar.

─¿Está perdida, señorita?─ La voz de un chico sonó detrás de ella, se giró, sin darse cuenta de que se había detenido en los escalones.

─No─

Dio una pequeña sonrisa ─Ese es un gran moretón que tienes ahí. ¿Una alborotadora?─

La nariz de Lisa se arrugó ─Solo cuando me enojo─

Él se rió entre dientes, apoyándose en la barandilla.

Lisa aprovechó para analizarlo bien, parecía tener unos diecisiete años, el pelo relativamente largo, acomodado en forma de libro, y de color castaño claro con toques dorados, y algunos mechones le cubrían la frente.

─¿Entonces asumo que no eres una damisela en apuros?─

─Ni siquiera cerca─

Su sonrisa creció mientras extendía su
mano ─Me llamo Stefan─

Su acento era denso, muy sureño.

Lisa frunció los labios ─Cristal─

─Que hermoso nombre─ Él dijo mientras ella le estrechaba la mano ─¿Le gustaría bailar?─

Un ruido sordo resonó desde arriba, su atención se disparó.

Diego la empujó, corriendo a toda velocidad por las escaleras.

Apartó la mano de Stefan y corrió tras él ─Lo siento! ¡Tal vez en otra ocasión!─ Gritó, deteniéndose en el pasillo cuando Diego fue arrastrado hacia atrás por el cuello.

Otro hombre salió de la nada y le devolvió el golpe.

En el otro lado, Cinco estaba siendo pateado contra una pared.

Lisa corrió hacia él, saltando y colgándose de la espalda del hombre.

Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello, tratando de conseguir un mejor agarre.

El hombre la rechazó y se arrodilló sobre ella cuando aterrizó en el suelo, sus manos carnosas envolvieron su brazo mientras la levantaba y la arrojaba contra la pared como si no fuera nada.

─Hijo de puta─ Ella dijo con voz áspera, levantándose.

Se quitó los zapatos y cogió uno, arremetiendo contra el hombre de nuevo y hundiendo el talón tan fuerte como pudo en su pierna.

Se tambaleó hacia atrás y Lila salió de la nada y saltó de una mesa auxiliar y se colgó de la lámpara, envolviendo sus piernas alrededor de la cabeza del hombre en una llave de estrangulamiento.

─¿Estás bien?─ Cinco corrió hacia ella, escaneando su rostro.

Pasó la mano por su brazo, tratando de ver si estaba herida.

Sonó un ruido sordo y ambos se giraron, Lila se sentó en el suelo mientras el hombre yacía de espaldas detrás de ella.

─De nada a ambos─

Los ojos de Lisa se agrandaron cuando el hombre se puso de pie, tanto ella como Cinco compartieron una mirada antes de atacarlo.

Estaban a ambos lados cuando lo empujaron hacia la ventana y afuera, los vidrios se rompieron por todas partes y se agacharon de los fragmentos.

Cinco trepó a la otra ventana, asomándose antes de que él desapareciera.

Lila se quedó mirando la escena, apresurándose a agarrar sus zapatos caídos antes de bajar corriendo las escaleras.

─¡Qué hay de Diego!─ Lisa gritó, viendo como ambos hombres todavía lo tenían
inmovilizado ─¡Maldición!─

Lisa agarró su propio zapato caído, sin tener idea de adónde fue el otro.

Corrió por el pasillo, observando cómo uno de los hombres se escapaba y se encontraba con su carga.

Ella nunca fue una luchadora, todo esto era tan nuevo, pero su modo de lucha o huida se estaba activando y estaba asombrada de las cosas que podía hacer cuando estaba activado.

El hombre se balanceó hacia fuera, su brazo casi rozando su cabeza.

Lisa se agachó, pateando su pie.

Parecía que había leído su mente, y su brazo extendido se estiró y agarró su pierna.

Ella gritó estrellándose contra el suelo, él la sujetó mientras desabrochaba su cinturón y rápidamente lo envolvió alrededor de su cuello.

─Mierda─ Ella gruñó, arañando sus manos.

Sus ojos estaban vacíos mientras la miraba fijamente, con una pequeña sonrisa sádica en su rostro.

Ella pateó sus piernas, luchando contra él, tratando de encontrar una salida.

Su visión se nubló, ¿por qué Lila se había ido para ir tras Cinco?.

La habitación daba vueltas y sus piernas dejaron de moverse cuando él apretó su agarre.

─¡Quítate de encima de ella!─ Diego gritó, derribándolo al suelo.

Lisa jadeó, agarrando el cinturón y tirándolo.

Sus respiraciones se volvieron dolorosas, se dejó caer de costado y se apoyó sobre la alfombra.

Momentos después, los brazos la ayudaron a levantarse, Diego la abrazó con fuerza mientras caminaban lentamente por el pasillo hacia las escaleras.

─Gracias─ Ella jadeó, una mano en su garganta.

─Eres terrible peleando─

─Soy consciente de ello─ Sacudió la cabeza

─Si regresamos, te enseñaré a pelear─

Lisa lo miró ─¿En serio?─

─Sí. Estas empezando agradarme y empiezo a quererte para la mierda─

─¿Empezando? ¿Qué fue de todo este
tiempo?─ Ella tosió, la garganta en llamas.

─No hables, lo empeorarás─ Él le dijo ─Y tendrás una bonita quemadura de cinturón que hace juego con tu ojo morado─

Lisa puso los ojos en blanco, realmente quería un poco de agua.

Cuando lograron salir, Cinco estaba solo cerca de la casa.

Lila vino del otro lado cuando tanto ella como Diego se detuvieron arrastrando los pies.

─¿Era él?─

─Sí─

Cinco miró hacia arriba, con las cejas arrugadas cuando notó que Lisa se apoyaba en Diego.

─¿Qué pasó?─

Diego la empujó hacia Cinco, quien ahora sostenía su peso mientras recuperaba el aliento.

Ella se aferró a su cuerpo delgado ─Te
fuiste─ Ella murmuró ─Y no soy buena peleando─

─La ahogaron─ Diego se encogió de hombros ─O al menos lo intentó. Lo tuve, no te preocupes─

Cinco frunció los labios, abrazándola estrechamente ─Deberíamos regresar y hablar sobre lo que encontramos─

─¿Podemos conseguir comida en el
camino?─ Preguntó Diego mientras todos giraban y comenzaban su viaje hacia donde los habían dejado.

─Diego─ Cinco se rompieron.

─¿Qué? Tengo hambre─

─Yo también─ Lila intervino.

Lisa apoyó la cabeza en el hombro de
Cinco ─Podría ir por unas papas fritas─

Hizo una pausa, un suspiro escapó de sus
labios ─Todos ustedes son insoportables─



















❪  ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ |  ◶  ⇄  ✓ . ∘ ᛫ ──  ❫























Luther estaba en la cocina, en pijama y con una bata bien atada a su alrededor.

Los huevos chisporrotearon mientras movía la sartén, algunos se cayeron y aterrizaron sobre la estufa.

Lisa no pudo evitar reírse cuando vio alrededor de una docena de huevos y actuando como si no fuera gran cosa.

Aparentemente, Luther perdió su trabajo la noche anterior, apareció antes de que todos regresaran.

Fue bueno verlo allí, incluso si estaba cocinando todos los huevos de Elliott.

─No, no, no, no lo entiendo. ¡Me siguen todo el tiempo!─ Diego caminó entre Luther y Cinco que se apoyaba en la puerta, ella se paró junto a él con los brazos cruzados.

─¿Quiénes?─

─¡Esos holandeses sociópatas!─

─Son suecos, idiota─ Cinco resopló ─Sicarios les pagaron para destruirnos y que no causémoos daño en esta línea del tiempo─

─¿Por qué ahora? Sabes, estuve bien tres meses antes de tu aparición─

Luther asintió ─Sí, yo estuve aquí un año, sin que se metió conmigo─

─Aunque fuera mi culpa, cosa que no es, solo tenemos seis días antes del fin del mundo, y lo más cerca que alguno de nosotros estuvo de papá fue en el consulado─

─Bueno─ Suspiró Luther, mirándolos ─Eh eso no es del todo cierto─

Lisa dio un paso hacia él con una mirada intrigante ─¿Qué quieres decir?─

─Yo lo vi─ Dijo Luther, agarrando un tazón grande y tirando todos los huevos en él.

Apagó la estufa y agarró una cuchara, caminando penosamente hacia la mesa mientras se sentaba.

─Cuando llegué, traté de buscarlos a todos. Cuando no pude encontrarlos, reuní suficiente dinero para tomar un autobús de regreso a casa. Cuando llegué allí, lo encontré y le conté sobre mí, sobre nosotros. Él básicamente dijo que estaba loco, y que si yo fuera su hijo tendría mejores modales y no oler... lo que sea. Aparentemente odia a los niños. Me envió en de regreso a Dallas─

Diego resopló ─Que patético─

─Si bueno, al menos no me pateó el trasero─

─No, hermano, te pateo el corazón─

Lisa resopló, tomó otra cuchara y se sentó al lado de Luther, tomó una cucharada de sus huevos y le dio un mordisco.

Él le envió una mirada antes de mover el tazón entre ellos, un encogimiento de hombros encontró sus hombros.

─¿Esa es...mi bata?─ Elliott estaba en la entrada, examinando la escena.

─No─ Luther murmuró, tomando otro bocado.

Cinco resopló ─Oigan, no interesa lo qué pateo. El sabes sobre viajes en el tiempo─

─Ahm, espera─ Elliott puso sus manos en sus caderas ─¿Por qué no haces eso, que tú haces y nos transportas en el tiempo?─

Cinco se rió ─¿Alguien quiere explicárselo?─

─La primera vez quedó perdió en el
apocalipsis─ Luther se quejó.

Diego tomó asiento ─La segunda vez, acabó sin bello en las pelotas─

Cinco se acercó a una mesa larga frente a ellos donde había algunas tazas y una taza de café, la tomó y eligió una taza, vertiendo el líquido.

─La última vez, esparcí a mi familia a lo largo de tres años en Dallas, Texas y posiblemente desate otro fin del mundo─ Cogió la taza y la agitó con cuidado ─¿Más pregunta, Elliott?─

─Uh no─

─Están perdiendo lo importante en todo
esto─ Diego señaló ─Papá es el jefe de una camarilla siniestra que planea asesinar al presidente─

─¿Una camarilla?─ Luther cuestionó.

─Oh, Dios mío, ¿todavía estamos en esto?─ Lisa apoyó el codo en la mesa ─Pensé que ya habíamos pasado esto. Esto es como Luther con la maldita luna─

─Ignóralo─ Cinco dijo ─Te digo como lo veo, solo hay una opción─

─Oh, sí, ¿y cuál es?─

─Es hora de volver a reunir a la Academia Umbrella─

Lisa levantó las manos en derrota ─¡Finalmente! He estado diciendo eso desde que llegamos aquí─

─Claro─ Diego asintió ─Una reunión familiar─

Luther pinchó sus huevos ─Está bien,¿alguien puede traer a Allison, pronto?─

─¿Un tienen algo?─ Diego se burló.

Cuando Luther hizo una pausa, sin decir nada, su hermano se inclinó hacia adelante.

─¿Quieres hablar de eso?─

─No, tiene esposo─

─Woah, hermano, eso es duro─

Luther se rió entre dientes, metiendo otra cucharada de huevos en su boca ─Puedo manejarlo─

─Yo la tríate─ Cinco resopló, sacudiendo la cabeza ─¿Puedes buscar a Vanya sin, eh, romperle un brazo?─

Luther le envió una mirada ─Lo intentaré─ Dijo sarcásticamente.

─¡Espera!─ Elliott exclamó cuando Cinco salió disparado, frunciendo los labios mientras se concentraba en los otros tres quien se quedó.

─¿Y yo qué hago?─

─Prepárate para las visitas─

Lisa saltó ─Te ayudaré─

─¿Qué debemos hacer?─ Elliott cuestionó mientras caminaba a su lado hacia la nevera. Aquí guardo algunos libros de cocina.

─¿Qué es algo popular en este momento?─

Elliott hizo una pausa ─¡Oh! ¡Ensalada de gelatina!─

─He oído hablar de eso. Suena asqueroso─

─¡Es el mejor!─ Él le dijo, abriendo la nevera y sacando lo que supuso que eran los ingredientes.

─Es súper simple de hacer, te gustará, lo prometo─



















❪  ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ |  ◶  ⇄  ✓ . ∘ ᛫ ──  ❫























Todo estaba listo y hecho, Luther logró llevar a Vanya allí, todos se sentaron en la sala de estar.

Por supuesto, Cinco volvió a desaparecer para ir tras los dos últimos Hargreeves.

─Saben que la gelatina solía ser un plato refinado─ Elliott dijo con orgullo, un gran tazón de colores estaba al final de la mesa de café.

Siguió una fila de tazones y cucharas vacíos, y aunque ella ayudó a preparar el plato, se las arregló para verse peor que la imagen en su libro de cocina.

─Si, para poder hacerla, hay que hervir una enorme cantidad de pesuñas...de, caballos, vacas, cerdos, no importa. Pero no todo el mundo tiene pesuñas en cantidades en su hogar. Hubo que, esperar que...un par de neoyorquinos insolentes descubrieran cómo disecarlo para que todos los demás pudiéramos disfrutar de...de este gran manjar─

Diego agitó su cuchillo, mientras Luther miraba al vacío.

Vanya estaba apoyada en el sofá mientras Lisa miraba con desagrado el cuenco.

─Si lo probamos, ¿te callarás?─ Diego finalmente dijo.

─Tal vez─ Elliott recogió el primer tazón vacío y le echó un gran trozo ─Aquí─

Luther se volvió hacia Vanya ─¿Cómo te
sientes?─

─Bastante mal, en realidad─

Diego volteó su cuchillo nuevamente y Elliott colocó con cuidado el tazón frente a él ─¿Dónde dirías que estás en una escala del uno a...destruir toda la vida en este planeta?─

─¿En serio?─

Luther se inclinó hacia adelante ─Diego, baja ya ese cuchillo, idiota. Ella está bien─

─La última vez que la vi, me tenía en el aire, mientras succionaba mi fuerza vital con unos tentáculos. Tienen que darme tiempo para procesarlo─

Los ojos de Elliott se abrieron ─Oh, me fascinaría ver eso─

─No, no lo harías─ Lisa negó con la cabeza.

Vanya se enderezó ahora ─Am..no recuerdo lo que hice, pero, perdona. Si...es que eso sirve de algo─

─Claro que si─ Diego hizo una pausa ─Me están pasando muchas cosas. Me gusta una chica que conocí, yo pensé que le gustaba, pero bueno, ella resultó ser...─

Una campana sonó y la risa resonó, Luther hizo una mueca mientras saltaba ─Hay, gracias a Dios─

Lisa también se levantó, corrieron hacia la barandilla y miraron a Cinco, que observaba cómo Allison y Klaus entraban lentamente.

─¡Oh, woah!─ Klaus hizo una pausa, quitándose las gafas de sol de los ojos ─Yo se que es imposible, pero ¿estamos todos más sensuales?─

─¡Klaus!─ Lisa sonrió y bajó corriendo las escaleras.

Abrió los brazos y la abrazó.

─Para ser honesta, no pensé que escucharías a Cinco─

─Me duele físicamente cuando lo hago─ Él susurró.

Ella resopló, alejándose de él, enviando un saludo a Allison que estaba mirando a todos los demás.

─Vanya─

Vanya sonrió, mirando hacia abajo ─Renga una hermana, es grandioso─

Todos bajaron las escaleras y compartieron abrazos y pequeñas palabras, fue algo dulce de ver.

Cinco se paró a un lado ─Klaus, ¿Está Ben?─

─Oh, uh...no. No, lo siento, los fantasmas no viajan en el tiempo─

─¿Es una broma?─

Los ojos de Lisa se abrieron cuando aterrizaron en una silla colocada contra una pared del fondo, allí estaba sentada una figura vestida de negro.

─¿Ben?─ Ella susurró.

─¿Me puedes ver?─

Ella se quedó inmóvil, mirando fijamente, incapaz de apartar la mirada.

¿Por qué podía verlo?

¿Qué estaba pasando?

─Lisa, ¿estás bien?─ Diego cuestionó.

Señaló la silla, donde él estaba sentado.

Estaba recostado, con las manos cruzadas sobre el regazo.

─Él está justo ahí─

─¿Cómo puedes verlo?─ Klaus se acercó a su lado ─Pensé que tenías un poder diferente─

─No lo sé. ¿Qué está pasando?─

Ben se puso de pie y caminó hacia ella, no esperaba que él fuera tan alto.

─¿Realmente puedes verme?─

Ella asintió lentamente ─Sí─

Luther aplaudió, ella parpadeó y Ben se fue.

¿Era real o solo estaba loca?

─Muy bien vamos a trabajar─ La voz de Cinco resonó.

Todos subieron por las escaleras y tomaron asiento.

─De acuerdo. En primer lugar, quiero pedir perdón─ Cinco se dirigió a todos ellos, el resto de ellos estaban dispersos por la sala de estar todos mirando con ojos curiosos ─Sé que lo arruine todo con esto de los viajes en el tiempo y dejarlos varados aquí. Aunque la patada en el trasero es que volvimos a crear un nuevo apocalipsis─

Klaus se dio la vuelta, con una botella de alcohol medio vacía en la mano ─Oh, por Dios, ¿otra?─

Todos asintieron mientras él se acercaba

─¿Todos lo sabían? ¿Por qué siempre soy el último en enterarse del final de-¡Oh, Dios mío! Mi secta se va a enojar mucho. ¡Cinco! Les dije que teníamos hasta el 2019 ─

─Tenemos hasta el lunes─ Lisa dijo contando sus dedos ─Seis días─

Klaus se llevó la botella a los labios ─¿Lo hace
Vanya?─

─¡Klaus!─ Allison siseó.

Se encogió de hombros ─¿Qué? Siempre es Vanya─

Vanya se movió en su asiento y se volvió hacia Cinco ─¿Tienes alguna pista Cinco?─

Diego tomó una carpeta y se la entregó a su hermano, quien se la entregó a Allison.

─Sí, tengo una─

Allison la abrió para revelar la foto de su padre en la loma cubierta de hierba, la suya ampliada. ojos ─Mierda, ¿es papá?─

─Sí─

─¿Es  el?─ Vanya se acercó y examinó la foto.

─Y está parado, sobre el Grassy Knoll─ Diego dijo con total naturalidad.

Cinco asintió ─Diego y yo tratamos de hablar con papá sobre lo qué significa exactamente. Hasta ahora, no hay nada─

─Nada no. Quiere asesinar a Kennedy─

Lisa puso los ojos en blanco ─Odio este lugar─

─Tal vez─ Cinco dijo ─Pero no sabemos quién o qué causa el fin del mundo. Podría ser Kennedy o podría ser algo que nada tenga que ver. Pero algo cambia la línea de tiempo y hay que volver a acomodarla─

─Sí, pero ¿cómo, vamos a arreglarlo, sin saber que está roto?─ Allison negó con la cabeza.

─Oh, vamos, es simplemente─ Diego
suspiró ─Papá tuvo reuniones con gente extraña. Sabemos que estará sobre el Grassy Knoll en tres días para matar al presidente. Sabes qué hay que hacer con papá─

Cinco asintió ─Encontrarlo─

Pero Diego tenía otros planes ─Matarlo─

─Jesucristo─ Lisa murmuró, sacudiendo la cabeza.

Vanya miró a todos ─Ninguno de nosotros debería estar aquí, ¿y si la culpa es nuestra?¿Alguno hizo algo para alterar la línea de
tiempo?─

Todos no dijeron nada, dirigiendo su atención a otra parte.

Luther fue el primero en hablar ─Diego estuvo
controlando a Lee Harvey Oswald─

─¡Y tu trabajas para Jack Ruby!─ Él disparó de vuelta.

Klaus frunció los labios ─Allison esta muy involucrada en cosas de política─

─¡Está bien y tú creaste una secta!─

─¿Uh...así?─ Klaus siseó ─¡Pues Lisa golpeó a algunos racistas!─

Lisa encontró la mirada de Cinco, un encogimiento de hombros encontró sus
hombros ─Y lo haría de nuevo─

Vanya hizo un gesto con la mano ─Yo...yo solo soy una niñera en una granja. No tengo nada que ver con todo eso─

─Oh tal vez si, pero aún no lo sabemos─

Un silbido interrumpió sus peleas, Diego los miró a todos.

─Oigan lo que dicen. Nuestras vidas nuevas tienen conexión con Kennedy. No puede ser coincidencia. Luther trabaja para Ruby, Allison protesta contra el gobierno, papá está en el Grassy Knoll, Klaus anda...en cosas raras y pervertidas probablemente relacionadas. Si, es claro, que todos viajamos hasta aquí por una razón especial: salvar a John Fitzgerald Kennedy─

Todos estallaron en fuertes discusiones, Lisa se levantó y se pasó una mano por el cabello.

─¡Chicos!─ Ella gritó, tratando de calmarlos a todos ─No ayudó que dos de ustedes estén borrachos─

─Chicos, todos morían─ Cinco interrumpió la charla, con la voz quebrada ─Yo estuve allí. Lo vi. Quiero olvidarlo, pero no puedo─

Todos lo miraron, de repente en silencio.

─Vi como misiles nucleares destruían el mundo y también a ustedes ─ Frunció el ceño ─En una guerra que jamás pasó hasta que la creamos nosotros. Y Hazel dio su vida para salvarnos, así que cállense y ya escúchenme─

Lisa se acercó a su lado y tomó su mano entre las de ella, de pie justo detrás de él.

Él asintió con la cabeza, apretando su mano ─No sé si las cosas y experiencias aquí están conectadas. No sé si hay una razón para todo esto. Pero papá si lo sabe. Hay que hablar con él antes de que todo esto sea destruido─

Luther se puso de pie rápidamente ─Está bien, me voy─

─¿No oíste lo que dije, Luther?─ Cinco lo miró fijamente.

─Sí, sí, te oí─ Él asintió ─Oí a un hombre de 58 años que aún quiere que su papi venga a arreglar las cosas. Bueno, no cuenten conmigo. Es hora de crecer chicos─

Lisa arrugó la nariz ─¿Qué es eso que estoy escuchando? Un montón de hipocresía y mierda─

Negó con la cabeza, bajando las escaleras.

Todos lo llamaron, pero Diego fue el único que lo siguió.

Cinco resopló, alejándose de ella y desapareciendo.

Corrió hacia la barandilla y miró hacia abajo, ahora estaba frente a Luther y Diego en el hueco de la escalera.

─Nadie se va hasta que resolvamos esto─

Luther no dijo nada, hasta que se inclinó y simplemente levantó a su hermano y lo arrojó por encima de la barandilla.

─¡Cinco!─ Ella gritó mientras él desaparecía antes de caer al suelo.

Luther y Diego continuaron su camino, la puerta se cerró de golpe detrás de ellos.

─Mierda─ Ella susurró.

─¡Ven a pasar el rato!─ La voz de Klaus sonó─ Lisa, ¡te extrañamos!─

Se dio la vuelta, caminando penosamente de regreso a la sala de estar.

Klaus sostenía un tazón de ensalada Jell-o en sus manos ─Sabes, podría ir fácilmente por unos tacos ricos ahora mismo. ¿Allison? ¿Tacos?─

La mujer preguntó ─¿No los esperamos?─

─Ya los conoces. Podría llevarles una vida la escena del macho alfa─ Se volvió hacia
Vanya ─Vanya, ¿tacos?─

─¿Hay una forma de que unos tacos causen el fin del mundo?─

Klaus se puso de pie ─Ja, sabes hay una sola manera de descubrirlo, ¿si? ¡Vamos!─

─¡Seguro!─ Las otras dos mujeres dijeron, poniéndose de pie para seguir a Klaus a la puerta principal.

─¡Espera! ¿Qué pasa con el plan?─ Preguntó Lisa, arrastrándose detrás.

Klaus se rió ─Realmente nunca hay un plan. Vamos, pequeña chihuahua. Únete a nosotros para comer unos tacos. Suéltate. Vive tu vida, se acaba en seis días─

─No si lo detenemos─

Allison sonrió ─Te mereces un pequeño descanso antes de que todo se desmorone─

─Sí vamos─ Vanya la acompañó hacia adelante.

─Nunca escuches a Klaus─ La voz de Ben
resonó ─Nunca─

Lisa frunció los labios, tal vez necesitaba un pequeño descanso.

Y los tacos sonaban bien ahora.

─Bien─ Caminó hacia Allison ─Pero solo un pequeño descanso─

Klaus se rió siguiéndolos ─¡Vamos!─










・.❑────・.𝖽 𝗂 𝗑 𝗌 𝗐 𝖺 𝗒.・────❑.・

OLE !

Cuarto capítulo terminado, vas por el Cinco.

Lisa puede ver a Ben!
¿Porqué?
Lo descubriremos más adelante
Recuerden Lisa solo tiene un poder
¿Qué esta pasando?

En fin, vota y comenta si no te quedarás sin internet.

Lxs quiere Dix <3

Publicado el: 27/05/22
4039 palabras

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