❪ 𝟮.𝟬𝟮 ❫ 𝖢𝖺𝗇 𝖨 𝗄𝗂𝗌𝗌 𝗒𝗈𝗎? 𝖣𝖾𝗅𝗈𝗋𝖾𝗌'𝗌 𝗌𝗂𝗌𝗍𝖾𝗋?

Volumen Dos
DALLAS
Capítulo 𝟐.𝟎𝟐

━━━━━━━━②            ②━━━━━━━━

Can I kiss you? Delores's sister?

☂︎

¿Puedo besarte? ¿La hermana de Delores?

━━━ LISA SALTO, IGNORANDO, la declaración anterior de Luther sobre sus opiniones sobre el fin del mundo.

Ella agarró a Cinco por la manga de la chaqueta y lo arrastró hasta la barra, se alegró de que él no intentara detenerla o de lo contrario podría haber cruzado la habitación.

─¿Qué te pasa, Luther?─ Cinco
exclamó ─¡Te dije que el fin del mundo llegará en diez días!─

─Sí, bueno, tu siempre dices eso─

Se fue a alejarse de nuevo, pero Lisa se paró frente a él ─Puedo decir que, solo técnicamente, ha tenido razón hasta ahora─

─Oigan si quieren ir a salvar el mundo, vayan y disfrútenlo, ¿si?, yo ya tengo un trabajo─

Cinco hizo una mueca de disgusto ─Espera, ¿trabajas en este agujero?─

─Sí, bueno, mi jefe es el dueño─ Luther se encogió de hombros ─Soy su guarda piel─

─¿Qué es eso, un cosmetologo o algo así?─ Los ojos de Cinco se arrugaron.

Luther negó con la cabeza ─Está bien, puedes burlarte cuando quieras, pero sé cuidar bien al Sr. Ruby─

─¿Ruby?─ La cara de Cinco se iluminó ─¿Es Jack Ruby, el gángster que mató a Oswald?─

─Sí, el inigualable─

─Veo que, al fin pasó, el ADN de gorila se apoderó de tu mente─

Ella se rió, viendo a los hermanos interactuar.

─Ten cuidado. Jack es un buen amigo─

─Y tú eres el Número Uno, Number One, ¿lo olvidaste?─

Lisa puso los ojos en blanco ─No se lo recuerdes─

─No existe el número uno, ya no más. No en el 63─

─Ahora dices eso─ Ella suspiró ─Dios, estás por todos lados─

─Oigan, estoy varado aquí desde hace un año. ¿Qué esperaban?─ Esta vez se dirigió a los dos, lo cual fue agradable teniendo en cuenta que Diego actuó como si ella no hubiera estado allí sentada junto a su hermano.

─Te entiendo, ¿si? Viste morir a Pogo, el mundo explotó y yo arrastré tu torpe trasero a través tiempo─ Cinco suspiró, mirando al gran
hombre ─Lo siento, ¿bien? Pero te pido ayuda ahora, Luther. La Academia Umbrella te necesita─

Se burló, aunque parecía un poco conmovido por el discurso de Cinco ─No, no a mi, nunca me necesito─

Una mujer se aclaró la garganta, todos se volvieron para ver a la rubia de antes ─Luther, Cariño, Jack está a punto de perder la cabeza por un imbecil, necesita ayuda─

─Ah, carajo─ Comenzó a moverse entre la multitud, pero Cinco fue persistente y lo siguió.

─Luther, espera─

Cinco lo siguió yendo, pero Luther se dio la vuelta y señaló con el dedo la cara de Cinco.

─Oye. Eres el genio que nos dijo que saltáramos, ¿si?. Eres el que nos trajo aquí y eres el que trajo a Vanya, así que si se acerca el fin del mundo, ella debe ser la causa y si yo quisiera hacer algo por evitarlo, te aseguró que nunca lo haría contigo─

Cinco frunció los labios mientras Lisa fruncía el ceño, con su gran discurso.

─Al diablo con no enojarlo. Ya lo has hecho─

Lisa corrió tras Luther mientras éste intentaba escapar, interceptándolo justo antes de la mesa de Jack Ryan.

─¡Luther!─ Ella resopló.

─Fuera de mi camino─

─No, ¡Saca tu cabeza de tu trasero!─ Ella
escupió ─¿Amas tu trabajo? Bueno, en diez días ya no lo tendrás porque todos estaremos muertos, ¿me oyes? Es una mierda nos dejó a todos atascados, sí, pero no puedes fingir que estás solo de aquí. Los demás están aquí y tenemos que encontrarlos para salvarnos el culo y el de todos los demás. Al diablo con proteger a las personas que sabemos que van a morir, Diego ya perdió la cabeza y estás a punto de vencerlo hasta la línea de la muerte. Además, si no fuera por qué tu encerraste a tu hermana aterrorizada en una maldita jaula y mejor hubieses tratado de ayudarla con sus nuevas habilidades, ¡No estaríamos en este lío desde el principio!─

─Yo los busqué─

─No, buscaste a Allison, revolcándote en el callejón en el que todos aparecimos durante días, eso no es realmente buscarlos, idiota─

Con el ceño fruncido, Luther ya no sabía qué decir ─Suenas como Cinco─

─Bueno, ¿no fuiste tú quien dijo que no podría transmitir mis opiniones si él no estuviera cerca? Parece que solo respondes a un lenguaje duro y luego te quejas de eso más tarde─

Luther la fulminó con la mirada ─Ya no soy el número uno─

─Me importan una mierda los números, Luther. Nunca lo hicieron, y tú fuiste el único de los que conocí que lo colgó sobre la cabeza de todos. El mundo se acaba en diez días, estarás muerto en diez días a menos de que decida subirte esos pantalones de niño grande y vengas─

Parpadeó lentamente antes de girarse y llegar a la mesa, Lisa respiró hondo y marchó enojado de regreso a Cinco, que estaba apoyado en la silla de la barra con una caja amarilla en la mano.

─Tu padre debería haber dejado en la luna─ Ella resopló, agarrando el brazo de Cinco y tirando de él.

El gorila todavía estaba inconsciente, y se sorprendió de que nadie viniera a ayudar.

Pasaron por encima de él y salieron a las calles ahora tranquilas.

El sol se había puesto por completo, pero Lisa no podía creer que el día ya hubiera terminado.

─Quedan nueve días─ Cinco suspiró ─Tenemos que volver con Elliott─

─¿El hombre loco?─

─No está loco, y lo sabes─

Lisa asintió lentamente ─¿Podemos confiar en él?─

─Él tiene fotos de todos nosotros─ Cinco dijo ─Y si nos traiciona, puedo hacer un trabajo rápido con un cuchillo de mantequilla─

Lisa hizo una mueca ─No vuelvas a decir eso, por favor─



















❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◶ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫























Caminaron bajo las farolas, una brisa fresca pasó flotando y les revolvió el pelo.

Lisa suspiró ─¿De verdad crees que encontraremos a todos?─

─Eso espero─

Ella frunció el ceño ─Espero que estén todos bien. Pero con Diego, lo jodiste un poco─

─Volveremos por él, lo prometo. No lo dejaré allí─

─Lo sé─ Ella le dijo, con los ojos flotando en su bolsillo.

Había un bulto de tamaño cuadrado, y recordó haberlo visto cuando salían del Burlesque.

─Entonces, ¿qué tienes en tu bolsillo?─

─¿Eh?─

─La caja amarilla─ Ella tocó su brazo ─Te vi con eso cuando nos íbamos─

Cinco frunció el ceño ─Creo que Hazel me lo metió en el bolsillo antes de que nos dijera que corriéramos.Dice que los archivos de Frankel están escritos con bolígrafo─

─Ooh, la trama se complica─

Él resopló cuando se acercaron a un banco, Cinco se dejó caer y la acompañó.

Lisa se unió a él y le lanzó una mirada extraña. Era malo para ellos quedarse en un lugar por mucho tiempo, no cuando esa gente estaba buscándolos.

─Lamento que estemos atascados aquí─ Él la miró ─Y lamento traer el fin del mundo con nosotros─

Lisa frunció los labios y se encontró con su mirada ─Tú eres la razón por la que estamos vivos. Y la razón por la que podríamos morir en diez días─

─Son nueve ahora─ Las comisuras de sus labios se contrajeron.

─Y si no hubieras ideado ese plan, todos habríamos muerto en ese mismo momento─ Se encogió de hombros, su pierna subiendo y bajando.

─Todos me odian. Quiero hacer esto bien, quiero poder volver a casa y vivir tranquilo el resto de mi vida─

─Bueno, primero tendrías que dejar de tratar a tu familia como una mierda. Eres terriblemente sarcástico y grosero, y sigues desapareciendo cuando más te necesitan...─

─Está bien, Dios─ Murmuró.

Lisa parpadeó, estudiando al chico a su lado.

Sus hombros cayeron mientras se apoyaba en el banco, ahora mirando hacia la carretera oscura y vacía.

No esperaba tener una de estas conversaciones con Cinco tan temprano en el juego, frunció el ceño. Parecía genuinamente molesto y preocupado, incluso si nunca diría esas cosas abiertamente.

─Eres un buen tipo, Cinco─ Lisa finalmente
dijo ─Todavía estás aprendiendo, y estar solo durante tanto tiempo no te ha ayudado. Tus acciones pueden ser confusas, pero siempre te recuperas. Incluso si al final quiero golpearte─

Fue su turno para encontrar su mirada ─Cuando estábamos en el concierto de Vanya, y te caíste del escenario y nos dijiste que no ibas a venir...¿hablabas en serio?─

─Sí─ Ella murmuró ─Sólo quería que sobrevivieras, que estuvieras bien. Todos ustedes─

Para ser honesta, en ese momento no estaba pensando.

Por supuesto, si hubiera sabido este resultado, aún no habría nacido si los hubiera dejado ir sin ella.

Lisa solo quería que él y su familia tuvieran una victoria, considerando que el vistazo que tuvo de todos ellos fue caótico en el mejor de los casos.

Todos merecían algo mejor y ella no quería interponerse en eso.

─¿Pensaste que estaría bien si morías?─

Lisa se encogió de hombros ─No eres el único que está acostumbrado a estar solo. Sí, estaban los demás, pero sentí como si no lo estuviera. Estaba sola desde el día en que murió mi mamá, y pensé que así era como iba a morir. Estaba acostumbrada─

─Ese día, cuando encontré a Klaus abrazándote en la cocina, sangrando, no sabía qué hacer. Por una vez en mi vida no tenía un plan, todo lo que pensaba hacer era llegar a ti. Solo necesitaba saber que estarías bien─

─¿Estaba muerta?─ Lisa cuestionó, el pensamiento la fastidiaba en la parte posterior de su cabeza.

Sabía la respuesta, porque por un momento todo pareció detenerse.

─¿Estaba muerta antes de que saltaras hacia atrás?─

─Si, ni siquiera quise saltar hacia atrás, simplemente lo hice. Te necesitaba viva y conmigo, no muerta en mis brazos─

Lisa asintió lentamente, acercó la mano a la de Cinco y entrelazó sus dedos.

No era un tipo sensiblero, pero ahora ella lo necesitaba más que él.

Cinco miró sus manos ─Solo quiero poder arreglar todo este lío y hacer que todos regresen a salvo. Estoy harto de que maten a la gente─

─Lo harán, y si alguien va a hacerlo, serás tú─

Cinco suspiró, moviéndose hacia el borde del banco ─Deberíamos ponernos en marcha─

Ella estuvo de acuerdo, poniéndolo en pie mientras se levantaba.

No soltó su mano como ella pensaba que haría, sino que la mantuvo con fuerza en la suya mientras caminaban por la calle.

─No te acostumbres a mi falta de sarcasmo─

─O tu falta de enojar a la gente─

Puso los ojos en blanco, Lisa no pudo evitar sonreír ─Y está de vuelta─

Caminaron hasta la mitad de la calle en completo silencio antes de que Cinco suspirara, volviendo a su cara de juego.

─Tenemos que encontrar a Elliott─




















❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◶ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫























Cuando Cinco dijo ─'Necesitamos encontrar a Elliott'─ Lisa esperaba que lo encontraran de inmediato.

Pero no, exploraron todo el día hasta la mañana siguiente y lo encontraron.

Elliott había permaneció en el mismo lugar donde lo dejaron, en su apartamento soñando despierto con extraterrestres.

Ante eso, Cinco arrastró a Lisa alrededor de las divisiones que rodeaban el lugar de Elliott, pero evitó el callejón por completo.

Lisa dudaba incluso en explorar, considerando a esos hombres y el hecho de que estaba exhausta.

Si estaba tan cansada, ¿eso significaba que Cinco se sentía como si estuviera al borde de la muerte?

─¿Alguna vez has usado algo además de ese uniforme escolar?─

Él la miró ─No es un uniforme escolar─

─Parece que vas a una escuela privada y que realmente te encanta esa ropa─ Ella le dijo ─Si fueras un niño normal, definitivamente habrías ido a una escuela privada─

Los labios de Cinco formaron una línea
recta ─¿Estás loca?─

─¿Qué?─

─Que estamos atascados. Sé que acabamos de hablar de eso, pero en realidad no lo dijiste─

─Creo que lo hice─

Negó con la cabeza ─¿Estás enojada conmigo?─

─No─

─Lisa─

─No lo estoy─ Ella se rió entre dientes ─Quiero decir, no hay nada que podamos hacer al respecto, excepto tratar de salvar el mundo de nuevo. Me gustaría vivir un poco más, ya sabes─

─¿Solo un poco?─

Ella puso los ojos en blanco ─Hablando de poco, ¿cómo estás esta noche?─ Caminando de puntas para igualar o ha rebasarlo en altura.

─Soy más alto que tú, Lisaflor y mayor─

─Vaya─ Sus ojos vagaron hacia los de él, dejando la caminata de puntas ─¿Tengo un apodo?─

─¿No te he llamado así antes?─

Ella se encogió de hombros ─No recuerdo─

Doblaron una esquina, caminando sin rumbo fijo por una larga calle bordeada de casas familiares.

Todos se veían bien cuidados, los jardines florecientes estaban debajo de las ventanas y algunos incluso tenían la cerca blanca que todos siempre asociaban con el Sueño Americano.

─Te ves bien en eso─ Cinco atrajo su atención hacia ella, su cuerpo delgado calentaba su costado.

No era de los que hacían cumplidos, ni siquiera mostraban una emoción genuina.

Esta noche fue una noche extraña, él le había estado dando ambos.

─Quiero decir, bueno, siempre te ves bien─

Ella frunció los labios ─Tú también te ves bien─

Entonces habían dejado de caminar y él la miró fijamente.

Las farolas de la calle proyectaban una sombra sobre ellos, sus ojos estaban oscuros en la oscuridad de la luz.

─¿Puedo besarte?─

Lisa se congeló, mirándolo fijamente.

Su mente se quedó en blanco, tratando de procesar las palabras que salieron de su boca.

Sus ojos buscaron los de ella en busca de una respuesta, pero fueron interrumpidos por el sonido de las sirenas de la policía.

Ambos saltaron, corriendo por la calle por donde llegaron a casa de Elliott.

Cuando sintió que estaban a salvo de nuevo, escondidos debajo de un puente en un parque cerca de Commerce y Knox, lo miró.

Su expresión volvió a la normal, fría como una piedra con un lado de molestia.

─¿Acabas de pedirme un beso?─

Él se volvió hacia ella, con los ojos muy abiertos por un segundo derramado, un momento de vulnerabilidad que le hizo darse cuenta de que en realidad lo había dicho.

Ella no lo inventó, su mente no le estaba jugando una mala pasada, en realidad él le había pedido besarla.

─No─ Él dijo.

Lisa levantó una ceja, la diversión bailando en su rostro ─Creo que lo hiciste─

─No, no lo hice─

Ella reprimió una sonrisa, preguntándose si realmente lo haría si le decía que sí.

Lisa no sabía nada acerca de que le gustara otra persona.

Nunca había tenido una relación y ni siquiera había besado a nadie.

Era difícil considerando su situación, aparentaba dieciséis años cuando tenía casi treinta.

No había mercado para gente como ella, hasta ahora.

Lisa parpadeó, la luz cegadora mientras entraba por las ventanas.

Elliott estaba comiendo cereal mientras Cinco miraba una serie de fotos pegadas a su pared.

Cinco suspiró ─Elliott aquí presente reveló todas estas fotos él mismo─

─¿Y?─ Ella no estaba entendiendo, su mente todavía nadaba con los eventos de la noche anterior.

Sacó la caja amarilla de su bolsillo, agarró un bolígrafo de una mesa y escribió la fecha.

Cinco se lo entregó a Elliott ─¿Puedes revelar esto?─

─¿Filmación de Frankel?─ Leyó la
etiqueta ─¿Amigos tuyos?─

─Primos de a familia robot de mi madre─ Cinco metió las manos en el bolsillo, con una sonrisa astuta en su rostro.

Elliott estaba intrigando, pero ¿cuándo no lo estaba?

─¿Puedes o no?─

─Claro─

Lisa dio un paso adelante ─¿Cuánto tiempo tomará?─

─Bueno, me queda muy poco ácido acético. Cámaras Beeker está abierto, pero a tres kilómetros de aquí, tendría que ir en
autobús─ Elliott giró en círculos muy lentos, resistió el impulso de extender la mano y hacer que se detuviera ─Por otro lado, Gibson's está solo a diez calles de aquí, pero tengo que atravesar el parque, y está lleno de palomas─

─Elliot─ Cinco interrumpido.

─Tardaré unas cinco o seis horas...─

Lisa suspiró cuando sonó una radio, una voz que gritaba sobre un código.

─¿Qué rayos es un código 3-15?─ Cinco pregunto.

─Mhm, fugitivos sueltos─ Elliott tomó otro bocado de cereal.

Lisa frunció los labios, enfocándose en la radio.

La voz estática del hombre explicó que alrededor de veinte pacientes estaban prófugos, todos en el sanatorio donde habían dejado a Diego el día anterior.

─Te dije que no deberías haberlo jodido─ Se inclinó hacia Cinco, susurrando.

─Agh, Diego─

─¿Quién es Diego?─ Elliott cuestionó, en voz bastante alta.

Cinco envió una mirada al hombre ─Imagina a Batman, luego algo peor─

─Eres un idiota, ¿lo sabías?─ Ella resopló ─Diego es su hermano─

Cinco puso los ojos en blanco, alejándose de la radio ─Oye comienza con la película, volveremos en cuanto podamos─

─Pensé que habíamos acordado que podríamos desayunar antes de...─ Intentó decir Lisa antes de que Cinco la agarrara del brazo y desaparecieran de la sala de estar de Elliott.

Cuando volvieron a reaparecieron, estaban en el asiento trasero de un automóvil.

Dos personas estaban al frente, una era una mujer, su voz cuestionaba a la otra ─Entonces, ¿por qué lo haces?─

─Porque es un idiota─ Cinco resopló.

La mujer saltó, dándose la vuelta con los ojos muy abiertos ─¿Quien rayos eres?─

Hizo un pequeño saludo con la mano y una sonrisa sarcástica ─Hola, soy su amado hermano─

─¿Qué me dejó encerrado en un loquero?─ Diego lo fulminó con la mirada

Cinco negó con la cabeza ─Para protegerte de ti mismo─

─Eso es tierno─

Diego puso los ojos en blanco, mirando entre Cinco y la mujer.

─Bien, ustedes dos, fuera─

─¿Me puedo quedar?─ Lisa no pudo evitar preguntar ─Me gustaría quedarme─

─Deja la desquiciada y ven con nosotros. Tenemos un asunto importante─

─No iré a ninguna parte contigo─

Cinco se encogió de hombros ─Está bien─

Él exploró cerca de Lisa, ella le lanzó una mirada extraña mientras él trepaba sobre ella y sacaba la cabeza por la ventana.

Cuando vio al oficial de policía caminando por la calle, trató de empujarlo de vuelta al auto.

─¡Oficial!─ Él gritó.

Diego se echó hacia atrás y tiró de Cinco hacia atrás con fuerza ─Hey ¿qué estás haciendo?─

─Dicen que hay una recompensa por los
dos─ Cinco sonrió, sabiendo que ganó.

Diego sabía que estaba diciendo la verdad, no había forma de que no lo hiciera.

Dijo la mujer ─Esta mintiendo─

Diego frunció el ceño, el rostro aún a centímetros del de su hermano ─Se que no, bien. Iré contigo─

─¿Y yo qué hago?─ Preguntó la mujer.

─Y me llevo a la desquiciada─ Finalizo Diego.

Solo tomó veinte minutos conducir hasta el apartamento de Elliott, Lisa tarareaba una melodía que nunca antes había escuchado en la radio.

No cuestionó la ventana rota, o el hecho de que Diego había aparecido con una mujer al azar.

Cinco había hecho eso una vez, técnicamente era años en el futuro.

Cuando estacionaron y todos entraron en fila a la sala de estar de Elliot, haciendo que ella subiera por la parte trasera de las escaleras, se encontraron con un Elliott frenético que salía de una habitación oscura con un arma cargada en la mano.

─¿De dónde sacaste esa cinta? La filmación de Frankel, la verdad, esta vez─

─¿Conoces al lunático?─ Diego los miró.

Cinco suspiró con desagrado ─Un conocido nuevo. Inofensivo─

La amiga de Diego no parecía satisfecho ─¿Estás seguro de eso?─

─Oye, ¿eres o no un enemigo del pueblo?─ Se enfureció, dando un paso adelante, con el arma todavía sujeta en sus manos.

Lisa también estaba harto de las armas.

Todos compartieron una mirada, cuando Diego se encogió de hombros ─Es una pregunta abierta─

─Claro que depende de que pueblo─ Cinco añadió.

Lisa soltó una risita, una leve sonrisa en sus labios.

Ella extrañaba a Diego y a todos los demás hermanos.

─Mueves un dedo más y te vuelo la cabeza─

─¿Quieres hacerlo tú o lo hago yo?─ Diego cuestionó.

Lisa miró a Cinco, estirando la mano para agarrar su brazo, para cambiarse a él.

Parecía que conocía su plan y, en cambio, negó con la cabeza ─No les muestres lo que puedes hacer, podría funcionar a nuestro favor como una sorpresa. Lo yo tengo─

─Lila─ Diego murmuró.

En un abrir y cerrar de ojos, Cinco estaba frente a Elliott, agarró el arma y apuntó hacia arriba mientras sonaba un disparo.

Lisa todavía se estremeció, permaneciendo al lado de Lila.

Diego agarró el arma que le tiró su hermano y vació los cartuchos.

La otra mujer se rió entre dientes ─¿Qué rayos pasó?─

Lisa no pudo evitar igualar su mirada ─Hola soy Lisa─

─Lila─ Su acento sonaba muy apropiado.

Lisa sonrió ─Me agradas─ Se volvió hacia Cinco y Diego, señalando a su lado ─Ella me agrada─

Cinco resopló, agarrando a Elliott.

Ambos hermanos obligaron al otro hombre a entrar en la habitación detrás de él mientras Lisa y Lila se quedaron afuera.

En cuestión de minutos, Cinco los hizo pasar y tomó asiento en la habitación oscura.

Se instaló un proyector, jugando a lo largo de la pared del fondo.

Cinco permaneció de pie junto a la máquina, con las manos en los bolsillos mientras miraba la pantalla.

Parecía ser una pareja de ancianos filmándose, preguntando constantemente si la cámara estaba encendida.

─Son tan lindos─ Lila chasqueó la lengua, pintándole las uñas de los pies a Elliott de un color verde.

Lisa no tenía idea de dónde había sacado el esmalte, pero prefería no preguntar.

─Amo las parejas de viejos. Los admiro de verdad por no asesinarse─

─¿Por qué vemos esto?─ Diego resopló.

─Calla─ Fue la respuesta de Cinco.

Lisa se recostó en su silla, mirando la pantalla. Elliott luchó por ponerse a su lado, cada mirada que le enviaba parecía calmarlo.

─Hoy es 22 de noviembre de 1963─ El hombre sonrió, asintiendo a su esposa detrás de la cámara.

Lila levantó la vista ─Dentro de seis días─ Desde los dedos de sus pies.

─Oh mierda. Es el lugar, el Grassy Knoll. Están a punto de dispararle a Kennedy─ Diego se inclinó hacia adelante, con un interés máximo ─¿Cómo conseguiste esto?─

─Hazel murió para darme esta cinta. Debe ser clave para impedir el fin del mundo─

─¿Hazel?─

─Larga historia─ Lisa intervino.

─¿Qué fin del mundo?─ Lila se unió.

Cinco negó con la cabeza ─Una historia más larga─

─¿Qué te dijo exactamente?─

─Lo mataron tres tipos antes de que pudiera explicar ─ Lisa suspiró ─Pero lo que el quería que viéramos, esta en la filmación─

La película siguió rodando, pronto resonaron disparos en la distancia, seguidos de gritos.

La cámara cayó al suelo y capturó a un hombre parado en la distancia sosteniendo un paraguas.

─Increíble─ Cinco susurró, moviéndose detrás del proyector.

Lo ajustó antes de que se congelara en el cuadro, acercándose.

─De ningún modo─ Lisa murmuró, reconociéndolo.

Aunque nunca había conocido al hombre, su rostro permanecía en cada retrato que colgaba alrededor de la Academia.

Cinco y Diego se acercaron.

Lila miró entre los tres ─Está bien, explíquenme esto chicos, ¿qué es esta mierda que vemos?─

Lisa se incorporó y se detuvo junto a Cinco.

De ninguna manera esto era una buena señal, nunca cuando se mencionó a su padre las cosas salieron como esperaban.

─No, es imposible─ Diego murmuró.

─Técnicamente, deberíamos ser
imposible─ Lisa replicó

La mirada de Cinco parecía pegada a su
rostro ─Queda claro que no─

La voz apagada de Elliott sonó, la silla en la que se sentó gimió bajo su constante lucha ─¿Qué -qué es?─

Diego y Cinco seguían mirando la pantalla, paralizados ante la foto imposible de su padre.

─¿Papá?─ Ambos cuestionaron.




















❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◶ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫
























Todos permanecieron en la sala de proyección.

Cinco caminaban en pequeños círculos, obviamente sin saber qué hacer con esta nueva información.

─Es obvio que papá estuvo involucrado en el asesinato. Debí imaginármelo─ Diego se quejó, mirando al suelo.

Lisa levantó una ceja ─¿Cómo deberías haberlo imaginado, sabido que todo esto sucedió antes de que alguno de nosotros naciera?─

─¿Nacieran?─ Cuestionó Lila.

Cinco negó con la cabeza ─No saques conclusiones rápidas─

─Dime entonces, ¿qué rayos hace parado en el Grassy Knoll con un paraguas negro abierto en un día soleado en Dallas?─ Diego se levantó de un salto, la ira destellaba ─En el momento en el que el presidente es asesinado?─ miró a su hermano, un tono sarcástico saliendo de su boca.

─No se ve inocente, lo admito─

─No, es quien da la señal para que suceda─

─Relájate, Diego. En serio─ Cinco negó con la cabeza.

─No, no tiene mucho sentido─

─Realmente no─ Lisa dijo, sentándose de nuevo.

El lado loco de Diego realmente comenzaba a mostrarse ─Es lo que Hazel trataba de decirte. Hay que impedir que papá asesine al presidente─

Lisa rió, un sonido áspero, sin haberlo hecho realmente en lo que pareció una eternidad.

Todos la miraron fijamente mientras se doblaba, cuando se acercó y se encontró con la mirada de
Diego, la sofocó.

─¿Qué? Suenas loco─

─Necesitas calmarte, Diego─ Cinco
asintió ─Papá no era un Boy Scout, ¿pero asesinar a un presidente? No lo veo haciendo eso─

─¿Cómo lo sabes? Desapareciste en sus mejores años─

Los labios de Cinco formaron una línea
dura ─¿Desaparecí? ¿Crees que lo mío fue fácil, Diego? Estuve solo cuarenta y cinco años...─ hizo una pausa, sacudiendo la cabeza ─Y no tenemos tiempo para esto ahora─

Lisa se preguntó si ella era la única persona a la que le contó sobre su tiempo perdido, incluso si no fue con mucho detalle.

¿Alguno de sus hermanos sabía lo que le pasó?

¿Pensaron que él estaba descansando en el futuro sin nada de qué preocuparse mientras todos sufrían en casa?

─Papá está en Dallas, ¿verdad?, vamos a hablar con él. Tal vez nos ayude a reparar la línea del tiempo─

─Dallas es un lugar grande─

Lisa se rió ─Y también, un hombre adulto, el cual no ir a a ver otro adulto y un adolescente que se acercan a el, que en primer lugar, no tiene hijos o conoce remotamente a algún niño sobrehumano, y ustedes le quieren decir que son sus hijos adoptivos. Dos de siete. Él va a envíelos a ambos de regreso al lugar de donde vino Diego─

─Antes hay que encontrarlo─

Cinco metió las manos en los
bolsillos ─Woah, si tuviéramos una forma mágica y anticuada de encontrar personas y sus direcciones─

Lisa suspiró, levantándose de nuevo mientras se colocaba frente a Elliott ─¿Dónde está tu guía telefónica?─

Sacudió la cabeza y de repente se quedó en silencio.

Ella miró ─¿Quieres que te lleven a la nave nodriza?─

Los ojos del hombre se abrieron y ella reprimió otra risa, realmente pensaba que los extraterrestres eran reales.

─Cocina─ Su voz estaba amortiguada con el trapo atado alrededor de su boca, cortesía de Diego.

─Lila, tú obsérvalo─

Todos salieron de la habitación arrastrando los pies, dejando la puerta abierta mientras se dirigían a la cocina.

Lisa rebuscó en algunos cajones antes de que
Cinco gritara que lo había encontrado y lo tiró sobre el mostrador.

Lisa y Diego se acurrucaron alrededor antes de que él se hiciera cargo, empujándola a ella y a Cinco fuera del camino.

─Hargreeves─ Diego murmuró repetidamente mientras pasaba a la página H y
buscaba ─Mierda, no hay nada─

─Su compañía, D.S Umbrella Manufacturing Co─

Diego envió una mirada a su hermano ─Sí. Conozco el nombre. Gracias─

─¿Tal vez no está usando ningún nombre directamente relacionado con él?─ Lisa
cuestionó ─Quiero decir, si realmente está involucrado en el asesinato del presidente, no sería eso muy inteligente─

─Mierda, lo encontré─

Ella suspiró, viendo como Diego se levantaba rápidamente de la mesa.

─82 Oliva. Andando─

Los gritos ahogados de Elliott eran más fuertes que nunca mientras caminaban hacia la puerta principal.

Diego frunció los labios ─¿Está bien dejarlo así?─

─Sí, está bien─ Cinco dijo ─¿Y qué hay de la
chica?─

Lisa se volvió primero, sus ojos se posaron en el asiento vacío de Lila ─Ella se ha ido─

─Mierda─

Elliott siguió moviendo la cabeza hacia su cuarto oscuro, Diego sacudió la cabeza mientras avanzaba.

Elliott siguió divagando hasta que Cinco envió una de sus famosas miradas.

Si las miradas pudieran matar, esa ciertamente lo haría.

─¿Qué pasó con el plan de encontrar a todos?─

─Esta es una buena pista, una nueva oportunidad en el caso. Tenemos que encontrar a mi papá─ Cinco asintió para sí mismo ─Él debería saber qué hacer─

─No te hagas ilusiones─

─¿Qué?─

Lisa se encogió de hombros, haciendo su propio camino hacia la puerta principal ─Cada vez que te haces ilusiones, casi siempre nos matan─

Abrió la puerta principal y subió los escalones de dos en dos hasta que estuvo afuera en la oscuridad.

Si el día ya hubiera pasado, el tiempo se estaba moviendo ridículamente rápido.

Lisa frunció el ceño, respirando el aire fresco y fresco de la noche.

El auto de Diego estaba estacionado frente al edificio, ella se acercó y abrió el asiento trasero antes de dejarse caer.

La puerta se cerró de golpe, saltó ante el ruido repentino. No había forma de que pudieran arreglar esto.

Este problema era demasiado grande, demasiado catastrófico para un grupo de personas que no deberían existir.

No se suponía que los humanos tuvieran poderes o dones, no estaban destinados a poder viajar en el tiempo o hablar con los muertos o cambiar de forma.

─¿Estás bien?─ La otra puerta lateral se abrió con un crujido y Cinco entró ─¿Estás-?─

─Sí─ Ella asintió.

Levantó una de sus ceja oscura ─Lisa─

─¿Qué pasa si no podemos arreglar esto?─ Ella se volvió hacia él ─¿Qué pasa si no podemos volver a casa?─ Hizo una pausa, recostándose contra el asiento.

─Entonces no lo haremos. Moriremos con el resto de la humanidad. Juntos─

Diego vino corriendo por el pavimento y se sentó en el asiento del conductor, no perdió el tiempo en poner el auto en marcha antes de irse.

Lisa permaneció en silencio durante todo el viaje, contemplando todas sus opciones de vida.

Cuando se detuvieron en otro edificio oscuro, era casi medianoche.

Diego estacionó el auto y todos salieron.

Parecía como cualquier otro edificio de oficinas, un círculo con un paraguas negro en el centro estaba colocado junto a la puerta principal.

Lisa lo miró con los ojos entrecerrados, se acercó a Cinco que caminaba a su lado y lo agarró del brazo, levantando su manga para revelar el tatuaje de paraguas que todos los niños de Hargreeves compartían.

Cinco se congeló junto a las puertas, mirando mientras ella dejaba caer su mano.

Diego lo miró ─¿Estás bien?─

Suspiró, caminando hacia las puertas mientras Diego deslizaba un cuchillo de Dios sabe dónde y comenzaba a forzar la cerradura.

─Si, bien, solo que...─

─¿Cuánto hace que no ves a papá──

─Cuarenta y cinco años─ Se asomó al edificio vacío antes de apoyarse contra el cristal.

─Eso es lamentable─ Lisa bromeó.

─Ya lo creo─ Respiró hondo ─Sabes, cuando estuve atrapado en el apocalipsis, no hubo un solo día en el que no ollera su voz en mi cabeza─

─¿Qué te decía?─

─'Yo te lo dije'─

Lisa odiaba esas palabras, especialmente cuando venían de una figura mayor, alguien a quien también admirabas.

Se suponía que los niños cometían errores, se suponía que eran niños.

Pero nunca lo fueron, al menos no ellos siete.

Tuvo un pequeño período de tiempo, antes de que su madre decidiera descargar toda su ira con ella.

─Bueno, si papá está aquí, jamás te vio en su vida, así que no podrá decir. 'Te lo dije'─

─Seguramente encontrará un modo─ Cinco chasqueó la lengua.

─Esta fue una conversación divertida. Um, de todos modos, estamos en medio de irrumpir en un negocio que es altamente ilegal y solo nos estamos tomando nuestro tiempo, así que si podemos acelerar esto, por favor─ Dijo Lisa.

Cinco parpadeó y reapareció al otro lado de la puerta y la abrió.

─Claro, siempre olvidó eso─ Diego saltó de su posición en cuclillas y entró.

Lisa lo siguió, mirando atrás a Cinco que se quedó al final.

El espacio estaba a la altura de unos cuantos muebles de aspecto caro colocados alrededor de la pequeña entrada.

Cinco se detuvo en la primera mesa y encendió la lámpara, después de alejarse unos pasos, la bombilla parpadeó y se apagó.

─Genial, porque eso no es espeluznante en absoluto─ Murmuró, echando un vistazo alrededor.

─A papá no le importaba la decoración─ Dijo Diego.

Se sentía frío y vacío, no como si hubiera visto a cientos de personas antes.

Cinco frunció los labios, se inclinó junto a una silla y golpeó un cojín ─Parece una fachada─

─¿De qué?

─No lo sé─

Diego caminó hacia un lado, donde dos puertas estaban colocadas de manera idéntica a cada lado de la habitación ─Iré por la izquierda. Griten si, tienen problemas─

Lisa negó con la cabeza, siguiendo a Cinco hacia el lado derecho.

Si estaban caminando hacia una trampa, al menos podría sacarlos de allí.

Cinco mantuvo la puerta abierta mientras se agachaba bajo su brazo, suspirando al ver el largo y oscuro pasillo.

─Odio esto─ Dijo ella, deteniéndose.

Cinco la agarró del brazo y tiró de ella ─¿Qué, tienes miedo?─

─Pff...por supuesto que...no─

Intentaron en la primera puerta a la que se acercaron, pero estaba cerrada.

Al igual que el segundo, y el tercero, bueno, ese se abrió con un crujido.

Lisa miró alrededor del hombro de Cinco, pisándola de puntillas mientras él encendía la luz.

Lo que sea que había estado esperando, esto no era todo.

Los muebles se colocaron como si fuera una sala de estar, los maniquíes se colocaron de manera informal y todos vestidos.

Una pantalla se extendía en las paredes de atrás, mostrando un barrio suburbano con una explosión en la distancia.

─¿Qué estas tramando?─ Dijo Cinco a los aires.

─Sí, realmente odio esto─ Murmuró, sus ojos se posaron en el maniquí más joven ─¿Crees que esa sea la hermana de Delores?─

La luz se apagó, Lisa se tensó detrás de él.

─Eso es lo que obtienes por hacer bromas terribles─ Él le dijo, tirando de ella hacia el pasillo.

Llegaron casi a la mitad del camino antes de que se abriera otra puerta, revelando otra escena de escape de horror.

Esta vez Cinco no se molestó en encender la luz, tan pronto como vio un escritorio contra la pared del fondo, fue directamente a por él.

Lisa, por otro lado, se acercó lentamente a la mesa redonda con otros cuatro maniquíes.

Los platos estaban preparados con tenedores y cuchillos, incluso las servilletas decoraban la mesa.

─Esto se está poniendo extremadamente
peor─ Ella susurró acercándose a Cinco que sostenía un sobre abierto en su mano ─¿Qué es eso?─

─Una invitación─

Lisa vio como la metió en su bolsillo, justo cuando un sonido de metal resonó desde el otro lado de la habitación.

─¿Mencioné ya que odio esto?─ Ella se quejó, el ruido continuo en la esquina.

Cinco se acercó lentamente, ella resopló siguiéndolo.

Otro ruido resonó, esta vez sonando como un animal.

Se preguntó si un mapache había logrado entrar, o cien ratones planeaban comérselos en ese mismo momento.

─Hola ¿Pogo?─ Cinco susurró.

Lisa caminó a su alrededor, con los ojos muy abiertos ante el chimpancé en pantalones cortos de pijama que se acercó lentamente a ellos.

─Mierda santa─ Ella murmuró.

Cinco dio otro paso, arrodillándose en el
suelo ─Hey, está bien, amiguito─

Pogo se arrastró, mirando a la figura frente a él.

─Pogo, qué gusto verte─

Lisa se hundió en el suelo junto a él, mirando furtivamente a Cinco.

Una pequeña sonrisa se asentó en su rostro, los ojos se iluminaron con calidez.

Sus ojos se abrieron cuando Pogo chilló, golpeando el cuello expuesto de Cinco antes de arrojarse por la ventana.

Cayó a un lado con un grito, pidiendo la ayuda de Diego.

─¡Cinco!─ Ella gritó, trepando hacia él. Se puso de rodillas, sujetándose el cuello ─Oh, Dios mío, oh, Dios mío─ Ella lo ayudó a levantarse, tratando de apartar su mano ─Déjame ver qué tan malo es─

─No, no es importante─ Sonrió con los dientes, pisando fuerte hacia la puerta ─Tenemos que encontrar a Diego─

Corrió por el pasillo, apoyándose contra la pared mientras avanzaba.

Lisa rápidamente lo alcanzó y saltó frente a
él ─Oye, detente por un segundo─

Él lo hizo, mirándola fijamente.

─Déjeme ver─ Ella murmuró, apartando cuidadosamente su mano.

Trató de no hacer una mueca ante ligeros y relativamente profundos rasguños en su cuello, mientras poca sangre goteaba de este.

Lentamente limpió el flujo que había llegado hasta el cuello de su camisa, con el ceño fruncido.

─Probablemente sabía que estábamos aquí, ¿verdad?─

─Eso no es posible─

─Es un hombre inteligente─ Dijo Lisa, volviendo su atención a él ─Tan solo mira cómo los hizo a todos ustedes─

Cinco parpadeó ─¿Es malo?─

─Estarás bien─

Sus ojos escanearon su rostro, la confusión que brilló en sus ojos por un segundo antes de que se suavizaran, lo pálido y cansado que se veía en esta luz.

Su mano volvió a su cuello mientras asentía, ella juró que había estado mirando sus labios.

─D-debemos irnos─ Él dijo ─Probablemente Diego buscándonos─

Lisa lo vio salir primero de la habitación, respiró hondo tan pronto como desapareció.

Su corazón se aceleró en su pecho, ¿vio realmente eso?

¿Su mente solo le estaba jugando una mala pasada?

Probablemente, pensó.

No se molestó en sumergirse más profundo, Lisa salió corriendo de la habitación y persiguió a Cinco, rezando para no perderse en este infierno.











・.❑────・.𝖽 𝗂 𝗑 𝗌 𝗐 𝖺 𝗒.・────❑.・

H O L A!

Segundo capítulo y ame como reaccionaron ante el título.

Y luego como todas quedaron al ver lo que pasaba después.

— No olvides, votar y comentar, si lo haces Cinco te mirará con ganas de matarte...

Pero a besos, nah mentira.

Les quiere Dix <3

Publicado el: 25/05/22
6275 palabras

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top