❪ 𝟭.𝟬𝟵 ❫ 𝖸𝗈𝗎 𝖼𝖺𝗇 𝗐𝖺𝗂𝗍 𝗍𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗇𝗎𝗍𝖾𝗌, 𝗒𝗈𝗎 𝗁𝖺𝗏𝖾 𝗌𝖾𝗍 𝗆𝖾 𝖿𝗋𝖾𝖾.
Volumen Uno
APOCALYPSE SUITE
Capítulo 𝟏.𝟎𝟗
━━━━━━━━① ①━━━━━━━━
You can wait ten minutes, you have set me free.
☂︎
Puede esperar diez minutos más, me has liberado.
━━━ DIEGO ACELERÓ TODO el camino hasta la casa de Leonard Peabody, o la casa que Allison afirmaba que le pertenecía.
Todos salieron y corrieron hacia la puerta principal, Cinco lentamente siguiéndolos.
─Cuidado, ¿si?─ Allison dijo llevándolos al porche ─No sabemos de lo que es capaz─
Diego chasqueó la lengua ─No pareció peligroso cuando lo conocí. Es medio escuálido─
─Sí, como la mayoría de los asesinos y sicopatas─ Allison señaló.
Lisa resopló ─Tiene razón. Quiero decir, míralo a el─ Señaló a Cinco, quien finalmente subió los escalones del porche.
─¡Gracias!─ Dijo Cinco sarcásticamente
La casa se veía bien, el exterior estaba bien cuidado y no parecía haber señales de algo extraño.
─Buen punto─ Diego asintió con la cabeza ─¿Y qué quiere este tipo con Vanya?─
─No lo sé. Se lo preguntaré después de
matarlo─ Dijo Cinco con sarcasmo.
Diego dio un paso atrás y cargó contra la puerta, se detuvo cuando Lisa lo agarró del brazo.
Una arruga formándose en las cejas de Lisa
─Woah, woah hey, primero, voy a entrar─
Nunca llegó a explicarse a sí mismo ya que Cinco desapareció en el aire, Diego compartió una mirada molesta con Lisa antes de murmurar
─¿Sabes que? Sería fabuloso que la gente se apegara al plan─
El vidrio se rompió cuando él voló a través del panel, aterrizando en el suelo con un ruido sordo.
Lisa contuvo el aliento, sus ojos muy abiertos mientras miraba para asegurarse de que no estaba.
Diego quejó tirando de la camisa y fragmentos de vidrio cayeron al suelo.
Allison se acercó a su hermano y negó con la cabeza mientras Cinco se unía a ella, él extendió la mano y agarró el pomo de la puerta, girándola para abrirla.
─Sutil─
Cinco se rió entre dientes ─La puerta estaba sin llave─
─Sí, pero, mi método también funcionó─
Cinco abrió la puerta completamente y Lisa entró, con cuidado de no pisar los grandes montones de vidrio.
─Sepárense─ Diego resopló caminando por el pasillo ─Y griten si estás en problemas─
─Liderazgo inspirador─ Lisa lo vio desaparecer por la esquina, Allison se rió.
─De los mejores─
Se dio la vuelta y corrió escaleras arriba, sus tacones haciendo clic en la madera dura.
Lisa entró en la sala de estar, Cinco cojeando detrás de ella.
Levantó los cojines del sofá y cavó y tiró montones de papeles al azar sobre la mesa de café.
Cinco estaba en la cocina, podía sus pasos con fuerza contra el azulejo.
Buscaron unos minutos más antes de que Diego asomara la cabeza ─Nada en el sótano─
─¡Oigan!─ La voz de Allison se escuchó desde
arriba ─¡Tienen que ver esto!─
Todos corrieron escaleras arriba, viendo el rostro de Allison asomarse por la plaza que conducía al ático.
Cinco desaparecieron detrás de ella y Diego ya estaba levantado, Lisa los siguió.
Allison estaba hacia el fondo del pequeño espacio, un dedo trazando algo ─Nuestros caras están quemadas─
Lisa negó con la cabeza mirando los carteles en la pared.
Era de la Academia Umbrella, cada niño individual.
Había carteles de tamaño completo y recortes de revistas, incluso algunas fotos que el extraño debía de haber tomado él mismo.
Cada uno tenía algo en común, y ese era el hecho de que todos sus ojos estaban rayados o quemados.
─Da miedito─ Diego hizo tapping en un cartel de sí mismo ─Este tipo tiene graves problemas. Mierda─
─Nunca estuvo interesado en Vanya. Era por nosotros─ Allison declaró, haciendo clic en las piezas.
─Vamos. Deberíamos encontrarla─ Lisa dijo que ya bajaba por la escalera.
Pero Allison y Diego llamaron ─Espera un minuto─
Sus zapatos golpearon el suelo y tropezó contra la pared.
Cinco la siguió, respirando con dificultad.
Cinco dio unos pasos antes de colapsar sobre su espalda, quejando suavemente.
Lisa jadeó y cayó a su lado ─¿Cinco?─ Ella murmuró ─Sangre─ Con la mano todavía en el costado.
Ella apartó su brazo y le desabrochó la camisa, levantándola un poco para revelar una herida de bala.
Su estómago estaba manchado de sangre y ella frunció el ceño ─¿Por qué no dijiste nada?─
─Tienes que seguir─ Murmuró, cerrando los
ojos ─Estoy tan cerca─
─¿Cinco?─ Ella le sacudió los hombros, pero él no respondió ─¡Cinco!─ Lisa negó con la
cabeza ─¡Allison! ¡Diego!─ Ella gritó ─¡Ayuda! ¡Necesito su ayuda!─
Diego aterrizó junto a ella, los ojos se posaron en Cinco.
─¿Qué diablos pasó?─ Allison preguntó mientras miraba por encima de los hombros de su hermano.
Lisa se puso de pie y dio un paso para estar junto a la cabeza de Cinco, colocó sus manos debajo de sus brazos y lo levantó.
─Parece que le dispararon cuando escapamos de la gente de la Comisión─ Se mordió el
labio ─¿Alguien me ayudará? Está inconsciente, tenemos que llevarlo de regreso a la Academia. ¡Ahora!─
Diego la ahuyentó y tomó su lugar mientras Allison lo agarraba de las piernas y todos regresaban al auto.
Lisa se sentó en el asiento trasero y torpemente se las arreglaron para meter a Cinco en el asiento trasero también.
Su cabeza descansaba en su regazo, sus piernas apretadas contra la puerta.
Diego estaba nuevamente en el asiento del conductor y estaba luchando por poner la llave en el motor.
─¿Podrías ir más rápido?─ Ella espetó ─Su pulso se está desacelerando─
Lisa estaba entrando lentamente en pánico mientras revisaba su pulso.
Pronto el motor se encendió y aceleró por la calle, con la esperanza de que no se detuvieran.
Lisa miró el rostro del chico, luciendo terriblemente pacífico.
─Si mueres antes de que se acabe el
mundo─ Murmuró ella, preguntándose si él podría oírla ─Conseguiré que tu hermano te resucite de entre los muertos y te mataré─
─Klaus no puede resucitar a los muertos─ Diego chirrió ─Sólo puede convocar, si es que puede hacer eso─
Allison le dio una palmada en el hombro a su hermano y lo fulminó con la mirada, Lisa los ignoró a ambos, revisando el pulso de Cinco nuevamente.
Odiaba cómo estaba temblando, rezando para que estuviera bien.
Apenas lo conocía y estaba segura de que si él pudiera verla ahora mismo, le dispararía su famosa mirada y le diría que estaba siendo estúpida.
El viaje en coche estaba tardando demasiado, parecía que ni siquiera se movían.
Lisa siguió mirando por la ventana, preguntándose si la Academia era perspicaz.
Se mordió el labio nerviosamente, haciendo una mueca cuando sintió que la piel se partía y sabía a sangre.
Lisa miró para comprobar el sangrado, pero la parte inferior blanca de su camisa de vestir estaba empapada de sangre fresca.
Resopló colocando una mano sobre el agujero, aplicando tanta presión como pudo en un vehículo en movimiento ─Se supone que debes aplicar presión a las heridas, ¿verdad? ¿Se supone que eso ayuda?─
Diego maldijo y dobló por una calle lateral, zigzagueando entre los coches aparcados. Aceleró sobre un tope de velocidad y todos se tambalearon hacia adelante, Lisa gritó cuando el cuerpo de Cinco rodó del asiento.
Ella resopló tratando de que él volviera a su posición normal.
El auto estacionó y Diego salió en poco tiempo, agarrando los pies de su hermano.
Lisa salió y vio como Allison lo agarraba por los brazos y subían arrastrando los pies por las escaleras y pasaban las puertas.
─¿Porqué no lo llevamos al hospital?─ Allison gruñó, pero su hermano negó con la cabeza.
─Un niño con una herida de bala, levantaría sospechas─
─También lo hace el altar homicida en el ático de Harold Jenkins─ Lisa espetó, manteniendo las puertas abiertas mientras llevaban a un Cinco inconsciente al edificio y lo dejaban en un sofá en la sala de estar.
Allison estaba a su lado, tratando de ayudar con la hemorragia.
Lisa miró sus propias manos, mezclándose con sangre seca y húmeda.
Diego estaba al lado de Allison, escaneando la habitación, probablemente buscando a Pogo, pero sus ojos se detuvieron en la puerta y luego se levantó y salió corriendo de la habitación.
─¡Diego!─ Allison gritó, sacudiendo la
cabeza ─¿A dónde vas?─
Lisa tomó su lugar, moviendo el cabello caído del rostro de Cinco ─Debería ir a buscar a
Pogo─ Ella dijo.
Pero en cuestión de minutos, Diego regresó.
─No, esta bien─ Diego regresó corriendo, Grace marchando detrás de él.
La mujer guió a Allison con cuidado y se arrodillaron, dándole un vistazo a su hijo.
─¿Qué está pasó?─ Pogo entró cojeando en la habitación, con el bastón en la mano ─Todos, deben ir hasta que el Sr. Cinco esté bien─
─¿No podemos quedarnos?─ Lisa fue interrumpida por un brusco movimiento de cabeza por parte de Pogo.
─Nos ocuparemos de él, señorita Lisa. Debería ir a lavarse las manos. Y limpiarse los labios─
Allison la arrastró hasta el vestíbulo mientras observaban cómo llevaban a Cinco escaleras arriba.
Lisa negó con la cabeza ─No debería importarme tanto─ Ella murmuró.
❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◷ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫
El agua estaba tibia cuando le salpicaba las manos, se las frotó, el jabón burbujeaba mientras se mezclaba.
El rojo desapareció por el desagüe, volviendo a su piel bronceada normal.
Cerró el grifo y arrancó un trozo de toalla de papel de un pequeño estante, se secó las manos con palmaditas y tiró la toalla usada a la basura.
Se volvió y se apoyó contra el mostrador, mirando alrededor de la habitación.
La cocina estaba exactamente como había sido cuando ella estuvo allí por primera vez, y todavía se las arregla para traer cierta sensación de seguridad. A pesar de que sabía que todo lo que sentía allí era falso, simplemente disfrutaba estar en un área de la gran casa que no parecía demasiado grande.
Todo en esta casa estaba desproporcionado, todo era grandioso y caro.
─¿Lisa?─
Giró la cabeza para ver a Klaus, que estaba apoyado contra una viga de soporte.
─Klaus─ Le dio una pequeña sonrisa ─Pensé que estarías con Diego y Allison─
Sacudió la cabeza ─No, en realidad estaba buscando a Luther. Quería ayuda para buscar sus archivos lunares─
Lisa asintió con la cabeza ─¿Cómo te sientes?─
─Mejor que ayer─ Se echó el pelo hacia
atrás ─Creo que Allison y Diego se irán pronto, estoy seguro de que querrán tu ayuda─
Ella se rió entre dientes, empujándose del mostrador y se dirigió hacia las escaleras ─Lo comprobaré─ Ella sintió su sonrisa
─¡Ve chica!─ Gritó, la diversión entretejida en su voz ─¡Ve a patear traseros en tu vestido de verano!─
Lisa puso los ojos en blanco y corrió escaleras arriba, mirando en varias habitaciones para ver si había alguien alrededor.
Sus pasos resonaron con cada paso, lentamente se dirigió al segundo nivel y vio a Allison al final del pasillo.
Se dirigió hacia la mujer, frunciendo el ceño cuando se dio la vuelta y se fue.
Lisa corrió tras ella, deteniéndose cuando dobló la esquina y vio a Allison caer sobre una cama.
Debe haber sido su habitación, cuando vivían aquí.
Lisa suspiró, no queriendo molestar a la mujer.
En cambio, giró por otro pasillo y se encontró con Diego, quien suspiró cuando la vio, diciéndole que pronto se irían para encontrar a Vanya y su novio criminal.
Ella asintió con la cabeza, pero continuó su caminata por los pasillos y se detuvo frente a la puerta de Cinco.
Estaba abierto y podía oír a Grace tararear.
Lisa se asomó y miró fijamente a la madre de los Hargreeve.
Ella sonrió y se puso de pie, se acercó a Lisa y le puso una mano en el hombro antes de pasar, desapareciendo por el pasillo.
Cinco se movió en su cama, estaba en lo que parecía un pijama mientras dormía.
Lisa entró y se apoyó contra la pared, mirando como sus párpados revoloteaban y se abrían.
─Oh, yo...no quise despertarte─
Regresó hacia la puerta, pudo ver su mano levantarse por el rabillo del ojo y se detuvo y lo enfrentó.
─Quédate─ El murmuró ─Por un tiempo─
Lisa negó con la cabeza, no debería haber
venido ─Diego dijo que se irán pronto. Para seguir la pista que les diste. Probablemente debería ir con ellos e intentar ayudar─
Movió ligeramente la cabeza hacia atrás ─Por favor, quédete─
Frunció el ceño al ver a Delores apoyado en el suelo junto a su escritorio. Se acercó y recogió el maniquí ─¿Qué tal...si pasas algún tiempo con Delores? Estoy segura de que ella...─
─No─ Dijo suavemente ─Algo real─
Un pliegue se formó en su frente mientras miraba al chico ─¿Cuánta anestesia te puso?─
No dijo nada, solo volvió a cerrar los
ojos ─Sólo─ Suspiró ─Ven aquí─
Ella frunció los labios, mirándolo desde la silla en la esquina de su habitación.
Finalmente, recobró su ingenio, volvió a colocar a Delores en el suelo y arrastró la silla junto a la cama, la colocó frente a la mesita de noche y se dejó caer sobre ella.
─¿Cómo te sientes?─
─Fantástico─
Ella se rió entre dientes ─¿Cómo pudiste no haber dicho nada todo ese tiempo? ¿No te dolió o eres increíblemente estúpido?─
Chasqueó los labios ─La estupidez viene de familia─
Lisa asintió lentamente y se inclinó hacia atrás, mirando al techo.
La ventana debió estar abierta porque una suave brisa presionó contra su rostro.
Respiró hondo y cerró los ojos.
─¿Crees que vamos a salvar el mundo?─
Ella abrió los ojos y lo miró, sonaba y parecía medio dormido.
Ella se encogió de hombros, sin haberlo pensado realmente ─No lo sé. Quizás─
─No tienes fe en mí, ¿eh?─
Lisa puso los ojos en blanco ─¿Te das cuenta de lo difícil que es todo esto, Cinco? Salvar el mundo─
Se movió de nuevo, moviendo la cabeza para que quedara a un lado, de la cara de ella ─Nada es imposible─
La chica resopló ─Tal vez lo crea─
Hizo un ruido suave, algo entre una risa y un suspiro.
Ella todavía lo estaba mirando cuando él abrió un ojo.
─¿Ves algo que te guste?─
Deslizó su mirada hacia la ventana, observando cómo los pájaros cantaban ruidosamente desde la barandilla, el sol poniéndose detrás.
Sintió que se le calentaban las mejillas y negó con la cabeza, diciéndose a sí misma que debía mejorar.
─No─ Ella le dijo ─Viejo─
Cuando volvió a concentrarse en él, ambos ojos estaban cerrados.
Suspiró apoyando la cabeza contra el reposabrazos, sintiéndose de repente muy cansada.
─Debería ir con tu hermano y hermana─ Ella cerró sus ojos ─Ya sabes, para salvar al mundo y todo eso─
Supuso que se había quedado dormido y movió el brazo, pero se detuvo cuando sintió que algo la agarraba de la mano.
Sus ojos se abrieron de golpe y aterrizaron en la mano de Cinco entrelazada con la de ella.
Ella se congeló, mirando como una idiota.
Tenía que estar tomando una gran cantidad de anestesia. Ella pensó, ¿verdad? .
Lisa frunció los labios, se relajó en la silla y volvió a cerrar los ojos ─Pensé que salvar el mundo no podía esperar─ Ella dijo.
Se sintió como una eternidad cuando Cinco no respondió, pero finalmente lo hizo ─Puede esperar 10 minutos─
Y pensó en su conversación anterior, cuando estaba molesta y él le había dicho que se limpiara.
Sus mejillas volvieron a arder, pero esta vez no le importó.
Cinco estaba prácticamente dormido y no podía verla, nadie podía.
─Eres un idiota─ Murmuró, riendo en voz baja para sí misma.
─Sí, bueno─ Susurró ─No puedo evitarlo─
❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◷ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫
Lisa se despertó, sentándose instantáneamente y escaneando la habitación.
Se quedó paralizada, mirando su mano que todavía estaba en la de Cinco.
Entonces no fue un sueño loco. Pensó, preguntándose si debería retirarlo.
Su mano estaba empezando a quedarse dormida, y el aire fresco que fluía a través de la ventana abierta insinuaba que era temprano a la mañana siguiente y se había quedado dormida.
Cinco se quejó abriendo los ojos, trató de levantarse, sin soltar su mano.
Ella negó con la cabeza y movió la mano para liberarlo y lo ayudó a levantarse, ahora él estaba sentado apoyado en la cabecera.
Ella lo vio parpadear para alejar su cansancio antes de mirarla a los ojos.
─¿Hay algo en mi cara?─
─No. Te ves tan diferente cuando estás dormido─
Sus cejas se fruncieron ─¿Qué?─
─Nada─ Ella se encogió de hombros ─No importa─
─Sí lo que sea─
Lisa se levantó de la silla y se estiró, escuchando un chasquido en la espalda.
Respiró hondo mientras su espalda crujía, dejando que sus brazos cayeran a su lado.
Un estruendo sonó desde Cinco y chasqueó la lengua, cayendo lentamente hacia abajo hasta que estuvo acostado.
─¿Quieres algo para comer?─
─No estaría mal un sándwich de mantequilla de maní y malvavisco─
Volvió a mover sus labios en lo que ella asumió que era una sonrisa, aunque cuando no estaba relajada no estaba segura de si estaba planeando un plan o simplemente tratando de parecer espeluznante.
─Por favor─
Ella puso los ojos en blanco y se dirigió hacia el marco de la puerta ─No te acostumbres a esto─
Dobló la esquina y recorrió el pasillo y bajó varias escaleras hasta que se encontró en la cocina.
Había una barra de pan en la encimera, junto al frigorífico.
Lo agarró y lo abrió con cuidado, sacando dos trozos de pan y golpeándolos contra la superficie.
Lo volvió a empaquetar y lo deslizó a un lado, ahora buscando la mantequilla de maní y los malvaviscos.
Lisa arrojó varios gabinetes, deteniéndose solo cuando la voz de una mujer la hizo saltar.
─¿Te asuste?─
Lisa se volvió para ver a Grace, con una sonrisa en su rostro mientras caminaba hacia ella.
─¿Qué estamos tratando de hacer?─
─Yo-uh...─
Los ojos de Grace se posaron en el pan que estaba sobre la encimera y miró a la chica, aparentemente comprendiendo su idea.
─Esos sándwiches no son un buen desayuno─ La mujer dijo caminando por la habitación hacia una pared de gabinetes, la abrió y sacó una sartén antes de encontrar el camino hacia la estufa.
Colocó la cacerola en un quemador y la encendió, sacando a Lisa del camino.
─Permíteme prepararles un buen desayuno de verdad─ Grace tomó cuatro huevos del refrigerador y los colocó junto a la estufa, regresó y tomó un paquete de tocino que no te mantendrá despierto toda la noche ─Hijo enfermo─
Lisa observó cómo las mujeres se ponían a trabajar, esperando a que la sartén se calentara antes de colocar cuatro trozos de tocino, que chisporroteaban al golpear la superficie caliente.
─Yo puedo hacerlo─ Lisa dijo moviéndose de modo que se paró a su lado ─Si quieres. Quiero decir, solo quiero ayudar─
La mujer soltó una carcajada ─Esto es lo que se supone que debo hacer, Lisa─ Ella sonrió ─Y no he podido hacerlo en mucho tiempo─
Lisa frunció los labios ─¿Qué hizo cuando todos se fueron?─
Volteó cada trozo de tocino y Lisa observó mientras tomaba con cuidado dos platos y los colocaba sobre la encimera.
─Limpié. Cociné para aquellos que podían comer y lo hice una y otra vez, ya que esas cosas deben pasar así y estar segura de que la familia feliz─
Lisa quería señalar que no había una familia a la que hacer feliz, pero se quedó callada mientras Grace echaba dos trozos de tocino en cada plato y pasaba a cascar cuatro huevos en Lisa se empujaba a moverse, sintiendo la sartén malo que ella no estaba ayudando.
Agarró los dos trozos de pan olvidados de donde Grace los había colocado y se acercó a la tostadora y los metió, presionando el botón.
─Pan tostado─
Grace comentó ─Qué gran idea─
Lisa se balanceó sobre sus pies, esperando pacientemente a que saliera el pan.
En cuestión de minutos lo hizo, y Grace deslizó una bandeja de mantequilla hacia ella, equipada con un cuchillo.
Ella sonrió mientras untaba con mantequilla los dos trozos de pan tostado, colocó el cuchillo al lado de la bandeja y fue a moverlo pero la mano de Grace se disparó.
─Lo limpiaré, no te preocupes─
Cogió las dos piezas y las añadió a los platos. Cada plato contenía dos huevos, dos piezas de tocino y ahora una tostada.
Grace los puso con cuidado en una bandeja y colocó un tenedor y un cuchillo al lado de cada uno, entregando la bandeja a Lisa.
─Ustedes dos deberían comer─
Los pies de Lisa no parecían moverse mientras veía a Grace comenzar a limpiar. Tarareó para sí misma, con los ojos enfocados en lo que estaba haciendo.
─Gracias─ Lisa finalmente dijo ─Realmente lo aprecio─
Grace le sonrió, sus ojos brillaban tan brillantes como nunca los había visto ─Para eso están las mamás─
La niña asintió lentamente, girándose y corriendo tan rápido como pudo fuera de la cocina y subió las incontables escaleras hasta que se detuvo en la entrada del dormitorio de Cinco.
Milagrosamente, ella no derramó ni dejó caer nada.
Cinco estaba sentado en su cabecera, sonrió cuando Lisa entró y le entregó la bandeja.
─¿Qué pasó con la mantequilla de maní y los malvaviscos?─
Ella puso los ojos en blanco y vio como él tomaba un tenedor y clavaba ─Grace me vio en la cocina, comenzó a hacer tocino y huevos─
─¿Hiciste el pan?─
─Sí─
Él asintió con la cabeza, dejando escapar una risa suave.
Cogió la tostada con mantequilla y le dio un mordisco anormalmente grande.
Debió haber notado que ella la miraba fijamente porque se quedó paralizado, la mantequilla manchada en la esquina de sus labios.
─¿Qué?─ Dijo el.
Ella abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró, optando por tomar su propio tenedor y tomar un pequeño bocado de sus huevos.
─No tienes idea de lo que comí durante el Apocalipsis─ Dio otro mordisco a la
tostada ─Twinkies caducados, cucarachas─ Se interrumpió ─Una ardilla quemada, pero no entremos en eso─
Lisa tosió y se atragantó con el huevo.
Ella se aclaró la garganta y lo miró a los
ojos ─¿Una ardilla quemada?─
Se encogió de hombros ─Estaba desesperado. Tenía que estar vivo para volver, ya sabes─
─¿Te alegra volver?─
La miró como si estuviera loca, probablemente preguntándose por qué podía preguntar eso.
─Por supuesto que sí. Hay gente aquí, en realidad en todas partes. Los edificios no están quemados, no se han derrumbado en el suelo. El aire no está lleno de humo, bueno, al menos no tanto humo─ Su boca formó una línea recta ─Fue terrible, Lisa. Me estaba volviendo loco, estaba loco. Y luego una mujer apareció de la nada y me ofreció un trabajo, una oportunidad de hacer algo, una oportunidad de escapar de lo que se negaban para arreglar...y ahora están aquí tratando de matarme, y han atacado a mi familia─
Lisa frunció el ceño ─No tienes que meterte en eso, estoy segura de que no querrás volver a hablar de eso nunca más─
─Nada ha sido fácil. No para la gente, y estoy seguro de que tú lo sabe. Tenemos la oportunidad de marcar la diferencia, incluso si nadie tiene la menor idea, pero lo
haremos─ Sus ojos se iluminaron, parecía un niño de nuevo, no solo por fuera.
Por la forma en que se veía su rostro, toda esa esperanza oculta de repente dentro de él.
Lisa se preguntó si así era él cuando era realmente un niño, deshaciéndose de su exterior duro de solo bordes afilados y leve ira.
─Tenemos dos días ahora. Debería estar ahí afuera, trabajando, tratando de encontrar al dueño de ese maldito ojo─
─¿Dónde está el ojo?─
─En la mesita de noche─ Él le dijo que cualquier atisbo de esperanza y emoción se desvaneció cuando apartó la bandeja.
Lisa lo agarró y lo colocó en el suelo, apartando su bandeja también.
─Con suerte, solo estaré atrapado aquí hasta esta noche. Entonces tenemos que ponernos manos a la obra y terminar esto de una vez por todas─
─Creo que Diego y Allison están ahí en este momento, o están hablando de dónde ir primero─
─¿Has visto a Luther?─ Cinco preguntó ─¿O Klaus?─
Ella negó con la cabeza ─Sólo Grace─
Se quedaron en silencio, Cinco se movió hacia atrás para que se recostara de nuevo.
La miró y se acercó, palmeando el espacio junto a él.
─¿Disculpa?─
─Vamos─ Se encogió de hombros ─Esa silla no parece cómoda─
Lisa frunció los labios ─Esta versión de ti me hace sentir extrañamente incómoda─
─¿Qué quieres decir con la versión?─
─Me refiero a normal─
Se burló ─¿Quieres consuelo y comodidad o
no?─
─¿Te das cuenta que puedo irme?─
─No lo harías─
No le gustó cómo él tenía razón, o por qué en realidad no quería irse.
El mundo se estaba acabando lentamente a su alrededor, y no tenían idea de cómo o quién lo causaba, pero a pesar de todo eso, prefería quedarse con él por el resto del día y hablar sobre lo que quisieran.
─Parece una cama individual, no quiero ocupar la mayor parte del espacio cuando todavía estás...Uh, sanando─
Puso los ojos en blanco ─Acuéstate, Lisa─
Cinco agarró las mantas y las tiró a un lado, torpemente se dirigió a ese lado de la cama y se sentó.
La miró, reprimiendo una risa.
Ella estaba actuando de manera tan extraña, y era nuevo para él verla actuar de manera tan, tan cautelosa.
Finalmente se permitió reír cuando ella decidió que estaba bien acostarse, agarró las mantas y las colocó sobre ella.
─¿Cómodo?─
─Realmente no─
─Pero es espuma viscoelástica─ Hizo un puchero.
Lisa resopló, relajándose un poco ─¿Y?─
─¿Qué quieres decir?─
─¿Qué quiero decir, Cinco?─ Se
preguntó ─Quiero decir, he dormido en las camas más cómodas que está─
─¿Qué?─
Ella nunca dio una historia de fondo a esa declaración, pero cambió el tema de nuevo a Cinco y su familia.
Instantáneamente comenzó a volver a contar historias sobre ellos, cuando eran un equipo.
Y, finalmente, dejó de contar historias de cómo pensaba que era su madre, dejándola escuchar en silencio y ahondar en el tema ella misma.
┏┅ ┅ ┅┓
─¿Quieres saber por qué estoy enojada? ¿Por qué siempre estoy enojada o triste?─
Lisa tenía dieciséis años, estaba de pie frente a su madre en la sala de estar.
Ella había terminado de ser tratada como una mierda, y decidió que le daría la vuelta y lo obligaría a retroceder, dándole a su madre un poco de su propia medicina.
Todo lo que había hecho era preguntar por qué la mujer estaba molesta, un estado de ánimo que se había quedado con ella durante meses y meses.
─Sí─ Lisa estaba mirándola ─Y quiero la verdad. Estoy harta de que me trates como una mierda, desde que era pequeña siempre me has mirado como si lo fuera, como si fuera una especie de enfermedad. Quiero saber por qué─
Su madre se echó a reír ─¿De verdad? Porque una vez que lo haga, no volverás a verme, ¿entiendes? Ya no quiero ser parte de nada de esto─
─¿Parte de qué? ¡Ser una buena madre!─
─¡No tienes idea de lo que he perdido por tu culpa! Nunca tendrás ni idea─
Lisa estaba furiosa ─¡Porque no tengo nada! No tengo nada que perder. Vivo en un apartamento asqueroso que se está cayendo a pedazos, y lo ha sido desde que tengo uso de razón. ¡He estado robando dinero para poder pagar los alimentos para que comamos! ¿Dónde has estado?─
─No te atrevas─
─¿Qué? ¿Eh? Ni siquiera actúas como una madre, y estoy teniendo problemas para recordar el momento en que lo hiciste─
La mujer sacudió la cabeza violentamente frente a ella ─No tienes derecho a decirme eso. No sabes...─
─¡Deja de decir eso, solo dices eso pero nunca dices nada más! Me importa un carajo, ¡bien! Porque no puedes cambiar eso, y si hubieras pensado en algo, habrías sabido que tener una hija era un trabajo duro─
─Si hubiera tenido una opción, Lisa. Nunca te habría tenido. Y tal vez por eso el universo hizo lo que hizo, porque ningún hombre en su sano juicio tampoco te querría─
Su hija frunció el ceño, escuchando, a pesar de que su mente le decía que se fuera.
Pero si se iba, eso significaba que su madre ganaba.
Y estaba harta de perder.
─Mis padres me repudiaron, todo por tu culpa. Dejé la escuela, para cuidarte. Traté de ser una buena madre, pero no puedo. Pero por mi, no por ti. No eres normal, ¿me oyes?─
Lisa parpadeó, ¿en qué se estaba convirtiendo este argumento?.
─¿Qué diablos quieres decir con que no soy normal?─
─Alguien me dijo que eras especial, pero yo no lo llamaría así─ Su madre se rió, las lágrimas brotaron de sus ojos verdes ─No eres más que un error...─
─¿Cómo pudiste decir eso?─
─¿Porqué?, querías la verdad. Y duele, ¿no?─
Lisa respiró hondo ─Eres una mujer horrible y nunca dejaré de odiar todo sobre ti─ Ella nunca quiso decir eso, pero en ese momento lo
hizo ─¡No te necesito! Puedo sobrevivir por mi cuenta, mucho mejor que ahora. Sin ti─
─¿De verdad quieres decir eso?─
Su hija asintió, conteniendo las
lágrimas ─Siempre hablas de querer ser libre. Ve a batir tus malditas alas y sal de aquí─
La mujer se mordieron el labio y asintió lentamente.
Ella miró por última vez a su hija y frunció el ceño ─¿Quieres que sea libre? ¿Si eso es algo que quieres, Lisaflor?─
Lisa se congeló, su madre no la había llamado así desde que era pequeña.
Sin embargo, ella asintió de todos modos, sin retroceder.
─Entonces seré libre─
Lisa vio como su madre se dirigía a la puerta principal, solo mirando hacia atrás una vez.
─Me has liberado─
La puerta se cerró de golpe detrás de ella, y esa fue la última vez que vio a su madre.
┗┅ ┅ ┅┛
La habitación estaba helada cuando Lisa le quitó las mantas y balanceó las piernas por un lado.
Se incorporó y se volvió para ver que Cinco se había ido y que la puerta del dormitorio estaba cerrada.
Algo corrió por su mejilla, se secó una lágrima con un resoplido y corrió hacia la puerta.
Le dolía la cabeza mientras caminaba por el pasillo, casi cayéndose por las escaleras.
Se contuvo en el fondo y se enderezó, con una respiración profunda se dirigió a la cocina para tomar una taza de café.
Luther estaba sentado a la mesa, con su capucha cubriendo su cabeza.
Klaus estaba de pie, caminando hacia atrás
─¡Lisa!─ Klaus sonrió, la preocupación brilló en sus ojos ─¿Estás bien?─
─Sí─ Acercó una silla y se dejó caer.
─¿Cuándo te salió el moretón?─
Frunció el ceño, recordando de repente su tiempo en la Comisión con la mujer de cabello blanco.
Lisa se había olvidado por completo su moretón y no tenía tiempo para pensar en ello.
Supuso que el moretón por el que Klaus estaba hablando, había comenzado a asentarse debajo y alrededor de su ojo.
─¿Cuándo te pusiste de tan buen
humor?─ Preguntó, cambiando el tema mientras Luther se quejó en voz alta.
Lisa miró a su número uno, tenía bolsas oscuras debajo de los ojos y cada movimiento que hacía parecía doler ─¿Noche dura?─
Klaus entró con una taza de café y cuatro tazas.
Sirvió una taza, la deslizó hacia su hermano y también le sirvió una.
Ella lo tomó con gratitud y tomó un trago antes de volver a colocarlo en la mesa, solo para que una mano se lo robara.
Alguien se dejó caer a su lado y ella miró a Cinco, quien tomó un largo sorbo de su café antes de sostenerlo más.
─Ese es mi café─
Él la miró ─Y tú roncas cuando duermes─
Un pequeño y dramático jadeo sonó de Klaus mientras miraba entre los dos ─Hablando de noches, ¿se divirtieron ustedes dos?─
Lisa resopló, dejando escapar una
carcajada ─Guau─ Ella miró a Cinco que la estaba mirando, luciendo ofendido, pero ella continuó de todos modos ─¿No tienes algo de humor? Muy gracioso, Klaus. Pero no─
─¿Era necesaria la risa?─ Cinco cuestionó, bebiendo su café de nuevo.
Ella se encogió de hombros tomado la taza de su mano y bebió el resto.
Dejó la taza vacía sobre el mostrador, ignorando la sensación de ardor que llenaba su boca y la deslizó hacia Cinco con una sonrisa de suficiencia en su rostro.
─¿A quién tengo que matar para conseguir un buen café?─
Klaus sirvió más en una taza y se la entregó a Cinco antes de dar un paso atrás, pasando una mano por su desordenado cabello.
─¿Ya podemos empezar?─ Pregunto Luther.
Echó un vistazo a su alrededor ─¿Vieron a los otros, Diego o Allison? ¿No? Entonces, esto es lo más cercano al quórum─ Sus manos golpearon la mesa ─Qué vamos a conseguir. ¡Escuchen! No hay un modo fácil de decir esto, así que voy a soltarlo y ya─
─Klaus...─ Comenzó Luther, pero fue interrumpido.
─Invoque a papá anoche─
Eso pareció llamar la atención de todos, Lisa se inclinó hacia adelante, imitando a los otros dos hombres.
─Dijiste que llevabas años sin poder invocar a alguien─ Luther no pareció preocupado cuando se llevó su propia taza a la boca.
─¡Ajá, sí, lo sé pero estoy sobrio!─
Lisa le sonrió ─¡Eso es increíble, Klaus! ¡Bien por ti!─
Un pie golpeó su pierna desde debajo de la mesa y miró a Cinco, enviándole una mirada furiosa.
─¡Ta-da!. Dejé las drogas ayer, para hablar con alguien especial, y terminé teniendo una conversación con nuestro querido papá─
Luther se llevó las manos a la cabeza y
suspiró ─¿Alguien tiene una aspirina?─
Cinco se movió en su silla ─La repisa, junto a las galletas─
Lisa resopló cuando Klaus negó con la cabeza.
─Hey, hey, hey, es algo serio, si, esto de verdad paso, lo juro─
─Está bien, te seguiré la corriente─ Cinco dijo inclinándose hacia adelante ─¿Qué fue lo que te dijo mi querido padre?─
─Bueno, empezó con el discurso de siempre, sobre mi aspecto y mi fracaso en la vida. Etcétera, etcétera, sin sorpresas hasta hay. Y ni siquiera el más haya le quitó lo estupido, ¿verdad? Pero luego mencionó algo sobre su muerte que me sorprendió...─
─¿Su papá fue asesinado?─ Lisa preguntó ─Eso es horrible─
─Literalmente mataste a alguien el día que te conocí─ Cinco la miró.
Ella solo se encogió de hombros ─Esa fue la primera vez, y nunca volverá a suceder. Pero eso no es el punto─
Klaus levantó las manos ─¡Dijo que el se
suicido!─
Todos hicieron una pausa, mirándolo, esperando que continuara.
Luther le dio a Klaus una ¿estás bromeando? mira antes de negar con la cabeza ─No tengo tiempo para tus juegos─
─¡No, no! ¡Estoy diciendo la verdad, Luther! ¡Estoy diciendo la verdad!─ Se puso de pie.
─¿Porque lo haría?─ Cuestionó Cinco.
─Dijo que era la única manera de reunirnos otra vez─ Klaus se frotó los ojos ─Y que Cinco encontraran a Lisa fue solo un afortunado incidente─
─No. No es algo de lo que papá sería capaz─ Dijo Luther.
─Tú dijiste que estaba deprimido, que se encerraba en su oficina día y la noche─ Dijo Cinco.
Luther negó con la cabeza ─No, no vi señales. Los suicidas exhibían ciertas tendencias, comportamientos raros─
Lisa se cruzó de brazos y miró a Luther con
furia ─Oh los estaba exhibiendo y todos ustedes no estaban, simplemente para ponerse al día en su propia vida. No habrían tenido idea, no realmente. ¿Y no se fueron todos?─
─Nunca has conocido al hombre, así que no obtienes una opinión en esta conversación─
Ella se puso de pie, tratando de igualar sus niveles de intimidación ─Cometí el error de pensar la misma maldita cosa,
grandulón─ Levantó la voz ─Y a veces lo hacen, pero estás demasiado ocupado preocupándote por ti mismo, por lo que vas a comer a continuación o por dónde vas a dormir. Estás demasiado ocupado sintiendo lástima por ti mismo─
─¡Lisa!─ La voz de Cinco rompió algo en su cabeza.
Se quedó paralizada, encontrándose de pie directamente frente a Luther, mirándolo a los ojos fríos.
Tenía los puños apretados a los costados y sintió que se le escapaban algunas lágrimas.
Maldita sea.
Ella pensó. Tienes que aprender a controlar tu temperamento. Y tus fantasmas.
─Me estás liberando─
Lisa se dio la vuelta y miró a Klaus con los ojos muy abiertos.
Tenía los ojos cerrados con fuerza y, cuando se abrieron, se encontraron con los de ella.
─¿Disculpa?─
─Me has liberaste─ Él susurró.
─¿De dónde sacaste eso?─
─Yo-una mujer─ Se encogió de
hombros ─¿Diciendo que no es tu culpa? Pero nunca he conocido─
─Lisa─ Alguien dijo ─Klaus- ¿Qué diablos te pasa─
Lisa contuvo el aliento y girando sobre sus talones salió corriendo de la cocina.
Sus pies la llevaron por las escaleras, encontrándose en el dormitorio de Cinco.
Cerró la puerta de golpe y dejó escapar un grito frustrado, dejando que las lágrimas cayeran.
Me liberaste.
La niña caminaba en círculos, tratando de calmarse.
La cama ahora estaba hecha y la ventana cerrada, alguien debió haber estado aquí después de que ella se fue, limpiando el desorden.
Un sollozo escapó de sus labios y cerró los ojos, escuchando un suave golpe en la puerta.
Se movió contra la pared, tapándose la boca con una mano, esperando que quienquiera que estuviera allí se fuera.
Me has liberado.
Lisa dejó caer su mano, renunciando a la capacidad de preocuparse.
Había guardado esto durante tanto tiempo, y ahora se había inclinado y se estaba ahogando sola en su propia cabeza.
Algo golpeó en el medio de la habitación y abrió los ojos para ver a Cinco mirándola, su rostro con una expresión triste.
─Lo siento─ Murmuró dirigiéndose a la puerta, otro sollozo escapó de sus labios. Su rostro estaba ardiendo y necesitaba estar sola. ─Iré a otro lugar─
─Lotus─
Lisa se detuvo y dejó caer la cabeza.
Se suponía que ese apodó era de ella y solo de ella.
Nadie más debería haberlo sabido, ella nunca se lo había contado a nadie.
La chica levantó la cabeza y se volvió, toda la dignidad que le quedaba frente a Cinco había desaparecido ya que su rostro estaba rojo e hinchado y tuvo que hacer todo lo posible para que no se derrumbara por completo.
─¿Cómo?─ Empezó pero fue interrumpida.
─Klaus me lo dijo─
Lisa asintió lentamente, con la voz
quebrada ─Todo es mi culpa─ Las lágrimas caían libremente ahora, sus hombros temblaban mientras se derrumbaba.
Cinco estuvo junto a ella un instante, envolviendo sus brazos alrededor de ella y acercándola.
─Todo fue mi culpa─ Hipaba ─La dejé libre─
─Esta bien─
─¿Qué clase de dicho enfermizo es ese?─ Lisa cuestionó, sosteniéndolo ─Que todo sea culpa mía─
Ella sintió como la cabeza de Cinco negaba ─No es tu culpa. Sea lo que sea, no lo es─
Lisa sollozó, tratando de alejarse ─Eres terrible en esto─
La abrazó con más fuerza ─Entonces habla. Cuéntamelo todo─
─Primero tenemos que salvar el mundo, de acuerdo. Solo nos queda como un día─ Ella tomó aliento y soltó una carcajada cuando él no respondió ─¿Qué pasó con el Cinco serio que no se detendrían a vivir la vida hasta que se detuviera el Apocalipsis? Lo necesito de vuelta─
La mantuvo alejada, el brillo en sus ojos y el borde en su mandíbula hacia atrás fueron vistos.
Él asintió con la cabeza ─Nos vamos en cinco minutos─
Lisa resopló secándose los ojos, sobre el ─Lo siento─
Se encogió de hombros y salió ─Después de que salvemos el mundo, me contarás todo. ¿De acuerdo?─
Ella frunció los labios, siguiéndolo ─Bien. Pero también me contarás tu historia─
Él la miró ─Lo que quieras, Lisa─
Ella se rió y respiró hondo.
Se estaba acostumbrando a esta versión de Cinco, pero todavía era muy diferente a su yo habitual, todavía la tomaba por sorpresa.
Pero la chica supuso que se acostumbraría.
Si es que sobreviven a esto.
❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◷ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫
Todos habían tomado caminos separados.
Lisa había buscado en todas las habitaciones en el piso más alto y no encontró a nadie, cuando comenzó a bajar las escaleras escuchó voces flotando desde el otro lado del pasillo.
─¿Hay alguien?─ Ella gritó, siguiendo las voces.
Cinco estaba de pie en la habitación de Klaus, mirando a su hermano.
─Hey, Lisa─ Klaus se levantó en un instante y la abrazó, ella se tensó, sin saber qué hacer ─Siento mucho lo de antes─
Ella se rió entre dientes ─Está bien, debería haberme mantenido callada─
─No, no. Perdiste a alguien, tienes derecho. Déjame decirte, cuando volví de la guerra me acurruqué en la acera y lloré un poco, solo un poco─
─De todos modos. Según pogo se suicido para reunirnos a nosotros─ Cinco levantó la voz ─Eso me hizo pensar. Yo viaje al futuro para saber cuándo paso, pero el no viajaba en el tiempo ¿Cómo supo ese viejo infeliz que faltaba una semana para el del mundo?─
─¿Así que realmente se suicidó?─ Preguntó Lisa.
Klaus asintió con la cabeza ─Sí. Y sólo para llevarnos a casa de nuevo─ Se volvió hacia
Cinco ─Bueno, ya sabes...─
Su hermano levantó una mano ─No contestes. Fue una pregunta retórico─
─Toda nuestra vida, estuvo diciendo que salvaríamos al mundo de un inminente apocalipsis─
─¿De verdad lo hizo?─ Lisa arqueó una ceja, ambos asintieron.
─Sí─ Klaus dijo ─Pero pensé que lo decía para asustarnos y controlarnos─
─También yo─ Respondió Cinco, metiendo las manos en los bolsillos.
Volvió a ponerse el uniforme y ella se preguntó si tenía ropa de gente normal.
─¿Y si realmente supiera que iba a
suceder?─ Ella intervino ─Quiero decir, suena lo suficientemente loco─
─Si, pero ¿cómo?─
Cinco negó con la cabeza y todos se volvieron para mirar a Klaus ─Ni idea. Pero el hecho es que su plan chiflado funcionó. Todos vinimos a casa─
Klaus suspiró ─¡En el lado positivo, encontramos a Lisa!─
Ella resopló ─Yay─
─Ya que estamos aquí, salvemos al
mundo─ Cinco frunció los labios.
─¿Ah, si? ¿Qué los tres?─
Cinco asintió lentamente ─Lo ideal sería que no, pero, me tendré que conformar...─
Unos pasos pesados lo interrumpieron, justo cuando Diego pasó corriendo por la puerta y desapareció en otra habitación.
Todos salieron, siguiendo al otro hermano.
─¿Dónde estabas?─ Pregunto Cinco.
─En la cárcel─ Diego jadeó ─Es una larga historia─
─¿Dónde está Luther?─
Lisa asomó la cabeza a la habitación ─No lo he visto desde eta mañana─
El hombre negó con la cabeza ─Que dan días para el fin del mundo, que gran momento para desaparecer─
─Estoy seguro de que podemos encontrarlo, no puede estar muy lejos─ Ella le dijo, pero él resopló, interrumpiéndola.
─Tenemos que irnos. Allison está en riego─
Todos miraron a Diego, sus rostros en blanco.
─Tenemos que encontrarla, entonces─ Klaus finalmente habló.
Lisa miró a su alrededor ─¿No deberíamos buscar a Luther? Quiero decir, si se supone que todos deben luchar juntos contra esto─
─Creo que sé dónde está─ Klaus salió por el pasillo, nadie lo siguió de inmediato, excepto Lisa.
Ella corrió tras él y se puso a caminar junto a él.
Él le sonrió mientras subían las escaleras de dos en dos ─Tú eres la única que me cree─
Ella se encogió de hombros ─Nunca antes había tenido a nadie en quien creer─
─Awwww, Lisa─ Él se rió entre dientes, con los ojos brillantes ─Sabes, cuando todo esto termine deberías vivir aquí. Con todos nosotros─
Llegaron al piso principal.
─¿Crees que todos se quedarán?─
Los pasos resonando detrás de ellos dejaron en claro que los otros dos los estaban siguiendo, Klaus la miró ─Me quedaré aquí y estoy seguro de que Cinco considerará que parece un niño pequeño─
─¡Oye!─ Cinco soltó ─Puedo oírte─
Lisa se volvió y le dedicó una sonrisa ─Bueno, no se equivoca. Los niños pequeños no pueden ser propietarios de casas ni pagar impuestos─
Caminaron afuera, hacia el auto que Diego había conducido desde su última excursión juntos.
Al menos esta vez Cinco estaba consciente y toda su sangre no salía de su cuerpo.
─Yo manejare─ Cinco dijo al llegar a la puerta, pero Diego le dio una bofetada.
─Los niños viajan en la parte de atrás─ Él dijo.
Lisa ya estaba sentado en la parte de atrás, viendo a los dos hermanos discutir.
Finalmente, Cinco se rindió y ahora estaba explorando junto a ella, resopló sacudiendo la cabeza cuando el auto arrancó y giraron hacia la carretera principal.
─¿Qué tiene de malo sentarse aquí?─ Ella lo
miró ─¿O huelo o algo así?─
─Hueles bien, Lisa─
─Era broma─ Klaus llamó desde el asiento del pasajero ─Tu sentido del humor es una mierda, hombrecito─
─Si me llamas hombrecito una vez más no dudaré en tirarte de este coche─
─Nunca podrías levantarme─
Lisa resopló ─No se equivoca. Tienes brazos de gallina o fideos─
Cinco puso los ojos en blanco ─¿Allison está en peligro y ambos se están burlando de mí?─
Klaus se giró en su asiento para mirar a su hermano y asintió con la cabeza ─Sí, eso es exactamente lo que estamos haciendo─
Ella asintió con la cabeza, esperando mientras Cinco apretaba y aflojaba su mandíbula.
Lisa se echó hacia atrás, anunciándola afuera, aunque no fuera mucho. Solo los edificios contemplan el paisaje que parecía abandonado y las calles llenas de basura mientras atravesaban la ciudad.
─¿Dónde crees que está Luther?─
─Un bar. Es el único que conoce, se lo mostré cuando éramos niños─ Klaus respondió.
─¿Y crees que lo recuerde?─
─Girar a la derecha─ Klaus se inclinó hacia adelante ─Izquierda. Aquí, detente─
Diego se detuvo y estacionó el auto, todos salieron y miraron hacia el edificio. Parecía pequeño y el letrero que tenía escrito su nombre estaba tan oxidado que no se podía leer.
Todos entraron y vieron a Luther sentado solo en una mesa cerca de la parte de atrás.
El bar estaba terriblemente tranquilo, pero recordó que era temprano en la tarde y la mayoría de la gente no bebía como si su vida dependiera de ello antes de las seis.
─Miren─ Klaus lo señaló como si nadie lo hubiera visto ya, hizo un puchero caminando hacia él ─Curando la resaca, ¿con cerveza?─
Lutero le dio poca importancia ─Déjame en paz─
Diego pasó junto a Klaus y se sentó a su
lado ─Denos un minuto─
Lisa retrocedió hacia el frente, se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos. Cinco estaba junto a ella, con las manos en los bolsillos mientras Klaus rebotaba sobre las puntas de sus pies.
─¿Crees que ayudará?─ Ella cuestionó.
─Si Allison está en juego, hará cualquier
cosa─ Cinco respondieron ─Él cree que nadie se da cuenta, pero no somos idiotas. Bueno, quizás Klaus─
─Oye─
─No es un idiota─ Lisa frunció el
ceño ─Simplemente no es el mejor tomador de decisiones─
─¡Yah! Gracias, Lisa. Eres tan dulce─
Ella se rió ─Vaya, gracias─
Cinco solo puso los ojos en blanco, concentrándose en Diego y Luther sentados en la mesa.
Ella se quedó en silencio y observó también, Diego les devolvió la mirada y luego Luther miró antes de que su rostro decayera.
─Supongo que mencionó a Allison─ Ella susurró.
Y tenía razón, porque Luther se levantó y empujó la silla hacia atrás.
Corrió hacia la puerta principal, lo siguieron de cerca mientras luchaba con la puerta. Lisa saltó hacia atrás cuando arrancó la cosa de sus bisagras y cayó hacia ella.
Cinco la agarraron del brazo y la apartaron de un tirón, ella le dio las gracias en silencio mientras regresaban al coche.
─Yo conduzco─ Dijo Cinco arrebatándole las llaves a Diego, tirándose al volante.
─¿Quieres ir adelante?─ Klaus le preguntó a Lisa, pero ella negó con la cabeza.
─No cuando el está conduciendo─
Luther lo tomó en su lugar, y los demás se apretujaron en la parte de atrás.
Lisa consiguió un asiento junto a la ventana con Klaus empujado contra ella, aparentemente Diego no era un fanático de compartir espacios y asumió que lo era.
Condujeron en silencio, y Luther tardó casi diez minutos en encontrar la dirección a la que Allison le había enviado un mensaje. Aparentemente pensó que estaban en su cabaña en el bosque, y luego Lisa pensó en señalar que era una película de terror.
Y cómo todo lo que estaba escuchando sobre este tipo Leonard gritaba enredadera que rezaba por los niños pequeños.
─¿Ya casi has llegado?─ Luther preguntó desde el asiento del pasajero.
─No lo sé─ Cinco respondieron.
Luther miró del parabrisas a su hermano ─¿Hey puedes ir más rápido?─
─Si me preguntas de nuevo, te quemó con un encendedor─
Luther guardó silencio, pero treinta minutos después subieron por un camino de tierra y aparcaron frente a una cabaña de troncos.
Lisa fue la primera en salir, algo pesado se posó en el aire.
─Algo no está bien─ Ella gritó mientras subía corriendo los escalones, la puerta se abrió y cuando entró jadeó, una mano volando a su boca.
Luther corrió detrás de ella, pasó a empujones y cayó al suelo junto a Allison.
Allison cuya garganta fue cortada, sangrando abundantemente sobre su camisa y cayendo al suelo.
Estaba haciendo ruidos de asfixia mientras sus manos intentaban desesperadamente detener la hemorragia, con los ojos abiertos como platos.
─No no no─ Luther murmuró a su lado.
Klaus entró a continuación, mirando a su hermana, seguido por Cinco, quien quedó boquiabierto ante la vista.
Lisa se estremeció ─Tenemos que llevarla a un hospital─
Luther estaba llorando cuando la levantó en brazos, acunándola contra su pecho.
─No iremos al hospital─ Diego dijo mientras salían corriendo de la cabaña ─Harán muchas preguntas─
Luther se sentó en la parte de atrás ahora, sosteniendo a Allison.
Diego se sentó a su lado, observándola con atención.
Klaus y Lisa estaban apretados juntos en el asiento del pasajero, ella rezó para que ningún policía los detuviera.
─Ese bastardo─ Klaus murmuró sacudiendo la cabeza, sus ojos estaban llorosos.
─Él va a pagar─ Cinco metió la llave en el motor y rugió a la vida, dio la vuelta al auto y aceleró de regreso al camino de tierra.
La pierna de Lisa rebotó hacia arriba y hacia abajo mientras conducían en silencio, el único ruido provenía de Allison mientras hacía ruidos de asfixia y de Luther mientras sollozaba.
❪ ── ᛫ ∘ . ☺ ⇄ ☻ | ☂︎ | ◷ ⇄ ✓ . ∘ ᛫ ── ❫
Cinco se detuvo cuando llegaron a la Academia y sacaron a Allison, Luther estaba en pánico.
─¡Creo que esté respirando!─
Lisa salió y subió corriendo las escaleras con Klaus, manteniendo abiertas las puertas.
─Si no la llevamos arriba, morirá─ Diego gritó mientras Luther se deslizaba por la puerta, sin dudar en subir las escaleras de dos en dos.
─¡Grace!─ Lisa gritó mientras se arrastraba detrás del grupo ─¡Pogo!─
Grace vino de la nada desde en el segundo piso, deteniéndose en seco cuando sus ojos se posaron en la garganta desgarrada de Allison.
La mujer recuperó la compostura y corrieron hacia ella, conduciendo al grupo a una habitación y le dijeron a Luther que la pusiera en una cama.
Grace colocó un delantal de plástico sobre su ropa cuando Pogo saltó dentro, con la cara caída mientras miraba a Allison.
─Sufrido una laceración grave en la
laringe─ Grace anunció ─¿Quién le puede dar sangre?─
Pogo estaba al lado de Lisa.
─Yo lo haré─ Todos los chicos dijeron al mismo tiempo.
Pero Luther miró a sus hermanos mientras se arremangaba ─Yo se la daré─
Pogo levantó una mano ─Me temo que es imposible, amo Luther. Tu sangre es más compatible con la mía─
Klaus asintió ─No te preocupes ah, yo lo haré fortachón. Adoro las agujas─
─Amo Klaus tú esta sangre, cómo lo digo, muy contaminada─
─Muévete─ Diego dio un paso
adelante ─Pínchame─
Pero en cuanto Grace se volvió hacia él con un gigante aguja se desmayó, y Pogo suspiró.
─Puedo hacerlo, si lo necesitas─ Lisa miró a Grace, pero la mujer sacudió la cabeza.
─Hazlo─ Pogo dijo dándose la vuelta ─Todos los demás síganme─
Luther protestó, pero terminó siguiendo a todos, a lo que todos tomaron caminos separados.
Klaus desapareció en su habitación y Luther se marchó furioso.
Diego aún estaba inconsciente y ella se dio cuenta de que lo habían dejado atrás.
Cinco estaba parado torpemente al lado de Lisa, su pie golpeando el suelo.
─Tenemos que encontrar a ese hombre─ Ella se volvió hacia él ─Y tenemos que hacerlo pronto─
─Encuentra a quien puedas de nuevo y encuéntrame en la sala de estar. Reunión familiar─
Lisa abrió la boca para protestar, pero ya estaba en el pasillo y se había ido.
Frunció los labios, decidiendo ir primero tras Klaus. Su habitación era la más cercana y lo que encontró fue a Klaus llevándose una mano a la mejilla y mirando con los ojos muy abiertos a la nada.
─¡Lisa!─ Él exclamó cuando la vio ─¡Fue como Patrick Swayzeed en la peli!─
Lisa miró hacia donde estaba mirando, y no había nada allí. Fue entonces cuando recordó a Ben, el único que él podía ver.
─¿Cómo lo hiciste?─
─No lo sé─ Parpadeó, sin ver que la boca de Klaus se movía, pero escuchó una voz de todos modos.
─Uhm─ Murmuró mirando a su
alrededor ─¿Escuchaste eso?─
─¿Escuchar que?─
─¿No escuchaste eso?─
─No─
─Oh─ Los labios de Klaus formaron una línea recta ─Ben dice hola─
Ella se rió ─¿Y dónde está ahora?─
Señaló hacia la ventana, Lisa dio un paso hacia adelante y se enfrentó a ella, esperando que ella lo estuviera mirando.
─¿Puede oírme?─
─Sí─
─Hola, Ben─ Ella saludó en el aire ─¿Cómo estás?─
Klaus puso los ojos en blanco ─No estoy diciendo eso─
"¿Decir qué?"
─Dice que está bien, ya sabes, por estar
muerto─ Suspiró ─¿Querías decirme algo?─
─Ignora a Klaus, solo está siendo un idiota─
Las cejas de Lisa se fruncieron mientras miraba a su alrededor, escuchando la voz de nuevo.
─Escuchaste eso, ¿verdad?─
─¡¿Escuchar que?!─
Ella negó con la cabeza ─No importa. Cinco quiere que todos estén en la sala de estar para discutir lo que haremos a continuación─
Lisa giró y se fue, escuchando sus pasos detrás de ella mientras bajaban las escaleras. Podía escuchar la voz de Diego flotando desde la sala de estar, seguida por Luther y Cinco.
─Encontré a Klaus─ Dijo saltando a la sala de estar, su vestido rebotando detrás de ella.
Recibió miradas de todos ellos, y Cinco le lanzó una mirada extraña ─¿Klaus compartió sus drogas contigo?─
Ella negó con la cabeza ─No. ¿Por qué lo preguntas?─
─¿A quién le importa?─ Espetó Diego ─El infeliz casi mata a Allison, sigue haya afuera con Vanya─
─¿No estabas inconsciente? ¿Le sacaron algo de sangre?─
Diego miró furioso ─Sí, lo hicieron─
─Hay que ir tras el─
Luther asintió concordado, ignorando a todos, pero Cinco tenía otros planes.
─Vanya no es importante─
Las cejas de Lisa se fruncieron mientras lo miraba ─Woah─
─Hey, es tu hermana─ Diego la
interrumpió ─Eso es cruel, hasta para ti, Cinco─
El niño negó con la cabeza ─No estoy diciendo que ella no me importa, pero si el mundo va acabar hoy, ella morirá igual que el resto de la humanidad─ Concluyó ─Harold Jenkins es nuestra prioridad─
─Es cierto, andando─
─No cuenten conmigo─ Klaus bostezó
─Pero Klaus─ Lisa comenzó, pero él la interrumpió.
─Ósea, no se ofendan, ni nada─ Se acercó y se dejó caer en un sofá, se reclinó mirando al resto de ellos ─Es que siento que esto es demasiada presión para mi nueva sobria, así que─
Diego negó con la cabeza ─Vas a venir─
─No no no─ Klaus señaló con el dedo ─Miren todos sabemos que mis poderes son básicamente inútiles. No haría otra cosa que estorbarlos─
─El mío también es inútil─ Lisa intervino ─Y estoy ayudando─
─Klaus, arriba─
Diego lo fulminó con la mirada, sacando un cuchillo de su cinturón.
─No pueden obligarme─
Diego arrojó el cuchillo, que se curvó, lanzó aire y aterrizó justo entre las piernas abiertas de sus hermanos.
Klaus se estremeció, mirando el cuchillo que sobresalía del sofá. Lentamente se puso de pie, asintiendo con la cabeza.
─Aunque, un poco de ejercicio no me haría mal─
─Sí─ Diego chasqueó la lengua, sacándolos a todos.
Todos lo siguieron fuera de la habitación, todos excepto Luther ─Me quedaré con Allison. Quiero estar allí cuando se despierte─
Lisa se encogió de hombros, empujó a Diego y se dirigió hacia la puerta principal.
Honestamente, no le agradaba Luther.
Ella trató de hacerlo, pero siempre que se portaba bien, él se mordía con sus propios problemas y rabia.
No le dio una oportunidad cuando ella trató de darle una, para ella él era solo un gran imbécil en ese momento.
Además, probablemente era mejor que se quedara con Allison de todos modos, especialmente si lo que ella escuchó era cierto y que ambos se querían.
Caminó el vals hasta el coche y se sentó en el asiento del conductor, sonriendo abiertamente al ver que la puerta estaba abierta.
Un golpe sonó en la ventana y ella se volvió y vio a Diego mirándola con el ceño fruncido.
─¿Qué crees que estás haciendo?─
─Conduciendo─
La puerta del pasajero se abrió y miró para ver a Cinco entrando, arrojándole las llaves.
─¿De dónde las sacaste?─ Diego bufó, mirando a su hermano.
Cinco solo se encogió de hombros y señaló el asiento trasero donde Klaus ya estaba.
Él frunció los labios, pero con un movimiento de cabeza estaba dentro.
Lisa puso las llaves y el motor rugió a la vida, ella sonrió, finalmente conduciendo de nuevo después de años.
Cinco se inclinó y susurró ─Sabes conducir, ¿verdad?─
Ella asintió con la cabeza ─Sí, lo sé. Pero por qué que te importa, si choco podrías parpadear y desaparecer, estarías bien─
Salió del estacionamiento y se alejó por la
calle ─¿A dónde vamos?─
─¿No sabes a dónde vamos?─ Klaus se inclinó y miró a Lisa.
─A casa de Jenkins. No estaban en la cabaña, así que debieron haber ido allí─
Diego intervino ─Vanya cree que está a salvo con él, sin duda ahí es donde están─
Lisa asintió y giró a la derecha.
La casa del hombre no estaba muy lejos de aquí, solo vivía en las afueras del centro.
─¿Recuerdan el nombre de Harold
Jenkins?─ Ella preguntó ─Quiero decir, tuvo que haber vivido o le hicieron algo para convertirse en un psicópata─
─No recuerdo nada. Fue hace tanto
tiempo─ Cinco admitió ─Conocimos a tanta gente en ese entonces, todos son rostros borrosos en algún momento─
Ella se encogió de hombros ─Apuesto a que fue Luther─
Una risa escapó de Klaus ─Sabes qué, probablemente ella tiene razón. Su ego no ha cambiado, probablemente creció cuando el también lo hizo─
Diego resopló y Lisa sonrió mirándolo a través del espejo.
No estaba segura de si a él tampoco le agradaba, pero estaba haciendo el proceso.
Tal vez finalmente aceptó que ella estaría aquí ayudando, una forastera de la que no estaba seguro.
Los únicos a quienes pensó que les agradaba eran Cinco, Klaus y Allison.
Supuso que Vanya la odiaba, considerando que la última vez que vio a la mujer, Lisa estaba en una reunión familiar mientras que ella no.
─Déjalo aquí─ La voz de Cinco la sacó de su propio pequeño mundo, asintió y giró a la izquierda.
Se detuvo frente a la casa y estacionó el auto, no había ningún vehículo en el camino de entrada y la puerta de entrada donde Diego se había arrojado todavía estaba intacta.
─¿Estás seguro de que han vuelto?─ Ella preguntó saliendo del auto ─¿No arreglaría la puerta?─
─Demasiado tiempo que perder después de un intento de asesinato─ Diego llamó mientras subía corriendo los escalones del porche.
Lisa estaba detrás del grupo mientras todos se amontonaban en la casa, Diego ya estaba arrodillado en el piso del comedor cuando finalmente pudo ver lo que estaba pasando.
─¿Es él?─ Preguntó, haciendo una mueca al verlo.
─Sí─ Diego murmuró.
Harold Jenkins estaba acostado de espaldas en la mesa del comedor destrozada, cualquier cosa afilada o que pudiera empalar a alguien se le clavó en el pecho.
Quería vomitar, pero ahora no era el momento.
Ella miró a su alrededor ─Todo aquí está destruido. Parece que un tornado pasó por este lugar─
Diego se puso de pie ─Vamos antes de que llegue la leí─
─Esperen─ Cinco lo pasó rozando y sacó algo de su bolsillo, se arrodilló donde Diego acababa de estar y le quitó un vendaje que cubría el ojo de Harold.
Klaus hizo un sonido de arcadas ─Ugh, wow─
Cinco sostuvo un globo ocular en su mano y se metió en la cuenca del ojo vacía, Lisa se encogió mirando mientras miraba más de cerca.
─Mismo color, mismo tamaño─ Él les
miró ─Chicos, es este, el ojo que encontré hace décadas, al fin hallé a su dueño─
─A él había que matar para impedir el apocalipsis─ Dijo Diego.
Klaus sonrió, alejándose del muerto ─¡Vamos!─
─No, no. Alto, espera. No puede ser tan
fácil─ Dijo Cinco.
Diego negó con la cabeza.
Cinco miraron furiosos sacando algo más de su bolsillo, era un trozo de papel desmenuzado y lo agitó en todas sus caras ─Esta es la nota de a la Comisión que intercepte─ Señaló la tinta ─La que dice 'Proteger a Harold Jenkins' alías Lenard Peabody─
Lisa frunció el ceño ─Sí, pero ¿quién lo asesino? ¿Quién lo hizo?─ se calló, agitando una mano en dirección a Harold.
Klaus chasqueó la lengua ─Tengo una idea loca, muy loca. ¿Por qué no buscamos a Vanya y le qué nos diga qué pasó?─
─Si Vanya huyó de este idiota, quizá regresar a la Academia─ Diego estuvo de
acuerdo ─Deberíamos irnos ahora, antes de que venga la policía─
Lisa asintió con la cabeza cuando Diego se acercó a ella y le quitó las llaves de las manos.
─Ahora yo estoy conduciendo─ Él le guiñó un ojo antes de desaparecer con Klaus por la puerta principal.
Cinco fue a seguirlo, pero ella lo agarró por la chaqueta y tiró de él hacia atrás.
─¿El ojo?─
─Cierto─ Asintió caminando hacia atrás y arrodillándose junto al hombre muerto nuevamente, se arremangó y luego se detuvo, mirando de nuevo a Lisa ─¿Le gustaría hacer los honores?─
Sus ojos se abrieron ─¿Honores?─
─Sí. Sacar el ojo─
Ella negó con la cabeza.
Se encogió de hombros y lo sacó él mismo, lo sostuvo con dos dedos y saltó, sosteniéndolo mientras caminaba hacia ella.
─¿Quieres sostenerlo?─
La cara de Lisa se arrugó ─Estás loco─
El chico envolvió el ojo y lo guardó en su bolsillo, caminó junto a ella, rozando su hombro con el de ella y soltó una pequeña risa.
─Le agradas─
Lisa lo vio irse, con la mente acelerada.
Entonces recordó la escena que acababa de pasar y salió corriendo de la casa, prácticamente tirándose al auto.
─Vamos, por favor─ Diego la miró a través del espejo ─Nos íbamos a ir sin ti─
─No lo harías─ Lisa dijo igualando su
mirada ─Te estoy empezando a agradar─
Se alejaron de la casa y él le dedicó una pequeña sonrisa ─Maldición─ Murmuró.
・.❑────・.𝖽 𝗂 𝗑 𝗌 𝗐 𝖺 𝗒.・────❑.・
HOLA !
Noveno capituló y penúltimo.
Y aquí estoy hablándote de nuevo para decirte que votes, enserio entiendo a tú madre, esta dice y dice algo y no lo haces, así que al parecer tengo que recurrir a esto...
Si votas y comentas...Shakira va andar con Chris o Henry ❦
Publicado el: 10/04/21
Editado el : 02/01/22
10451 palabras
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top