Volumen Uno
APOCALYPSE SUITE
Capítulo 𝟏.𝟎𝟒

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I like your name

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Me gusta tu nombre

━━━ LOS QUE ESTABAN EN LA CASA ayudaron a Lisa, especialmente después de que Cinco les gritara a varios de sus hermanos que la ayudaran.

Allison fue la primera en verla mientras caminaba penosamente por la casa, Cinco detrás de ella. Los ojos de la mujer se agrandaron antes de cambiar para mirar a su hermano.

─¿Qué diablos le hiciste?─ Allison gritó ayudándola a entrar ─Ella está contigo un día y medio y ya has─

─Guárdalo─ Cinco dijo pasando junto a un confuso Klaus que se tropezó en el
vestíbulo ─Arréglala. Todavía necesito su ayuda─

Lisa resopló mientras desaparecía en otra habitación ─¿Alguien puede
ayudarme?─ Preguntó finalmente, viendo a los dos hermanos mirándose el uno al otro.

Pogo entró, el bastón golpeando contra el suelo, sus ojos se dirigieron rápidamente a Allison que estaba agarrando su brazo y Klaus que comenzó a burlarse de la mujer.

─¿Qué estas esperando?─ Pogo exigido ─Llévala arriba─

Lisa estaba agradecido cuando finalmente la llevaron arriba y dentro de una habitación grande, pero estaba menos agradecido cuando la hicieron acostarse en una cama, haciendo que Pogo se inclinara sobre ella con lo que parecían unas pinzas largas.

─Necesitamos sacar la bala─ Él le dijo ─Intenta quedarte quieta─

─La abrazaré─ La voz de Allison intervino y realmente la sujetó.

Lisa observó mientras otra mujer tomaban un par de tijeras y comenzaban a cortarle la camisa.

─Hey-ey─ Los ojos de Lisa se abren ─¿Qué diablos estás haciendo?─

─Necesita sacarla─

Ella se encogió de hombros arrancando la tela de su hombro, pero la camisa estaba arruinada.

Se lo había cortado por la mitad y no le gustó el repentino escalofrío que sintió.

Lisa trató de soltarse de su agarre, pero ella la sujetó con una mano y deslizó la sábana de tela debajo de ella.

La mujer era mucho más fuerte de lo que Lisa suponía, pero empezó a hablar mientras la bala comenzaba a salir de su hombro.

─Estarás bien, ¿De acuerdo?─ Le dijo y ella tratando de ignorar el hecho de que estaba sin camisa

─Muy reconfortante─ Dijo ella estaba sangrando sobre la cama cubierta de plástico.

Allison se rió entre dientes ─¿De verdad eres uno de nosotros?─

─Eso me dijeron─

Podía sentir el metal en su hombro mientras la herramienta cavaba debajo de su carne, le tomó todas sus fuerzas no gritar de dolor, pero se mordió la lengua para ayudar.

Lisa respiró hondo, una vez más deseando no haberse quedado nunca en esa estúpida tienda de donas.

─La tengo─ La voz de Pogo hizo eco y volvió a abrir los ojos mirando el pequeño objeto que la había traspasado.

Ahora, el otro problema que estaba surgiendo era la sangre que aún salía del agujero.

─Vamos a aplicar presión─

Lisa frunció el ceño ─Odio esto─

Allison solo se rió entre dientes de nuevo, a pesar de lo que estaba viendo desarrollarse frente a ella.

─Bienvenida a la─ Comenzó Allison pero no logró terminar.

─No soy parte de esta estúpida academia─ Interrumpió Lisa con un resopló, estremeciéndose cuando el líquido entró en la herida y una sensación de ardor se apoderó de ella.

─No soy buena en esta mierda, ¿De acuerdo? Hemos aprendido esto de esta noche─

─Sí, sobre eso. ¿Dónde estaban ustedes dos?─

─En ningún lugar─

La mujer frunciendo el ceño, todavía sosteniendo a la chica más joven con todas sus fuerzas ─No puedes decirme que no estabas en ninguna parte─

─¿Sabes siquiera mi nombre?─ Lisa volvía interrumpir preguntando, sabiendo la respuesta a eso cuando salió de su boca.

Allison la miró fijamente, su rostro inexpresivo.

─No lo creo. Así que deja de actuar como si pudieras exigirme respuestas, solo porque puedo hacer cosas como tú, no nos hace iguales, ni cercanas─

─Su nombre es Lisa─

Lisa intentó levantarse para ver quién había entrado, pero reconoció la voz familiar que había hecho comentarios sarcásticos durante todo el camino de regreso a este lugar mientras se desangraba.

─¿Qué estás haciendo aquí, Cinco?─ Allison preguntó ─Considerando que parece que esto es culpa tuya─

─Puedes irte. Yo me quedaré con ella─

─No─ La voz de Allison sonó, su control sobre Lisa se deslizó ─No puedes simplemente regresar a nuestras vidas después de todos esos años y evitar que conversamos. Independientemente de lo que esté planeando, debe informarnos. Eres muy grosero con tu familia─

Pogo hizo un ruido en voz baja, Lisa miró y le dio una sonrisa a pesar de la presión que estaba ejerciendo sobre su hombro.

Observó cómo él colocaba un papel de acolchado y lo adhería a su piel. Lentamente comenzó a salir de la habitación.

─La señorita Lisa necesita descansar, Sr. Cinco. Déjela en paz, al menos por esta noche─

─Entendido─ Cinco respondieron viéndolo irse, la puerta se cerró con un clic detrás de él.

Lisa se movió hacia arriba, balanceando sus piernas sobre el costado de lo que fuera que se puso y saltó.

─¿Adónde vas?─

─Saldré de aquí─ Ella le dijo: ─Y buscaré una camisa─

─Aquí─ Dijo quitándose la chaqueta, ella la miró con curiosidad bailando en sus ojos.

Además, oró para que si lo tomaba, le quedara bien.

─Tómalo. No quisiera que nadie te interrogara en el pasillo─

Lisa vaciló pero lo tomó, se lo encogió de hombros con cuidado y afortunadamente encajó.

─Gracias─ Ella le dijo que alcanzó el pomo de la puerta, abrió la puerta y salió al pasillo cuando escuchó a Cinco toser.

Se volteó para verlo mirándola, con el ceño fruncido en su rostro joven.

─Lamento lo que pasó en la tienda─

Lisa se encogió de hombros, aunque no parecía alguien que se disculpara muy a menudo.

─Está bien. Todavía estoy aquí, ¿No?─

Sacudió la cabeza negando con una pequeña sonrisa ─Lamentablemente lo estas, Lisa─

Lisa se encogió ─¿Por qué siempre dices mi nombre?─

A ella le pareció extraño que él hiciera eso. Nadie más dijo el nombre de alguien tanto como él en las conversaciones. Ni siquiera podía recordar la última vez que lo había llamado Cinco en su propio lado de la conversación, aparte de preguntar por qué demonios su nombre era un número.

Se quedó en silencio de nuevo, y ella pensó que había terminado de hablar con ella cuando se encogió de hombros una vez más y frunció los labios.

─Supongo que me gusta el nombre─

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Lisa corrió por los pasillos, buscando el ático. La casa era tan grande que se había olvidado de adónde ir. Los pasillos se ramificaron al azar y algunos terminaron abruptamente.

Este lugar empezó a parecer menos un hogar y más una prisión.

Hizo un giro brusco y giró cuando algo se estrelló contra su hombro. 

─Oh, Dios mío, lo siento mucho─

Lisa miró hacia arriba para ver a una mujer, otra persona que no había conocido desde que entró por primera vez a esta casa hasta ahora. 

La mujer era baja y menuda, su rostro estaba pálido y parecía como si solo quisiera irse. 

─Está bien─ Lisa fue a marcharse cuando sintió que se avecinaba una pregunta. 

─¿Quién eres tú?─ La mujer preguntó ─¿Y por qué estás usando...?─ Lentamente señaló la chaqueta.

─Soy Lisa─ Lisa dijo ─Y una larga historia. De hecho, estoy en camino de encontrar una camisa─ Ella despegó, dolorido en el hombro mientras se dirigía a otro pasillo ─Espera─ Lisa se detuvo y se volvió, mirando a la mujer mirar por el pasillo ─En realidad, ¿Sabes dónde está el ático?─

─Si- estás, um, yendo por el camino
equivocado─ Ella le dijo haciendo un gesto para que la siguiera ─Puedo mostrarte. Quiero decir, si quieres─

Lisa sonrió ─Eso sería genial─

Comenzaron a caminar de regreso por donde ella había venido, incluso pasando por la habitación de donde Lisa había salido. 

Mientras pasaban, ella echó un vistazo a la habitación y vio a Cinco todavía de pie en el mismo lugar en el que lo había dejado, pero esta vez estaba de espaldas a las puertas. 

Luego giraron a la izquierda y luego a la derecha. Siguió a la mujer por dos tramos más de escaleras y hasta otro rellano.

─¿Vives aquí también?─ Lisa preguntó finalmente, harto del incómodo silencio. 

─Lo hice, si─ 

─¿También eres hermana de todos los demás?─

─Sí─

Lisa resopló ─¿Hay siete de ustedes?─

Las mujeres la miraron ─Seis en la Academia Umbrella. Simplemente nunca pasé de corte─

─¿Simplemente te dejaron fuera de esto?─ Ella preguntó ─Eso es terrible─

─Sí, bueno. No soy como ellos, así que no había nada que pudiera haber ayudado─

Asintió lentamente ─¿Qué número eres?─

─Siete─

─Eso también es terrible, que su padre los haya enumerado─ Se mordió el labio ─¿Hay más miembros de la familia con los que pueda encontrarme?─

─¿Has conocido a Allison? ¿O a Luther?─

Lisa asintió ─Sí─

─¿Klaus? ¿O Diego?─

─Sí. Son personas muy interesantes, especialmente Cinco─ Ella se rió entre
dientes ─Pero, lo siento, no se tu nombre─

─Vanya─

Se acercaron a la familiar escalera polvorienta y Lisa comenzó a subir ─Gracias por ayudarme─

─No es un problema─

Lisa miró hacia atrás para ver a Vanya alejarse, la mujer desapareció en una habitación lejana. 

Subió las escaleras y corrió hacia la caja de ropa olvidada. Hurgando en ella, encontró muchas prendas de aspecto vintage, pero finalmente se encontró con una camisa gris lisa. 

Lisa se encogió de hombros y se quitó la chaqueta y se colocó la camisa nueva por la
cabeza. Rebuscó en la caja y encontró un suéter con cremallera, se lo puso con cuidado ignorando los pocos agujeros esparcidos por el frente. 

Ella bajó las escaleras una vez más, golpeándose el hombro con la barandilla. 

Ella gritó pero continuó, recordándose a sí misma que debía tener cuidado.

Parecían colgar grandes retratos enmarcados en todos los pasillos, todos variando en eventos, pero el mismo grupo de niños era siempre el centro de atención. 

Un anciano estaba de pie en el fondo de uno, con la cara seria mientras miraba a la cámara. No se veía bien, pero su brazo rodeaba a uno de los niños de manera protectora. 

─Pensé que estarías en el ático─

Se volvió para ver a Cinco, sacó la chaqueta que tenía en la mano y vio cómo la tomaba y se la volvía a poner. 

─Vanya me mostró de nuevo donde era. Me perdí─

─Por supuesto que sí─ Pasó junto a
ella ─Vamos─

Lisa puso los ojos en blanco y con un bufido, lo siguió. 

Caminaron todo el camino de regreso al piso con todas las habitaciones, ella supuso que se dirigían a la de el. Que, lo era. 

Lisa lo siguió mientras tomaba a Delores de una silla y la metía en una bolsa verde, cerrándola con fuerza antes de mirar a Lisa con una sonrisa. 

─Tenemos negocios de los que ocuparnos─

─¿Todavía quieres mi ayuda?─ Preguntó con ojos cansados. 

La sonrisa desapareció de su rostro ─Sí. Deja de preguntar eso─

Salió por la puerta, ella gimió debatiendo si debía seguirlo o no. Pero lo hizo, no tenía nada mejor que hacer. 

─¿A dónde vamos?─

Cinco se detuvo al final de un pasillo y abrió una ventana, se echó el bolso alrededor de los hombros, comenzó a mover las piernas y aterrizó en una escalera de incendios. 

─¡Ya lo verás!─

Lisa se apresuró y pisó con cuidado el rellano, mirando la escalera que se suponía que debía bajar de alguna manera con el hombro. 

─Sabes, se supone que debo estar descansando─

─Si, el descanso es bueno para los débiles─

Ella resopló, agarrando la barra con una mano, maniobrando lentamente por la escalera. 

─Siento disentir─

El silencio se instaló mientras bajaban la escalera, Lisa luchando por no caer y aplastar a Cinco debajo de ella hasta la muerte en el impacto. 

─¿Dónde están las cosas de papá?─ Sonó una
voz ─¡Cierra la boca! ¡Necesito encontrar esa cosa tan valiosa que tiene esa maldita caja, para que Pogo me deje fastidiar!─

─Iba a preguntarte qué estás
haciendo─ Comenzó Cinco ─Pero luego me arrepentí. No me interesa─

Lisa tropezó cuando aterrizó en el suelo, agarrándose al contenedor de basura cercano para estabilizarla.

─Oye, ¿No te dispararon?─ Klaus la miró ─¿No se supone que debes quedarte aquí a
descansar?─

─No, ella está bien─ Cinco respondió.

─No, juro que Pogo nos estaba diciendo...─

─¿Cómo es que prestas atención a las peores cosas, pero cuando tratamos de que hagas algo productivo, te quedas en blanco?─

Klaus solo se encogió de hombros, su mirada aterrizó de nuevo en el contenedor de basura donde estaba parado. Cinco comenzaron a caminar hacia el final del callejón y ella lo siguió rápidamente.

─Ey, hay formas más fáciles de salir, ¿Sabías?─

Cinco se detuvo y se volvió ─Pero esta involucra, menos conversación. O fue lo que creí─

Klaus dio un paso hacia adelante pero se hundió más en el contenedor de basura.

─Ey, ey, aguarda, ¿Necesitas más compañía hoy? Quizá tenga, un, hueco mi agenda─

─¿No tienes las manos ocupadas?─ Preguntó Lisa.

Estaba claro que estaba buscando algo. 

─¿Oh, esto? No, no. Lo dejaré para otro momento─ Murmuró mirando a su alrededor ─Sólo se me...extravió una cosa es todo─

Lisa miró a Klaus con los ojos entrecerrados mientras le daba un codazo a Cinco a su lado.

─¿Está drogado?─ Le preguntó.

─¡Oh! ¡Lo encontré! ¡Menos mal, aquí
está!─ Klaus gritó, sostuvo medio panecillo en la mano y le dio un gran mordisco. 

Lisa se encogió mientras lo masticaba lentamente, mirándolos. 

─Delicioso─

─Me harte de financiar tus vicios─ Cinco respondieron, asintiendo con la cabeza a Lisa mientras se volvían y continuaban hacia el final del callejón.

─¡Por favor!─ Klaus gritó ─¡Oye, solo quiero pasar un rato con mi hermano!─

Cinco extendió una mano frente a Lisa cuando un hombre salió de una camioneta y desapareció detrás de otro edificio. 

El coche seguía en marcha y señaló el asiento del pasajero. Lisa se apresuró a dar la vuelta, abrió la puerta y se sentó en el asiento. 

Ella miró hacia arriba para ver a Cinco arrojar su bolso en la parte de atrás y empujó la camioneta hacia la entrada. 

─¿Sabes siquiera cómo...?─

─¡Puedo conducir!─ Él espetó ─Tengo 58 años─

Lisa puso los ojos en blanco ─Pareces un niño y tienes la actitud de un viejo amargado─ 

Él la miró ─Técnicamente, solo soy un viejo amargado─

Bajó la ventanilla y extendió la mano ─Entonces, ¿A dónde vamos?─

─Es una sorpresa─

─¿Alguna vez sabré lo que está pasando, antes de que me arrastres contigo?─

Cinco la miró y le dedicó una sonrisa ─No─

Ella frunció el ceño y sacudió la cabeza, solo pensando en qué se había metido de nuevo.

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HOLA !

Vas algo rápido he ya acabaste el cuarto, ya casi a la mitad...

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Publicado el: 25/03/21
Editado el : 03/12/21
2459 palabras

edición 2023