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Min Young se encontraba sentada en uno de los sillones individuales que tenía de decoración su habitación, mientras veía la valija con curiosidad, se ha estado planteando si era buena idea revisar una maleta que no era de su pertenencia.
Han pasado 40 minutos que no ha abandonado la habitación que su hermano se había preocupado por ella y entró a la habitación, ver a su hermana menor en ese estado le surgió curiosidad, porque la mujer se encontraba mirando algo que no estaba al alcance de los ojos de Moon Bin. Al ingresar por completo a la pieza de su hermana pudo observar que la menor estaba viendo la valija en silencio y es por eso mismo que dio un vistazo confundido.
Simplemente que el hombre no entendía porqué estaba mirando su maleta de ese modo hasta que la pelinegra le informó que esa maleta no era de su pertenencia, así mismo como le dijo en el aeropuerto, pero el la había ignorado, y ahora su hermana lo estaba mirando con una sonrisa de orgullo.
Porque ella ha tenido razón y él no, al igual que la mujer que le peleó y asegurado que la maleta era de su jefe.
— ¿Qué es est...?
— ¡No! —gritó la mujer, parándose del sillón y acercándose a la maleta que no le pertenecía.— No tocaremos nada de esta maleta, no hasta encontrar al dueño.
— Pero si encontramos al dueño tampoco podemos tocarla.
— Aish, Binnie. Solo trato de ser razonable en este caso, en este momento mi maleta quizá esté con esa mujer, o mejor dicho, con el jefe de esa mujer. —expesó con temor. Debido a que no quería ni siquiera imaginarse que un hombre mayor se encontraba con sus pertenencias.— ¡Ay, Bin ¡Un hombre tiene mi ropa interior entre sus manos viejas! ¡Esto no me puede estar pasando! ¡¡Yo te dije!!
— ¡Oye, oye! Espera, no fue mi culpa.
— ¡Lo fue! Debiste de creer en mi palabra y no en la de una completa desconocida, yo conozco muy bien mi maleta, yo la compré con el dinero que reuní en la florería y tiene mi propia marca. ¡Por eso estaba muy segura que era mi valija!
Informó con sus ojos bien abiertos y sus brazos moviéndose de un lado al otro con molestia. Porque además de tener su ropa interior y la ropa que usa usualmente, ahí también había guardado el collar que le regaló su padre antes de fallecer y llegar a perder un objeto muy apreciado para ella, le preocupaba más, no quería tener que perder lo único que su papá Moon Woo Do le ha regalado antes de alejarse de sus vidas para siempre.
No obstante, que su hermano no le entienda la ponía de malas y comenzó a ponerse nerviosa, tanto que dejó de hablar y su mirada se encontraba en el suelo, su pecho subía y bajaba reiteradas veces, tanto que noto que su hermana se encontraba en un estado de pánico.
Se quedó mudo, estaba nervioso de verla en ese estado, ya que nunca la ha visto de esa forma, sin embargo, algo tenía que servir de que él sea médico y, entonces, la ayudó a tranquilizarse. El problema que ellos estaban teniendo en la habitación llamó la atención de todos los que vivían en la casa, por eso la tía de ambos y su hermana mayor han ingresado a la pieza.
— ¡¿Qué pasó?!
— E-estoy bien, s-solo... quiero... mi maleta.
— Lo encontraremos.
— ¿Qué sucedió con tu maleta, unni?
Min Young levantó la cara hacia la persona que le ha hablado, entonces, un sentimiento de tristeza inundó todo su pecho, había pasado muchos años desde que no veía a su hermana mayor. Young Dae al ver como su hermana la estaba mirando le fue imposible no acercarse a ella para abrazarla, mientras que pedía que le traigan un poco de agua y se quedaron las dos solas en la habitación.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué te has puesto así?
— En la maleta estaba el collar que me dio papá Woo Do.
— ¿En esa? —señaló, mirando la maleta con una media sonrisa. Min Young asintió y tambaleó su cabeza de la misma manera, confundiendo su hermana.— No comprendo, Min. ¿Sí y no?
— Sí, porque esa maleta no es mía.
— ¿Cómo?
— En el aeropuerto tuve un inconveniente con una mujer, le dije que esa maleta no era suya, que era mía, pero la mujer seguía insistiendo en que la maleta era de su jefe y, entonces, llegó Bin, pero en vez de estar de acuerdo conmigo le dio la razón a la mujer y se llevó mi maleta.
— Tranquila, buscaremos a esa mujer para que vuelvas a tener tus cosas. Mañana iremos al aeropuerto y averiguaremos donde se encuentra esa mujer, que supongo que está de la misma manera que tú. Pero ahora relájate. ¿Si?
La mujer de anteojos asintió, no era buena idea que se encuentre en ese estado, debido a que la última vez en que ha tenido un ataque de pánico no acabó muy bien. En esa noche no pudo dormir bien y menos alimentarse, mientras tanto el hombre que había perdido su maleta se encontraba cenando en un restaurante con su familia, donde lo felicitaron por gran progreso y restaurar lo que su madre Ha Young arruinó en su momento.
Pero Min Ho no estaba tan feliz que digamos, que, por eso mismo se fue del restaurante lo antes posible, con la excusa de que su madre lo estaba molestando demasiado para que se case con Jisung lo antes posible para formar una familia, según la señora Lee Su Min su hijo ya estaba entrando en la edad en la cual debería de tener una familia completa y feliz. Cuando el hombre llegó a su casa lo único que pudo hacer fue darse una ducha y ponerse su pijama para acostarse en la cama, lo único que podía hacer era dormir y descansar, sabía que su secretaria era un poco imbécil, pero siempre hacia las cosas cómo se le ordenaba y lo hacía bien, tenía esperanzas que Hur Yeon A iba a conseguir la información del dueño de la valija que él tenía.
Solamente que la curiosidad invadió todo el cuerpo de Min Ho, que, por eso se había levantado de la cama, acercándose a la valija que había guardado en su habitación, fue hasta el armario y deslizó la puerta. Estando dentro del closet, prendió la luz y pudo ver frente a él esa misma maleta que era muy parecida a la suya, pero que pudo encontrar una diferencia a su maleta, lo que tenía el hombre era que nunca le sacaba el envoltorio gris a todas las cosas que compraba, por las dudas de que lo estafen o no le guste para devolverlo después y lo que tenía esta maleta era que no tenía esa bolsa.
No quería meter mano en donde no debería, pero quizás esa sea la única forma de conseguir información de quién le pertenecía la maleta. Porque sabía que el aeropuerto no le daría tal información a cualquier persona, era mejor buscar al dueño por su propia cuenta, caminó el pasillo blanco, llegando a la maleta, la cual estaba sobre el espejo de cuerpo completo. Tomó asiento en el suelo, colocando la maleta frente a él, deslizó el cierre y pudo ver la ropa del dueño de la maleta, por demás de que cuando abrió la valija sus fosas nasales se llenaron de un olor muy familiar para él, la maleta olía a flores, pero no eran unas flores cualquiera, sino las de los tulipanes.
— Ay, carajo. —masculló asqueado de sí mismo. Porque se había dado cuenta de que toda la ropa que estaba ahí adentro pertenecía a una mujer.— Parezco un pervertido...
Susurró haciendo una mueca disgustada por él mismo. Aunque no le estaba gustando para nada lo que estaba haciendo, lo tuvo que hacer de todos modos, notó que la parte delantera de la maleta tenía unos cierres y no dudó en abrirlo, metió la mano, sacando un collar, la colocó en su mano izquierda para verla con más claridad y pudo analizarla, el collar era de un color dorado, mientras que tenía un dije en forma de un mundo que se podía ver algunas constelaciones en ellas, empero, notó que brillaba demasiado, a lo cual una idea surgió por su cabeza.
Rápidamente, se levantó del suelo, caminando hasta el interruptor de la luz y apagarla, sus belfos se han separado de inmediato al ver como el dije ha comenzado a brillar, se podía ver todas las constelaciones en las paredes del armario y, entonces, un nombre se podía ver en las paredes decoradas con las constelaciones.
» Moon Min Young. «
Min Ho había fruncido su rostro, porque no sabía quién podría ser esa persona, por demás de que no sabía si el nombre pertenecía al dueño de las maletas o a la persona que se lo ha regalado. En verdad tenía muchas dudas en su cabeza en este momento, pero prefirió guardar todo en su sitio para poder volver a dormir, quizás, mañana tenga la suerte y pueda tener más información de la mujer que tenía su maleta.
Moon Min Young arrugó su cara ante el comentario que le dio su hermana. Moon Young Dae se le había ocurrido la idea de llevar a su hermana menor a su trabajo, tenía muchas ganas de que conociera el lugar en donde se encontraba trabajando, porque esa empresa había sido su sueño desde que era muy pequeña y como su hermana era alguien muy cercana a ella, quería que se encuentra orgullosa de ella misma, no obstante, su hermana sí lo estaba, simplemente que estaba más preocupada en encontrar su maleta que conocer la empresa en la cual trabajaba su hermana.
Young Dae le dijo que se quede un momento en donde estaba porque tenía que hablar con su jefa, debido a que la han llamado, pero la menor lo menos que quería era mantenerse en un lugar en la cual la mayoría de las personas la estaban mirando con esos ojos que te hacían sentir que te estaban juzgando, quizás, la chica de ojos oscuros no era parecida en lo absoluto a como todos ellos estaban vestidos.
Eso la hizo sentir insegura por unos segundos, bajó las escaleras para llegar al primer piso y le envío un mensaje a su hermana informándole que necesitaba tomar un poco de aire.
Suspiró exhausta.
No quería estar más en esa empresa de revistas, no quería escuchar como todos hablaban sobre los chismes de última hora de algunos famosos como de los empresarios más importantes de la ciudad, que eligió abandonar la empresa de su hermana y la avenida en donde se encontraba, cruzó la calle mientras que su cabeza estaba concentrada en todo lo que estaba viendo, tenía que admitir que la ciudad era maravillosa y tenía muchas luces, algo que en su ciudad no había demasiado.
Caminó por unas cuadras más hasta llegar a un hospital, para su suerte se encontraba saliendo su tía con su hermano, Min Young estaba confundida del porqué su tía se encontraba allí, que dio unos pasos más acercándose a los dos.
— Min.
— ¿Tú no ibas a estar con tu hermana?
— Ajá. ¿Qué haces aquí?
— Visitando a tu hermano, le traje un poco de comida.
— ¿Has venido hasta aquí solo por eso?
— Sí, niña. —aseguró. Pasó su mano derecha sobre el brazo de la mujer.— Vayamos por algo de comer, dejemos que tu hermano siga trabajando.
— Mmh...
— Adiós, Min Young. Adiós, samchon.
En todo el transcurso hasta el lugar de comida más cercano ninguna de las mujeres dijo una sola palabra, llegaron a la esquina para cruzar la calle, mientras que están esperando que el semáforo cambiara de luces, la atención de la mujer fue a la calle de enfrente, donde se encontraba un hombre muy concentrado en sus pensamientos, pero lo que le llamó la atención a la mujer fue lo que tenía entre sus manos, estaba muy segura de que es objeto no le pertenecía a él, sino a ella.
Quiso dar un paso hacia adelante, acercándose a él, únicamente que su tía jaló de su brazo para que no cruzara, debido a que las luces del semáforo todavía seguían en rojo y no podía cruzar.
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