«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖽𝗂𝖾𝗓»... [1𝖮]

❝𝗟𝗶𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀❞

Los días transcurrían lentamente, pero el ritmo pausado con el que pasaban se sentía adecuado, como si el silencio en el que vivían Kim y el joven comenzara a llenarse de pequeños gestos y momentos que, sin necesidad de palabras, hablaban por sí mismos. El joven seguía sin pronunciar una sola sílaba, pero Kim había notado algo que lo sorprendía: poco a poco, su compañero parecía imitar ciertos gestos suyos, como si esa fuera su forma de aprender a comunicarse.

Al principio, fue algo tan sutil que Kim no lo percibió de inmediato. Un simple movimiento, como el modo en que se llevaba la mano a la barbilla cuando estaba concentrado, o el pequeño gesto que hacía al levantar una ceja cuando estaba curioso sobre algo. El joven replicaba esos movimientos con una exactitud que rozaba lo extraño, pero sin la intención de burlarse. Era más bien como si estuviera buscando una manera de entender y ser entendido, copiando los comportamientos que veía en Kim, como si fueran un lenguaje propio.

Uno de los momentos más significativos ocurrió una mañana, mientras Kim estaba desayunando. Había estado absorto en sus pensamientos, repasando mentalmente algunas tareas pendientes del día, cuando notó, desde el rabillo del ojo, que el joven había adoptado la misma postura que él. Sus codos apoyados en la mesa, las manos entrelazadas bajo la barbilla, los ojos perdidos en el vacío como si también estuviera inmerso en alguna reflexión profunda. Kim casi soltó una risa, no por burla, sino por la extraña ternura que le causaba esa imagen reflejada.

━ ¿Me estás imitando? ━ preguntó con una ligera sonrisa, sabiendo que no recibiría una respuesta verbal.

El joven lo miró por un segundo, sus ojos parpadeando lentamente, pero no cambió de postura. Era evidente que no entendía por completo lo que Kim había dicho, pero algo en esa mirada dejaba claro que, de algún modo, estaba consciente de lo que estaba haciendo. Kim decidió no darle más vueltas al asunto, aunque la idea de que el joven pudiera estar intentando aprender algo de él lo dejó con una sensación cálida en el pecho. Tal vez no necesitaban palabras, tal vez podían encontrar otras maneras de conectarse.

A medida que pasaban los días, estos pequeños momentos de imitación se hicieron más frecuentes. Si Kim se levantaba a servir agua, el joven lo seguía y hacía lo mismo. Si Kim se inclinaba sobre la ventana para observar el exterior, el chico se colocaba a su lado, adoptando la misma postura, mirando con los mismos ojos inquisitivos. Incluso el modo en que Kim se sentaba en el sofá, con una pierna doblada bajo su cuerpo, fue replicado casi al pie de la letra. Pero, lo más curioso de todo, era que el joven no hacía esto con nadie más, solo con Kim.

Suje, la madre de Kim, observó estos cambios con atención. Era una mujer observadora por naturaleza, y no le pasó desapercibido el hecho de que el joven, aún sin hablar, estaba empezando a crear una conexión única con su hijo. Una tarde, mientras los veía a ambos desde la cocina, mientras Kim intentaba enseñarle a preparar una simple sopa, ella dejó el cuchillo con el que cortaba verduras y se quedó pensando.

━ Parece que te está copiando mucho ━ comentó de pronto, sus ojos fijos en el chico que intentaba, con torpeza pero con dedicación, imitar los movimientos de Kim al cortar unas zanahorias.

Kim, que estaba de pie junto a su madre, le lanzó una mirada rápida antes de asentir.

━ Sí, lo he notado ━ respondió, intentando no distraer demasiado al joven con su conversación ━. No sé por qué lo hace, pero supongo que es su manera de intentar comunicarse conmigo.

Suje dejó escapar un suspiro, pero no era un suspiro de preocupación, sino más bien de comprensión.

━ Es probable ━ añadió, mientras continuaba observando la escena ━. Tal vez esté buscando algún tipo de estructura, algo familiar a lo que aferrarse.

Kim asintió, aunque en el fondo sabía que su madre tenía razón. El chico estaba perdido, aislado en un mundo en el que las palabras no parecían tener cabida, pero había encontrado en esos pequeños gestos una manera de construir un puente hacia Kim. No era suficiente, claro, pero era un inicio. Un pequeño paso hacia una posible comunicación.

La tarde continuó su curso, y aunque el joven no dijo una palabra, su interacción con Kim fue, de alguna manera, más fluida que en días anteriores. Estaba menos rígido, más receptivo, y aunque sus movimientos eran aún torpes y a veces demasiado lentos, había algo en su actitud que indicaba una apertura, como si de a poco estuviera bajando sus barreras.

Cuando la cena estuvo lista, y los tres se sentaron a la mesa, Suje rompió el silencio con una propuesta que tomó por sorpresa a Kim.

━ He estado pensando... ━ comenzó, mientras servía la comida en los platos ━. Tal vez podríamos intentar enseñarle a comunicarse de otras maneras.

Kim levantó la mirada, interesado. Aunque sabía que su madre siempre estaba buscando formas de ayudar, no esperaba que tuviera ya una idea concreta.

━ ¿Qué tienes en mente? ━ preguntó, con un tono que denotaba tanto curiosidad como esperanza.

Suje hizo una pausa para mirar al joven, que comía en silencio, concentrado en su plato como si el mundo a su alrededor no existiera. Luego volvió a mirar a Kim.

━ Dibujos o escritura ━ sugirió finalmente ━. Tal vez no puede hablar, pero eso no significa que no pueda expresarse. Podríamos intentar darle un cuaderno, algunos lápices... ver si es capaz de mostrarnos lo que está pensando a través de imágenes o palabras escritas.

La idea flotó en el aire por un momento, mientras Kim la consideraba en silencio. Era una propuesta sencilla, pero cargada de potencial. Si el joven podía comunicarse de alguna otra manera, aunque fuera a través de dibujos rudimentarios, eso abriría una puerta que hasta ahora había permanecido cerrada.

━ Podríamos intentarlo ━ dijo Kim, tras unos segundos de reflexión ━. No perdemos nada al probar.

Suje asintió, satisfecha con la respuesta de su hijo. Había algo en su instinto que le decía que, de alguna manera, el chico necesitaba una salida, una forma de expresar lo que llevaba dentro, y si las palabras no eran una opción, tal vez el arte, en cualquiera de sus formas, pudiera ser el puente que tanto necesitaban.

Kim, aunque no lo mostrara abiertamente, sintió una chispa de esperanza encenderse dentro de él. Quizá, solo quizá, estaban más cerca de ayudar al joven de lo que habían creído.

Aunque al principio, el joven parecía reticente a la propuesta de Kim, era evidente que no estaba acostumbrado a expresarse de ninguna manera, y mucho menos a través de dibujos. Cuando Kim le entregó el cuaderno y los lápices, los tomó con una torpeza casi infantil, como si estuviera completamente ajeno a la idea de que esas herramientas pudieran servir para comunicar algo. Sus dedos temblaban levemente mientras sostenía el lápiz, y su mirada se mantenía fija en la hoja en blanco, como si esta lo desafiara a plasmar algo que no sabía cómo sacar de su interior.

Kim, paciente, se inclinó hacia él, mostrándole algunos trazos simples. Dibujó un círculo y luego un cuadrado, intentando demostrar que no era necesario un gran talento artístico para expresar algo en el papel. Los ojos oscuros del joven seguían cada movimiento de Kim con una intensidad casi alarmante, pero no se decidió a participar. Parecía haber algo que lo detenía, una barrera invisible que lo mantenía al margen, como si el acto de dibujar lo enfrentara a algo que prefería no recordar. Tal vez miedo a fracasar, o tal vez algo más profundo: una resistencia interna a exponer lo que llevaba por dentro.

Kim no quiso forzarlo. Decidió dejar el cuaderno y los lápices sobre la mesa, cerca del joven, con la esperanza de que, en algún momento, la curiosidad lo impulsara a intentar comunicarse por su cuenta.

━ No tienes que hacerlo ahora ━ dijo Kim con suavidad, sin querer imponer nada ━. Solo cuando te sientas listo. Aquí estarán cuando lo desees.

El joven asintió apenas, su mirada aún fija en la hoja, aunque su cuerpo se mantenía tenso, como si estuviera debatiendo internamente si debía o no intentar dibujar. Kim lo dejó solo, retirándose a la cocina, donde su madre, Suje, ya estaba ocupada con los quehaceres del día.

Mientras ayudaba a cortar algunas verduras, Kim no pudo evitar compartir sus pensamientos con ella, contándole lo poco que habían avanzado.

━ Aún no ha intentado dibujar nada ━ dijo, apoyándose en la encimera y suspirando ━. Pero tengo la sensación de que lo hará. Solo necesita su tiempo.

Suje lo miró con comprensión. Dejó de cortar y se acercó a él, poniendo una mano sobre su hombro de manera reconfortante.

━ Es comprensible que le tome tiempo ━ dijo con calma ━. No sabemos lo que ha vivido ni los miedos que carga. Lo importante es que le estás dando el espacio que necesita para encontrar una forma de expresarse. Eso ya es un gran paso.

Kim asintió, aunque la incertidumbre seguía pesando sobre él. Sabía que estaban avanzando, pero el no saber con exactitud cómo ayudar al joven lo hacía sentirse impotente en algunos momentos.

Esa noche, cuando la casa estaba en silencio y Suje se había retirado a dormir, Kim notó que el cuaderno seguía en la misma posición en que lo había dejado. Sin embargo, había una pequeña diferencia: una de las páginas estaba rasgada. Intrigado, buscó entre los papeles en la basura hasta encontrar el papel arrugado. Lo desdobló con cuidado, revelando lo que parecía un intento de dibujo.

Los trazos eran desordenados, oscuros. Parecía que el joven había presionado demasiado el lápiz contra el papel, hasta casi romperlo. Las líneas se cruzaban unas con otras, creando una imagen que Kim no podía descifrar del todo. Pero en medio del caos, algo se destacaba: una forma, vaga pero reconocible, de lo que parecía ser una cueva. El negro opresivo de los trazos le daba al dibujo una sensación de oscuridad profunda, como si la cueva estuviera cargada de algún significado perturbador.

Kim guardó el dibujo sin decir nada, sabiendo que lo peor que podía hacer era señalarle al joven que había encontrado su intento. El proceso sería lento, pero estaba decidido a no forzarlo.

Los días pasaron, y algo en el joven comenzó a cambiar. Aunque no hablaba, parecía más receptivo a las actividades cotidianas y, cada tanto, cogía el cuaderno cuando creía que nadie lo veía. Al principio, los dibujos eran tan caóticos como el primero: sombras, trazos desordenados, y líneas que no parecían tener un propósito claro. Sin embargo, con el paso del tiempo, las imágenes comenzaron a adquirir algo de estructura. Las sombras seguían presentes, pero ya no dominaban todo el espacio del papel, y algunas figuras empezaban a ser reconocibles.

Una noche, mientras Kim revisaba el cuaderno de forma discreta, descubrió un nuevo dibujo que lo dejó perplejo. Esta vez, el joven había dibujado de nuevo la cueva, pero con más detalles. Frente a la cueva, había figuras humanas, aunque sus formas eran rudimentarias y primitivas. Lo más inquietante era que todas esas figuras estaban vestidas de blanco. A pesar de la simplicidad del dibujo, había algo en las figuras que le generaba incomodidad. Eran inexpresivas, pero parecían estar observando la cueva desde la distancia, como si temieran acercarse.

Kim pasó los dedos sobre la hoja, intentando darle sentido a lo que veía. ¿De dónde provenían esas imágenes? ¿Era un recuerdo, una representación de algún miedo o simplemente una creación de su mente? Nada en los dibujos le resultaba familiar, ni los lugares ni las personas. Todo parecía pertenecer a un mundo que él desconocía por completo.

Esa misma noche, cuando Suje vio el cuaderno, no pudo evitar compartir su preocupación.

━ Esos dibujos... ━ dijo, con el ceño fruncido ━. Son inquietantes. No sé si representan algo que recuerda, pero definitivamente están cargados de significado.

Kim asintió en silencio. Sabía que estaban tocando algo profundo, algo que el joven aún no estaba listo para revelar. Los dibujos eran su única ventana al interior de su mente, pero aún faltaba mucho por comprender.

━ Tal vez lo que necesita es seguir dibujando ━ agregó Suje, con un tono de cautela ━. No lo apresures, pero sigue observando. Quizá esté intentando mostrarnos algo que no puede expresar con palabras.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09