࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮9 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾»... [𝖮9]
❝𝗘𝗹 𝗦𝗮𝗰𝗿𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼❞
El sonido del caos era ensordecedor: árboles cayendo, raíces retorciéndose en busca de presas, y el estruendo de la isla al desmoronarse bajo sus pies. El viento rugía como una bestia desatada, llevando consigo la sensación de que el final estaba cerca. A pesar del caos, Jungkook seguía aferrado al tesoro, como si su vida dependiera de él. La esfera brillaba intensamente, emitiendo pulsaciones que parecían sincronizadas con los temblores de la isla. Cada paso que daba con ella en las manos parecía provocar más destrucción, más descontrol.
Pero lo que realmente perforó su mente no fue el caos de la naturaleza, sino el grito desesperado de Jimin.
━ ¡Jungkook, por favor! ━ rogó, su voz apenas audible por encima del estruendo. Estaba de pie a unos metros de distancia, con el rostro manchado de suciedad y los ojos llenos de lágrimas. ━ ¡No entiendes lo que está pasando! Si no devuelves esa cosa, no quedará nada… ¡ni siquiera nosotros!
El pirata lo miró, su expresión endurecida por la terquedad que había definido toda su vida. Para Jungkook, rendirse no era una opción. Había luchado contra tormentas, hombres armados y sus propios demonios internos para llegar a este punto. Dejar ir el tesoro ahora sería admitir la derrota, algo que su orgullo simplemente no podía aceptar.
━ ¡No voy a soltarlo! ━ rugió, el brillo de la esfera reflejándose en sus ojos. ━ ¡He venido demasiado lejos para irme con las manos vacías!
Jimin dio un paso hacia él, aunque el suelo temblaba bajo sus pies. Su voz, rota pero determinada, se alzó por encima del ruido. ━ No es solo sobre ti, Jungkook. ¡Mira a tu alrededor! ¡La isla está muriendo! ¡Todo esto… todo esto es culpa del tesoro que tienes en tus manos!
Por un instante, las palabras de Jimin perforaron la capa de codicia que nublaba la mente de Jungkook. Sus ojos recorrieron el panorama: los árboles cayendo como gigantes abatidos, las raíces que buscaban destruir todo a su paso, y el cielo, que se había oscurecido tanto que parecía que la noche había caído de golpe. Y entonces, vio a Jimin, luchando por mantenerse en pie mientras una raíz se alzaba detrás de él, amenazando con aplastarlo.
━ ¡Cuidado! ━ gritó Jungkook, sin pensar.
De un salto, se lanzó hacia Jimin, empujándolo fuera del alcance de la raíz. Ambos cayeron al suelo, rodando entre la maleza y el barro. Jungkook respiraba con dificultad, el peso de la esfera todavía en sus manos, pero el contacto con Jimin, la cercanía de su cuerpo tembloroso, le recordó algo que no quería admitir: había más en juego que su ambición.
━ ¿Por qué haces esto? ━ murmuró Jimin, mirándolo directamente a los ojos. Su voz era un susurro lleno de emoción. ━ ¿Qué vas a ganar si no queda nadie para compartirlo contigo?
Jungkook apartó la mirada, su mandíbula tensa. Pero en el fondo, sabía que Jimin tenía razón. El tesoro no era solo un objeto; era una maldición, una sentencia de muerte para todos los que lo rodeaban.
El pirata se puso de pie, ayudando a Jimin a levantarse. Mientras lo hacía, su mente se llenó de recuerdos de su infancia: la soledad, el hambre, los días interminables en los que soñaba con ser alguien, con tener poder y riquezas que nadie pudiera arrebatarle. La esfera en sus manos era la culminación de todo aquello, el símbolo de todo lo que había deseado… pero ahora, mientras veía el rostro agotado de Jimin, se daba cuenta de que había algo más importante.
━ Si la dejo… ━ comenzó, su voz apenas un murmullo. ━ Todo esto habrá sido en vano.
━ No ━ respondió Jimin, con una suavidad que contrastaba con el caos a su alrededor. ━ Si la dejas, demostrarás que eres mejor que esto.
Las palabras de Jimin lo golpearon con fuerza. Por primera vez, Jungkook sintió el peso real de la esfera, no solo en sus manos, sino en su alma. Era un peso que lo aplastaba, que lo obligaba a enfrentarse a sí mismo.
El suelo tembló de nuevo, más fuerte esta vez, y una grieta se abrió frente a ellos, dejando ver un abismo oscuro y sin fondo. La isla no les daría más tiempo.
━ Está bien ━ dijo Jungkook finalmente, su voz firme pero con un toque de tristeza. Levantó la esfera, observándola como si quisiera grabar su imagen en su memoria. ━ No sé si puedo perdonarme por todo esto, pero… no puedo dejar que te pierda a ti también.
Sin más palabras, caminó hacia el borde de la grieta. La esfera parecía resistirse, brillando con una intensidad cegadora, como si se aferrara a él tanto como él se había aferrado a ella. Pero Jungkook no titubeó.
━ Esto nunca me perteneció ━ dijo, más para sí mismo que para nadie más, antes de lanzar la esfera al abismo.
El efecto fue inmediato. La isla pareció contener la respiración, y por un instante, el caos se detuvo. Jungkook y Jimin se quedaron inmóviles, observando cómo la esfera desaparecía en la oscuridad. Entonces, un rugido profundo resonó desde el corazón de la isla, no de ira, sino de alivio.
La naturaleza comenzó a calmarse, los árboles dejaron de caer, y las raíces, antes agresivas, se retiraron lentamente. Jungkook cayó de rodillas, exhausto, mientras Jimin se arrodillaba a su lado, colocando una mano en su hombro.
━ Lo hiciste ━ susurró Jimin, con una mezcla de alivio y gratitud en su voz. ━ Nos salvaste.
Pero Jungkook no respondió. Su mirada estaba fija en el abismo, en el lugar donde la esfera había desaparecido. Aunque el peso físico ya no estaba en sus manos, el peso emocional permanecía, recordándole todo lo que había sacrificado… y todo lo que había ganado.
El silencio que envolvió la isla tras la caída de la esfera era casi sobrecogedor. El rugido ensordecedor de la naturaleza enfurecida se había desvanecido, dejando en su lugar una quietud que parecía latir al unísono con los corazones de Jimin y Jungkook. El aire, antes cargado de tensión y peligro, ahora olía a tierra mojada y a vida. El suelo, que minutos antes se tambaleaba bajo sus pies, había dejado de temblar, y el cielo, que se oscurecía en amenaza, empezaba a aclararse tímidamente, permitiendo que los rayos dorados del sol se filtraran entre las hojas de los árboles.
Jimin se levantó lentamente, ayudando a Jungkook a ponerse de pie. Ambos estaban cubiertos de barro y sudor, sus ropas desgarradas y sus cuerpos marcados por las pruebas que habían enfrentado. Pero lo más notable era el peso invisible que ya no parecía cargar Jungkook. Su mirada, antes endurecida por la ambición y la codicia, ahora era más suave, aunque teñida de una confusión que no sabía cómo expresar.
━ ¿Ya… se terminó? ━ preguntó Jungkook, su voz rasposa, como si le costara creer que todo había acabado.
Jimin asintió, sus ojos brillando con una mezcla de alivio y melancolía. ━ Sí. La isla está en paz. La esfera… ━ vaciló, buscando las palabras adecuadas. ━ La esfera nunca debió ser tomada. No era un tesoro como los que buscabas, Jungkook.
El pirata frunció el ceño, apartando la mirada como si intentara procesar lo que acababa de oír. ━ ¿Qué era entonces? ━ preguntó, con una nota de desafío en su voz, aunque esta carecía de la ferocidad de antes.
Jimin dio un paso hacia él, sus pies descalzos hundiéndose ligeramente en la tierra blanda. ━ Era una prueba, ━ explicó, con una calma que contrastaba con la intensidad de los últimos momentos. ━ Un recordatorio de que no todas las riquezas pueden ser poseídas. A veces, las cosas más valiosas no se pueden guardar en un cofre.
━ Eso suena como algo que diría un filósofo frustrado, ━ replicó Jungkook con un intento de sarcasmo, pero su tono era más suave, casi resignado. ━ ¿Quieres decir que todo esto fue una lección? ¿Que casi nos matamos por… nada?
━ No por nada, ━ corrigió Jimin, sus ojos encontrando los de Jungkook con una intensidad que hizo que el pirata se removiera incómodo. ━ Si no hubiéramos venido aquí, si no hubieras pasado por todo esto, ¿habrías entendido lo que realmente importa?
Jungkook quiso protestar, argumentar, pero las palabras se le atoraron en la garganta. Por más que quisiera negar lo que Jimin decía, no podía ignorar la verdad que latía en el fondo de su corazón. Había llegado a la isla buscando riquezas materiales, convencido de que llenar sus manos con oro y joyas le daría poder, seguridad, propósito. Pero ahora, después de haber visto a la isla casi perecer bajo su ambición, después de haber sentido la mano de Jimin en su hombro y escuchado sus ruegos desesperados, se daba cuenta de que había algo más grande, algo que nunca había considerado.
━ Tal vez tienes razón, ━ admitió finalmente, su voz más baja, más sincera de lo que Jimin había oído antes. ━ Pero eso no cambia el hecho de que sigo siendo un pirata. No sé cómo… dejar de querer más.
Jimin sonrió, un gesto pequeño pero lleno de calidez. ━ No necesitas dejar de ser quien eres. Pero quizás ahora sabes que no estás solo. Y eso, Jungkook… eso es una riqueza que no tiene precio.
El pirata lo miró, y por un instante, todo lo demás desapareció. El brillo suave en los ojos de Jimin, la forma en que su cabello caía desordenado sobre su frente, y la paz genuina que emanaba de él… todo eso golpeó a Jungkook como una ola que lo arrastraba a un lugar que no sabía si quería explorar.
Sin pensar, como si algo más grande que él lo empujara, Jungkook se inclinó hacia Jimin. Por un segundo, Jimin pareció sorprendido, pero no retrocedió. Sus rostros se acercaron, y antes de que ninguno de los dos pudiera detenerse, sus labios se encontraron.
El beso fue breve, torpe, pero lleno de una intensidad que hizo que el mundo a su alrededor pareciera detenerse. Jungkook sintió la suavidad de los labios de Jimin, su calidez, y algo en su pecho se agitó, como si una puerta que había mantenido cerrada durante años finalmente se abriera.
Cuando se separaron, ambos estaban respirando con dificultad, sus rostros enrojecidos y sus ojos llenos de preguntas sin respuesta.
━ Yo… ━ comenzó Jungkook, pero las palabras lo traicionaron.
━ No importa, ━ interrumpió Jimin, su voz apenas un susurro. Dio un paso atrás, llevando una mano a su cabello en un gesto nervioso. ━ Fue… solo el momento, ¿verdad?
Jungkook asintió lentamente, aunque no estaba seguro de si creía eso. ━ Sí. Solo el momento.
La tensión entre ellos era palpable, un hilo invisible que los mantenía unidos aunque ambos trataban de actuar como si nada hubiera pasado. Jimin se giró, observando el cielo que ahora se despejaba, tratando de calmar el tumulto en su corazón.
━ Deberíamos volver con la tripulación, ━ dijo finalmente, rompiendo el silencio. ━ Hay mucho que explicar.
Jungkook asintió, pero mientras seguía a Jimin por el sendero que conducía al campamento, no pudo evitar mirar la figura delgada frente a él. Algo había cambiado, no solo en la isla, sino dentro de él. Y aunque no sabía lo que significaba, sabía que no podía ignorarlo.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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