࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮7 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗌𝗂𝖾𝗍𝖾»... [𝖮7]

❝𝗟𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗮❞

La noche había caído sobre la isla con una serenidad engañosa. El cielo, despejado y repleto de estrellas, se extendía como un manto infinito, mientras la brisa salada del océano susurraba entre los árboles, acariciando la piel de los tripulantes. El campamento improvisado era un amasijo de sombras y luces titilantes, provocadas por las llamas de una hoguera que crepitaba perezosamente en el centro. Los hombres se habían retirado a descansar después de un día agotador, dejando a Jungkook y Jimin en un raro instante de soledad compartida.

Jungkook estaba sentado junto al fuego, afilando su cuchillo con movimientos mecánicos, casi meditativos. Su rostro, endurecido por años de vida en el mar, parecía más tranquilo bajo la luz cálida de las llamas, pero sus ojos seguían siendo impenetrables, dos pozos oscuros que reflejaban la fuerza de su voluntad y el peso de su pasado. Jimin, por su parte, permanecía un poco más alejado, sentado sobre una roca plana, con las piernas cruzadas y el cabello brillando como plata bajo la luz lunar. Había estado en silencio durante un rato, observando las estrellas como si estuviera leyendo un mensaje oculto en ellas.

━ No pareces cansado ━ comentó Jungkook de repente, sin apartar la vista de su cuchillo.

━ Estoy acostumbrado a las noches largas ━ respondió Jimin, su voz suave pero clara. ━ En el océano, el tiempo se siente diferente. La noche no es un momento para descansar, sino para escuchar.

Jungkook levantó la mirada, arqueando una ceja. ━ ¿Escuchar?

Jimin asintió y se puso de pie, caminando lentamente hacia el borde del campamento, donde la oscuridad comenzaba a dominar. ━ El océano siempre está hablando. Nos cuenta historias, nos advierte de peligros y, a veces, nos canta.

━ ¿Cantar? ━ Jungkook dejó de afilar su cuchillo, intrigado a pesar de sí mismo. ━ ¿Qué clase de canciones puede tener el océano?

Jimin sonrió ligeramente, aunque había una tristeza en el gesto. ━ Canciones antiguas, llenas de memorias y emociones que los humanos han olvidado. Algunas son alegres, otras... otras están llenas de dolor.

El silencio volvió a instalarse entre ellos, pero esta vez no era incómodo. Jungkook observó a Jimin con una intensidad que él mismo no comprendía del todo. Había algo en el tritón que lo desarmaba, una fragilidad que contrastaba con su valentía, y una sabiduría que parecía impropia para alguien de su apariencia juvenil. Entonces, como si hubiera leído los pensamientos de Jungkook, Jimin comenzó a cantar.

La melodía que salió de sus labios era suave, casi un susurro al principio, pero se expandió con cada nota, llenando el aire con una belleza etérea. Su voz tenía una cualidad líquida, como si estuviera tejiendo el sonido directamente del agua que tanto amaba. La canción no tenía palabras, pero transmitía emociones de forma visceral: anhelo, pérdida, esperanza. Era como si el océano mismo hablara a través de él.

Jungkook sintió que algo dentro de él se quebraba. La música parecía desenterrar recuerdos que había enterrado hacía mucho tiempo, imágenes de su infancia que lo golpearon con la fuerza de una ola inesperada. Se vio a sí mismo, un niño pequeño y solo, sentado en los muelles de un puerto olvidado mientras las olas lamían las tablas de madera. Recordó el frío constante, el hambre que nunca parecía desaparecer, y la soledad que se había convertido en su única compañera.

La canción de Jimin trajo consigo un dolor antiguo, uno que Jungkook había aprendido a ignorar con el tiempo, pero que ahora se sentía tan fresco como si lo estuviera viviendo de nuevo. Cerró los ojos, apretando los dientes mientras una sensación de vulnerabilidad lo invadía.

Cuando la canción terminó, Jimin volvió a sentarse, mirando a Jungkook con una mezcla de curiosidad y preocupación. El capitán no dijo nada al principio, simplemente dejó el cuchillo a un lado y frotó su rostro con ambas manos, como si quisiera borrar los rastros de las emociones que se habían escapado.

━ No vuelvas a hacer eso ━ dijo finalmente, su tono más bajo de lo habitual.

━ ¿Hacer qué? ━ preguntó Jimin, ladeando la cabeza.

━ Cantar ━ respondió Jungkook, aunque su voz carecía de la dureza que usualmente la caracterizaba. ━ No sé qué clase de brujería es esa, pero no me gusta.

━ No es brujería ━ corrigió Jimin, su voz aún calmada. ━ Es solo una canción. Algo que aprendí de las corrientes.

━ Pues guárdate tus canciones para ti.

Jimin lo miró fijamente, pero no discutió. Sabía que había tocado una fibra sensible, aunque no entendía completamente por qué. Jungkook era un hombre difícil de leer, un muro de piedra que rara vez dejaba entrever lo que había detrás. Sin embargo, en ese momento, Jimin pudo ver algo más: un niño perdido que aún cargaba con cicatrices que el tiempo no había podido sanar.

━ Pareces cansado ━ comentó Jimin después de un rato. ━ Quizás deberías descansar.

━ No necesito que me digas qué hacer ━ replicó Jungkook automáticamente, pero su tono no era tan cortante como de costumbre.

Jimin volvió a guardar silencio, dejando que el sonido de las olas llenara el espacio entre ellos. Aunque Jungkook seguía resistiéndose, Jimin sabía que había algo en su interior que estaba empezando a cambiar. Tal vez no sería suficiente para derribar todas sus barreras, pero era un comienzo. Y a veces, un comienzo era todo lo que se necesitaba.

La atmósfera de la isla comenzaba a transformarse de manera sutil, pero inquietante. Desde que habían llegado al templo, el aire se había vuelto más pesado, cargado con una energía que parecía brotar directamente de la tierra. Las criaturas sobrenaturales que los habían atacado antes habían desaparecido, pero la sensación de ser observados persistía, como si la misma isla tuviera ojos invisibles que seguían cada uno de sus movimientos. Los árboles susurraban entre ellos con un lenguaje indescifrable, y los vientos parecían cargar mensajes que nadie quería entender.

Jungkook lideraba al grupo con su determinación habitual, pero incluso él no podía ignorar los signos que comenzaban a manifestarse. Las aves, hasta entonces bulliciosas, habían enmudecido. La vegetación, antes vibrante y llena de color, parecía marchitarse a medida que avanzaban. Y, sin embargo, había algo en el corazón de la isla que los atraía con una fuerza irresistible, como si el tesoro que buscaban llamara a cada uno de ellos, prometiendo riqueza y poder más allá de su imaginación.

━ Esto no me gusta, capitán ━ dijo uno de los hombres, rompiendo el silencio con un tono que no intentaba ocultar su miedo. ━ Es como si algo... nos estuviera vigilando.

━ Déjate de tonterías ━ replicó Jungkook, aunque su voz era más dura de lo habitual. ━ Si algo nos está vigilando, será mejor que se prepare para enfrentarnos.

Pero incluso mientras hablaba, Jungkook no podía ignorar la creciente incomodidad en su interior. No era un hombre supersticioso; había pasado su vida navegando entre leyendas y mitos, enfrentándose a peligros que habrían hecho retroceder a cualquier otro. Pero esta isla era diferente. Aquí, las leyendas no se sentían como historias inventadas para asustar a los ingenuos, sino como verdades antiguas que aún respiraban bajo la superficie.

Jimin, caminando un poco más atrás, sintió cómo la energía de la isla se intensificaba con cada paso. Su conexión con la naturaleza era más fuerte aquí que en cualquier otro lugar que hubiera conocido. Era como si la isla misma estuviera viva, hablándole en un lenguaje que solo él podía entender. Las raíces de los árboles vibraban bajo sus pies, y el viento jugaba con su cabello, susurrándole advertencias que se negaban a desaparecer.

━ Jungkook... ━ llamó Jimin finalmente, su tono más firme de lo habitual.

━ ¿Qué pasa ahora? ━ respondió el pirata, girándose hacia él con una expresión de impaciencia.

━ La isla está tratando de decirnos algo ━ explicó Jimin, señalando el suelo bajo ellos. ━ Esto no es solo un lugar. Es un ser vivo. Y no está contento con nuestra presencia.

━ ¿Ah, sí? ¿Y qué propone la isla que hagamos? ¿Darnos la vuelta y regresar con las manos vacías? ━ La burla en la voz de Jungkook era evidente, pero había un matiz de nerviosismo que no podía ocultar.

━ No estoy diciendo que nos detengamos ━ replicó Jimin, avanzando unos pasos hacia él. ━ Solo... tengamos cuidado. Este lugar no es como otros. Hay reglas aquí, y si las rompemos, podríamos no vivir para contarlo.

━ Reglas o no, no vine hasta aquí para escuchar cuentos de hadas ━ dijo Jungkook, aunque sus ojos recorrieron el entorno con más cautela. ━ Seguimos adelante.

A medida que avanzaban, las señales se volvían más evidentes. Un río, cristalino y sereno, se cruzó en su camino, pero cuando uno de los hombres intentó beber de él, el agua pareció oscurecerse de inmediato, reflejando un rostro que no era el suyo. Gritó y retrocedió, derramando el agua de su cuenco improvisado mientras los demás lo observaban con expresiones de alarma.

━ Esto es una maldita locura ━ murmuró alguien más. ━ No deberíamos estar aquí.

━ Cállate y sigue caminando ━ ordenó Jungkook, aunque su voz temblaba ligeramente.

Sin embargo, las advertencias no cesaron. Un grupo de árboles, cuyas ramas parecían torcerse como manos humanas, dejó caer hojas negras sobre ellos, cada una con extrañas marcas que parecían formar palabras en un idioma olvidado. El viento se convirtió en un gemido, y las sombras alrededor de ellos parecían alargarse, como si quisieran atraparlos en su abrazo eterno.

Jimin se detuvo abruptamente cuando un murmullo más fuerte llegó a sus oídos. No era el viento, ni los árboles, ni el río. Era la voz de la isla, clara como una campana, resonando en su mente. "No lo perturben. Déjenlo descansar. Si lo toman, no habrá vuelta atrás."

━ Jungkook, espera ━ dijo, esta vez con urgencia en su voz.

━ ¿Qué pasa ahora? ━ el pirata giró hacia él, frustrado.

━ La isla nos está dando una última advertencia ━ explicó Jimin, respirando profundamente. ━ No podemos tomar el tesoro. No es lo que creemos que es.

━ ¿Y qué se supone que es? ━ preguntó Jungkook, cruzándose de brazos. ━ ¿Otro cuento para asustar niños?

━ Es un artefacto mágico ━ respondió Jimin, mirando fijamente al capitán. ━ Algo que no pertenece ni a este mundo ni al nuestro. Si lo perturbamos, desataremos algo que no podemos controlar.

La tripulación murmuró entre sí, el miedo evidente en sus rostros. Pero Jungkook no se dejó intimidar. Aunque el sudor brillaba en su frente, se acercó a Jimin, mirándolo directamente a los ojos.

━ ¿Crees que después de todo lo que hemos pasado voy a detenerme por una maldita advertencia? ━ siseó. ━ No me importa lo que esta isla quiera o lo que tú pienses. Si ese artefacto está ahí, será mío.

Jimin lo miró con desesperación, sabiendo que sus palabras no llegarían a un hombre tan obstinado. Pero mientras la isla seguía murmurando en su mente, supo que el verdadero peligro aún estaba por venir.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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