«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖼𝗎𝖺𝗍𝗋𝗈»... [𝖮4]

❝𝗟𝗼𝘀 𝘀𝘂𝘀𝘂𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗶𝘀𝗹𝗮❞

El horizonte se llenó de colores vibrantes mientras el Sombra Escarlata se acercaba a su destino. La isla olvidada se alzaba frente a ellos, envuelta en una neblina que no hacía más que realzar su mística. Desde la cubierta, Jimin observaba con una mezcla de fascinación y temor. Las leyendas sobre aquel lugar no habían exagerado: su vegetación era de un verde tan profundo que parecía absorber la luz, y las extrañas formaciones rocosas que la rodeaban parecían esculturas de algún dios antiguo y olvidado.

Jungkook, en cambio, no mostró signos de asombro. Su mirada, siempre calculadora, se posó en la isla como si ya la hubiera conquistado. Caminó hasta la proa, donde su figura recortada contra el cielo parecía la de un rey observando su reino.

━ ¡Preparen el bote! ━ Ordenó con voz firme.

Los hombres comenzaron a moverse rápidamente, acostumbrados a la eficiencia que el capitán demandaba. Jimin, mientras tanto, permaneció inmóvil, observando cómo las olas rompían contra las rocas de la isla, creando un sonido profundo y gutural que parecía un aviso.

━ ¿Qué miras, pez? ━ La voz de Jungkook lo sacó de su ensimismamiento.

━ La isla... es como si estuviera viva. ━ Respondió Jimin, sin apartar la vista.

Jungkook resopló, claramente desestimando sus palabras.

━ Solo es una porción de tierra más. Lo único que la hace especial es el tesoro que esconde.

El bote fue descendido, y pronto un pequeño grupo, liderado por Jungkook, se dirigió hacia la isla. Jimin, aún encadenado, fue obligado a acompañarlos. Los remos cortaban el agua con fuerza, y el silencio era interrumpido solo por el crujido de la madera y el canto lejano de alguna criatura que nadie podía identificar.

Cuando finalmente tocaron tierra, la atmósfera cambió drásticamente. La humedad era sofocante, y el aire estaba impregnado de un aroma dulce pero extraño, como si la isla misma exhalara. Los árboles se alzaban como torres, con hojas que brillaban tenuemente en tonos azules y púrpuras. Las raíces serpenteaban por el suelo, formando intrincadas redes que hacían difícil caminar.

━ Esto no se parece a nada que haya visto antes. ━ Murmuró uno de los marineros, mirando a su alrededor con evidente nerviosismo.

Jungkook lo fulminó con la mirada.

━ Concéntrense. Estamos aquí por el tesoro, no para admirar el paisaje.

Sin embargo, incluso el capitán no podía ignorar la extrañeza del lugar. A medida que avanzaban, pequeños destellos de luz surgían entre los árboles, como si decenas de ojos invisibles los observaran. De vez en cuando, se escuchaban crujidos o susurros, pero al girarse, no encontraban nada.

Jimin, quien caminaba detrás del grupo, podía sentir algo diferente. La isla parecía reaccionar a su presencia, como si reconociera a uno de los suyos. Una enredadera que bloqueaba el camino se retiró suavemente cuando él se acercó, y un pequeño animal, parecido a una mezcla entre un pájaro y un pez, se posó brevemente en su hombro antes de desaparecer entre las ramas.

━ ¿Qué fue eso? ━ Preguntó uno de los hombres, retrocediendo al ver al animal.

━ Nada que debas temer... todavía. ━ Respondió Jimin con calma, aunque su propia voz apenas ocultaba la fascinación.

Jungkook notó las interacciones del tritón con el entorno y frunció el ceño.

━ Parece que la isla te quiere. Tal vez deberíamos dejar que te guíe al tesoro.

━ No es la isla la que me quiere. ━ Dijo Jimin, mirando al capitán con seriedad. ━ Es la naturaleza que responde a quien la respeta.

━ ¿Y tú crees que yo no la respeto? ━ Jungkook arqueó una ceja, divertido.

━ No. Tú solo respetas el oro.

El grupo continuó avanzando, abriéndose paso entre la vegetación. Cada paso parecía llevarlos más lejos del mundo que conocían. Los árboles eran tan altos que apenas dejaban pasar la luz del sol, y el suelo estaba cubierto de una capa suave de musgo que amortiguaba sus pisadas.

De pronto, se encontraron con un claro. En el centro, un lago cristalino reflejaba el cielo con una claridad impresionante. En sus aguas nadaban criaturas translúcidas, cuyos cuerpos emitían un resplandor suave.

━ Nunca había visto algo así. ━ Murmuró otro marinero, acercándose al agua con cautela.

━ Será mejor que no toquen nada. ━ Advirtió Jimin, con un tono que sorprendió incluso a él mismo.

Jungkook lo miró de reojo, evaluándolo.

━ ¿Por qué? ¿Qué pasa si lo hacemos?

━ La isla no es como cualquier otra. Todo aquí tiene un propósito. Si perturbas el equilibrio, podrías desencadenar algo que no puedas controlar.

━ ¿Y eso qué tiene que ver con el tesoro? ━ Preguntó el capitán, inclinándose hacia él.

━ Todo. ━ Respondió Jimin, con una mirada que no permitía discusión.

A pesar de su indiferencia habitual, Jungkook no podía ignorar completamente las palabras del tritón. El entorno mismo parecía corroborarlas, con su extraña pero innegable sensación de estar siendo observado y juzgado por fuerzas invisibles.

━ Sigamos. ━ Ordenó finalmente, apartando la vista del lago.

El grupo retomó su camino, pero ahora lo hacían con mayor cautela. Incluso Jungkook, aunque no lo admitiera, sentía que no era solo la naturaleza la que los rodeaba, sino algo mucho más antiguo y consciente.

Jimin, por su parte, seguía en silencio, sintiendo cómo la isla parecía pulsar bajo sus pies, como un corazón latiendo en sincronía con el suyo. Sabía que estaba adentrándose en un lugar donde su conexión con la naturaleza sería tanto una bendición como una maldición. Y aunque todavía no entendía completamente su papel en todo aquello, no podía evitar pensar que la isla lo había estado esperando.

La luz del sol apenas penetraba el denso follaje de la isla olvidada, bañando el suelo con patrones irregulares de sombras y destellos. Cada paso que daba, Jimin sentía una conexión más profunda con aquel lugar. Era como si la isla lo llamara, susurrando secretos que solo él podía escuchar. Caminaba detrás de la tripulación de Jungkook, pero su atención estaba en todo lo que lo rodeaba: las hojas que parecían moverse al ritmo de una brisa inexistente, el murmullo constante de las raíces bajo sus pies, y el canto lejano de criaturas invisibles.

De repente, un leve zumbido llenó el aire, suave al principio, como el susurro de una canción. Jimin se detuvo, parpadeando con confusión. Miró a su alrededor, buscando el origen del sonido, pero los demás parecían no haberlo notado.

━ ¿Qué pasa ahora, pez? ━ Preguntó Jungkook, deteniéndose unos pasos más adelante.

━ Nada... solo... ━ Jimin negó con la cabeza, sin saber cómo explicarlo. ━ Creo que la isla está intentando decirme algo.

Los hombres de la tripulación estallaron en carcajadas, pero Jungkook solo lo observó con esa mirada escrutadora que siempre lo hacía sentirse pequeño y vulnerable.

━ No empieces con tonterías. Si la isla habla, es mejor que diga algo útil.

Jimin bajó la vista, pero el zumbido continuaba, ahora más claro, como palabras formándose en los bordes de su mente. Se llevó una mano al pecho, intentando calmar el extraño escalofrío que recorría su cuerpo.

"Hijo del océano," susurró una voz, tan baja que parecía confundirse con el viento. "Eres la llave y la cerradura. No debes ignorarnos."

━ ¿Quién...? ━ Murmuró Jimin, apenas consciente de que había hablado en voz alta.

━ ¿Qué has dicho? ━ La voz de Jungkook lo sacó de su trance.

━ Nada. ━ Respondió rápidamente, apretando los labios.

El grupo siguió avanzando, pero para Jimin, todo había cambiado. Cada paso que daba parecía resonar en su mente como un eco, y la voz seguía hablándole, revelando fragmentos de algo que no lograba comprender del todo.

"Este lugar no es lo que parece," continuó la voz. "El tesoro que buscan no es para ellos, ni para ti. Su poder es antiguo, demasiado para ser desatado por manos mortales."

━ ¿De qué estás hablando? ━ Jimin susurró de nuevo, ignorando el hecho de que podía parecer loco para los demás.

"Escucha. Mira."

Como en respuesta, su visión comenzó a cambiar. Por un instante, ya no estaba caminando entre la vegetación sobrenatural de la isla. En su lugar, vio un paisaje diferente: una antigua civilización con templos tallados en piedra que brillaban con una luz propia. Había seres parecidos a él, tritones y otras criaturas marinas, caminando entre los habitantes de la isla. Todos parecían convivir en perfecta armonía, hasta que algo cambió.

La visión se volvió oscura. Vio cómo los templos se derrumbaban y los habitantes huían mientras una luz cegadora consumía todo a su paso. Entonces, una figura apareció: un hombre sosteniendo un artefacto que irradiaba un poder tan inmenso que hacía temblar la tierra bajo sus pies.

━ ¡Jimin! ━ La voz de Jungkook lo devolvió bruscamente a la realidad.

El tritón parpadeó, encontrándose de nuevo en el presente. La tripulación lo miraba con sospecha, y Jungkook fruncía el ceño con impaciencia.

━ Si sigues actuando así, me voy a empezar a preguntar si vales algo como guía.

Jimin lo miró fijamente, todavía sacudido por lo que había visto.

━ Ese tesoro... no es lo que piensas.

━ ¿Qué quieres decir? ━ Jungkook cruzó los brazos, su interés claramente despertado.

━ Es... un artefacto. Un objeto con un poder inmenso. Algo que no pertenece a los humanos ni a los tritones.

━ ¿Y cómo sabes eso? ━ Preguntó uno de los hombres, mirando a Jimin con desconfianza.

━ La isla me lo mostró. ━ Respondió, sabiendo que sus palabras sonarían ridículas para la mayoría.

Los marineros murmuraron entre ellos, y Jungkook se acercó, mirándolo directamente a los ojos.

━ ¿La isla te lo mostró? ¿Eso es todo lo que tienes para decir?

━ No me importa si me crees o no. ━ Dijo Jimin, con una determinación que sorprendió incluso a él mismo. ━ Pero si sigues adelante sin saber lo que estás enfrentando, pondrás a todos en peligro.

Jungkook lo observó durante un largo momento, evaluando si debía tomar sus palabras en serio. Finalmente, soltó una risa baja y amarga.

━ No me interesa lo que creas que sabes, pez. Yo decido el rumbo de este viaje, y si ese artefacto tiene poder, entonces será mío.

La tripulación retomó su marcha, pero Jimin no pudo evitar sentir que sus palabras habían hecho mella en el capitán, aunque fuera ligeramente. La voz de la isla volvió a susurrar en su mente, insistiendo en que su papel no era meramente el de un observador, sino el de un protector.

Sabía que pronto tendría que tomar decisiones que podrían cambiarlo todo. Pero por ahora, caminó en silencio, sintiendo el peso de su destino crecer con cada paso.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09