࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮1 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇𝗈»... [𝖮1]
❝𝗘𝗹 𝗮𝘃𝗶𝘀𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗲𝘀𝗼𝗿𝗼❞
La tormenta que había azotado los mares la noche anterior había dejado un aire cargado de tensión y salinidad. Sobre la cubierta de La Sombra Escarlata, el capitán Jeon Jungkook se mantenía de pie, con el semblante firme y el cabello negro revuelto por el viento aún indomable del océano. Sus ojos oscuros escudriñaban el horizonte como un halcón al acecho. En sus manos sostenía un pedazo de pergamino amarillento, los bordes desgastados y las marcas de tinta apenas visibles bajo la luz tenue de un sol tímido que se asomaba tras las nubes.
Aquel mapa, robado de las manos temblorosas de un cartógrafo que suplicó por su vida, prometía riquezas más allá de la imaginación. Sin embargo, también venía acompañado de advertencias grabadas con crudeza en los márgenes: “La isla toma más de lo que ofrece” y “El tesoro no es para los mortales”. Jungkook había reído al escuchar esas palabras; después de todo, ¿qué era un pirata si no alguien que desafiaba lo prohibido y tomaba lo que no le pertenecía?
━ Capitán, los vientos nos llevan al sur, justo como usted ordenó. ━ La voz de Seokjin, su fiel primer oficial, lo sacó de sus pensamientos.
━ Perfecto. Si las estrellas y este maldito pedazo de papel no me engañan, estaremos cerca de nuestro destino en menos de un día. ━ Jungkook dobló el mapa con cuidado, guardándolo en su chaqueta de cuero ennegrecido. ━ Dile a la tripulación que se mantenga alerta. Estas aguas no son conocidas por su tranquilidad.
Seokjin asintió antes de alejarse, dejando a su capitán sumido nuevamente en sus pensamientos. Jungkook no era un hombre supersticioso, pero no podía ignorar la sensación de inquietud que lo había perseguido desde que obtuvo el mapa. Había algo en los trazos de tinta, en la precisión con la que describían la isla olvidada, que le daba la impresión de que no se trataba de un simple tesoro enterrado. Pero eso solo alimentaba su ambición. Si había algo que temer, entonces también había algo que valía la pena obtener.
Horas más tarde, con el sol descendiendo hacia el horizonte, la tripulación se agitó. Uno de los vigías, un joven con más entusiasmo que experiencia, señaló hacia el este, donde un grupo de rocas sobresalía del agua como dientes filosos.
━ ¡Capitán! Algo se mueve cerca de las rocas. Parece… ¡algo vivo! ━ gritó, su voz cargada de una mezcla de emoción y nerviosismo.
Jungkook entrecerró los ojos y se acercó a la barandilla, tomando un catalejo de su cinturón. Lo extendió con un movimiento rápido y enfocó la lente hacia las rocas. Lo que vio hizo que sus labios se curvaran en una sonrisa que mezclaba asombro y curiosidad. Allí, descansando sobre una de las rocas más altas, había una figura que brillaba bajo la luz dorada del atardecer.
Era una criatura como ninguna que hubiera visto antes. Su torso era humano, delicado y esculpido como si hubiera sido moldeado por las manos más expertas. Su piel tenía un tono pálido que contrastaba con la intensidad de su cabello rojizo, que caía en ondas desordenadas alrededor de un rostro que parecía sacado de un sueño. Sin embargo, lo más impactante era lo que había más allá de su cintura: una cola escamosa, de un rojo profundo, casi carmesí, que reflejaba la luz con un resplandor hipnótico. La criatura parecía ajena a la presencia del barco, moviendo su cola en el agua con una gracia que capturaba la mirada de todos a bordo.
━ ¿Es… un tritón? ━ murmuró Seokjin, que se había acercado silenciosamente junto a Jungkook.
━ No lo sé. Pero si lo es, será mío. ━ Jungkook cerró el catalejo con un chasquido y giró hacia la tripulación. ━ ¡Preparen los botes! Nos acercaremos sin alertarlo. Y que nadie haga un ruido innecesario, ¿entendido?
La tripulación, acostumbrada a obedecer sin cuestionar, se movió rápidamente para cumplir sus órdenes. Mientras tanto, Jungkook no podía apartar la vista de la figura en las rocas. Había algo en esa criatura que lo atraía de una manera que no entendía, algo más allá de su belleza. Era como si su mera existencia prometiera un secreto que él estaba destinado a descubrir.
Cuando los botes estuvieron listos, Jungkook y un pequeño grupo de hombres comenzaron a remar silenciosamente hacia las rocas. A medida que se acercaban, el tritón pareció notar su presencia. Sus ojos, de un color ámbar brillante que reflejaba la luz como el oro líquido, se fijaron en Jungkook con una intensidad que lo hizo detenerse por un instante. El tritón no se movió ni mostró miedo, pero había algo en su mirada que parecía un desafío, una advertencia silenciosa.
━ Capitán, estamos demasiado cerca. Si esa cosa es peligrosa… ━ comenzó a decir uno de los hombres, pero Jungkook lo calló con un gesto de su mano.
━ Si fuera peligrosa, ya lo sabríamos. Mantengan el rumbo. ━ Sus ojos no se apartaron del tritón mientras hablaba.
Finalmente, cuando estuvieron lo suficientemente cerca como para ver las gotas de agua que resbalaban por la piel del tritón, Jungkook dejó de remar. La criatura seguía observándolo, pero ahora parecía más curiosa que desafiante. Jungkook sintió algo extraño en su pecho, una mezcla de emoción y nerviosismo que no estaba acostumbrado a experimentar.
━ Quédate quieto ━ murmuró, más para sí mismo que para los demás, mientras extendía una mano hacia la criatura.
El tritón inclinó ligeramente la cabeza, como si estuviera considerando si aceptar el gesto. Pero antes de que algo más pudiera ocurrir, un sonido agudo y repentino rompió la tensión: uno de los hombres, al ajustar su remo, lo dejó caer al agua con un fuerte chapoteo. El tritón dio un respingo y, con un movimiento rápido, se sumergió en el océano, dejando solo un destello de su cola roja antes de desaparecer.
━ ¡Maldita sea! ━ rugió Jungkook, golpeando el agua con su puño. ━ Regresen al barco. No hemos terminado aquí.
Mientras los botes regresaban a La Sombra Escarlata, Jungkook no podía apartar la vista del agua, buscando algún rastro de aquella figura. Había algo en ella que no podía dejar ir, algo que le decía que ese tritón era más que una simple criatura del océano. Y él, Jeon Jungkook, no descansaría hasta descubrir qué era.
Minutos antes las aguas del océano eran tranquilas, apenas agitadas por la suave brisa que acariciaba la superficie. Los rayos del sol se filtraban a través de las nubes dispersas, creando un espectáculo de luces que Jimin, el joven tritón de cola roja, contemplaba con fascinación. Había pasado horas en aquel rincón apartado del mar, lejos de los suyos y de las advertencias constantes de su padre. Le había repetido tantas veces que no se acercara a los barcos, que evitara a los humanos.
"Son crueles, Jimin, te tratarán como a un objeto, como a una bestia." Pero ¿cómo podía resistirse? Su curiosidad era mucho más fuerte que su miedo, y en su mente no cabía el peligro, solo el deseo de saber más.
Sentado sobre una roca, con su brillante cola sumergida en el agua y reflejando tonos carmesí bajo la luz del sol, Jimin divisó el barco. Era imponente, de velas desgarradas pero resistentes, con una figura esculpida en la proa que parecía amenazar al horizonte. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, pero no de miedo, sino de emoción. ¿Cómo sería estar cerca de los humanos? ¿Serían tan terribles como decía su padre?
Desobedeciendo una vez más las advertencias que resonaban en su cabeza, decidió acercarse. Se deslizó bajo el agua con la agilidad de un delfín, dejando que las corrientes lo guiaran hacia el barco. Mantuvo cierta distancia al principio, observando cómo las sombras de los marineros se movían en cubierta, sus voces graves mezclándose con el crujir de la madera y el chasquido de las olas. Era una danza extraña, un mundo completamente diferente al suyo, y no pudo evitar sentirse fascinado.
Sin embargo, la curiosidad lo llevó demasiado lejos. Jimin emergió cerca de un costado del barco, su cabeza asomando apenas por encima de la superficie. Desde allí pudo ver con claridad al hombre que estaba al mando: alto, de cabello negro azabache y ojos oscuros que parecían capaces de atravesar cualquier cosa. Había una fuerza en su mirada, algo que lo intimidó pero también lo atrajo. Jimin no entendía por qué, pero no podía apartar los ojos de aquel hombre. ¿Sería este el tipo de humanos de los que hablaba su padre?
En la cubierta, Jungkook lo notó casi de inmediato. Su instinto como pirata lo había hecho siempre consciente de lo que ocurría a su alrededor, y el destello de algo rojo en el agua no pasó desapercibido. Caminó hacia la borda, sus botas resonando con fuerza, y allí lo vio: un ser que parecía salido de un cuento. Su cabello mojado caía sobre su rostro delicado, y su mirada, grande y llena de una mezcla de miedo y curiosidad, estaba fija en él. Pero lo que más le llamó la atención fue su cola: brillante, de un rojo intenso que parecía arder bajo la luz del sol.
━ ¡A las redes! ━ ordenó Jungkook de inmediato, su voz firme y autoritaria.
Jimin apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que sintiera cómo algo pesado caía sobre él. Las redes lo envolvieron rápidamente, tirándolo hacia el agua con un peso que lo dejó desorientado. Se debatió, su cola golpeando con fuerza, pero fue inútil. Lo estaban arrastrando hacia el barco. Gritó, pero sus palabras se perdieron entre las olas. En cuestión de segundos, estaba siendo izado, sus escamas brillando mientras era elevado hacia la cubierta.
━ ¡Qué demonios es esto! ━ exclamó uno de los marineros, observando al joven tritón atrapado en las redes.
Jungkook se acercó lentamente, sus ojos fijos en la criatura que se retorcía frente a él. Un destello de avaricia cruzó su mirada; no era solo la belleza del ser lo que le interesaba, sino lo que podría significar. Criaturas como esta eran raras, desconocidas, y lo raro siempre tenía un precio.
━ Es un tritón. ━ Sus palabras salieron con calma, aunque en su interior sentía una mezcla de excitación y triunfo. ━ Una presa rara, ¿verdad?
Jimin dejó de moverse, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras los ojos del pirata se clavaban en él. Había algo cruel en esa mirada, algo que lo hizo sentirse pequeño, como un simple objeto. Jungkook se inclinó hacia él, sujetando un mechón de su cabello rojizo.
━ Bonito. Pero no mucho más que un pez grande. Tal vez deberíamos añadirlo al menú de esta noche. ━ Sonrió de manera burlona, y algunos de los hombres rieron ante su comentario.
━ ¡No! ━ exclamó Jimin, su voz temblando pero clara. ━ No soy un pez.
━ ¿Habla? ━ Uno de los marineros retrocedió, claramente sorprendido.
━ Claro que habla. ━ Jungkook se enderezó, su sonrisa transformándose en una mueca de interés. ━ Pero eso no lo hace menos prescindible.
Mientras Jimin intentaba procesar lo que ocurría, escuchó a Jungkook hablar con Seokjin. Estaban discutiendo sobre la isla que buscaban, sobre el mapa y los peligros que enfrentaban. Algo en sus palabras despertó un recuerdo en la mente de Jimin: la isla olvidada. Su padre le había hablado de ella, de sus secretos y de las advertencias que la rodeaban. Sin pensar, interrumpió.
━ Esa isla… ━ murmuró, sus ojos ahora fijos en Jungkook. ━ No es un lugar al que deban ir.
Los hombres se callaron, sus miradas ahora sobre el tritón. Jungkook lo observó con detenimiento, su interés renovado.
━ ¿Y qué sabes tú sobre esa isla? ━ preguntó, su tono más serio.
━ Sé que no es un lugar seguro. ━ Jimin tragó saliva, sintiendo el peso de todas las miradas. ━ Hay cosas que no deberían buscar.
Jungkook cruzó los brazos, acercándose aún más.
━ ¿Por qué no nos cuentas todo lo que sabes? Y que sea rápido, o tal vez termines siendo más útil como comida después de todo.
Jimin sabía que estaba en peligro, pero también sabía que no tenía opción. Si quería sobrevivir, tendría que hablar… pero no todo. Guardaría lo más importante para sí mismo.
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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
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