0 0 8

Eran las cuatro de la mañana en los dormitorios de UA, Uraraka no podía conciliar el sueño, pensaba en todo lo que había pasado en el día, en la carta del rubio y en su involuntarios ataques de "Si".

De vez en cuando tomaba dicho papel y lo leía de nuevo. Cuando de la nada tocaron a la puerta, la castaña frunció el ceño se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, se detuvo enfrente de ella cuando volvieron a tocar a esta.

- ¿Quién es? - Susurró la castaña.

- Soy yo, Denki. - le contestó el rubio.

Uraraka abrió la puerta y miró al rubio en pijama, si se le podía decir así a un short y una camisa blanca de cuello circular.

- ¿Qué haces aquí? Nos pueden ver, podemos meternos en problemas. - Mencionó Uraraka con preocupación.

- Tranquila, nadie está despierto ¿Puedo pasar? - pregunto.

- Si. - Respondió de manera involuntaria la ya frustrada Ochako.

El rubio entró a la habitación y está cerró la puerta. Después se sentó al borde la cama y Ochako hizo lo mismo.

- ¿Por qué veniste? - Preguntó ochako confundida.

- No podía dormir. - Respondió Denki con una risita entre dientes. - Al parecer tu tampoco. -

- La verdad no, no puedo conciliar el sueño. - Fue sincera.

- ¿Por qué? - El mostaza la miró al rostro.

- Mi mente piensa muchas cosas. - susurro.

-Ya veo. - Denki miraba a Ochako, le parecía tan bonita sus mejillas rosadas, sus cabellos castaños y sus ojos color chocolate eran sus favoritos. Bajo un poco notó que también tenía un cuerpo muy bonito, se sintió avergonzado por lo que pensó su cabeza.

Ochako también miró a Denki después de sentir su mirada sobre ella. Por la oscuridad no notaba con claridad al rubio, pero por alguna extraña razón el se veía muy ¿bien? Denki no era feo, tenía unos ojos almendrados muy coquetos junto con una sonrisa dulce que combinaban a la perfección con sus ojos. La forma de su rostro y su cabello lo hacía ver muy masculino.

- ¿Por qué me miras tanto? - La primera en hablar fue ochako.

- ¿Por qué me vez tu a mí? - Susurro Denki sonriendo.

- No es bueno contestar una pregunta con otra pregunta. - La castaña sonrió.

El chico acercó un poco al rostro de la castaña. - Mochi, tampoco es bueno evadirlas. -

Ochako emitió una pequeña risa, no había notado aún que el chico de los ojos almendrados se había acercado mucho a su rostro. Sentía una calidez tan diferente Denki le transmitía otro tipo de ambiente uno más electrizante.

El rubio acercó más su rostro al de la castaña, ella no se interpuso para nada ambos unieron sus labios en un profundo beso, los labios de Ochako sabían a chocolate para Denki. Ambos cayeron en la cama de la chica sus labios seguían unidos y cada vez más aferrados a los del otro. El chico abrazaba a la chica y ella se apegaba más a este, finalmente en un duro esfuerzo ambos separaron sus labios y se miraron.

- Mochi. - El rubio llamó la atención de la castaña. - Jamás había sentido esto por nadie. - Ella solo sonrió.

El comenzó a acariciar su cabellera, de vez en cuando bajaba un poco a su rostro y hacía lo mismo, tocaba cada una de sus facciones le gustaba tenerla así de cerca, Ochako se sentía hipnotizada entre sus brazos jamás se había sentido tan bien al lado de otra persona.

Esta cerro sus párpados y se quedó profundamente dormida al lado de él chico que también terminó por dormirse después de haberla contemplado un poco más.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top