23
Días más tarde
La mujer saltaba sobre su miembro, agarrándose a sus fornidos hombros dejando en el proceso sus uñas rasurando su espalda.
Tenia la respiración acelerada, sus ojos tornados en blanco arqueando la espalda.
—Merlín George estoy tan cerca..— jadeo en su oído, atrapando su labio inferior
Este soltó un gemido, agarrandola de la cintura para ayudarla a llegar. Sus caderas se movían con vehemencia para introducirse más en las paredes de la mujer.
—Yo también..— gimió pegandola más a el, dando fuertes estocadas—¡Oh... mierda..!
Jadeaba nublado de placer. La mujer fue cubierta por una oleada de placer para después llegar al clímax, apoyándose en el pecho del pelirrojo recuperando el aliento.
—Joder...— gruñó dándole un apretón a su trasero sintiendo como estaba a punto de llegar.
La mujer escondió su cabeza en su cuello, rodeando con sus brazos.
—Eso es Georgie... vente dentro de mi—pidió dejando húmedos besos en su mandíbula calentando más al hombre— Necesito sentirte..
Gimió al escucharla, sintiendo como su miembro palpitaba dentro de ella. Su abdomen se contraía indicando que su orgasmo estaba a punto de llegar.
La mujer se enderezó más para llegar a la oreja del pelirrojo.
—¿Que pensaría tu familia cariño?— con sus uñas acarició todo su torso. El pelirrojo se extrañó ante sus palabras, pero nublado por la excitación continuó bombeando dentro de ella—¿Que pensaría tu gemelo cuando se entere que te estás follando a la secuestradora de su hija? ¿Qué pensará la pequeña pelirroja de su amado tío?— un escalofrío recorrió el cuerpo de George paralizandolo por completo. Las finas manos de la Lomrad acariciaron sus brazos para llegar a sus hombros.—¿Tu amada Elizabeth..? Estará decepcionada. Traicionaste a tu familia Georgie.
Abrió los ojos cuando el escalofrío lo recorrió desde la espina dorsal. Agarró a la mujer de la cadera para separarse de su cuello y verla a los ojos. Su rostro palidecio al recordar a la mujer que hace nada estaba gimiendo su nombre.
—Kailei.. no, no
Negó repetidas veces, sintiendo como sus ojos escocian y dolían.
—¿Ya no me quieres Georgie?— hizo un mohín apenada, su fina mano acariciaba su mejilla.—Eres una vergüenza para tu familia
Se separó de sus labios, cogiendo entre sus manos su mentón para que la mirara a los ojos. El pelirrojo se sintió paralizado, no tenía control sobre sus acciones.
—No, yo..
Tartamudeaba incapaz de hablar
—Nunca más confiarán en ti. Solo yo lo haré mi amor— volvió a enterrar su cabeza en el cuello del hombre, lamiendolo mientras dejaba algunas marcas y mordidas en este.
Hubiera querido desear que pudiera retirarla con sus manos, pero estaba paralizado, su cuerpo no respondía ante las acciones que quería realizar.
Sus ojos estaban cristalizados, arrepentido pues el deseaba ayudar a su familia, y solo había cometido error tras error; desde proponer ser padre de Hiraeth aunque no lo fuese hasta aceptar a la Lombrad, queriendo aún a la mujer que estaba enamorado su gemelo.
Fijó su vista en un cuadro en su habitacion, donde salía toda su familia, sus seres queridos. Una vez más las lagrimas recorrieron su rostro.
—Lo siento..
Agitado ante la pesadilla despertó cubierto en una capa de sudor, notó como su pecho subía y bajaba con fervor y sus manos temblaban.
Se incorporó en el cabecero de su cama, tratando de recuperar la respiración. Notó como lagrimas furiosas corrían desde sus ojos hasta sus mejillas
Desde que se acostó con la rubia, la Lombrad aparecía una y cada noche en sus sueños para atormentarle. Le recordaba mil veces como fallo a su familia y como les hizo daño a todos.
Se odiaba, hacia daño a toda persona que estaba en su vida.
Apoyó su codo en su rodilla y pasó su mano por su rostro frustrado, para después dejar que las lágrimas lo inundarán.
●●●
Observó por última vez las pertenencias que se dejaba en su habitacion. Tomó su libro de pociones y su chaqueta, pues el frío era notorio.
—¿Ya te vas?— Alyssa corrió las cortinas de su cama para observar a su amiga
—Si, quede en..— miró el reloj que tenía en su mesa de noche, tratando de averiguar las horas por las manecillas— cinco minutos.
—Bien, suerte
Hiraeth le dedicó una sonrisa a su amiga para salir de la habitación, dirigiéndose a la biblioteca para recibir su lección de pociones, agradecida que el chico se hubiera ofrecido pues estaba mejorando poco a poco.
Alyssa soltó un gruñido enterrando su cara en su almhoada cuando su amiga se fue. Últimamente la Lupin la estaba olvidando, pasaba mucho tiempo con Valerie causando que ella quedara sola la mayoría de las veces y para colmo recibía clases por parte del chico por el cual estaba enamorada.
Desearía estar en su puesto.
La envidiaba demasiado.
Hiraeth recorrió los pasillos y cuando finalmente estuvo en la biblioteca, se dirigió a la mesa en la que se encontraba el Diggory.
Sonrió al verlo, sus cabellos estaban depeinados, su marcada mandíbula resaltaba, su perfil estaba a la vista. Cuando noto ser observado y vio a la pelirroja, le dedicó una amplia sonrisa.
Hiraeth pensaba que iba a derretirse.
Sin duda, su cosa preferida de el era su sonrisa. Se acercó a el, admirando lo bien que se veía en el jersey de la casa de los tejones.
—Que puntual, señorito Diggory— bromeó al verlo, dejando los libros en la mesa
Erick se levantó de su asiento y retiró hacia atrás la silla de la pelirroja para que se sentara, una vez hecho la acomodó cerca de la mesa con una amplia sonrisa coqueta.
—Y educado— añadió la pelirroja al ver su coqueto gesto.
—Siempre, señorita Lupin— bromeó sonriendo involuntariamente al ver que esta imitaba su gesto.—¿Comenzamos con nuestra lección de hoy?
Los jóvenes se sumergieron en el libro de pociones, Erick le explicaba detalladamente y con paciencia la lección a la pelirroja quien atendía atentamente, tratando de recordar todo en su mente. Cuando lo hacía los labios de ambos se curvaban hacia arriba.
M
ientra leía la pelirroja un párrafo y el Diggory la escuchaba atento, distinguió una especie de herida en su clavícula. Preocupado, llevó dos de sus dedos hacia esta acariciandola notando como la piel de la joven se erizó.
—¿Hiraeth? ¿cómo te hiciste esta herida?— la observó reflejando preocupación en su rostro.
La pelirroja palideció y se tensó al notarlo. Carraspeó nerviosa dejando el libro a un lado.
—Quidditch, nada importante— mintió con rapidez, dándole una tranquilizadora sonrisa al Diggory
—¿De veras que estás bien?— insistió mirandola aún preocupado por su salud
—Completamente bien— la chica aseguró, para calmar al chico
Este asintió haciendo un mohin no convencido aún, pero debia confiar en la pelirroja.
Se sumergieron en la lección ambos, retomando el tema.
Mientras, Spinnet se dirigió a la biblioteca para seguir a su amiga, nublada por los celos. Apretó los puños furiosa al ver desde el marco de la entrada, como estos leían los párrafos de un libro concentrados, como estaban tan cerca y como Erick observaba a Hiraeth con la mirada.
Como si ninguna otra chica existiera en la faz de La Tierra.
Ni siquiera notó cuando alguien se colocó tras de ella.
—¿molesta eh?
Alyssa dando un leve salto ante el susto, se giró asustada pero su respiracion se calmó al ver a Claire Jordan.
Una Gryffindor de su edad, pero no contaba con muy buena reputación.
—¿El qué?
—Llevo viendo varios días como miras a Diggory.— su mirada vagó hasta el joven y después hasta la azabache—¿Que mala amiga eh? No debía estar con él, si no contigo.
Alysda tragó saliva nerviosa, desvió la mirada
—Bueno..
—Hiraeth es una mala amiga, una egocéntrica que solo piensa en ella misma— aseguró, haciendo que Alyssa la mirara a los ojos.— Olvidate de ella.
Alyssa vaciló ante las propuestas de la Jordan, hasta que finalmente aceptó. Fué así como las dos mujeres se compincharon contra la pelirroja.
Alyssa había sido fácilmente manipulada.
●●●
—Corey..—rió notando las leves cosquillas que le proporcionaba el rizado en su cuello.
El Avery, había pasado sus labios desde los del Lupin hasta su cuello , dejando húmedos besos en este, lamiendo el lugar.
Remus se encontraba algo nervioso pero no podía admitir que le encantaba. Sentia leves cosquillas por sus labios.
—Corey, vamos.. — quería separarlo pero su cuerpo se negaba.
El Slytherin al escuchar los reproches del pelinegro alzó la cabeza para mirarlo a los ojos con una sonrisa egocéntrica y burlona.
Remus habría pagado todo lo necesario por siempre verlo así.
El hombre comparado con Heatthcliff. Con su expresión seria, sus labios en una fina línea recta, misterioso. Ahora estaba riéndose junto a el.
—Como si no te gustara
Tarareó, robandole un beso corto en los labios y volviendo a sentarse a su lado.
Remus, volvió a entrelazar sus manos. Jugueteando con los dedos del Avery, causando que este sonriera enternecido al verlo.
Por un segundo, Remus no despegó la vista de las manos entrelazadas, ni siquiera pestañeó centrándose en sus pensamientos. Corey se alarmó al ver esta acción, tomandolo del mentón para verlo a los ojos.
—Remy, se que hay algo que te preocupa— pronunció el cariñoso apodo que le había puesto. Su mano se centró en acariciar su mejilla.
No sabía que le estaba haciendo el Lupin, jamás fue de esa manera con alguien. Corey afirmaba no creer en los sentimientos amorosos, pero sus acciones cuando conoció a Remus lo co contradecían.
—No, no tiene importancia— murmuró mirando al balcón de la torre.
—Mirame—ordenó haciendo que los orbes chocolates chocarán con los grises de nuevo— Si a ti te preocupa, tiene importancia. Así que dime que es lo que ronda por tu cabeza que no te deja tranquilo.
Suspiró vacilando en que hacer, pero finalmente decidió por contarle la verdad al rizado.
—¿Tu que eres Corey?
Preguntó mirandolo a los ojos, ganándose una mirada extraña de este
—¿A que te refieres Remy?
—Me expresé mal— suspiro tomando aire nervioso—Queria decir, ¿tienes claro cuál es tu orientación sexual?
Preguntó nervioso por la respuesta del azabache. Remus bajó la mirada, sintiendo su corazón bombear con fuerza.
Corey cogió aire suspirando
—No, no se que soy. Tampoco creo que eso importe en lo absoluto, es una tontería poner una etiqueta, todos seguimos siendo iguales independientemente del sexo al que amemos o nos sintamos atraido—pausó— Pero es cierto que me gustan las mujeres, lo siguen haciendo, pero a su vez los hombres también. Bueno, tu lo haces— rectificó sonriendole al pelinegro quien ya estaba algo más calamdo— Así que supongo que seré bisexual.
Remus sonrió ante sus palabras y se apoyó en su pecho, jugueteando con sus manos entrelazadas.
—Yo aún no estoy seguro, de un momento a otro apareciste y..— soltó un suspiro algo frustrado— No se, todo es muy confuso.
Corey rió al escuchar la frustración del pecoso y dejó un beso en su cabello.
—No tienes porque preocuparte por eso, guíate por lo que sientes.
Propuso, el mayor.
—¿Cuando fue la primera vez que descubriste que te gustaban los hombres?
—Este verano.— comenzó a relatar— veía algunos hombres y me sentía atraído, pero todo lo confirmé cuando te conocí a ti. De una manera u otra Remus Lupin, me volviste loco y pusiste mi mundo boca a bajo— admitió— Yo, que era el supuestamente chico sin sentimientos
Bromeó al decir lo último, pues era cierto, las relaciones no eran lo suyo. Habia tenido varios encuentros con algunas mujeres, pero solo se quedaban ahí, nunca iba a nada más. Jamás había compartido caricias u besos con ningún otro hombre hasta que llego el Lupin.
Remus al escucharlo, se incorporó, acomodando cada pierna a los lados de su regazo.
—No se como, pero tu también me volviste loco de una manera u otra— admitió para estallar sus labios contra los de Avery, acariciando sus mejillas en el proceso.
Mientras, desde la entrada de la Torre de Astronomia, una rubia sintió como su corazón era destrozado en mil pedazos.
Ella se había ilusionado bastante con el Lupin.
No debió haberlo seguido, pero su misteriosismo todos estos días hizo que esta no pudiera contenerse más. Lagrimas silenciosas corrían por sus mejillas, para bajar rápidamente las escaleras sin hacer ruido.
Le sorprendía ver a Remus besarse con otro chico y más siendo Corey Avery, por el simple hecho que ninguno había demostrado sentirse atraído ante su mismo sexo.
Lo que también le dolió fue como este no confió en ella para contárselo.
Frustrada y aún apenada, llegó a su habitación ignorando los llamados de sus compañeros de casa. Al estar dentro, queriendo liberar su frustración cogió el libro que tenía en su mesa de noche, para con toda su fuerza tirarlo hacia la pared, soltando un grito de molestia.
Las lagrimas seguían decorando su rostro, sin poder olvidar todas las imágenes en su mente donde Remus habia estado a su lado, siendo tan dulce y amable, sintiéndose segura a su lado y querida. La imagen de el besandose con otra persona también se repetía en su mente constantemente.
Sentia un vacío en el pecho, su respiración se aceleró.
—¡Eres un auténtico capullo, señor Darcy!
Mer y George mis nenes, quiero abrazarles
Corey y rem mis papis los amo.
¿Que les ha parecido el cap?
¿Les ha gustado?
No se olviden de votar y comentar, los quiero!
Les tengo una pregunta, el martes toca actualización de Ramé pero tengo en borradores un extra de Efímero, más concretamente sobre como se conocieron Lizzie y Fred. ¿Les gustaría leerlo mejor?
Espero sus respuestas, los quiero!
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