02| Pensé que seria un feliz matrimonio.

Habían pasado algunos meses desde que contraje matrimonio, si alguna vez existió alguna muestra de afecto entre Bali Bey y yo, puedo decir con exactitud que ahora era cada vez más lejano.

Era casi imposible hablar con él o estar cerca suyo, al principio si estábamos juntos la mayor parte del día, conforme paso el tiempo él solo empezó a venir solo para dormir.

Evidentemente me preocupaba esto, por lo que llegue a preguntarle más de una vez que era lo que ocurría, eventualmente él solo se dedico a decirme que estaba muy cansado como para hablar de estos temas conmigo o simplemente ignorarme e irse a dormir.

──Debes estar muy feliz con tu matrimonio.──Sonrió cínicamente Esmehan, pues ella mejor que nadie sabia que esto solo hacia que mi corazón ardiese en llamas de dolor.

──Me va igual de bien que el de Mehmed y Emine en Manisa──sonreí de la misma manera, aún sin saber nada de ellos, sabia que Esmehan seguia enamorada de mi hermano, por lo que al escuchar eso su sonrisa se borró.

──Tu matrimonio no durara mucho.──Dijo mientras que se iba molesta de mi palacio, ocasionando que yo solo riera.

Una vez ella se fue totalmente, cesé con mi risa, estaba preocupada por ellos dos, mi cabeza estaba dividida en varias cosas.

Tome un poco de agua, sin duda alguna esta no era la época más feliz de mi vida, Bali Bey era distante conmigo, Cihangir sufria eternamente con su columna, los otros dos que quién sabe donde estuviesen.

Y mi madre, me preocupaba también que le ocurriese algo.

Volviendo al tema de Bali bey, claro que había conversado de este asunto con mi madre, pero no llegamos a nada, ella me pidio que le diese tiempo, que para un hombre no era fácil asimilar que ahora estaba casado, y más si llevaba el estilo de vida que llevaba Bali Bey.

Claramente a mi madre en ese entonces no queria que yo me separase de este hombre, pues necesitaba todo el poder político posible para entronar a alguno de mis hermanos.

Aquello era evidente, y al ser una Sultana yo realmente era una pieza fundamental para eso, pues podía ella obtener a traves de mi bastante influencia.

Me levante de mi asiento y me dirigí al carruaje que me llevaria a Topkapi, queria ver como se encontraba cihangir o si necesitaba algo.

Claramente a ninguna de las mujeres que existían en ese lugar les gusto mucho verme, pero los hombres si se alegraron.

Aquel hombre conocido como el gran Sultán del mundo y que era tenido por naciones enteras, corrió a recibirme para envolverme en sus brazos con fuerza.

──Mi Sol y Mi Luna.──Sonrió él.──¿Como has estado?

──Me encuentro bien.──Dije para tomarlo de su brazo y caminar juntos por el jardín.

Nuestra conversación transcurrió de manera tranquila, como siempre mi padre el Sultán Suleiman era mi lugar seguro.

Y de este modo entramos al palacio, conversando de como era mi vida en el palacio de Ibrahim, que si queria volver volviese.

Yo solo me límite en sonreir y en aparentar que todo estaba bien.
















──Sultana.──Reverencio una mujer rubia.

──Sofía.──Sonrió Hatice.──Dime, ¿Has cumplido con los que te encomende?

──Si mi sultana, Bali Bey esta en mis manos.

──Bien.──Sonrio complacida.──¿Colocaste las hierbas de infertilidad en las bebidas de Mihrimah?

──Por supuesto, no quiero que ella tenga hijos.

──Excelente.──La dinastia de Alí Osmán la miro de nuevo.──Lo siguiente que harás sera...

La mujer le susurro en el oído a la otra, indicandole cual era el nuevo paso.

Una vez termino de hacer eso, la mujer rubia, mejor conocida como Sofía salio de la habitación donde estaba Hatice y se dirigió a su casa.

O bueno, la casa que le había comprado en ese entonces mi esposo, pues él la tenía muy bien escondida.

Bali Bey entro en la misma casa algunas horas despues y dejo que Sofia le masajease los hombros.

──Mi señor.──Llamo con un tono seductor.

──Dime.

──Quiero estar más cerca de usted, lo extraño mucho y solo viene a verme cuando tiene tiempo.

──¿Como piensas que sera posible que estes más cerca mio?

──Lleveme a servir a su palacio, así podre estar con usted más tiempo.

──¿Estas loca? Mihrimah se dara cuenta.

──¿La niña que solo se dedicaba a perseguirlo por el jardin? Ella esta enamoradisima de usted, la tiene comiendo de su mano, ni cuenta se dara.

Bali Bey guardo silencio algunos segundos, contemplando la posibilidad de que ella viniese a vivir con ellos en el palacio.

Si, Mihrimah era lo suficientemente estúpida como para no darse cuenta en ese momento.

──Vendras conmigo mañana por la mañana.

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