👠࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮1 」
«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇𝗈»... [𝖮1]
❝𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗠𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻❞
Jennie cerró la puerta de la oficina tras ella, su figura proyectando una sombra elegante sobre el suelo pulido mientras avanzaba con paso firme. La luz de la tarde se filtraba por las ventanas altas, arrojando tonos dorados sobre el mobiliario minimalista que caracterizaba aquella sala de reuniones, sobria y profesional. Al final de la habitación, detrás de un amplio escritorio, se encontraba su jefa, Kim Jisoo, con la mirada fija en unos documentos. Apenas levantó los ojos al percibir la presencia de Jennie, invitándola a tomar asiento con un leve gesto de la mano.
Jennie se acomodó frente a su superior, expectante, mientras sentía esa inquietud familiar que precedía a cada misión. La experiencia le había enseñado a mantenerse tranquila, sin importar la naturaleza de los encargos que recibía, pero el silencio de Jisoo le hacía preguntarse qué tan complicada sería esta nueva tarea.
━ Jennie ━ comenzó Jisoo, finalmente alzando la mirada con una expresión seria que no dejaba lugar a interpretaciones ━, tenemos un trabajo importante entre manos, y confío en tu profesionalismo para asumirlo con toda la rigurosidad necesaria.
Jennie asintió sin decir una palabra, percibiendo en el tono de Jisoo una urgencia poco habitual.
━ En esta ocasión ━ continuó la jefa, entonando cada palabra con una calma calculada ━, nos enfrentamos a una operación de narcotráfico a gran escala. Se han detectado envíos de cocaína camuflada en mercancías de lujo: bolsos de marca, prendas de ropa de alto costo, cuero importado. No estamos hablando de simples cargamentos; estos paquetes de drogas están siendo introducidos de manera meticulosa a través de canales de comercio legal y su destino principal es, por supuesto, Las Vegas.
Jennie se mantuvo en silencio, analizando cada dato que Jisoo compartía. Aquella operación sonaba compleja, cargada de detalles delicados y, sin duda, con múltiples puntos vulnerables.
━ Sabemos que están importando millones de dólares en cocaína cada mes ━ continuó Jisoo, frunciendo el ceño mientras hablaba ━. Y están usando las pasarelas de moda y las agencias de modelos como fachada. Los modelos desfilan, las prendas se venden, y nadie sospecha que debajo de cada costura hay un minúsculo compartimento con cocaína de alta pureza.
Jennie apretó los labios. Aquellos traficantes sabían lo que hacían; el ingenio detrás de esa estrategia era digno de los carteles de narcotráfico más experimentados. Si el operativo requería infiltrarse en el mundo de la moda, ella estaba lista para asumir el rol, sin importar lo que costara. Había estado en situaciones peligrosas antes, había enfrentado desafíos en territorios desconocidos, y sabía cómo jugar sus cartas.
━ Necesitamos a alguien con tu capacidad de adaptación para esta misión ━ continuó Jisoo, y en su tono había una determinación que daba por sentado que Jennie asumiría el encargo ━. Alguien que pueda integrarse en ese mundo y pasar desapercibida mientras recoge la información que necesitamos para desmantelar toda la operación.
Jennie asintió de nuevo, reconociendo la magnitud de lo que le estaban pidiendo. Sin embargo, había algo en la expresión de Jisoo que le indicaba que aún no había terminado. La forma en que su jefa evitaba mirarla directamente, cómo parecía medir cada palabra, la llevó a sospechar que había más en esa misión de lo que se había dicho hasta el momento.
━ ¿Cuál es el inconveniente, Jisoo? ━ preguntó, con el tono profesional que la caracterizaba, aunque su mirada no ocultaba el escepticismo.
Jisoo respiró hondo, como si hubiera estado esperando aquella pregunta. Su semblante se endureció un instante antes de mirar a Jennie a los ojos con una seriedad incuestionable.
━ Jennie, debido a la naturaleza de esta operación, no estarás sola en Las Vegas ━ declaró, cada palabra cayendo como un martillo, firme y sin espacio para discusiones ━. Vas a tener una compañera para la misión.
Jennie se tensó, su postura rígida ante la idea de tener que compartir el trabajo con otra persona. Siempre había preferido trabajar sola; el control absoluto sobre cada detalle de la misión le daba la tranquilidad que necesitaba para enfrentar cada desafío. La idea de depender de alguien más, de coordinar movimientos y compartir responsabilidades, no era precisamente de su agrado.
━ No necesito a nadie más, Jisoo ━ replicó, su tono cargado de una firmeza inquebrantable ━. Conozco mis capacidades, puedo infiltrarme y llevar a cabo la operación sin complicaciones.
━ Me temo que esta vez no tienes opción ━ respondió Jisoo sin titubear, pero su expresión mostró un atisbo de simpatía ━. Esta misión requiere… cierta colaboración, y ya se ha tomado una decisión respecto a tu compañera.
Jennie arqueó una ceja, expectante, mientras una ligera incomodidad se instalaba en su pecho. Aquello era inusual; Jisoo no solía imponer decisiones de esa manera, y el tono en que había dicho “colaboración” implicaba algo que ella no terminaba de comprender. Justo cuando estaba a punto de insistir en sus objeciones, su jefa habló de nuevo, pero esta vez su voz sonó con un matiz de cautela.
━ La persona asignada a tu misión es… Lalisa Manoban.
El nombre flotó en el aire como una bomba de tiempo, resquebrajando la fachada de calma que Jennie se esforzaba por mantener. Su exnovia. Su excompañera en tantos sentidos, ahora convertida en su nueva aliada en una misión tan delicada. Los recuerdos, esa mezcla agria de pasión y resentimiento, asaltaron su mente, destellando a través de miradas y palabras compartidas, de heridas que nunca llegaron a sanar del todo. No había visto a Lalisa desde su separación, y ahora, el pasado volvía a presentarse de la manera más inesperada.
━ ¿Lisa? ━ murmuró Jennie, intentando contener el enojo que hervía bajo la superficie ━. ¿Por qué ella? ¿Acaso no había otra persona capacitada para la misión?
━ La elección no fue mía ━ aclaró Jisoo, cruzando las manos sobre el escritorio, con una frialdad que intentaba disimular cierta preocupación ━. Lisa tiene habilidades específicas que consideramos cruciales para la operación, además de contactos en el ámbito de la moda que facilitarán su infiltración. Sé que esto es difícil, Jennie, pero te pido que mantengas la profesionalidad.
Jennie apartó la mirada, tensando la mandíbula. Profesionalidad. La palabra resonó en su mente como un recordatorio de lo que debía ser, de las expectativas que pesaban sobre sus hombros. Pero las emociones eran traicioneras, y saber que debía pasar tiempo con Lisa, compartir cada paso de la misión, le revolvía el estómago.
━ Entendido ━ dijo finalmente, aunque el tono de su voz era más sombrío que de costumbre ━. Cumpliré con la misión.
Jisoo la miró con una mezcla de comprensión y advertencia. Sabía lo que estaba pidiendo, era consciente de lo que aquella decisión significaba para Jennie, pero no había lugar para objeciones.
━ Me alegra escucharlo ━ respondió Jisoo con firmeza ━. Las Vegas te espera, Jennie. Espero que ambas puedan dejar sus diferencias a un lado, al menos el tiempo suficiente para que esta operación sea un éxito.
Jennie asintió una última vez, con una calma fingida que ocultaba el torbellino de emociones bajo la superficie. Se levantó con una expresión indescifrable y se dirigió a la puerta, sin mirar atrás. Sabía que tendría que enfrentarse a Lisa, no solo en la misión, sino también en esos sentimientos no resueltos que siempre había intentado enterrar.
El sonido de sus propios pasos resonaba en el pasillo desierto, cada eco reverberando en sus pensamientos mientras Jennie avanzaba en dirección al baño. Sentía la tensión en los músculos de sus hombros y la rigidez en sus mandíbulas; su mente no dejaba de dar vueltas a la reciente conversación en la oficina, donde la noticia de su misión compartida con Lisa había caído como un balde de agua helada. Jisoo había dicho que debía ser profesional, y eso intentaría. Sin embargo, nadie podría esperar que Jennie olvidara tan fácilmente el pasado que compartía con Lisa y la tormenta de emociones que esto suscitaba en ella.
Al llegar al baño, Jennie empujó la puerta y se detuvo un momento para tomar aliento, en un vano intento de calmar su espíritu. La luz blanca iluminaba las paredes pulidas, el reflejo en el espejo devolvía una imagen pulcra de sí misma, con sus facciones firmes y su expresión calculadamente impasible. Mientras se inclinaba para abrir el grifo y dejar que el agua fría calmara sus nervios, un movimiento captó su atención por el rabillo del ojo. Giró apenas la cabeza, y sus ojos se encontraron con la vista que ofrecía la ventana del baño.
Allí, en el estacionamiento, pudo ver una figura inconfundible: Lalisa. Su cabello caía en una cascada oscura sobre los hombros, su postura elegante mientras se despedía de una mujer alta y de apariencia sofisticada, una figura desconocida que se acercó para darle un beso en los labios antes de deslizarle la mano por el rostro con un gesto íntimo y cariñoso. Jennie sintió una punzada en el pecho, un dolor amargo y agudo que no estaba dispuesta a reconocer.
Observó con fría intensidad mientras Lisa respondía al gesto, sonriendo de una forma que había sido suya, una sonrisa que alguna vez había desarmado a Jennie, y que ahora pertenecía a alguien más.
Lisa parecía haber sentido su mirada, porque de repente levantó la cabeza y sus ojos se cruzaron con los de Jennie a través del cristal de la ventana. Fue un instante suspendido, una colisión silenciosa de emociones reprimidas y palabras no dichas. Jennie sostuvo la mirada, sin dejar ver ni un solo atisbo de emoción. Para ella, aquellos ojos oscuros y profundos ya no significaban nada. Se obligó a recordar que aquella mujer, que había compartido con ella secretos y caricias, ahora era solo una sombra en su vida, una colega y nada más.
━ Patético ━ murmuró, dirigiéndose a sí misma, antes de volver la cabeza con un gesto de desdén, negándose a reconocer el peso que aquel simple cruce de miradas había dejado en su ánimo.
Jennie cerró el grifo y se miró al espejo con firmeza, como si intentara borrar el rastro de aquel recuerdo con una mirada desafiante. Respiró profundamente, se secó las manos con calma y salió del baño con una expresión imperturbable. Había entrenado durante años para tener ese autocontrol férreo que ahora la mantenía a flote. Nada podía alterarla… o al menos, eso era lo que quería creer.
Mientras se dirigía al aparcamiento, la imagen de Lisa y su nueva novia seguía rondando en su mente, como un eco al que no podía acallar del todo. La sombra de esos días en los que Lisa había sido todo para ella aún persistía, un vestigio de emociones enterradas que, con solo un gesto, amenazaban con resurgir. Pero Jennie no estaba dispuesta a dejar que eso ocurriera. Para ella, la relación con Lisa había sido un error, uno del que había aprendido, y ahora había dejado atrás.
De camino a su casa, Jennie se mantuvo en silencio, aferrada al volante con una fuerza casi antinatural, sus dedos crispados alrededor de la piel del volante como si de algún modo eso le ayudara a mantener el control. Las luces de la ciudad pasaban frente a ella, borrosas, como si fueran meros destellos en un paisaje sin importancia. Al llegar, cerró la puerta tras de sí y se dirigió directamente a su habitación, donde guardaba su equipo de entrenamiento. Ni siquiera encendió la luz principal, dejando que la penumbra llenara el espacio, como si así lograra acallar también el torbellino de pensamientos.
Jennie abrió el armario de armas, cada uno de los compartimentos organizados con precisión, reflejo de su meticulosidad y profesionalismo. Deslizó la mano hasta encontrar una Glock, el frío metal descansando en su palma como un viejo conocido, una extensión de sí misma. La sostuvo con firmeza, sintiendo el peso y la textura del arma, como si fuera un vínculo tangible entre ella y la calma que tanto buscaba.
Sin perder tiempo, preparó el equipo de tiro en su improvisado campo de práctica. Colocó los objetivos en el otro extremo de la sala y, una vez lista, ajustó su postura, respirando con lentitud. Sus manos no temblaban; cada movimiento era meticuloso, calculado, como si de alguna manera el control sobre cada disparo pudiera darle el equilibrio que su mente anhelaba. Ajustó la mira, y sin vacilar, apretó el gatillo.
El estruendo del disparo retumbó en la habitación, un sonido seco que resonó en el aire cargado de tensión. El impacto en el blanco fue preciso, certero, tal como ella había anticipado. Cada tiro que disparaba, cada bala que atravesaba el espacio y golpeaba el blanco, parecía arrastrar consigo un pedazo de aquel enojo, de aquella frustración acumulada que aún no lograba soltar.
━ Siempre eres tú, Lisa ━ murmuró entre dientes, apretando el gatillo de nuevo, su voz apenas un susurro que se perdía en el eco de los disparos ━. Siempre tú, metiéndote en mi vida, incluso cuando no quiero que lo hagas.
Era consciente de que aquellos pensamientos eran irracionales, de que su rabia no tenía razón de ser; después de todo, había sido ella quien había decidido alejarse, quien había dado por concluido aquel capítulo de su vida. Sin embargo, el ver a Lisa con alguien más, ver aquella expresión que alguna vez le perteneció… Eso la carcomía de una manera que no quería admitir.
Apretó el gatillo una vez más, esta vez con mayor fuerza, sintiendo cómo el retroceso le recorría el brazo y calmaba, aunque fuera un poco, el torrente de pensamientos que la asediaban. Sabía que, a pesar de los años de entrenamiento, de la experiencia que la había forjado, las emociones seguían siendo un enemigo implacable. Lisa representaba algo que Jennie no podía simplemente apagar, un vestigio de una historia que, aunque creía olvidada, se negaba a desaparecer.
Jennie recargó el arma, sus movimientos mecánicos y disciplinados, una rutina que la ayudaba a mantener el control. El olor a pólvora llenaba la sala, y la oscuridad que la rodeaba parecía envolverla como un refugio, un lugar en el que podía enfrentar sus demonios sin máscaras ni excusas.
━ Al final ━ murmuró, mirando el blanco perforado por los disparos ━, todo esto es solo un maldito entrenamiento.
Y sin embargo, mientras se preparaba para disparar una vez más, sabía que aquello era más que una simple práctica. Era su manera de soltar, de arrancarse las emociones que aún persistían, de dejar atrás una vez más el rastro de Lisa en su vida.
█▓▒░░▒▓█
Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top