𓍢ִ໋🌷͙֒Final
Jimin tenía los ojos vendados, no tenía idea de lo que Jungkook quería mostrarle. Había estado raro toda la mañana, el misterio fue su más obviedad y el más curioso que nunca.
Había pasado un mes desde que todo eso pasó. Aún estaba triste por la pérdida de su local, pero la aseguradora se encargaría y Jungkook también, quien está quitando todo lo quemado y diseñando juntos algo demasiado hermoso a su gusto, pero con el toque de su abuela.
Las cosas entre ellos son de mil maravillas. Se aman y serán una gran familia. Su vientre está más abultado y eso le encantaba a Jimin, se sentía bonito, Jungkook adora acariciar siempre su pancita, diciéndole cosas hermosas a su lindo bebé.
Es todo un futuro padre amoroso.
Con respecto a que será, ellos tomaron la decisión de que esperarían cuando naciera para ser una gran sorpresa. Ellos querían que la vida los sorprendiera.
—¿Adonde me llevas Jungkookie? ¿Ya me dirás?
Le dice un poco ansioso. Llevaban conduciendo un buen rato.
—Ya lo verás cuando lleguemos, solo esperaba unos minutos más.
—Es que no puedo aguantar. —hizo un tierno puchero que Jeon moría por besar, pero no podía porque conducía.
Jungkook tomó su mano y besó su dorso con cariño. Estaba emocionado por mostrarle la casa que le regaló Seo-joon, bueno, más bien la casa que su madre le dejó. Había pasado semanas decorando todo para que Jimin viera su nuevo hogar.
—Sabes lo curioso que soy.
—No tienes que recordármelo. Eres demasiado testarudo también.
—¡Oye! es que no puedo con las sorpresas. Lo siento.... es que has estado muy misterioso estos días.
Jungkook sonrió.
—No lo sientas amor. Solo espera y verás que valdrá la pena. Ya estamos cerca.
Le dice mientras Jimin toca su abultado vientre. Intuye que será algo hermoso porque conociendo a su novio y las sorpresas románticas que tenían con él.
Jungkook en todos los aspectos es perfecto.
—Llegamos. —Le dice.
Estacionó en la entrada y Jimin se emocionó. Jungkook sale del auto para ayudar a su novio quien tenía los ojos vendados.
—¿Ya me puedo quitar esto?.
—Espera solo un momento, amor. Ven, camina un poco más.
—Por favor Jungkookie, estoy que me muero de los nervios.
—Esta bien, amor. Creo que es la hora de quitarte el vendaje. ¿Estás listo?
—¡Si!
Jimin estaba que moría de curiosidad. Sintió a su novio detrás de él y la venda que tenía en sus ojos fue cayendo. La luz lo cegó un momento, pero cuando miró al frente se llevó sus manos a la boca mirando a su novio totalmente sorprendido.
—¿No me digas que es nuestra? —Le pregunta con incredulidad.
Jeon asiente.
—Si amor, esta es nuestra casa. ¡Sorpresa!
—Jungkookie, ¡Dios mio es hermosa! ¿La compraste para mí?
—Esta casa fue un regalo de mi madre, ella era la dueña y Seo-joon me lo dijo. —lo tomó de la cintura mirándolo con amor—. Vamos a vivir aquí de ahora en adelante, porque aquí es donde quiero pasar el resto de mi vida contigo. Ver a nuestro minikook correr y verlo crecer. Es aquí donde quiero que lleguemos a viejitos.
—Mi amor… es la mejor sorpresa de la vida. Te amo.
Jungkook se fue hincando y Jimin no pudo evitar soltar un par de lágrimas. Jungkook sacó de su pantalón un hermoso anillo compromiso, el cual tenía forma de ángel; ya que eso es para Jungkook Jimin, un ángel. Tomó delicadamente la mano de Jimin y le hizo la pregunta:
—¿Park Jimin, te quieres casar conmigo?
Es ahí donde Park Jimin se dio cuenta que había válido la pena ser buena persona como su madre. Darle trabajo al chico rudo lleno de tatuajes con aspecto a badboy. Que fue buena idea pedirle que se mudara con él, porque solo así pudo conocer lo que es realmente el amor.
Tal cual como la historia de amor de su mamá.
Darle trabajo fue lo mejor. Así como Jeon tuvo la suerte de que ese bello chico le diera su total confianza para darle empleo y donde vivir. Porque es aquí, justo ahora, dónde pertenece y quiere estar.
—¡Claro que quiero casarme contigo! ¡Si, si y mil veces si!
Jungkook le puso el anillo de compromiso en su dedo anular y lo cargo tal cual princesa. Dándole vueltas mientras Jimin reía ante tanta ducha. Jimin tenía una enorme sonrisa, este era el mejor día su vida.
—Ahora que has aceptado, tengo que llevarte en brazos a su hermoso hogar señor Jeon Jimin.
—Pero aún no estamos casados, se supone que solo se hace cuando estemos de luna de miel. —Esta sonrojado hasta más no poder.
—Pará mi esta es nuestra luna de miel.
Le roba un besito en sus labios esponjosos. De verdad que cualquier persona que los viera a la vista, pensaría que son recién casados, y es que, así se sentían. Jeon abrió la puerta y para su sorpresa, todos sus conocidos estaban ahí. No sólo era una propuesta de matrimonio, sino una pequeña reunión con sus amigos.
—¡Felicidades!
Gritaron todos para felicitar a la pareja. Taehyung y Hoseok fueron los primeros en abrazarlo y después Seo-joon con su esposo e hija. Claro, también estaba ahí Namjoon con su esposo Seokjin, Jungkook los invitó, ya que Namjoon fue una gran apoyo para él dentro de prisión.
—Al parecer cumpliste tus objetivos mi querido Jungkook. —le dice Namjoon en un gran abrazo que le dio—. Me alegra mucho verte así, feliz y en una nueva vida.
—Muchas gracias. Le prometí que sería mejor y lo cumplí, pero también gracias a usted por sus consejos y cuidados. Siempre se los voy agradecer.
Namjoon le miró con orgullo pues vio al muchacho lleno de conflictos y miedos a esto... Había un gran cambio y uno muy bueno. Vio a Jungkook en sus malos momentos y verlo ahora con amigos y apuntó de ser padre, es maravilloso de ver para Namjoon.
Jungkook desde la distancia miraba la gran familia que había hecho. Parecía otro sueño más donde imaginaba que algún día le pasaría. Pero para su mala suerte, despertaba en ese podrido lugar.
Pero ahora, tenía todo a su vista, amistad, a su hermano y a su prometido, el cual le dará un bebé.
Jungkook estaba feliz.
Sus amigos lo abrazan para después alzarlo y aventarlo a la piscina. Todos reían ante lo que pasó, y Jimin no fue la acepción. Fue un día increíble, sus amigos cocinaron cosas ricas y bebieron, menos el embarazado. Una buena fiesta para los futuros papis.
Cuando dio la noche la pareja estaba en el sofá acurrucados, mirando la televisión. El día fue agotador y apenas les dio tiempo de ver su casa. Claro, ya habrá más tiempo, de todos modos ellos vivirán ahí siempre.
—Jungkookie... ¿Así es como te imaginaste terminar? —Le pregunta Jimin.
Jungkook lo atrajo más a su cuerpo robándole besitos.
—Claro que sí. ¿Pero sabes una cosa?
—¿Qué? —Jimin se sube a su regazo. Jeon pone su mano en su vientre.
—Que esto es mucho mejor. Mejor de lo que soñé algún día.
—Te amo Jungkook.
—Yo te amo mucho más mi pequeño ángel.
Jungkook no perdió el tiempo y le empezó a quitar la ropa de su novio, el cual tampoco se negó. Tienen que aprovechar que aún pueden porque después ya no podrán más adelante.
Así terminaron su gran día, sumergidos en el cuerpo del otro.
︶꒦꒷♡꒷꒦︶
Algo que siempre contaban las historias de amor eran, muchas ocasiones donde el protagonista conoce al otro protagonista de una manera inesperada, tal vez en una cafetería o una biblioteca o también en un concierto.
Lo cierto de esto es que hay muchas maneras de conocer a tu persona especial. Pero solo Jimin tuvo la dicha de conocer al chico correcto a su manera. Todas saben cómo pasó, saben cómo se desarrolla un encuentro tan hermoso entre dos personas tan diferentes.
Un chico malo y un chico bueno. Pero ambos con los mismos miedos y sueños.
Tal vez no todo fue fácil para uno de ellos, quien pasó por cosas horribles y pasó muchos años en prisión. Cambio para bien y la vida lo recompensó de la mejor manera.
Claro, también un chico que pasó por una mala relación y tóxica. Que le hizo pensar que jamás encontraría el verdadero amor. Que pasó por malas rachas y se concentró solo en trabajar. Pero al igual que al otro joven, la vida lo recompensó de mejor manera.
Los hilos rojos siempre están atados, el de ellos está muy enredado. Y también el de sus futuras vidas.
Aunque uno se enamoró primero, el otro lo hizo más fuerte.
La pareja se encontraba en la playa, mirando la hermosa puesta de sol. Disfrutando su fin de semana pues la hermosa pareja tenía vacaciones después de mucho y largo trabajo. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Lo suficiente para ver al hijo de la familia Jeon entre los brazos de su padre intentando patalear el agua que llega a sus lindos y pequeños pies.
Jimin sonreía al ver a su prometido intentar que su hijo se moje, lo cual logra aunque la expresión de su pequeño Seol de solo cinco meses, no era tan divertida.
Tenía cinco meses desde que nació y para Jimin el tiempo pasaba demasiado rápido. Dándose cuenta que a lado de Jungkook se sentía como en un cuento de hadas. Su boda era mañana y ellos estaban aquí, disfrutando estar solos después de tanto estrés de la organización.
Claro, también dándose tiempo para el caos que se viene, pues como dicen muchas mujeres expertas; los novios son los que menos se divierten, aunque intentarán cambiar eso.
—¡Viste a Seol, amor! ¡Casi gatea más en el agua! —Le grita Jungkook a Jimin.
—¡No dejes que llegue más profundo, Jungkookie!
Jimin se pone de pie quitando la arena de su trasero. Corre a dónde su prometido e hijo, quien al ver a su papá Jimin estiró sus bracitos para que lo cargara.
—Creo que fue suficiente ¿Verdad cariño? —Su bebé sonrió algo que le dijo a Jimin que sí.
Jungkook besa en la mejilla a su prometido yendo juntos a la casa de playa.
—Fue un buen día, viste como surfe... wooo, casi me llaman profesional.
—Pará ser tu primera vez me has sorprendido.
—Tal vez los deportes extremos son lo mío. Quien sabe. A lo mejor en otra vida soy boxeador y mi médico personal. —le giña y Jimin se mufa.
—Mmm… mejor yo soy un hombre rico que quiere comprar tu amor. ¿Está mejor no?
—No suena mal.
Llegan a la casa de playa, entran y Jimin va directamente a la habitación para bañar a su hijo y después hará de cenar.
—¿Sabes? odio tener que irme con Seo-joon para no verte en tu traje de bodas. —Jungkook entra a la ducha dejando ver su cuerpo desnudo, acto que no se perdió Jimin.
—Es tradición.
—Pues me parece una tontería. No quiero dormir lejos de ti y de mi hijo.
Seol chapoteo el agua con sus manitas mojando a Jimin, Jungkook se rio.
—Ves, mi hijo no quiere que me vaya.
—Pues te iras, quiero que cuando me veas entrar, te sorprendas de lo bonito que me veré.
—Amor, incluso si entras con pijama, me vas a sorprender. Te amaré cada día más. Pero sigo sin querer irme.
—Vamos, Jungkookie. Únicamente será un día y todos los demás seremos solo los tres. Sé que puedes con ello.
—No lo creo. Odio estar lejos de ti mi Jimeo…
Jimin no se aguantó la risa.
—¡Oh mi amado Kuliet!
Le siguió el juego.
Jimin negó sonriendo. Terminó de bañar a su bebé y después se metió a bañar. Jungkook alimento a su hijo y más tarde Seo-joon vino por él junto a Namjoon quien también ayudó a llevárselo porque no se quería ir. Hoseok solo se reía de él.
Hyungsik, Taehyung y Seokjin se quedaron con Jimin para ayudarlo para su gran día mañana.
—¿Nervioso Jimin?. —Le pregunta Seokjin.
—Algo. Pero todo desaparece cuando me emociona la idea de que al fin seré su esposo. —Responde un poco sonrojado.
—Siempre quisiste una familia, una boda de ensueño y tu primer bebé. Ya lo haz hecho. No tienes porqué ponerte de nervios. —Le dice Taehyung.
—Tal vez... solo que siento que estoy en sueño.
—Creo que todos nos sentimos así cuando llega ese momento tan especial, al menos cuando me case casi vomite de los nervios. —Comenta Hyungsik. Su hija estaba dormida en el sofá.
—Mejor no le des ideas a Jimin. —dice Taehyung.
—No estoy a ese grado de nervios. Estoy bien. —Jimin deja a su bebé en su cuna sumamente dormido—. Estoy feliz de casarme con Jungkook. Lo amo.
—Lo sabemos Jiminie…. El amor nos atrapa tan fuerte. —Dice Tae.
—Espero que la próxima boda sea la tuya con Hoseok, se nota que está pasando comprar un anillo de compromiso.
—Pues espero que pronto, yo también quiero amarrar a mi hombre.
Se ríen todos ante las ocurrencias de Taehyung.
—Hacen una hermosa pareja. Pero bueno, hay que descansar porque mañana es el gran día.
—Vamos, Jimin. Quiero ponerte algunas cremas para que tu piel esté impecable. —Taehyung se lo llevó a la habitación aunque hablaron un poco más.
Cuando los rayos del sol entraron por las ventanas, Jimin se sintió maravillado. Hoy es el día en el que se casara con el amor de su vida.
Más que nervioso, se sentía entusiasmado. Todos en la habitación comenzaron a cambiarse de ropa, Jimin se puso su hermoso traje blanco con su pequeño velo cubriendo su cabeza. Taehyung fue el encargado de maquillarlo, era algo sutil, aún así se miraba hermoso.
Su hijo también lo vistió con un pequeño traje blanco. La belleza de su pequeño era igual a la de su papá Jimin, era un mini Jimin. Por fin el momento había llegado, al fin su boda de ensueños estaba a punto de comenzar.
Si su abuela estuviera aquí, estaría feliz por verlo de blanco rumbo al altar, también sus padres que comparten su misma historia de amor. En cuanto dio los primeros pasos a dónde su amado lo esperaba, su corazón latió tan fuerte que apenas escucho lo que le dijo Seo-joon.
Todo el lugar estaba precioso. Rosas blancas con los adornos naturales que eligió, las sillas cubiertas con una tela azul pastel, el camino de arena con conchitas de mar y el altar, un arco de flores con globos de corazón blancos. Y justo ahí, en medio está Jungkook, su amor esperando por él.
—¿Estás listo Jimin? —Le pregunta Seo-joon quién se ofreció a entregar a Jimin.
—Estoy listo.
La música se hizo presente. Las pocas personas se levantaron de sus sillas para ver al hermoso novio entrar. Jimin sentía como si flotaba en una nube porque ver a Jungkook en su traje blanco y sonriéndole de esa manera, era tan divina. Seol estaba enfrente con su tío Tae y Hoseok.
Al fin estaba cerca del amor de su vida, quien tomó su mano besando su dorso. Ese brillo tan especial que solo Jeon le puede ver, le hace derretir el corazón a Jimin.
—Te ves precioso amor. Como un hermoso ángel.
—Gracias. Tú también te ves guapísimo Jungkookie.
Las emociones que estos dos sentían al estar en ese altar, jamás podría describirlas, pues eran tan puras de amor que no es difícil adivinar el amor que se tienen esos dos.
Tomados de las manos, mientras el padre dice la ceremonia, solo escucharon cuando les preguntó;
—¿Park Jimin, aceptas a Jeon Jungkook como tú esposo, para amarlo y respetarlo hasta el resto de tus días en la tierra?
—Acepto. —dijo de inmediato y con sus mejillas rojitas.
Fue turno de Jungkook.
—¿Jeon Jungkook, acepta a....
—Acepto, claro que acepto.
Lo interrumpió antes de terminar. Todos se rieron y el padre continuó.
—Pues ahora los declaró, esposos. Puede besar al... novio.
Fue tarde cuando Jungkook tomó con posesión a Jimin y lo besó. Sus amigos se pusieron de pie para aplaudir con suma emoción.
Al fin están casados.
Al romper el beso juntaron sus frentes mirándose con amor. Abrazados entre su silencio armonioso.
—Gracias Park Jimin por haberme dado trabajo y ahora pasar a ser mi esposo.
—Gracias Jeon Jungkook por aceptar trabajar para mi y ser mi esposo ahora.
—Te amo, Jeon Jimin.
—Y yo a ti, Mi Lindo Repartidor.
Las historias de amor puede haber muchísimas, pero jamás una como la de Park Jimin y Jeon Jungkook.
Porque esto fue MI LINDO REPARTIDOR.
Fin
Bueno aquí tienen el final de esta bella historia. Espero que les haya gustado y disculpen por tardar mucho, pero no mas no sabia que final darle y al final hice esto.
Creo que fue lo mejor porque se iban a casar si o si. Jejeje. Les debo el epílogo y por ahí deje pistas de nuevas historias, pero por ahora, me retiro un tiempo de esta cuenta. Volveré aunque no se cuando, pero lo haré.
Las amo y gracias por el apoyo a esta historia de mi amado Kookmin. Bye 🩷
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