𓍢ִ໋🌷͙֒Epílogo

Jungkook había salido con su familia a pasear. El clima estaba en su punto más frío ya que diciembre llegó y navidad sería mañana.

Le gustaba mucho la navidad, aunque cuando estuvo en prisión fue doloroso. El primer año se sintió tan solo que lloro. Les dieron una comida insípida y regalos viejos. Eran cualquier porquería, sin ser objetos peligrosos eso era lo peor. Le tocó una camisa de una banda que ni conocía.

Fue una mierda.

El frío en esas rejas era tenebroso, sentía que moriría congelado, que ni siquiera llegaría a fin de año. Pero sobrevivió.

Al pasar los otros años ya no le interesaba la navidad. Era otro día más para él, hasta que el guardia Kim Namjoon se acercó a él y lo invitó a comer algo delicioso. Fue el primero en el que confío después de todo. Le contó cómo se sentía y le dio la fuerza y ánimo para que no se diera por vencido.

Los días ahí ya no se sentían tan mal cuando tenías a alguien alentandote.

Ahora que ve todas esas luces y a esas personas pasear con sus familias. Agradece a la vida por tener su propia familia. Ve a su lindo esposo cargar a su pequeño hijo. Joder, la imagen era preciosa, la mejor que había visto jamás.

Su lindo rubio comprando chocolate caliente y un churro de azúcar. Su pequeño Seol feliz de darle una mordida llenándose de azúcar la cara. Sonrió cómo un bobo.

Suspiro mirando el aire helado de sus boca. A su lado llega Namjoon quien tocó su hombro para sacarle de su trance.

—¿A quién ves con tanta alegría? —le pregunta.

Jungkook le mira.

—A mi familia.

Le responde. Nam ve a Jimin con Seol comprando.

—Ya veo… supongo que aun no crees que esto esté pasado ¿no?

—No aún no me creo que este en este lugar, con mi familia. Entiendes, sabes a qué me refiero.

—Claro que lo sé. El tú de esa celda jamás creería esto. Me alegro que siguieras adelante y ahora seas alguien exitoso y con una familia que te adore.

Comenta Namjoon. Jungkook confirmó eso.

—¿Sabes? Siempre creí que estaba atrapado en ese lugar, pero aún cuando salí me sentí igual que estar dentro. Pero era porque me sentía un prisionero, hasta que ese rubio de mejillas abultadas me abrió la puerta de la reja y me dejó salir.

Namjoon no dijo nada más y ve como él pequeño Seol corrió hacia su padre para darle un poco de su churro de azúcar. Namjoon miró orgulloso a ese chico asustado tras las rejas ser libre al fin. Porque si, tenía razón. Jimin le abrió la puerta a su felicidad.

—¡Papá quieles! —le extendió su churro de azúcar y Jungkook lo mordió.

—Mmm… está delicioso.

Seol se rió al igual que Jimin.

—Amor, tienes azúcar en toda la boca.

—Pues ven y quitatela.

Jungkook lo besó de repente y le pegó algo de azúcar, Seol hizo lo mismo besando en la mejilla de su papá Jimin.

—Son unos montoneros, pero los perdono porque son mis amores.

—Déjame limpiarte amor. —le dice Jungkook para limpiar a su esposo.

Estaba empezando a nevar más, hacía frío así que la familia debía irse.

—Jimin, creo que es hora de irnos —dijo Jungkook, envolviendo a su esposo con su abrigo. —La nieve empezará a caer pronto y no quiero que nos atrapen en el camino.

Jimin sonrió, mirando a Jungkook con cariño.

—Está bien, mi amor. Vamos a casa.

La familia Jeon comenzó a prepararse para partir. Seol, su pequeño hijo, corría alrededor, emocionado por la perspectiva de los regalos de Navidad.

Mientras se despedían, Namjoon se acercó a Jungkook y lo abrazó.

—Cuida a tu familia, Kook. Feliz Navidad —dijo con una sonrisa orgullosa.

Jungkook sonrió, devolviendo el abrazo.

—Tú también, Namjoon. Disfruta con Seokjin y tu hijo. Diles que iremos a cenar pronto.

—Se lo haré saber.

Namjoon asintió, mirando a Jungkook con admiración.

—Realmente encontraste tu lugar en el mundo, Kook. Estás feliz y eso es lo que importa.

—Lo sé. Yo también me siento muy afortunado. Nos vemos.

Jungkook se ruborizó ligeramente, sintiendo el amor y el apoyo de su amigo.

La familia Jeon se marchó, dejando atrás el lindo parque. El viaje a casa fue tranquilo, con Seol durmiendo en el asiento trasero.

Al llegar a casa, la familia se acurrucó en el sofá para disfrutar de una película navideña, "Mi pobre angelito". Jimin se sentó junto a Jungkook, con Seol en su regazo.

—Papá mañana es Navidad —dijo Seol, emocionado.

Jimin sonrió, mirando a Jungkook.

—Sí, cariño. Y papá Kook tiene un regalo especial para ti.

Jungkook se rio, besando a Jimin en la mejilla.

—Y tú también tienes uno para mí.

Jimin se ruborizó, sonriendo.

—Muero por darte mi regalo —susurró.

Jungkook se acercó, besándolo de nuevo.

—Yo también muero por recibirlo.

Seol se rio, abrazando a su padre.

—Papá Kook, no necesito regalos. Tenerte en casa es lo mejor.

Jungkook sonrió, sintiendo el amor y la felicidad que lo rodeaban. Esta Navidad sería inolvidable.

La película continuaba en segundo plano mientras la familia Jeon disfrutaba del momento juntos. El fuego crepitaba en la chimenea, y la decoración navideña brillaba en la habitación.

En ese instante, Jungkook supo que había encontrado su verdadero hogar, no solo en la casa, sino en el corazón de su familia. Y ese era el regalo más valioso de todos.

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

La mañana de Navidad llegó por fin. El pequeño Seol corrió a despertar a sus padres, saltando sobre su cama y gritando emocionado:

—¡Papá Kook! ¡Papá Jimin! ¡Ya es Navidad! ¡Despierten! ¡Tenemos que abrir los regalos!

Jungkook se despertó soñoliento, sonriendo al ver a su hijo tan emocionado. Jimin se reía mientras se estiraba y se sentaba en la cama.

—Vamos, vamos! ¡Levántate, papá Kook! —insistió Seol, tirando de la mano de Jungkook.

Jungkook se levantó, bostezando.

—Sí, sí. Vamos a abrir los regalos.

La familia se dirigió al piso de abajo, donde su hermoso árbol de Navidad brillaba con luces y decoraciones. Bajo el árbol, había una pila de regalos envueltos en papel festivo.

Seol corrió hacia los regalos, abriéndolos con entusiasmo.

—¡Un juguete nuevo! ¡Un libro! ¡Un juego!

Jungkook y Jimin se sentaron en el sofá, sonriendo mientras veían a su hijo disfrutar de los regalos. Después de un rato, Jimin se levantó y se acercó a Jungkook.

—Tu regalo —dijo Jimin, entregando un pequeño paquete envuelto en papel rojo.

—¿Qué es cariño?

—Averigualo.

Jungkook lo abrió, y su rostro se iluminó con sorpresa. Dentro del paquete había una prueba de embarazo, con un resultado positivo.

—¿Qué...? —Jungkook se quedó sin palabras, su corazón latiendo con emoción.

Jimin sonrió, lágrimas en sus ojos.

—Vamos a tener otro bebé, mi amor.

Seol se acercó, viendo la reacción de su padre.

—¿Qué pasa, papá? ¿Qué es?

Jungkook se levantó, abrazando a Jimin y a Seol.

—Vamos a tener otro hermanito o hermanita, Seol. ¡Vamos a ser padres otra vez!

La familia se abrazó, llorando de felicidad. El árbol de Navidad brillaba detrás de ellos, simbolizando la nueva vida que estaba por venir.

—Este es el mejor regalo de Navidad —dijo Jungkook, besando a Jimin.

Jimin sonrió.

—Sí, mi amor. Este es el regalo más valioso de todos.

—Joder, nene. Te amo tanto.

—Tendré un hermanito, tendré un hermanito —dice cantando Seol.

La mañana de Navidad se convirtió en un momento inolvidable para la familia Jeon, lleno de amor, emoción y la promesa de un nuevo comienzo.

Porque esa celda ya no estaba más en Jungkook, Jimin fue su verdadera libertad.

Perdón por tardar mucho en el epílogo pero no tenía mucha idea de lo que quería poner. Como ya se acerca navidad dije ¿Por qué no?

Aquí termina esta bonita historia. 🐰🐥❤️

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