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El encuentro de Jungkook y su hermano le parecía maravilloso a Jimin pues su novio estaba feliz de ese bello reencuentro. Habían quedado de salir juntos por lo que organizaron un picnic. Allí convivió con el hermano de su novio y el chico que lo acompañaba.

Jimin estaba orgulloso de su novio, porque a pesar de su horrible pasado y con ese abuelo él siguió adelante aunque todo se le viniera en contra. Era un chico increíble. Quieres pasar el resto de su vida con él.

Se ríe al ver cómo juega a las luchas con su hermano, se acerca a la pareja de él con Jimin riendo también.

—Parecen un par de cachorros cuando se encuentran ¿no crees?

—Si tienes razón. Aunque es obvio porque ambos no se han visto en mucho tiempo. —le contesta Jimin a Hyung sik.

—Me alegro que el abuelo dijera la verdad. Mi esposo estaba muy triste desde que no pudo saber nada más de Jungkook. Hasta que le dijo la verdad.

—Me parece muy cruel lo que les hizo. Se que Jungkook no fue del todo un santo, pero alejarlo de su hermano de esa manera no me parece que fuera lo correcto.

—Exactamente. Pero míralos, ahora ya nada puede separarlos. Todo tiene que estar como debe estar.

—Sí, definitivamente.

—¿Quieres pastel? Está muy bueno. —le ofrece Hyungsik.

—Si por favor.

Hyungsik platicó un poco más con Jimin sobre varias cosas, como su trabajo y como mantiene vivo el local de sándwiches. Después de comer los ricos aperitivos que trajeron, el cielo se empezó a nublar indicando que llovería. Jungkook y Jimin se fueron a casa para disfrutar el resto del día ya que mañana tienen trabajo que hacer, y qué mejor que con hacer el amor en el sillón.

—¡Kook! ¡Más!

—Eso haré nene.

Jungkook lo acostó en el sofá y comenzó a penetrarlo más rudo y rápido. Jimin mordía el hombro de ante el placentero placer que le otorga su novio. Jungkook disfrutaba de hacerlo suyo, cuántas veces le diera la gana. Jimin es suyo, su delicioso cuerpo también era de él.

Entrelazo sus manos mirando su rostro rojizo y sus labios mordidos. Jungkook lo besó vorazmente hasta venirse dentro de él, sintiendo el orgasmo que lo hizo caer en el cuerpo de su rubio bonito.

Sus respiración se regalan, se miran a los ojos para darse más amor del que se han dado.

—¿Sabes Jimin? Desde que te conocí siento que todo lo que me ha pasado es tan bueno que me da mucho miedo perderte un día.

Jimin lo envuelve en sus brazos besando su cabellera negra de su novio.

—Creo que en algún momento tú encontrarías la suerte que debió ser tuya, como conocerme, saber que tú hermano está vivo aún.

—No, no pienso que sea así. —Besa la mano de Jimin y se levanta para cargar a su rubio y mirarlo a la cara— Creo que conocerte me dio la maldita suerte de tener una vida mejor. No sabes lo mucho que agradezco a la vida de tenerte mi pequeño ángel.

—Jungkookie, no digas esas cosas. Pero admiro que si, conocerme fue lo mejor que te paso.

Ambos se ríen para luego irse a la ducha a bañarse y acostarse en su cama. Abrazados, dándose mucho amor mientras la lluvia caía fuera.

—Si, eres lo mejor que me pasó mi amor. Te quiero demasiado Jimin, más que eso. —le susurra Jungkook a su novio quien está por dormir.

—También a mi. Estoy enamorado de ti que creo que ya te amo...

Le dice soñoliento cayendo en los brazos de morfeo. Mientras Jungkook se quedó asombrado ante la confesión de su lindo ángel. ¿Era enserio? ¿Jimin le ha dicho que lo ama? Joder, eso le hizo querer pensar en un futuro mejor para el y poder proponerle matrimonio, porque si, está pensado dar ese paso con su lindo Jimin.

Se ha dado cuenta que no quiere a nadie más que a Jimin, quiere pasar el resto de su vida con él. Pero para ello necesita otro trabajo que pague mucho más y la propuesta de su hermano mayor no estaba nada mal. Los negocios siempre fueron lo suyo, es demasiado listo con los números, pero sus malas decisiones lo hicieron alejarse del buen camino. Tal vez tome el trabajo que su hermano le ha propuesto para poder comprar una casa y vivir ahí con Jimin para cuando tenga una familia.

Pensar en ello fue demasiado emocionante para Jungkook. Solo esperaba que su ángel le diga que si acepta casarse con él.

Tomó su móvil para mandarle su respuesta a su hermano mayor, aceptando el trabajo. Este le responde que lo verá el jueves para poder ponerse de acuerdo. Mientras le dirá a Jimin lo que hará, para así comenzar y darle todo lo que su novio se merece.

Se acurruca en el cuerpo de su novio para dormir. Mañana es otro día lleno de cosas por hacer.

︶꒦꒷♡꒷꒦︶

Al día siguiente Jimin preparaba las órdenes que Jungkook llevaría, las mete en cajas para después ponerla en la mochila de su novio.

—Listo. Recuerda que tienes dos pedidos más cuando termines estos.

—Lo sé amor. Trabaja duro, te quiero bonito. —le besa causando un más sonrojó que el que ya tiene.

—Te quiero mucho más. Cuidado en las calles.

—Estaré bien, nene. Nos vemos en un rato.

Se pone su casco y se aleja de ahí. Jimin sonríe y entra a su local para hacer más órdenes de Sándwiches. Taehyung le ayudaba con las mesas como siempre, solo que por alguna razón Jimin tiene un mal presentimiento, algo no le dejaba tranquilo.

Taehyung entró a la cocina para ir por los demás pedidos, pero notó algo extraño en Jimin.

—¿Estás bien Jimin? —le pregunta a lo que Jimin asiente.

—Si, bueno, no sé.

—¿Cómo que no sabes? ¿Todo está bien con Jungkook?

—Con él está todo bien. Cada día me enamoró más de él.

—¿Entonces?

—Tal vez pienses que estoy exagerado, pero siento que algo no está bien, así como un presentimiento, uno malo.

—¿Por qué deberías? Jungkook y tú están bien.

—Lo sé. Solo que siento que algo malo pasará y de solo imaginar que algo le pueda pasar a Jungkook me da mucho miedo.

Taehyung entra abrazando a su mejor amigo.

—Tranquilo Minnie, nada de eso pasara. Tal vez solo sea cansancio, no te preocupes. Porque no cerramos temprano hoy te vas a descansar. Quizás solo sea agotamiento tanto aquí como físicamente. —arquea una ceja insinuando cosas malas.

—Por favor no digas eso.

—Pues esos chupetes en tu cuello te delatan amigo. —se burla por lo avergonzado que está Jimin— Solo bromeo, pero tranquilo que seguro solo es cansancio.

—¿Crees que solo sea eso? —cuestiona.

—Estoy seguro de ello. Anda, termina las órdenes y esperamos a Jungkook para irnos.

—Gracias Tae.

Taehyung sale para dar las órdenes, pero el corazón de Jimin y los pensamientos malos no le dejan en paz. Tiene ese presentimiento que no le deja estar a gusto.

Por lo tanto Jungkook terminaba de bajar del edificio que pidió su orden. Le dieron propina por llegar antes y salió con una enorme sonrisa. Ya que había visto un collar el cual quería comprarle a su amado novio, ya se acerca su cumpleaños y quiere sorprenderlo con algo lindo y romántico.

Un mensaje de su hermano le llega, diciéndome que lo quiere ver hoy en la noche para hablarle sobre una sorpresa que le tiene. Le dijo que sí y estaba por marcharse cuando alguien lo llamó.

—¡Hey Jeon!

Jungkook voltea.

—¿Jay?

—Él mismo. Joder hermano, así es como me saludas, con esa cara de confundido.

Jay lo saluda con un abrazo, como si fueran amigos de toda la vida, cosas que no es.

—Lo siento, es que me sorprende verte fuera de prisión. ¿No te quedaban tres años más?

—Si, pero alguien pagó mi fianza.

—¿Pago 200 mil por ti? Joder, que suerte la tuya.

—Ya sabes, tengo mis contactos... Si sabes a lo que me refiero.

—Entiendo. Me dio gusto verte, pero me tengo que ir.

—Aguarda, aguarda. ¿Adónde con tanta prisa hermano?

—Estoy en horas de trabajo, no puedo quedarme. —le contesta cortante Jungkook pues sabe lo que va a venir.

—¿No me digas que ya dejaste las peleas? Yo que apenas te iba a invitar a una. ¿Qué dices? La paga es alta y con tu regreso seguro suben a más.

Le dice palmeando su hombro.

—Gracias, pero no. Ya dejé las peleas callejeras, además tengo trabajo más honesto.

—Joder hermano. No vas a ganar tanto dinero con repartir comida como con una sola pelea. Anímate. Todos seguro que van a esperar por ti.

—Lo siento Jay —le retira la mano—, pero no regresaré más a las peleas, así me ofrezcas mucho dinero. Estoy mejor con este empleo, pero suerte.

Jungkook se pone el casco, quería irse pero Jay no se lo permite, sabía que esto le daba mala espina.

—¿Sabes? Quería decírtelo de manera amable, pero no me dejas otra opción. Tu sabes que me debes un favor Jungkook, necesito un peleador y ese serás tú.

—Yo no te debo nada. —refuta.

—Claro que sí. Me debes dinero.

—No estás equivocado. Gané tu última pelea antes que me arrestaran, todo el dinero te lo llevaste tú. Así que no vengas con tus putas cosas porque no voy a pelear. —le deja claro a lo que Jay se retira aunque con una sonrisa que no le agrada nada a Jungkook.

—Está bien, lo siento había olvidado aquello. Puedes irte Jeon, vete o perderás el empleo humilde que tienes.

Jungkook enciende la motocicleta, antes de arrancar Jay le dice algo que lo dejó paralizado.

—Me saludas a tu noviecito, dile que hace unos muy buenos sandwiches.

—¿Qué mierda?

Jay se aleja riendo divertido por la cara de Jungkook que puso. Jungkook arranca rápido para ir con su novio porque de alguna manera esto le daba un mal presentimiento. Ese maldito de Jay seguro que no se va a quedar así como así.

Cuando llegó dejó sus cosas dentro cerrando todo con cuidado, fue a la cocina donde lo esperaba su amado Jimin quién ya limpiaba todo.

—Nene, ¿Ya vas a cerrar?

—Si, es que no me sentía bien. Taehyung cerrará todo por mi.

—¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?

Jimin negó abrazando a su novio.

—No me pasa nada malo. Solo que tuve... Olvídalo, no fue nada kookie.

—¿Amor dime qué te pasa? No me creo eso de que no tienes nada. Por favor, cariño.

Lo toma de sus manos para sacarle la verdad, hasta que Jimin no pudo más.

—Está bien, pero igual no me hagas mucho caso. Es solo que tengo un mal presentimiento.

—¿Un mal presentimiento? ¿Sobre qué? —pregunta.

—Pues no lo sé. Solo siento algo como malo en mi pecho.

Jungkook le roba un beso para tranquilizarlo.

—No tienes nada de qué preocuparte, nada malo pasará te lo prometo. Yo estoy aquí contigo.

—Ya lo sé, solo que me da miedo.

Se aferra a él como nunca pues no quería que ese mal presentimiento se convierta en realidad y que algo malo le pasará a él.

—Mejor vamos a casa y comemos algo rico. Así dejas de pensar en cosas malas.

—Si, si quiero.

—Ok bonito, toma tus cosas. Solo que antes tendré que salir, mi hermano quiere hablar conmigo sobre algo importante.

—¿Algo importante?

—Aja. Iré a casa cuánto pueda libre. ¿Está bien?

—Si, está bien. Solo no tardes mucho.

—Lo prometo, bonito.

Le da otro besito tierno.

Jimin fue por sus cosas al igual que Taehyung. Salieron cerrando el local, pero sin darse cuenta de la persona que siguió a Jungkook.

Tal vez ese presentimiento significa algo.

︶꒦꒷♡꒷꒦︶


—Que bueno que pudiste venir.

—Bueno dijiste que era importante, tenía que venir. —Le dice Jungkook llegando a la casa de su hermano— Wao hermanito, es demasiado grande. Aunque ¿Por qué no tienes muebles?

Seo-joon medio sonrió.

—Pues porque no es mía, por eso quería que vinieras aquí, porque quería darte la sorpresa que es tuya hermanito.

Le muestra las llaves a lo que Jungkook no entiende nada.

—¿De qué estás hablando?

—Pues que está hermosa casa es tuya.

—¿Cómo? —no entendía eso de tuya— ¿Mía? ¿Esta casa?

—Jungkook. Cuando supe que ya no tenía a mi hermanito para protegerlo, no sabes lo muy triste que me puso saber que jamás podría compartir cosas de hermanos. Cómo, pelear entre los dos, ir a las carreras o escaparnos por ahí para distraernos. Cuando supe de tu muerte me dolió el alma, porque de verdad te quería y aunque no seamos hermanos de sangre, nuestras madres hicieron que fueran así. Mi mamá amaba demasiado a la tuya como para dejar que algo malo te pasará, sabía lo difícil que sería porque el abuelo aún no la aceptaba del todo en nuestras vidas. Tu desde que llegaste me caíste super bien, siempre fuiste rebelde y eso me agravada de ti porque no te dejabas del abuelo aún recuerdo cuando casi lo matas del coraje cuando golpeaste al hijo de su socio. —Ambos se ríe ante el recuerdo—. Eras de lo peor, pero aún así te quería mucho. Te admiraba porque quería hacer lo que tú.

—Seo Joon…

—Déjame terminar. Fuiste un buen hermano, eras listo y atento, eso me agrada de ti. Por eso cuando pasó todo aquello y no estuve para ti, supe que tenía que darte lo que tú madre y la mía querían para ti, cuando crecieras y madurez y creo que llegó el momento.

—¿Te refieres a esta casa?

Seo-joon asintió.

—Tu madre la compró para ti para cuándo quisieras tener una familia, y por lo que me he dado cuenta creo que la quieres formar con Jimin ¿no es así?

Jungkook asintió, tenía los ojos acuosos por lo que su hermano le decía.

—Pues esto es tuyo. Esta es tu casa. Bienvenido hermanito.

—Joder, es que no lo puedo creer. —dice entre lágrimas—. No me espere esto, yo no sé qué decir.

—Solo di qué sí. Seguro que Jimin amará este lugar como tú.

—Joder, gracias Seo-joon.

Lo abraza llorando como un niño pequeño. Seo-joon no dudó en reconfortarlo, porque debió ser duro para su hermano toda la mierda en la que se metió por culpa del abuelo, aunque también culpa suya, por dejar que su hermano desviará su camino.

Jungkook se sintió demasiado agradecido.

—Ahora su podré pedirle a Jimin que se case conmigo, porque de verdad lo amo demasiado. Podremos tener una familia en esta casa, solo espero que me diga que si.

—Estoy seguro que Jimin te dirá que sí. Se le nota lo enamorado que está de ti hermanito.

—Pues eso espero, porque si no estaré solo aquí en esta gigante casa.

Seo-joon se ríe.

—No seas pesimista, Jimin te adora y creo que no dudará en decir que sí. Te ama tal y como eres, con tu pasado y ahora tu futuro.

—Toma las llaves y cuando le pidas matrimonio a Jimin, le das la sorpresa.

—Gracias hermanito. Créeme que se lo propondré pronto.

—Lo se. También quería darte el anillo de mamá. —le dan una cajita la cual contiene el anillo de la madre de Jungkook— Ellas en su testamento dejaron esto para los dos, yo le propuse matrimonio a Hyungsik con el de mi madre, ahora el otro anillo es tuyo.

—El anillo de mi mamá.

Susurro mirando el hermoso anillo de su madre, lo cual lo conmovió. Jimin usará el anillo que tanto amo su mamá porque fue regalo de un amor tan hermoso.

—Espero que con esto sepas lo mucho que te quiero y de lo que importas para mí vida.

—También me importas mucho, gracias.

Jungkook estaba feliz. No podía creer que al fin tenía un lugar que ofrecerle al chico rubio que lo enamoró a primera vista. Parecía un sueño, uno del que no quería despertar.

¿Una familia con Jimin? Claro que sí. Porque de todos modos llegará algo que los unirá mucho más.

Se vienen cosas, no diré nada más.

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