—¿Podrías encargarte del resto del día por mí? —le hace un tierno puchero Jimin a Taehyung quien no se veía convencido—, por favor. Te prometo que te pagaré un poco más si aceptas.

—¿Enserio? ¿De cuánto estamos hablando?

—Te daré la mitad de lo que gane en el día. Solo necesito que me hagas ese favor, quiero que mi primera cita con Jungkook sea perfecta. Quiero salir de aquí pronto, por favor.

Le dice muy entusiasmado. A primera hora de la mañana cuando Jimin llegó al local, le contó todo a Taehyung sobre lo que pasó en la fiesta y lo que pasó con esa chica, obvio la declaración de amor de Jungkook. Taehyung estaba sorprendido, más no disgustado, al menos Jeon le con todo todo lo que pasó, se alegraba por su mejor amigo.

—Oye, no te preocupes no quiero tu paga. Yo me encargo de cerrar. Le pediré a Hoseok que me ayude. Tu ve tranquilo.

Jimin se abalanza sobre Taehyung para abrazarlo.

—¡Gracias, gracias! Eres el mejor.

Taehyung lo aparta, es que Jimin era demasiado intenso.

—Ya, ya. Mejor cuéntame, ¿que usarás? ¿Ya tienes algo para usar hoy?

Jimin asiente.

—Síp, tengo dos elecciones, pero no sé adónde iremos. Por lo que pretendo usar algo lindo pero sencillo.

Le muestra en su móvil lo que usará.

—Lo vi en Sheen y lo compré.

—Está muy lindo ¿lo compraste?

—Aja... Quería usar algo muy especial para mí primera cita. Quiero que todo sea perfecto, quiero que sea algo inolvidable. —suspira totalmente enamorado— me gusta mucho, no puedo evitar sentir mariposas en el estómago.

—Ay mi querido amigo, estás perdido por Jeon. Aunque no te culpo, su amigo también me tiene colgando de un hilo.

Jimin suelta una risita.

—Hoseok es un gran chico. También como Jungkook pasó por los errores de su adolescencia, espero que estés bien con eso.

—Bueno, él me contó un poco que estuvo en la cárcel. Por eso conoce a Jungkook, y no lo culpo. Tampoco quiero que piense que no saldría con él por ello, tú mismo lo has dicho, todos cometen errores y una segunda oportunidad no está mal.

—Pues hace unas semanas me habías dicho que tuviera cuidado, que estuvo en la cárcel y bla, bla, bla. Y ahora mírate, estás perdido por Hoseok.

Pestañea mirando a su mejor amigo, este pone los ojos en blanco.

—Ja, ja. Eres todo chismoso, ¿cuando dije eso?

—No te hagas. —lo señala.

—Mejor deja de fastidiar y vete a preparar para tu cita.

—¡Es verdad! Entonces, te dejo, iré ahora. Gracias por este favor, te quiero mil. Adiós.

Toma sus cosas y sale corriendo de su local, Taehyung niega riendo. En fin, tendrá que pedir ayuda a Hoseok, moría de ganas de volverlo a ver. Será una buena excusa para estar solos.

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Jimin hizo los últimos rizos en su cabello rubio. Puso broches violetas, pare verde más lindo. Le gustaba como se ve, esperaba que Jungkook también le guste mucho.

—¡Jimin! —le gritó, a lo que Jimin tomó su bolsa y salió.

Jungkook quedó con la boca abierta.

—Woo... Jimin, te ves hermoso. Más de lo que ya lo eres.

Se acerca a él tomando su cintura atrayendo su cuerpo.

—Gracias, quería lucir muy lindo para ti.

—Ya lo eres, nene. Tú eres hermoso, no necesitas hacer más.

Le besa la mejilla acto que hizo suspirar de amor a Jimin.

—También estás guapísimo. Me encanta tu nuevo corte de cabello, tus perforaciones y como vistes.

Si Jungkook quiso verse más atractivo para Jimin, cambió un poco su look, pero nada tan extremo.

—Gracias también por eso. Hay que ir nos, tengo varias sorpresas para ti. —le comenta tomando su mano para entrelazarlas.

—No te mentiré, estoy muy emocionado. —le comenta Jimin.

—Yo un poco nervioso, quiero que esto sea perfecto, aunque más perfecto no puede ser si estoy contigo.

Por dios, ese hombre es romántico ¿En serio estaba pasando esto?

Salen del edificio rumbo a la parada de taxistas. Sus vecinas chismosas tenían tan abierta la boca al verlos juntos tomándose de las manos. Claro que sus chismes llegaron a hacerse realidad, ellas sabían que eran novios desde que llegaron juntos.

Una de ellas sacó su teléfono para mandar un mensaje, a quien, no se sabe quién.

—¿Adónde iremos? —pregunta Jimin a Jungkook.

Jeon para un taxi y suben.

—Es una sorpresa, creo que gustará. Solo espera y eras, nene.

Le dice, es que había planeado algo lindo para su primera cita. Quería que fuera perfecto entre ellos, quería dar lo mejor de él para alguien especial como Jimin. El rubio estaba emocionado, Jungkook era todo un caballero.

Al llegar al lugar, Jimin quedó sorprendido por el hermoso paisaje. Era el parque, donde los árboles de cerezo están en su punto más hermoso. Soleado, con hojitas cayendo por el viento y una vista maravillosa.

—Jungkook, esto es bellísimo.

—Que bueno que te guste este lugar, porque aquí será nuestra primera cita.

Le comenta mientras caminan por el parque, obvio había muchas parejas alrededor, ya que esté es un día especial para ello. Por eso Jeon pensó en llevarlo aquí. Camina de la mano mirando la vista, a Jimin esto es lo más romántico que haya visto en su vida, bueno ya había venido pero él solo, así que cuenta ¿no?. Caminan al parque donde hay varias mesas, pero Jungkook lo lleva justo donde una manta a cuadros y una canasta de picnic y flores, hizo que el corazón de Jimin enloqueciera.

—¿Hiciste todo eso por mi? —le dice mirando a los ojos.

Jungkook le acarició la mejilla con cariño.

—Te dije que haría todo para hacerte feliz. Eres un ángel, mereces solo lo mejor de mi.

Besa sus labios en un tierno besito. Jimin tenía lágrimas en los ojos.

—¿Por qué lloras? ¿No te gustó? —pregunta Jungkook a Jimin preocupado.

—Claro que sí, es solo que... estoy muy conmovido por todo lo que haces por mi. Esto es un sueño, gracias por todo tu esfuerzo Jungkook. Eres un chico increíble.

—Tú eres increíble.

—Jamás creí que algún día un chico tan lindo me haría algo así, es un gran de talle.

Jungkook lo suelta para darle el ramo de flores, eran girasoles, hermosos girasoles que a Jimin le gustan. Lo sienta en la manta para sacar la comida. Jeon le toma de las manos, parecía que le propondría matrimonio, Jimin tiene una gran imaginación.

—Además de todo esto, quiero que me conozcas y no solo lo básico que solo te permití saber de mi. Quiero que te sientas libre de preguntarme lo que tú quieras saber.

—¿Estás seguro de eso, Jungkook? No quiero incomodarte con nada.

—Para eso son las citas ¿no? Para poder conocernos mejor.

—Entonces también puedes preguntarme lo que tú quieras.

—Ok, pero por ahora, quieres algo de botana. Traje manzanas y kiwi con fresas picadas.

—Waoo... ¿todo esto lo preparaste tú? —le pregunta Jimin, comiendo un poco de fruta.

—Bueno, lo de la fruta si. Lo demás me ayudó Hoseok. Sé que no soy bueno cocinando, pero me esforcé en los demás.

—Pues la fruta está muy bien picada y está deliciosa.

—Disfrutala. Es todo para ti.

Definitivamente esto es romántico. Jungkook desde que entró a esa maldita celda supo que no quería desperdiciar su tiempo y vida en volver a ese maldito lugar. Se imaginó muchas veces su libertad y cómo ganarse el amor de un lindo chico, darle su corazón si él se lo permitía. Aunque también sabía que no se cumpliría, siendo quien tal vez nadie lo quisiera por su pasado. Pero ahora que está aquí con ese chico rubio que le dio trabajo sin dudarlo, le ha robado el corazón y quiere protegerlo de todo.

Verlos comer como ardillita y limpiarle esos labios esponjosos, ver sus ojos, tenerlo y besarlo, eran cosas maravillosas que le hacen sentir más vivo que nunca. Abrazarlo y oler su aroma a fresas y cerezas, lo enamora más que nunca. Quiere estar con él, que sea su novio y a lo mejor el futuro padre de sus hijos.

Si, por qué él se imagina tener una familia. Tal vez no tan pronto porque eso asustaría a Jimin, pero si más adelante, con él.

La tarde se fue pasando tan rápido. Conversaban de todo tipo de cosas, en especial de sus gustos, no tenían tantos en común, pero eso era lo lindo de una pareja, que se conozcan y vean lo diferente que son para ser un mundo nuevo para ambos.

—A ver... ¿Te perdiste en el bosque y diste con un refugio clandestino de animales? Eso fue un poco aterrador ¿no? —le pregunta Jungkook impactado.

—La verdad, estaba asustado. Era un niño cuando me pasó eso, fue una coincidencia que viera ese lugar.

—Pero fue muy valiente de tu parte. Esos animalitos te lo van agradecer toda su vida. Ves que no me equivoqué.

—¿Con respecto a que? —pregunta Jimin.

Jungkook lo abraza, ya que ambos estaban acostados en la manta, mirando el hermoso día, además que el árbol les hace una gran sombra. Jimin se aferraba a su pecho, mientras Jeon le besaba su frente cada vez que podía.

—Que eres un ángel.

Lo mira a los ojos, es que no lo puede evitar. Es precioso.

—Ya deja de avergonzarme, Jungkookie. También eres muy guapo.

—¿Lo soy?

—Uju… Lo eres.

—¿Hay algo más que quieras saber de mí?

Jimin lo piensa y asiente.

—Podrías contarme, ¿Cómo es que entraste en pandillas? ¿Cómo empezó todo eso en tu vida?

Jungkook baja la mirada, su luz se apagó con esa pregunta. Jimin sintió que hizo una muy mala pregunta.

—No tienes que responder, solo tenía curiosidad y...

—Jimin, para eso son las citas, te lo dije, nene. Se que no lo preguntaste con mala intención. —suspira más tranquilo, de todos modos son pareja, Jimin tiene que saber algunas cosas, solo algunas por ahora— Pues, antes de ello, yo era un chico muy estudioso. Sacaba buenas notas y era el mejor de mi clase.

—¿Enserio, Jungkookie? —cuestionó Jimin.

—Si. Había una pandilla en mi escuela, ellos eran geniales y los admiraba demasiado. Nadie se metía con ellos y pues como yo era sin cerebrito, me molestaban todo el tiempo. —recuerda con nostalgia esos momentos y arrepentimiento— Un día uno de ellos dijo que iba a reprobar álgebra, por lo que en medio de los exámenes le dejé copiarme. Al principio se sacó de onda, pero después entendió y me copio no siendo tan obvio. Sacó un ocho. Me agradecieron y me invitaron con ellos, lo que significaba que ya nadie podría meterse conmigo. Fue genial sentirse de esa manera, al menos antes de todo.

Continúo...

—Al principio, solo era ir con ellos a los salones abandonados, hablar y luego me enseñaron a fumar. Una de las cosas que empezaron mal. Quería caerles bien por lo que no me negué, después fue beber, otro error. Después, fiestas, faltar a clases, tomar y llegar al punto en el que caí bajo que fue drogarme.

Jimin se sorprendió de lo que había dicho.

—¿Te drogaste? Dios mío, kookie.

—No me siento orgulloso de que sepas eso de mi, pero fue lo que me llevó a las pandillas. Mi abuelo se enteró de lo que hice, de todo. Me mandó a un campamento militar donde solo duré tres días. —suelta una risita— Me escapé y me uní a otra pandilla, no tenía adónde ir y ellos me acogieron. Esa pandilla era más peligrosa que lo que fue mi vieja pandilla de escuela. Tuve que ver y hacer cosas que no me siento orgulloso, estar en esa pandilla me cambió la vida y lo que el mundo y sus humanos pueden hacer por un poco de drogas.

Jimin se abrazó más a su cuerpo, Jungkook le está contando algo demasiado personal lo cual agradece, esto era muy fuerte para él.

—Vi a mujeres jóvenes dar su cuerpo por un sobre de polvo, también por pastillas y cristal. Mi jefe era demasiado despiadado, pero no conmigo. Me tenía aprecio porque le recordaba a su hijo, me tenía confianza. Estuve en esa pandilla seis años, donde desperdicie muchas cosas que muchos adolescentes hicieron, como, tener una novia, salir de fiesta, estudiar una carrera, conocer amigos. Ni siquiera me di cuenta cuánto tiempo pasó, solo estaba yo metido en un mundo oscuro. Lo peor de todo es que, ya estaba jodido, las drogas me generaron una dependencia que fue lo que me hizo ir a prisión.

Jimin temió preguntar, pero tenía que hacerlo.

—¿Qué hiciste?

Jungkook escondió su rostro en el cuello de Jimin como si no quisiera recordarlo o decirlo, le daba asco el mismo.

—Te juro que no quería, estaba bajo los efectos de las drogas. —susurró— Yo... Casi, me aprovecho de una mujer, —Jimin quedó en shock, Jungkook lo miró a la cara con lágrimas— Te lo juro que fue ahí donde toqué fondo. Gracias a Hoseok no hice está estupidez, ella... me miró de una manera que jamás olvidaré y no quiero volver a ver en mi vida. Después la policía me encontró y creo que fue lo mejor que me pudo pasar, porque de no ser así, jamás me hubiera recuperado y jamás te hubiera conocido.

Jungkook se rompió en llanto, porque se arrepiente demasiado de todo lo que hizo. Jimin lo abraza fuerte porque sabe que fueron errores de su pasado y debió ser muy duro para él sólo en ese mundo. No tenía a nadie, eso fue lo peor.

—Lo bueno fue que te diste cuenta de tus errores a tiempo, que eres un hombre diferente ahora y que jamás le harías daño a alguien más. El pasado hay que dejarlo atrás, eres un hombre nuevo, mi hombre nuevo.

Jungkook sonríe entre lágrimas, que Jimin se encargó de limpiar.

—Quiero ser lo mejor para mí y para ti. Me encantas Jimin, me fascinas. Lamento decirte esto, creo que arruine la cita.

Jimin negó robándole un besito.

—También quiero ser lo mejor para ti. Y no arruinaste nada, te quiero aún más por contarme esto.

—¿Jimin?

—¿Si?

Jungkook sacó de su bolsillo un lindo collar de Snoopy que dejó a Jimin con la boca abierta. Este era el momento perfecto.

—¿Quieres ser el novio de este pobre diablo? Dime qué si, baby.

Jimin se abalanzó sobre él robándole muchos besitos en todo su rostro, estaba esperando a que Jungkook le dijera eso.

—¡Si! ¡Mil veces sí! Si quiero ser tu novio.

—Pues entonces, ya eres mi novio. Mi pequeño ángel.

Jungkook acaricia su rostro para besarlo lentamente, gozando de este momento mágico para los dos. Le coloco el collar el cual le quedó perfecto. Había sido observador, a Jimin le encanta ese personaje y por eso le compró el collar.

Ahora son novios oficialmente.

Que vivan los novios. Amo esta historia.

Hare maratón de dos capítulos, no se preocupen ya que tarde mucho en actualizar.

Bye... <3