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—Rayos. . . No puedo tocar. —Dije frustrado yo, Bonnie The Bunny. Soy un guitarrista de dieciséis años que acaba de perder su "uña" para poder tocar la guitarra sin incomodidad en los dedos.— me duelen mucho los dedos. . .

¿Cómo perdí mi uña?, ¿dónde está mi uña?, pues, primero comencemos por el principio.

. . .

Estudio en una escuela grande, pero a pesar de ser tan grande nos conocíamos muy bien entre sí e incluso no importaba si eras nuevo o no, en el sentido de que todos acá te integran muy bien y el presidente de mi curso/grado, Freddy Fazbear junto al presidente de la otra clase, Eddy (Toy Freddy), no eran la excepción, ellos te integraban y animaban para que te sientas feliz y cómodo.

—¿Ya te vas al salón de música?—Me pregunta Chica, una de mis más grandes amigas.

—obvio, amo ir en los recreos. —En cambio yo no era mucho de socializar o hacerme amigo de los nuevos, prefería la compañía de Chica, la compañía de mi música y mi fiel guitarra.—llegaré cinco minutos antes de que el timbre suene.

—Me parece, porque la última vez llegaste a la hora, pero el profesor ya estaba dentro dando clases.

—¿Cómo iba a saber que el profesor de ciencias llega antes de que toque el timbre?- —Odiaba recordar cuando el profesor me hizo bailar frente a la clase como castigo de mi supuesta impuntualidad cuando llegue justo a la hora que había tocado el timbre, y obviamente no quiero volver a bailar frente a todos. . . Que vergüenza.

Chica comenzó a reírse al recordarlo, y yo infle mis mejillas y me puse rojo del coraje de la vergüenza ante ese momento tan vergonzoso.

El recreo duraba quince minutos, y ya que tenía que llegar cinco minutos antes tenía que irme ya si quería llegar al menos al salón de música.

Como siempre, no había nadie en la sala de música. Me alegré muchísimo por eso, me gusta mucho la soledad y poder solo escuchar mi música. Di el primer paso para entrar y me tropecé con uno de los cables de los parlantes, mi guitarra estaba en mi espalda así que está no salió herida, pero yo. . . Vaya golpe que me di contra el suelo, y no me había dado cuenta que en ese momento perdí mi amada uña morada para no lastimarme los dedos mientras tocó la guitarra.

Ahora estoy creyendo que si tengo mala suerte, no me di cuenta que si había alguien dentro de la sala de instrumentos y música, y en vez de ayudarme o preguntarme si estoy bien comenzó a reírse a carcajadas, ¿qué rayos con este tipo?

—¡Ay por-! —se acercó a mí y no dejaba de reír, que persona tan maleducada y pesada—. ¿Te caíste?

—nono, fíjate que si quería estar en el suelo para admirarlo por lo bello que es y para besarlo. —respondí de forma sarcástica y levante mi mirada para ver quién era.

Era Foxy the Fox, un compañero de clases que destaca por sus cabellos rojizos y esos ojos ámbar tan poco comunes, atractivo visualmente para las chicas de mi salón, pero. . . Me cae mal por su actitud tan pesada, con razón se me hacía conocida la voz, es uno de los compañeros más molestos e irresponsables con los que he tenido, no el buen gusto, de conocer a lo lejos.

—vaya, que carácter. —dice mientras extendía su mano hacia mi, de seguro con la intención de ayudarme o con la intención de aún burlarse, y opte por la segunda, no lo conozco mucho pero puedo sentir que se quiere seguir burlando de mi.

Yo rodeé los ojos y rechacé su ayuda y me levanté y me limpie las rodillas, me dolían mucho, me ardían, la caída fue fuerte y él ahí burlándose.

—¿Se puede saber qué haces aquí?—pregunté con mala gana.

—¿Te interesa saber~?—Me pregunta de un como burlón y coqueto, otro dato de este idiota es que es un mujeriego y a la vez hombreriego. ¿Hombreriego?, tal vez una nueva palabra para mi diccionario personal, él se la pasa coqueteando con chicos y chicas, es una molestia tener que presenciar y escuchar coqueteos y piropos sacados de internet.

—sí, porque se supone que vine aquí para estar solo, ¿lo entiendes?, s-o-l-o. —Este chico me saca de quicio.

—oh vamos, ni que esta sala de clases tuviese tu nombre, acá todos tenemos derecho a estar cuando queramos. —lamentablemente tienen razón ese tonto, por lo que rodeé mis ojos y me senté en una silla. increíble, te hice callar, ¡esto merece una celebración! —el maldito pelirrojo conectó un de los micrófonos a un parlante que estaba a mi lado a todo volumen, lo que provocó que me enojara más y que mis oídos me dolieran al instante.

—¡Baja el volumen a los parlantes!, ¡casi me das un infarto!—exclamé con enojo y Foxy no puede evitar reírse, vaya nunca pensé odiar cuando alguien ríe, pero esta vez es inevitable, esas risas eran de burla, de burla hacia mi persona.

—ay, perdóname orejas sensibles.

Mis orejas de por sí son sensibles, lo único insensible acá es el corazón del maldito coyote.

Algo que destacar, es que nosotros, todos y no solo yo y el maldito coyote, es que tenemos partes de animales, yo tengo mis orejas de conejo moradas y un rabito, el tarado de Foxy tiene orejas y cola de zorro rojizas y bueno, Chica solo tienen una cola de pollo y los demás alumnos igual tiene características y partes de animales como orejas, cola y eso. Algo de por sí raro y poco común.

Luego me di cuenta. . . ¡No tenía mi uña!

—¡Ay no, ay no!—exclamé mientras dejaba mi guitarra a un lado y me agachaba, con mucho cuidado de rodillas, a ver si cayó de bajo de los parlantes.— no me dí cuenta que la perdí. . . —murmuré desesperado, esa uña es importante para mí.

—¿Sucede algo?—pregunta el coyote irrespetuoso, digo, me pregunta Foxy mientras se acercaba y yo me quejaba del dolor de mis rodillas.

—perdí mi uña.

—pero si todos tenemos uñas en los dedos, ¿cuál es el problema?—Foxy rió y yo le golpeé en una de sus piernas y lo vi molesto.

—esto no es cuestión de risa, tarado. —bajé mis orejitas al seguir buscando y no teniendo respuesta.

—yaya, perdón. . . Yo te ayudo a buscar.

No la encontramos por ni una parte y el dolor era muy insoportable en mis rodillas. Y de repente mi alarma comenzó a sonar, ¡el profesor pronto vendría y yo no alcance a tocar nada!, y peor aún, ¡perdí mi adorada uña!

—¿La encontraste?- —le pregunté a Foxy mientras hacía un intento de levantarme y volví a caer y escuché una negación y vi la mano de Foxy.

—¿Qué tanto te duelen las rodillas?-

—mucho. . .—después de todo la caída fue muy fuerte, ¿cómo no dolerme?

—será mejor que vayas a la enfermería, no puedes levantarte bien. —Me ayudó a levantarme y me sentó en una de las sillas del salón.

—¿Qué?, ¡claro que no!

—¿Crees que podrás subir las escaleras llevando una guitarra? Y lo más importante, ¿podrás caminar si ni siquiera te puedes levantar?

—. . .

—Eso significa que tengo razón, conejito~ —Foxy me guiñó un ojo y yo infle mis mejillas. Por el amor a las zanahorias, te odio porque tienes la razón.¿Te ayudo a levantarte?, quizás sí te ayudo y y te doy apoyo puedas caminar.

—. . .¿No será mejor revisar la herida?

—¡Buena idea!, ¡quítate los pantalones! (?)

Al escuchar eso al instante me puse rojo y le di un zape y Foxy chilló y exclamó ante el dolor de mi mano chiquita pero fuerte.

—¡Hey!, ¡solo bromeaba!—Foxy frunció el ceño y acarició la zona en donde le golpeé.

—¡Entonces no andes de tonto diciendo esas cosas, idiota!

—uy señorita, perdóname. —Él rueda los ojos y se agacha y comenzó a arremangar mis pantalones.

—o-ouch, ouch. . . Cuidado duele de verdad. . .—Solté en murmuro mientras bajaba mis orejas.

La caída había sido tan fuerte, al igual que el roce con el suelo y sin importar que ropa trajera esta se raspo y el impacto con el suelo fue tan fuerte que tenía algo moreteado.

—. . . Efectivamente, hay que ir a la enfermería, Bonnie.

Aparte de perder mi uña y también de, probablemente bailar como castigo de mi supuesta impuntualidad. . . Es Foxy quién me lleva a la enfermería, vaya día. No podía levantarme bien y Foxy hizo lo que su pequeña cabeza se le había ocurrido, cargarme como si yo tratará de una de esas princesitas, ¡que vergüenza!

—No era necesario que me llevaras hasta acá. . .

—Era eso o soportar esos quejidos tuyos por tus rodillas. —Ríe y yo me cruzo de brazos estando sentado en la camilla, ahora ambos estábamos del mismo porte, Foxy es muy alto.

—¿Y ahora qué?, no me gusta quedarme acá sentado sin hacer nada.

Bon Odio que me llamen así, ¿lo hace a propósito?. Tienes que quedarte aquí, es por tu bien.

—¿Mi bien o porque puedes tú faltar a clases con la escusa de "acompañé a un compañero a la enfermería"? —Hice las comillas con mis manos y justamente tocó el timbre de ingreso a clases.

—Que feo lo que piensas de mi conejo, espero que esas expectativas cambien pronto.

Foxy había dicho eso cerca de mi, se había acercado y aprovechado de que estábamos al mismo tamaño, gracias a la camilla, y logro hacer que lo corazón latiera como nunca antes, tanto que sentía que se iría de mi pecho y mis mejillas se pusieron rojas al sentir su mirada ámbar sobre mis ojos rubí. . . ¡Foxy deja de mirarme así!

No pude hacer nada, los nervios me consumían y Foxy sonrió juguetón y se separó.

—Y no te preocupes, yo bailo por ti y por mi cuando llegue a clases. —Esa experiencia tan vergonzosa bailando frente a todos en clase por llegar supuestamente tarde la había compartido con Foxy e hizo referencia a ello yéndose sonriente por lo que provocó en mi, ese maldito coyote.yo le avisaré al profesor de ciencias que estás acá, tú tranquilo y yo nervioso.

Finalmente se había ido y la enfermera justamente había llegado y comenzó a curar y desinfectar los moretones y heridas de mis rodillas.

—¿Dónde se cayó, joven?—pregunta preocupada la enfermera.

—en el salón de música. . . Me tropecé con los cables de los parlantes.

—tendré que hablar con los encargados del aseo y el profesor de música, eso no puede volver a pasar, es peligroso que hayan cables o algo situado en donde los alumnos entran o caminan, ten más cuidado Bonnie, ¿sí?

—sí. . .—No hacía tanto caso a la enfermera, era obvio que tenía que tener cuidado. Miraba mis rodillas y pensaba en mi uña, mi adorada uña y. . . En Foxy, este zorro es idiota pero con lindos ojos, eso no lo voy a dudar. . . Espera, ¿qué dije?

[Mi torpe melodía]
( Capitulo 000 )
(O1/O6/2O21)

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