──Tu papá es aterrador.

Ante ese comentario Douma solo soltó una risita comprensiva, después dejó que su pareja se sentase sobre la cama y él se sentó a su lado, apreciando cada hermosa facción de su rostro mientras acariciaba de manera delicada sus finos cabellos rosados.

──Nunca te había visto tan callado, señor Soyama, generalmente tú eres el que intimida a los demás.

──Cállate. ──Gruñó con leve molestia para después sujetar el mentón del rubio y plantar un beso con ritmo lento sobre sus labios. Esa era la única manera de mantenerlo callado.

Después de aproximadamente quince minutos de cariñosos besos, finalmente decidieron separarse para apreciar el momento.

──Akaza, ¿me harías tu esposo algún día?

El mencionado simplemente tosió escandalosamente pues se esperaba de todo, menos esa pregunta. Para él, el matrimonio era algo muy especial, por lo que no era algo que se tomase tan a la ligera.

──¿¡QUÉ PREGUNTA ES ESA!? ──Lo miró con el rostro completamente sonrojado y con el ceño un poco fruncido, acto seguido dió un leve golpecito en la cabeza del ojiarcoiris.

──¡Oye~! Sé que recién hoy empezamos a ser novios pero llevo tanto tiempo enamorado de ti, ya podrías llevarme al altar y yo sin duda alguna respondería con un “sí”. ──Hizo un puchero mientras trataba de mirarlo con ojitos de cachorrito, después de unos cuantos segundos levantó su manita derecha para dejarla ante la vista de su amado. ──Además, quiero tener una argolla aquí. ──Señaló su dedito anular y sonrió ampliamente, esperando una respuesta positiva por parte del mayor.

El contrario simplemente entrelazó sus manos con las de su pareja, bajando su rostro para que Douma no notase el intenso carmín que adornaba sus mejillas.

──Cariño, sabes lo que pienso acerca del matrimonio, también he estado enamorado de ti por tantos años pero creo que es algo acelerado pensar en casarnos ahora, ¿no crees? ──Miró atentamente los brillantes ojitos del más alto, el cual parecía que estaba a punto de llorar por lo que se apresuró a seguir hablando. ──¡Pero, espera! Sin duda alguna cuando sea el momento indicado también respondería con un “sí” exclusivamente para ti.

Una intensa emoción llenó todo el cuerpo del menor y no pudo evitar tirarse sobre su novio para repartir suaves besitos por todo su rostro. ──¡Lo sabía! ¡Algún día vas a ser mi esposo, Akazita!

──¡Hey! ¡Quítate de encima! Tu padre podría regresar en cualquier momento y definitivamente me mataría si nos encuentra así.

──Uh~ ¡qué divertido! ¿No lo crees? ──Se acercó rápidamente hasta los labios del chico bajo su cuerpo y lamió estos detenidamente, después dejó varios piquitos sobre ellos. ──La adrenalina generada por el pensamiento de ser descubiertos puede hacer que lo disfrutes más, ¿sabías?

──¡Douma! Hablo en serio, bájate ahora mismo. ──Tomó por la cintura al menor para intentar quitárselo de encima, pero el rubio movió sus caderas de manera circular antes de que el pelirosa lo quitase.

──Mmh~ ¿no crees que sería mucho más divertido si nos encuentra haciéndolo? Creo que a tu “amiguito” le parece buena idea. ──Lo miró de manera burlona al sentir que el contrario comenzaba a reaccionar ante sus estímulos.

──Qué idiota eres, después de esto te vas a arrepentir.

Finalmente el de ojos color miel cedió ante las provocaciones del más alto, solo rogaba por que su suegro no volviese tan pronto, o definitivamente podía considerarse muerto.