26

Minjeong caminaba con Yeji y Ningning por el pasillo de la escuela.

— Pero todo eso que dijiste se parece más a una cita — dijo Ningning con un ápice de emoción en su rostro. Desde que llegaron Minjeong les contó todo lo que había pasado con Haechan el fin de semana.

— No fue una "cita" exactamente. — la pelinegra hizo comillas con sus dedos.

— Aun así el hecho de que te confesara que eres su única amiga tiene mucho que ver. — dijo Yeji sonriendo.

— ¿De qué hablas? — Minjeong volteó a verla frunciendo el ceño.

— De que tal vez Haechan tenga un cierto interés por ti — terminó por decir Ningning.

— Claro que no.

— ¿Ves? Hasta sonríes cuando te mencionamos su nombre y te agachas. — Yeji se empezó a reír de ella.

Minjeong estaba sonriendo, pero no sabía si era por pena o por otra cosa. Aun así el simple hecho de que Yeji dijera aquello le había causado cierta gracia.

— No es verdad. — cambió rápido su expresión a una más seria mientras retomaba su postura.

— Minjeong. — volteó hacia el llamado de Ningning para verla a ella y a Yeji cruzadas de brazos. — Por casualidad ¿te gusta Haechan?

— ¿Q-qué?

— Ya admítelo. — le siguió Yeji.

— No tengo nada que admitir.

— Claro, tienes miedo de que nosotras lo sepamos.

— No es eso.

— ¿Entonces es un sí? — Ningning puso los ojos en blanco, sonriendo de emoción.

— ¿Qué? N-no... digo, ash. — Minjeong se puso las manos sobre la cabeza con frustración. Ya no sabía exactamente que decir.

— Ya, Unnie, sabemos que él te gusta. Sólo mírate; estás muy roja. — Minjeong puso las manos sobre sus mejillas y estas yacían muy calientes. Su cara quedó perpleja luego de ver como sus manos temblaban.

— No es malo que él te guste. — Ningning se acercó a ella.

— Pero yo... no lo entiendo. — formó un puchero, preocupándose más.

— Para ser exactas no nos contaste todo lo que pasó el viernes. — Yeji hizo un ápice con su dedo indice y se acercó a ellas. — Así que tienes que decirnos exactamente todo. A ver, dijiste que se fueron a comer y él te pagó, luego de allí se fueron a ese parque y después a ese puente donde te confesó todo lo demás. Lo único que no nos dijiste fue que pasó después de eso.

— Bueno, técnicamente no me lo esperaba. — Ningning y Yeji se miraron quedando más confundidas.

— ¿Qué cosa? — preguntó la pelirroja.

— Cuando volvíamos hacia mi casa él se paró frente a mí, se acercó y... me besó la frente. — ambas chicas tenían sus bocas hasta el suelo como sus ojos y empezaron a actuar como locas dando gritos y saltitos de euforia.

Minjeong simplemente las veía atónita, con las manos una sobre la otra, hasta que se empezaron a tranquilizar.

— ¡Minjeong, eso es impresionante! — espetó Ningning.

— No es la primera vez que me da un beso. — ambas chicas dejaron de sonreír quedando perplejas. — en la frente. — aclaró.

— ¿Ya te ha besado antes? — volvió a preguntar la pelirroja.

— Sí, bueno no. Técnicamente sólo en la frente, pero eso solo fue por quiso molestarme.

— Y... ¿no te gustaría qué te diera otro? — le siguió Ningning, dejando a la pelinegra con los ojos muy abiertos.

— ¿Qué? No. — dijo entre una sonrisa tímida.

— Tal vez quieras negarlo, pero a ti te gusta Haechan. — le dijo Yeji poniendo una mano sobre su hombro. Minjeong parecía que no podía evitar sonreír mientras se ocultaba las mejillas con las manos.

— ¿Tú crees? — Yeji asintió.

— A pesar de ello no te vamos a presionar con el tema, así que dejaremos que tú te des cuenta.— dijo Ningning con una sonrisa, y ella estuvo de acuerdo.

Minjeong caminó hacia su casillero para sacar lo que ocuparía en el transcurso de las clases. Al abrirlo vio caer de este un sobre blanco, se le hizo muy extraño pero aun así lo recogió. Miró que en el sobre estaba escrito su nombre, le dio la vuelta para ver que este estaba sellado con una calcomanía en forma de corazón. De pronto el suyo también comenzó a latir fuertemente y los nervios se le pusieron de punta.

— ¿Qué es eso? — dijo Ningning de la impresión, colocandose al lado de su amiga para ver mejor el sobre.

— ¿Es lo qué creo qué es? — de pronto Yeji sonrió.

— ¿Cómo es qué alguien pudo dejarlo en mi casilla?

— Quien sabe, pero esto es inesperado. — Ningning puso una mano sobre su boca.

— Ábrelo. — le dijo Yeji. Minjeong estuvo a punto de hacerlo cuando la campana sonó indicando la entrada a clases. El trío hizo un puchero renegando.

— La leeremos en el receso. — propuso y cerró su casillero.

— No vayan a leerla sin mí. — advirtió Yeji apuntando hacia ellas antes de irse corriendo hacia su clase.

(...)

Las tres estaban en la misma mesa de donde siempre esperando a los chicos, mientras esperaban aun estaban impacientes por leer la carta que tenía Minjeong, y quien había sido la persona que lo había dejado. Pero claramente no querían que los chicos se dieran cuenta de ello, ya que para Minjeong sería algo humillante.

De pronto notó venir a Jeno y Yangyang hacia ellas. Yeji estaba distraída hablando con Ningning que no se dio cuenta cuando Jeno se puso detrás suyo y con sus manos hizo su cabeza hacia él para dejarle un pequeño beso en su frente. Yangyang pasó por donde estaba Minjeong para ir con Ningning y rodear un brazo sobre sus hombros apesar de estar a sus espaldas y como ella le acariciaba la muñeca con ternura.

No vio venir a Haechan hasta que sintió una mano sobre su cabeza y se volteó para verlo con una pequeña sonrisa cohibida, ella le correspondió de la misma manera ya que ahora se sentía algo confundida, pero si algo era cierto es que extrañamente le agradaba.

Lo vio sentarse junto a Yangyang y Jeno y ahora, ya no podía hacer nada más.

Después de almorzar Yangyang sacó su baraja de pockét.

— ¿Quieren jugar? — nadie respondió por lo que entendió que no había necesidad de hacerlo, y de inmediato empezó a repartir las cartas.

— Ustedes son unos adictos a eso. — señaló Ningning con desdén.

— Solo por esta vez. — le sonrió su novio.

— Cartas — espetó — eso es de lo unico que saben... — de pronto dejó de decir la pelirroja para mirar de reojo a Minjeong. Ella y Yeji se miraron igual por lo que ya sabían que hacer.

— Ahora volvemos. — dijo Yeji mientras ella y las dos chicas se levantaban de sus lugares.

— ¿A dónde van? — Jeno les miró confundido.

— Cosas de chicas. — fue todo lo que dijo. Ella y Ningning se inclinaron para dejar un beso en la mejilla de sus novios e irse de allí.

— Esas tres traman algo. — comentó Yangyang fulminandolas con la mirada desde lejos, y siguieron jugando a la baraja.

(...)

Ya que por fin se habían alejado de ellos ahora podían abrir la carta desde el cuarto de almacén de la escuela.

— Rápido, Minjeong. Ábrela — Ningning estaba más impaciente por saber de la carta que ni ella y Yeji.

Minjeong empezó a abrir el sobre y sacó la carta desdoblandola para comenzar a leerla:

Minjeong, no sé por donde empezar. Pero tengo mucho tiempo que he estado pensando si decirte esto o no. Porque no tendría ningún sentido decirtelo a pesar de nuestras diferencias e indiferencias que hemos tenido. Pero eso no es lo importante, tú has logrado llamar mi atención de alguna forma y no sé si lo que sienta por ti es atracción o simplemente decepción por no tener el valor de decírtelo frente a frente. Por que realmente no soy como piensas, ni siquiera puedo mencionarte mi nombre por vergüenza. Pero lo que quiero decirte es... que tú me gustas. Y no sé como, pero desde que te conocí supe que tenías algo que las otras chicas no tienen. En sí, tienes algo que las demás no. No puedo seguir ocultando esto, así que te espero después de clases en el gimnasio de la escuela.

Att: alguien a quien ya conoces perfectamente.

— ¿Qué? — Ningning pegó un gritito sacando a Minjeong y a Yeji de su trance. — ¿Qué clase de persona te dice qué es "alguien a quien ya conoces perfectamente"? — formó comillas con sus dedos para después cruzarse de brazos.

— Quizá sea alguien de la escuela que no he visto.

— O quizá... sea Haechan. — de pronto Yeji sonrío mirando a Minjeong con una expresión confusa.

— ¿Qué te hace creer qué es él?

— Porque allí dice: "no tendría ningún sentido decirtelo a pesar de nuestras diferencias e indiferencias que hemos tenido" — señaló con su dedo hacia la carta, con obviedad.

— Osea, que tú y Haechan ya han pasado por mucho. — dijo Ningning.

— Pero ¿por qué me lo diría hasta ahora?

— Tal vez por vergüenza.

— La que le falta. — soltó con sarcasmo.

— No puedes pensar que es otra persona. ¿Quién más qué él se acerca a ti? — Yeji se encogió de hombros. Minjeong torció la boca pensando en una respuesta.

— ¿Haechan?

— ¿Lo ves? Está claro, él si te quiere.

— Ay, Yeji, por favor — rodó los ojos riendo de vergüenza.

— Vamos, no tiene nada de malo. Además, te está citando.

— Imagínate a la hora de que se te declare como se pondrá — Ningning ya estaba riendo.

— Ya lo hizo.

— Pero no en tu presencia. — aclaró la castaña. — Así que no vas a faltar a ese gimnasio.

— Pero...

— Nada. — respondieron al unísonido.

(...)

Al terminar las clases Minjeong y Ningning salieron juntas del salón, y antes de poder dar un paso por el pasillo se mantuvieron de pie al ver a Yeji corriendo hacia ellas con la mochila resbalando por su antebrazo y sus apresurosos pasos que casi la hacían tropezarse. Al estar cerca de ellas decidieron que irían al gimnasio con Minjeong, pero solo hasta llegar hacia puerta de este.

Mientras caminaban mantenían cuidado de no ser vistas por los chicos, lo cual no fue necesario, ya que desde donde estaban los miraron muy distraídos hablando entre ellos por el pasillo hacia la salida. Y entre ellos estaba Haechan, lo cual les causó mucha confusión pero sobretodo a Minjeong.

— No parece que vaya hacia el gimnasio. — comentó Ningning viendo hacia ellos.

— Tal vez solo quiera hacerla de emoción. — respondió Yeji. Las otras dos estuvieron de acuerdo y siguieron caminando hasta llegar al gimnasio de la escuela.

A decir verdad, Minjeong estaba muy nerviosa. Las manos le sudaban mientras las pasaba por encima de su falda para secarlas, miró dudosa y ansiosa a la puerta del gimnasio, y luego volteó a ver a sus amigas.

— Tú tranquila, todo va a estar bien. — le animó Yeji con una sonrisa.

— ¿Quieres qué te esperemos aquí? — preguntó Ningning, a lo que Minjeong asintió y le entregó su mochila a Yeji.

Se dio la vuelta hacia la puerta y caminó hacia ella. Al abrirla su expresión cambió totalmente.

Feliz día de San Valentín atrasado
🥺💝

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