13
— Aun no me has dicho lo de tus padres.
— ¿No se supone que eso no te interesa? — volteó hacia él, mirándolo extrañada.
— Si bueno, pero es un poco normal escuchar que no tienes a los dos ¿no?, siempre sucede que es sólo uno al que tienes y...
— Haechan, no quiero hablarlo más. ¿Entendiste?
— Pero...
— ¡Te dije que no quiero hablarlo más!— alzó la voz, ya irritada por el tema mientras él levantaba inocentemente las manos.
— De acuerdo está bien, pero no tenías que enojarte.
— Tú no sabes.
— ¿Qué cosa?
— Nada.
— Es OBVIO que no sé nada.
— Y con más razón te lo digo. — él rodó los ojos negando para sí mismo y habiendo llegado al aula de Minjeong detuvieron el paso.
— Te traje y te dejo, ahora adiós.
— ¿Te vas tan así de cortante? — se burló haciendo un leve puchero, sólo para molestarlo. Haechan se giró con pereza, viendo que ella no podía contener su risa y la soltó de una vez.
— ¿Quieres fastidiarme?
— Tal vez. — dijo mientras se mecía en su lugar con las manos a la espalda. Lo que no se esperaba fue ver como se inclinaba hacia ella depositando un beso en su frente. Así nada más.
Minjeong se congeló por un instante a causa del roce, sintió que las mejillas se le calentaban y las manos se le helaban. Oyó una risita con sorna que la sacó de su shock.
— Ya puedes estar contenta.
— Anda anda, ya vete. — alegó con su mano dando el primer paso a su clase y él terminó por irse cargando una sonrisa de satisfacción con las manos en los bolsillos del saco.
Era claro que Minjeong nunca podría con él. Así tuviese un motivo o no, él siempre encontraría la manera de fastidiarla.
Estaba alejandóse por los pasillos cuando sintió que le jalaron el cuello de su camisa, y antes de perder el equilibrio ya tenía enfrente a Jeno sonriendóle, con esa típica sonrisa de ojos que tanto lo caracterizaba.
— ¿Qué haces? — preguntó luego de que su amigo lo soltó.
— Te estaba buscando.
— ¿Para qué?
— Debemos hablar de cosas.
— ¿Quién lo dice? — frunció el ceño, encogiendo los hombros.
— Yangyang quiere que hablemos.
— ¿Ahora quién se cree qué es, el líder o qué?
— No sé, solo ven.
Sin más que decir Haechan lo siguió hasta llegar a un salón vacío, que por la mala fachada que tenía era claro que no se había usado en mucho tiempo. Todo olía a fresco, por dentro había poca ilumimación, las cortinas polvosas no eran una excusa y era más de explicarse por las paredes humedecidas.
Por un momento se extrañó pensando que no había nadie allí, pero al escuchar el chirrido de una silla pudo denotar que sí. Jeno abrió la puerta, dejando ver a Jaemin subiendose sobre una vieja silla de madera para alcanzar algo de un estante mientras Yangyang le decía que se bajara. Este lo ignoró apoyando un pie sobre el asiento haciendo temblar la silla con su mal equilibrio y para su mala suerte caerse de cola al piso.
Una risotada salió de los dos chicos mientras que Yangyang renegaba.
— Te lo dije.
— Cállate. — estiró el brazo para que lo ayudara a levantarse, pero el chino sólo le rozó la palma dejándolo allí mismo.
— Eres tan torpe — dijo Jeno adentrandóse con Haechan. Jaemin se levantó sacudiendóse. — ¿Qué querías alcanzar?
— Nada.
— Una estúpida cajita de madera. — contestó Yangyang por él. Tanto Jeno como Haechan se miraron extrañados.
— Eres raro, Jaemin. — le dijo Haechan, pero el pelinaranja lo ignoró por completo.
— De acuerdo, Haechan, dinos todo. — Yangyang se sentó de piernas cruzadas sobre el escritorio.
— ¿Qué quieres saber? — se apoyó sobre el filo del escritorio, junto a él.
— Todo lo que has echo con aquella.
— Ella tiene un nombre. — Jaemin contestó con disgusto. Tanto el chino como el coreano se le quedaron mirando sin expresión alguna.
— Lo que sea — volvió hacia Haechan— Dinos todo, ya.
— ¿Cómo debo empezar? — sonrió sarcástico, dandóse golpecitos en la barbilla con los dedos. — Primero que nada, ya me contó todo.
— ¿Así?
— Sí, y segundo... — se apartó quedando a unos pocos centimetros de él, con las manos en la cadera. — Tengo una pregunta para ti. — Yangyang se extrañó mirando hacia ambos lados y luego a Haechan.
— ¿Qué cosa?
— ¿Es cierto que te gusta Ningning? — preguntó burlón, viendo como la cara de Yangyang había cambiado de serio a atónito. Frunció el ceño pensando para sí mismo y después miró a Haechan.
— ¿Por qué me preguntas eso?
— Solo contesta.
— N-no, no claro que no. ¿Por qué habría de gustarme ella?
— Ah, ya decía yo. — volteó riendo con íronia. Jeno y Jaemin le seguían mientras observaban a Yangyang mirarlos con cara amenazadora, apretando los labios y los puños resistiéndose así las ganas de hacerlos callar.
— ¿De dónde sacaste esa estúpidez?
— Por lo que le pediste a Minjeong yo supongo que fue por algo que regresamos ¿No?
— A ver, no. — negó con las manos. — Minjeong hizo mal con Ningning, pero eso no significa que me guste.
— ¿Y la condición para qué volvieramos a hablar, qué?
— No fue una condición, Minjeong tenía que hacerlo, aparte ella la agredió sin ningún motivo y eso no fue justo.
— Entonces no significa que-
— Escucha, Ningning sólo es mi amiga, ¿Okey? eso es todo.
— ¿Es todo?
— Fin de esta conversación. — sonrió falsamente con un gesto de terminar con las manos.
— Ahora es tu turno, Haechan — le dijo Jeno, meciéndose en el respaldo de la silla.
— Que puedo decirles — lamió su labio infierior, pensando en algo. — Es un martirio estar al lado de Minjeong.
— Sí, pues no se te notaba tanto en estos días.
— ¿Cómo? ¿Estaban espíandome? — contestó incredúlo.
— Algo así. — rió Yangyang de lado.
— ¿Osea qué todavía quisieron saber que pasaba a pesar de que no hablabamos?
— Algo así — contestaron Yangyang y Jeno al mismo tiempo. Riendóse más.
— Hipocrítas.
— Dí lo que quieras, nosotros vimos todo. — dijo el chino.
— No tengo nada serio con esa chica.
— No estamos insinuando nada, pero apuesto a que tú no piensas así ¿Verdad? — preguntó Jeno con altivez.
— ¿Qué quieres decir?
— Has estado tan separado de nosotros que no te quedó de otra que seguir con ella.
— Es obvio, es parte del plan, estúpido.
— Lo que quiere decir es que... bueno, tal vez estuviste muy entretenido ¿No? — preguntó Yangyang burlandóse.
— A ver, no entendiendo nada, no hemos echo nada fuera de lo normal, y si así fuera ya todos se habrían enterado, así que dejénse de estúpideces.
— Haechan, por algo se empieza.
— Son unos molestos.
— Ya, tampoco es para que te enojes.
— No tengo nada serio con ella y ni lo tendría jamás. — se cruzó de brazos, mirando hacia la nada.
— Lo sabemos. — volvió a reírse, viendo como le miraba mal. — Ya enserio, lo siento. — abrió los brazos conteniendo su risa, esperando un abrazo, pero que Haechan lo ignorara lo hizo rendirse y dejó caer los brazos sobre los muslos. — Además no creo que esté sospechando nada ¿Cierto?
— No sé, ve y preguntáselo. — sonrió irónico — ¿Por qué parece preocuparte?
— ¿A mí? es a ti a quién debe de preocuparle, tú elegiste esto.
— Yo creo ella comienza a agradarte. — artículó dudoso Jeno, jugueteando con sus dedos.
— ¿Agradarme? ¿Estás loco? es una rarita, ¿Cómo podría agradarme?
— Porque ya no eres tan posesivo como antes.
— ¿Y eso qué? — cruzó los brazos, encongiendóse de hombros. — Nada es lo que parece.
— Que se me hace que Minjeong te aflojó la-
— ¡Okey, escuchen! — se apartó de golpe, haciéndolos callar. — Nada de lo que digan es verdad, ella es solo una estúpida chiquilla que me está ayudando. Eso es todo.
— Y que tú también la estás ayudando. — le recordó Yangyang.
— Eso no viene a nada de lo que estamos haciendo para que Yuna me deje en paz.
— ¿Estamos? — por primera vez habló Jaemin, ganándose la atención de los tres. — Tú tuviste la idea, tú lo quisiste así y mira, hasta se te puso más facíl de lo que esperabas.
— ¿Por qué actuas cómo si te culparas? — lo miró confuso, Jaemin frunció el ceño.
— ¿Yo? — se señaló — No tengo porque. Tú eres él que lo planeó, no yo.
— Dártelo a saber y que calles te hace cómplice, tarado. ¿No me digas que ya se lo...
— No he dicho nada.
— Entonces no veo por que tu cambio de actitud.
— Solo digo que tú tuviste la idea de querer fingir con ella para que Yuna te deje en paz. Solo eso. — aclaró estando más serio.
— Te has puesto histérico, seguramente también Minjeo-
— Ya dejen de hablar de ella, solo me pone a perder los nervios, y pobre de ustedes si van con el chisme por que...
— ¿Tú qué? — Yangyang se paró frente a él, con superioridad. — Al menos deberías agradecerle porque volvímos a ser tus amigos.
— No tengo nada que agradecerle ¿Okey? yo no se lo pedí, de todas formas hubiera encontrado la forma de hablar.
— Pero da la casualidad de que no lo hiciste, y ella lo hizo por ti.
— ¿Ya se te bajaron los humos por lo de Ningning? — Yangyang estuvo apunto de responderle, con el dedo arriba y apretando los labios, pero se resistió, y tomó una postura más calmada.
— No voy a discutir contigo. — volvió a su sitio.
— Minjeong solo me sirve para algo, y si quiero puedo hacerla a mi gusto, no me interesa que suceda... — Haechan cometió el error con solo voltear hacia la puerta para ver a Minjeong parada y estática en ella. Sus miradas se cruzaron y una punzada en su estómago se hizo presente, ella se dio la vuelta para desaparecer de allí, lo que le causó una rotunda y deseperante "preocupación" al chico.
— Ay, Haechan — Yangyang al igual que todos estaban atónitos, pero él corrió hacia la puerta, corrió hacia ella.
Fue siguiéndola hasta que estuvo lo suficiente cerca, y se detuvo.
— Minjeong... — la nombrada detuvo el paso, pero seguía dándole la espalda. — Yo...
— ¿Cómo pudiste? — se volteó con lágrimas mojando sus mejillas, con la voz entrecortada y una mirada que podía demostrarle lo mucho que estaba dolida.
— Y-yo... sólo quería que Yuna...
— ¿Yuna es lo único qué te importa? — exclamó con rabia, dejándolo más atónito y a su vez evadiéndola con la mirada.— ¿Acaso te has puesto a pensar en mí?
— Yo no quería...
— ¿No querías qué? ¿Qué me diera cuenta que estabas utilizandóme? ¿Es eso? — rió con amargura, sin esconder los sollozos. — No sé por que pensé... que tú... serías diferente. — confesó con decepción, llevándose una mirada de impresión de él — Pero veo que me equivoqué.
— Minjeong — intentó acercarse pero ella retrocedió.
— Espero encuentres a otra que te haga el favor de ser tu novia porque no quiero estar ni un segundo más contigo.
❆
Me pasé poquito de intensa, creo. Pero ¿Realmente ustedes creen que a Yangyang le guste Ningning? 🤍
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