05

Muchas miradas a su alrededor la veían con sorpresa, otras la señalaban mientras reían. Ella fruncía el ceño sin entender su causa. A cada paso que daba recibía más señalamientos y murmuraciones, algunas veces alcanzaba a escuchar:

"No puedo creer que lo haya echo."

"Pobre, sin duda le irá mal."

¿Qué significaba todo eso?

Sorbió su nariz, sin permitir que los mocos salieran de ésta y mojaran el cubre bocas que llevaba puesto. Había terminado con una "pequeña gripa" que no le permitió dormir en casi toda la noche, por lo que no contaba con ánimos para venir a clases, así como tampoco para soportar a cualquiera que se le cruzará. Sobre todo Haechan.

Se detuvo un momento a sonar su nariz con un pañuelo y tirarlo a dos pasos en un bote de basura. Los tímpanos le zumbaban y la simple noción de tomar una pastilla antes de clase para quedarse dormida durante la hora no era la mejor decisión.

— A ti te estaba buscando — oyó una voz a sus espaldas, apenas iba a darse la media vuelta cuando Haechan le tomó la muñeca y la arrastró con él hacia el cuarto del conserje. Una vez cerrando la puerta, Minjeong se soltó de su agarre.

— ¿Qué te pasa? —lo miró confusa.

— ¿Qué me pasa? resulta que no tienes idea de lo que soy capaz.

— No entiendo a qué se debe tu absurda amenaza — encogió los hombros restándole importancia a sus palabras.

— Lo que hiciste ayer en la cafetería fue grabado y subido en la madrugada, no sé cómo lo hiciste pero todos estarán por encima de ti y te harán de lo peor más de lo que yo estoy dispuesto a hacerte, así que no creas que con cubrirte la boca vas a evitar que se acerquen a ti — Minjeong no le quitaba la mirada y alzó una ceja despreocupada. Haechan se acercó a su rostro, amenazante. — Escúchame bien, conmigo no se juega, así que más te vale que estés llendo con cuidado porque mi paciencia es poca — Minjeong río por debajo. La pizca de risa en su rostro cambió a una mirada seria repentinamente.

— En primer lugar, señor sabiondo, no tengo ni idea de cómo llegó ese vídeo a la red, así que no me estés culpando por algo que yo no hice y dame mi espacio personal — lo empujó quedando a pocos centímetros de él. — Y en segundo lugar — se bajó el cubre bocas hasta la barbilla — Por si no te has dado cuenta estoy enferma por culpa tuya.

— ¿Tú enferma? — río confundido — Oh, es verdad ¿cómo te fue en tu caminata de regreso a casa? Dolorosa e incómoda supongo ¿no?.

— Cállate.

— Cállate tú.

La puerta se abrió dándoles un pequeño susto. Por suerte no era el conserje.

— Oh, lo lamento ¿interrumpo algo?

— ¿Qué quieres, Yangyang?

— La directora los busca. — ambos se miraron confusos, Haechan fue el primero en salir, pero Minjeong siguió quieta en donde estaba, dudosa. No estaba muy segura de que se trataba, pero Yangyang le hizo un gesto con la cabeza de que fuera tras de Haechan, ella asintió y se fue.

(...)

Yangyang tocó a la puerta un par de veces hasta que escuchó un "adelante" y abrió ésta. La directora estaba escribiendo en su escritorio y cuando alzó la mirada tomó una postura más recta y caminó hacia ellos.

— Gracias Liu, puedes irte. — la puerta se cerró, Minjeong se sentó en uno de los sillones mientras que Haechan permaneció de pie.

— Supongo que ya saben porqué los llamé — se quitó los lentes dejándolos sobre el escritorio. Se cruzó de brazos. — Ayer toda la escuela hablaba sobre un supuesto escándalo en la cafetería. — ambos no dijeron nada y la señora siguió hablando — Hay un vídeo en las redes sociales donde se ve que tú — señaló a Minjeong. — Estás derramando una Coca-Cola sobre Lee. ¿quieren explicarme que pasó exactamente?

— Yo sé lo diré, le pedí qué me trajera una bebida puesto que no podía mover mi pie, ella se lo tomó a mal y simplemente la dejó caer sobre de mí— Minjeong abrió la boca frunciendo el ceño hacia Haechan. Le parecía increíble creer la mentira que estaba diciendo.

— ¿Eso es cierto?

— Claro que no, él me ordenó que se la comprara y encima me quiso dar el cambio del billete, me amenazó ahorcando del cuello delante de todos si no hacía lo que me pedía — se llevó una mala mirada por parte de Haechan, pero en ese momento el sentimiento ya era mutuo.

— Los dos se han comportado cómo a dos niños inmaduros y esta clase de actitudes no son tolerables en mi instituto, por lo que ambos estarán suspendidos dos semanas — tanto Haechan cómo Minjeong abrieron los ojos perplejos.

— No espere, no puede hacer eso, mi padre...

— Sé quién es tu padre, pero no por eso voy a dejar que tus actitudes infantiles sean solapadas. 

— No, mi hermano — Minjeong se llevó las manos a la cabeza, preocupada.

— Dos semanas de suspensión son lo poco que merecen por su comportamiento, a menos...

(...)

¿Había algo mejor que dos semanas de suspensión?

Una escoba, un recogedor, un sacudidor de polvo y unos cuantos trapos junto a una cubeta de cloro no era tan mal castigo después de todo. Era humillante.

— Esto no puede estar sucediendo — Minjeong ladeó la cabeza mientras barría el invisible polvo del pasillo.

— Sólo los locos hablan solos — Haechan soltó mientras limpiaba el cristal del cuadro de honor.

— Cállate, que todo esto es tu culpa.

— ¿Mi culpa? — volteó a hacia ella confundido — Fuiste tú quién derramó esa bebida pegajosa sobre mí.

— De no haberme humillado enfrente de todos no lo hubiera echo — Haechan abrió la boca para decir algo pero volvió a cerrarla y siguió exprimiendo el trapo en la cubeta.

— Si piensas que te pasaré lo del vídeo estás equivocada.

— A mí no me amenaces.

— ¿O si no qué harás? — dejó lo que estaba haciendo y se acercó, agresivo. — Dime — la tomó del brazo obligándola a verle. — ¿Vas a llorar? ¿eso vas a hacer? ¿primero te pondrás de agresiva conmigo y cuándo no sepas que hacer te pondrás a llorar cómo estúpida? — ya estaba gritándole, pero Minjeong sólo lo observaba callada. Apesar de estarle demostrando la mismísima arrogancia y egocentrismo con la que cargaba Minjeong no se quedó así cómo así y bajó el cubrebocas hasta la barbilla.

— Ya te dije que yo no tengo nada que ver con eso, te lo he repetido una y otra vez, si no quieres creerlo es muy tu problema — Haechan no dijo nada, sólo miraba a la chica al igual que ella a él, sin siquiera pestañear. — Además, estoy enferma y no tengo suficiente paciencia para estarte soportando, así qué aléjate.

— Sí, no vaya hacer que me contagie y luego siga toda la escuela.

— Qué fantástico sería eso, así no tendría que seguir viendo tu horrible rostro todos los días — contestó con ironía.

— Lo mismo te deseo — sonrío de la misma forma y volteó hacia el cristal.

(...)

— Creímos que no saldrías nunca, llevamos diez minutos esperándote — regañó Yangyang cuando vio a Haechan salir de la puerta de la escuela.

— Cállate.

— ¿No quieres compañía, Minjeong? — preguntó Jaemin viéndola pasar de largo, pero sólo se llevó una mala mirada de la chica.

— Deberían de callarse, bola de inútiles — todos cantaron un "oh" sarcástico junto a unas risas, pero Minjeong ya les estaba dando la espalda.

— Qué carácter tiene — dijo Jeno. — ¿Seguro que quieres seguir con esto?

— Hombre qué sí, esa niña no me la hará de difícil.

(...)

La escuela estallaba a escándalos, todos con la cara en celular mientras hacían muecas de burla y otros se tapaban la boca incrédulos, suficiente para creer que todo podía tratarse de ella, hacia lo mejor por caminar en los pasillos con naturalidad aunque el miedo y la posible sospecha la invadieran poco a poco. Llegando a clase recibió muchas miradas, nada raro, estaba acostumbrada a ser mirada con indiferencia, pero esta vez no fue así.

Una vez entrando al aula todas las miradas se posaron en ella, incluída la de Yuna, Minjeong ladeó la cabeza mientras llegaba a su sitio sin importarle lo que estuvieran pensando los demás.

Trataba de tranquilizarse y mantener la calma sobre la situación, pero los nervios en su estómago decían que nada iba a estar bien.

En una clase pidió salir con el pretexto de no sentirse bien, y caminó por los pasillos a pasos apresurados cuándo entonces una imagen de papel colgada en el muro escolar le hace abrir la boca.

Se veía a ella con la lata de refresco derramando sobre Haechan, y debajo de esta una nota. 

"La chica más callada del segundo año humilla al chico más popular en cafetería de la escuela."

Arrancó aquella imagen haciéndola puño y tirándola al cesto de basura. Los ojos le picaban y amenazaban con que las lágrimas salieran. Después de otro momento de andar por el pasillo escuchó una voz y risas detrás de ella, era más comprobable que se estaban burlando de lo que pasó con ella y Haechan. Salió a pasos rápidos y después terminó corriendo hacía el baño. Se metió en uno de los cubículos a llorar.

Si esto era obra de Haechan juraría matarle, pero recordando lo que le había dicho era claro que no podía hacerlo. ¿quién se ponía primero del tú por tú para demostrar que no te dejas de nadie y después empiezas a llorar cuando ya no se te ocurre algo que decir? Se notaba que era una chica ridícula, tal y cómo él lo dijo.

Después de unos momentos escuchó que al fin sonó la campana del descanso, se levantó y lavó su cara intentando borrar cualquier rastro de lágrimas. Una vez afuera, un grupo de estudiantes la rodearon preguntando a la vez cosas que ni ella entendía, pero que se referían a lo sucedido de ayer. Empezó a correr queriendo alejarse de ellos, pero notaba pasos detrás de ella que la seguían. Sus pies se estaban cansando pero aún así no se detuvo, cuando pudo perderles se adentró a una de las aulas viejas de la preparatoria, se encerró en esta dejándose caer de rodillas por la falta de equilibrio. Recargó su espalda a la puerta y abrazó sus piernas, escondió su cara en estas mientras que lágrimas corrían por sus mejillas. Escuchó varias voces acercándose a la puerta, sollozó aún más cuándo tocaban a esta.

— ¡Ya déjenme en paz!


gracias por leer, los tkm. 💖

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top